Ataques a Minas del Ocujal
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Ataques a Minas del Ocujal. Fuerzas de la Columna 19 José Tey, del Segundo Frente Oriental de Guantánamo, bajo el mando directo del capitán Belarmino Castilla Más, atacaron cuatro veces el cuartel del poblado de Minas del Ocujal, acciones que ocurrieron el29 de mayo, 30 de julio, 25 de octubre, y 8-18 de noviembre de 1958.
Sumario
Localización
La localidad de Minas del Ocujal, en esa fecha era perteneciente a la antigua provincia de Oriente, y hoy es un poblado del municipio Mayarí, de la provincia Holguín, a unos 6 km al sur de la carretera de Mayarí a Nicaro. Era una zona de extracción de la empresa norteamericana Nicaro Nickel Processing. Un cuartel de la guardia rural protegía el personal y los medios técnicos yanquis, especialmente camiones y equipos de extracción, cerca de la planta de procesamiento. No debe confundirse con el poblado de Ocujal del Turquino, al sur de la Sierra Maestra.
Contexto
En 1958 el Comandante en Jefe Fidel Castro, siguiendo su concepción estratégica de ampliar los frentes de guerra, decidió extender la lucha guerrillera más allá de la Sierra Maestra. Con ese fin ascendió a comandantes a los entonces ya veteranos capitanes Raúl Castro y Juan Almeidacon la misión de organizar y dirigir el Segundo y Tercer Frentes al mando de las columnas 6 Frank País y 3 Santiago de Cuba respectivamente. Raúl llegó al norte de San Luis, donde el 11 de marzo proclamó oficialmente abierto el II Frente, que debía cubrir el territorio de Mayarí hasta Baracoa.
Inmediatamente comenzaron las acciones de ataques a las fuerzas de la tiranía, conjuntamente con una intensa labor de organización militar, política, organizativa y social en el territorio.
Primer ataque
El primer ataque al cuartel de los soldados de la dictadura en Minas de Ocujal ocurrió el 29 de mayo de 1958 por parte de combatientes de la Columna 9 (luego 19) José Tey del Segundo Frente Oriental Frank País García, al mando del capitán Belarmino Castilla Más con el objetivo de ocupar los equipos de transporte y de carga que la compañía norteamericana Nicaro Nickel poseía en la zona.
Para el ataque a la instalación los combatientes del Ejército Rebelde utilizaron unos camiones de tiro de mineral. Sólo había seis guardias en el puesto, de los 12 que componían la dotación, y éstos se rindieron. Un soldado murió de un infarto.
La acción cumplió con todos sus objetivos. Además de los cinco prisioneros, en el cuartel se ocuparon cinco fusiles Springfield con sus cananas y parque y en el polvorín de la mina 70 cajas de dinamita con su correspondientes mechas y fulminantes para abastecer la fábrica de armamentos del Segundo Frente Oriental.
Además, gran cantidad de equipos pesados y de trasporte pasó a manos de los rebeldes, que sirvieron para que el capitán Fernando Barrios (Oriente) organizara el Departamento de Obras Públicas del Frente Rebelde, misión que le encomendó Raúl Castro.
Segundo ataque
El 30 de julio, en recordación del primer aniversario del asesinato de Frank País las fuerzas de la Columna 9 atacaron por segunda vez el cuartel deMinas de Ocujal.
Un componente importante en el plan de ataque fue el de utilizar un buldócer, el cual sería lanzado contra el cuartel con un tanque de gasolina y una potente bomba amarrados en la cuchilla. Esta difícil misión quedó a cargo de los combatientes Perfecto Álvarez (Mejoral), que conduciría la máquina, y Emilio Bárcenas Pier (Tanganika), quien encendería la mecha de la bomba cuando el equipo estuviera próximo al objetivo. El equipo llegó hasta unos 30 m del cuartel, pero Tanganika fue alcanzado por una ráfaga, por lo que Mejoral lo detuvo para auxiliarlo.
Se inició entonces el asalto final. Una bomba rebelde cayó en el cuartel y una parte se incendió, por lo que los guardias comenzaron a retirarse. Simultáneamente se estaba atacando el cuartel de Ocujal, por lo que el enemigo mandó un refuerzo desde Mayarí, que cayó en la emboscada.
El enemigo tuvo un muerto y diez heridos, y se ocuparon ocho armas largas. Debido a las heridas sufridas, Emilio Bárcenas murió el 9 de agosto en un hospital de campaña. También murió David Suárez Abella a consecuencia del ametrallamiento de la aviación.
Tercer ataque
El tercer ataque a Ocujal se produjo el 25 de octubre de 1958 por parte de efectivos al mando de Antonio E. Lussón, que para ello reagrupó parte de sus fuerzas, las de Colomé Ibarra y otras al mando del teniente Manuel Céspedes, todos de la Columna 9. El ataque formaba parte de la ocupación de Nicaro, efectuada en la noche del 24-25.
En Ocujal se encontraba destacada la compañía No. 76 del Regimiento de Holguín. El contacto con los guardias se efectuó cerca de las 4:00 a.m. La compañía enemiga quedó cercada Los rebeldes se acercaron por saltos de escuadra a la posición enemiga, que estaba al fondo del poblado, en una altura fortificada, donde se encontraba el tanque de agua. El fuego se mantuvo todo el día 25, mientras la aviación enemiga realizaba constantes ataques sobre los rebeldes. En la mañana del 26, al no poder tomar las posiciones, Lussón ordenó la retirada.
En la acción solo resulto herido el teniente Manuel Céspedes y los rebeldes se retiraron hacia las montañas en busca de su campamento en Los Mulos.
Cuarto ataque
Como parte de la ofensiva de las fuerzas del II Frente Oriental Frank País, efectuada a fines de octubre se realizó el cuarto ataque a Minas de Ocujal, con el fin de atraer la atención de las fuerzas enemigas del 7mo Distrito Militar acantonados en Holguín, Mayarí, y Preston. Fue el más largo de todos los ataques a esa posición y duró ocho días.
A las 17:00 horas del 8 de noviembre de 1958 ya todas las escuadras habían ocupado sus posiciones. El ataque comenzó con una ráfaga de ametralladora calibre 30, tras el corte de la electricidad, y el enemigo respondió con un nutrido fuego desde las trincheras, generalizándose el combate. Aproximadamente a las 02:00 horas aparecieron por la dirección oeste dos B-26 que ametrallaron las posiciones. El sitio y los tiroteos continuaron en los días siguientes, al igual que los ataques aéreos del enemigo. Se hacía muy difícil avanzar hacia las trincheras enemigas, situadas en la cima de la altura dominante, por lo que las posiciones de ambas partes se estabilizaron por un tiempo.
En la mañana del 13 se produjo entre Guerrita y la loma de Cajimaya un combate de las fuerzas rebeldes emboscadas, que resistieron tenazmente y lograron rechazar un refuerzo enemigo, ocasionándoles un muerto y varios heridos.
La aviación enemiga continuó bombardeando y ametrallando las posiciones rebeldes, con lo cual no logró aflojar la presión de estos sobre el cuartel. A la vez los aviones suministraban municiones y comida a los sitiados, por lo que estos continuaron resistiendo.
Ante la falta de parque y el agotamiento físico de los combatientes rebeldes, que llevaban peleando ocho días con sus noches, el jefe de la Columna decidió hacer una retirada táctica con vistas a realizar futuras acciones en lugares más favorables.
Aunque no se logró rendir la compañía 76, se alcanzaron algunos objetivos que se habían previsto: se obligó al enemigo a traer importantes fuerzas en dirección norte, lo cual contribuyó al desarrollo de las operaciones rebeldes en otras direcciones del Frente y se le causó una considerable cantidad de bajas. Se ocuparon cuatro fusiles y un cañón de 57 mm. También se ocuparon en la Mina cien quintales de explosivos de ferrocianuro especial y otros materiales.
Tiempo después del repliegue de los atacantes, las fuerzas de la tiranía abandonaron Ocujal y quedó bajo control de los Rebeldes toda aquella importante zona hasta Mayarí. Las fuerzas de la Columna sufrieron la pérdida del valioso combatiente Joel Silva Hernándezy del obrero Reynaldo Almira.
Fuentes
- Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
- Belarmino Castilla. Segundo Frente Oriental Frank País. Un Estado revolucionario dentro de otro. Revista Bohemia. La Habana, 8 de marzo de 2013.Págs. 12-13.
- Belarmino Castilla. Imborrables Recuerdos. Memorias del comandante Anibal. La Habana. Ediciones Verde Olivo. La Habana, 1999.
- Comisión de Historia de la Columna 19. Columna 19 José Tey.: Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1982.
