Asalto al Cuartel de Boniato
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Asalto al Cuartel de Boniato. Acción que tuvo como objetivo apoyar la huelga que tendría lugar en la ciudad de Santiago de Cuba el día 9 de Abril del año 1958, distrayendo parte de las fuerzas de la dictadura.
Sumario
Antecedentes
Teniendo en perspectiva la Huelga del 9 de abril del 1958, los dirigentes del Movimiento 26 de Julio radicados en Santiago de Cuba, encabezados por René Ramos Latour, alias Daniel, prepararon un plan de acción en apoyo a la misma. Este consistía en sabotajes a objetivos, asalto a cuarteles, e incluso la toma de la ciudad, entre otras acciones. Tomadas todas las medidas, en la fecha prevista se organizaron los diversos grupos; el mayor del mismo tenía como objetivo el asalto al Cuartel de Boniato, en la madrugada del 9 de Abril.
El cuartel
El Cuartel de Boniato era una pequeña construcción de madera, bordeada en su frente y retaguardia por un muro de protección de algo más de un metro de altura. Se encontraba situado a unos doscientos metros del entronque de Boniato, junto a la carretera hacia El Cristo. Estaba separado por pocos minutos del Cuartel Moncada, segunda fortaleza militar de la tiranía en el país. Según informaciones, se estimaba que contaba con un efectivo de 12 soldados.
El asalto
Durante la noche del 8 y la madrugada del 9 de abril, los revolucionarios, con el comandante Daniel al frente, se trasladaron hacia las inmediaciones del cuartel. El comandante Daniel distribuye las fuerzas: un pelotón, al mando de los capitanes Manals y Jacas, atacaría por el frente y la derecha de la construcción. El teniente Nino Díaz, con una escuadra, tomaría una casa de mampostería, un poco más abajo del cuartel, desde donde atacarían. Daniel, con una escuadra que contaba con una ametralladora Madsen, atacaría por el frente izquierdo del cuartel.
A las 3:45 am, Daniel abre fuego, seguido de todo el grupo. El tiroteo se generaliza, y hasta uno de los combatientes, Orlando Regalado, manejando una Thompson, cruza la carretera y se posesiona al costado derecho del cuartel, desde donde lanzó algunas granadas dentro de la edificación.
Lussón y Díaz, con sus hombres, ocupan una casa contigua al cuartel con el objetivo de lanzarle cócteles Molotov, pero el compañero encargado de traerlos no aparece.
Emboscada
Desde el mismo momento que comienza el ataque al Cuartel, Idalberto Lora, al mando de un grupo de 11 combatientes, tomó posiciones en una emboscada, preparada en el crucero de Cuabitas. Se colocaron unos cartuchos de dinamita en un árbol próximo al cruce, y amarró con alambres de púa la barrera existente en el lugar, para obligar a detenerse a todo vehículo que pasara.
El refuerzo procedente del Cuartel Moncada apareció a las 5:15 de la madrugada, el mismo consistía en un camión lleno de guardias, no se especifica el número, y una tanqueta artillada con dos ametralladoras, una de calibre 50 y una de calibre 30.
Al llegar el camión a la barrera, intenta dar marcha atrás, momento que los rebeldes aprovecharon para iniciar el fuego, lo que cogió desprevenidos a los soldados del ejército. En el desconcierto, la tanqueta se desvió de la carretera y empezó a disparar a ciegas.
Algo más tarde, repuestos del susto, los soldados apoyados por la tanqueta, que regresó a la carretera, ripostaron el ataque. Al notar su desventaja numérica y en armamento, además de acercarse el amanecer, Lora ordenó la retirada para salvar a sus hombres, los cuales lograron regresar sin bajas a la finca San Miguel, desde donde habían partido.
Retirada
Daniel, al conocer de las fuerzas de apoyo que se acercaban, ordenó la retirada a las fuerzas que atacaban el cuartel. Esta retirada se produjo en distintas direcciones, y los combatientes extraviados se fueron reuniendo durante el día siguiente, hasta agruparse nuevamente en Dos Bocas y en sus cercanías al oscurecer del día 9 de abril.
Resultado
Aunque el cuartel no fue tomado, se consiguió el objetivo principal de aquella acción en apoyo a la huelga, al sostener un ataque al cuartel durante más de una hora y media, a las mismas puertas de la ciudad de Santiago de Cuba.
Se destacaron en la batalla el teniente Orlando Regalado y los milicianos Rolando Monterrey y Javier Gómez.
Líderes
La acción estuvo dirigida por el Comandante René Ramos Latour, alias Daniel, al mando de aproximadamente 30 hombres