Arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica
Arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica | |
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Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad. | |
Áreas de grutas con pinturas rupestres. | |
Coordenadas | N 40°38′24″ W 0°3′20″ |
País | España |
Tipo | Cultural |
Criterios | iii |
N.° identificación | 834 |
Región | Europa y América del Norte (Comunidades Autónomas: Cataluña, Aragón, Castilla La Mancha, Andalucía, Murcia y Valencia) |
Año de inscripción | 1998 (XXII sesión) |
El Arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, son sitios de arte rupestre prehistórico tardío de la costa mediterránea de la Península Ibérica que forman un grupo excepcionalmente grande. Aquí la forma de vida durante una fase crítica del desarrollo humano es vívida y gráficamente representada en pinturas cuyos estilos y el temas son únicos. La región fue incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1998.
Descripción
El corpus de pinturas murales prehistóricas tardías en la cuenca mediterránea del este de España es el mayor grupo de sitios de arte rupestre de cualquier lugar de Europa, y ofrece una imagen excepcional de la vida humana en un período de la evolución cultural humana. A su singularidad, su valor documental, y su integración en un paisaje que lleva la huella del hombre, se agrega además al gran valor ecológico, y su naturaleza frágil y vulnerable. Es exclusivo de la cuenca mediterránea de la Península Ibérica, debido a la complejidad de los procesos culturales en esta región en la prehistoria más tardía, y con el factor relacionado con los procesos de conservación, tales como la naturaleza de la roca y de las condiciones ambientales específicas. El arte rupestre español del este, es un documento histórico excepcional que, a causa de su gama, proporciona evidencia poco común en términos artísticos y documentales de las realidades socio-económicas de la prehistoria. El color predominante era de color rojo, en varios tonos, negro, en menor medida, y blanco que se utiliza en algunas áreas. Las escenas representan las primeras narraciones de la prehistoria europea y cubren una serie de áreas diferentes.
Entre los temas de las pinturas predominan las actividades de caza, espectáculo de la caza en grupo, detalles de trampas para animales y el seguimiento de los animales heridos. La recopilación de actividades, tales como la de la miel, como más común, es material histórico excepcional para los apicultores. Las primeras representaciones de combates y ejecuciones aparecen en forma de arqueros que disparan a sus víctimas. Escenas de la vida cotidiana, muestran grupos de personas sentadas y hablando, la gente caminando juntos, cazadores asentados, matanza de animales, etc. Las representaciones de la figura humana proporcionan información sobre la ropa y adornos personales, como diferentes tipos de peinados, pulseras, brazaletes y collares, marcando el comienzo de la desigualdad social. Los ritos funerarios se muestran en forma de cuerpos yacentes y escenas rituales.
Algunas escenas ilustran las mitologías de estas sociedades prehistóricas: hechiceros en trajes extraños son comunes, como también son las figuras que combinan características humanas con las de animales (ciervos, toros, pájaros). Las figuras femeninas también son comunes, y éstas parecen representar deidades femeninas debido a sus posiciones prominentes en las escenas representadas y su tamaño más grande. La modificación humana del paisaje que se inició por las primeras comunidades neolíticas tiene menos impacto en estas zonas de montaña, donde las culturas de cazadores-recolectores que crearon el arte español del este evolucionaron. Estas tierras son las últimas reservas de comunidades biológicas muy interesantes, como son un número de especies europeas más amenazadas de aves rapaces, el águila real, el águila perdicera y el halcón peregrino. Entre los mamíferos las especies más raras de Europa, el lince ibérico, aún no se ha encontrado en algunos lugares, también un gran número de los animales más representados por los artistas prehistóricos como: la cabra montés, que aún se encuentran en el área de los sitios de arte rupestre. Por un lado la existencia de la fauna que habita, y por el otro, el arte prehistórico, da a estas zonas la calidad excepcional de un paisaje atemporal. El arte rupestre en los más de 700 sitios tiene un sinnúmero de variaciones regionales, que no siempre son fáciles de distinguir:
- Zona Norte: figuras zoomorfas naturalistas individuales y las raras figuras humanas estilizadas;
- Maestrazgo y el Bajo Ebro: la caza y escenas de combate dinámicas que contienen figuras humanas;
- Zonas de montaña de Cuenca y Albarracín: pinturas en los refugios y rocas en rocas silíceas;
- Cueva río Júcar y la vecina zona de montaña: representación de escenas de caza que están llenas de acción;
- Regiones de Safor y La Marina (Valencia y Alicante): escenas de caza y sociales, pero no de combate.
- Río Segura de la cuenca y las vecinas áreas de montaña: predomina el zoomorfismo;
- Andalucía Oriental: esta forma de arte rupestre se encuentra en dos zonas del este de Andalucía;
- Región de Los Vélez y las estribaciones de la Sierra Morena: Figuras mayoría zoomorfas.
Historia
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La península Ibérica tiene un rico patrimonio de arte rupestre prehistórico, con un número de sitios importantes de la época paleolítica que son conocidos en la región del este de España, donde los mejores ejemplos son de la cultura solutrense (19000-16000 años antes de Cristo), derivados del sur de Francia.
No fue sino hasta el advenimiento de las comunidades sedentarias neolíticas basadas en la agricultura, que el arte característico de la parte oriental de la península se desarrolló y floreció. La datación de este arte ha sido el tema de muchos años de debate entre los prehistoriadores. Ahora es generalmente aceptado que el arte no es Paleolítico, debido a la cultura que representa, pero su atribución precisa que ya se inició en el Epipaleolítico (desde 10 000 a.C. a 5.000 aC), o en el pleno Neolítico que siguió, aunque aún esto no esta plenamente establecido. En el expediente de candidatura se propone una reconciliación parcial entre los dos puntos de vista: "Es el arte de los pueblos cuyas raíces culturales se sientan en el Epipaleolítico, que continuó utilizando principalmente los sistemas económicos de cazadores-recolectores, y que poco a poco fue incorporando elementos neolíticos en su cultura". Esto puede interpretarse como un soporte en el tiempo entre 8000 y 3500 antes de Cristo.
Justificación para la inscripción
- Criterio (iii): El corpus de pinturas murales prehistóricas tardías en la cuenca mediterránea del este de España es el mayor grupo de sitios de arte rupestre en cualquier lugar de Europa, y ofrece una imagen excepcional de la vida humana en un período de la evolución cultural humana.