Basílica San Pablo Extramuros
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La Basílica de San Pablo Extramuros. Es una de las cinco iglesias más antiguas de Roma. Se encuentra a 11 kilómetros de La Basílica de San Pedro y según la tradición es el lugar donde el apostol Pablo fue enterrado. La basílica, y todo el complejo anexo, como el claustro y el monasterio, no son parte de la República Italiana, sino que son propiedad extraterritorial de la Santa Sede. En 1980 fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad en Europa por la UNESCO.
Sumario
Construcción de la basílica
Fue construida en la primera mitad del siglo IV por orden del Emperador Constantino, en el mismo lugar donde la Tradición indica como la Tumba de San Pablo. Tras la ejecución del apóstol San Pablo en el siglo I d.C., sus seguidores levantaron un santuario sobre la tumba.
La Basílica fue reformada y ampliada entre el 384 y el 395, bajo los emperadores Teodosio, Valentino II y Arcadio, según un vasto proyecto de cinco naves que se abre a un cuadripórtico, y a lo largo de los siglos los Papas seguirán embelleciéndola y añadiendo partes, como la imponente cinta de fortificación levantada contra las invasiones a finales del siglo IX, el campanario y la maravillosa puerta bizantina del siglo XI, y también los mosaicos de la fachada de Pietro Cavallini, el hermoso claustro de los Vassalletto, el famoso baldaquín gótico de Arnolfo di Cambio y el candelabro pascual de Nicola d’Angelo y Pietro Vassalletto, del siglo XIII. Es el periodo de la edad de oro de la Basílica más grande de Roma, hasta la consagración de la nueva Basílica de San Pedro en 1626. Este lugar sagrado de peregrinación de la cristiandad es famoso también por sus obras artísticas.
En la noche del 15 de julio de 1823 un incendio destruyó este testimonio único de épocas paleocristianas y bizantinas, del Renacimiento y del Barroco. La Basílica fue reconstruida de modo idéntico, usando los elementos que se habían salvado del incendio. En 1849 el Papa Gregorio XVI consagraba el altar de la Confesión y el transepto. Tras el incendio, el mundo entero se volcó en la restauración de la iglesia, que posteriormente sería declarada monumento nacional.
Se sigue reformando y embelleciendo. En 1928 se añadió el pórtico de las 150 columnas. Hoy es la tumba del Apóstol lo que ha salido a la luz, mientras que una serie de obras importantes se benefician, come en el pasado, de la generosidad de los cristianos de todas las partes del mundo. San Pablo extramuros es un vasto complejo extra territorial (Motu proprio del Papa Benedicto XVI, 30 de mayo de 2005), administrado por un Arcipreste.
Además de la Basílica papal, el conjunto comprende una abadía benedictina muy antigua, restaurada por Odón de Cluny en el 936, activa bajo la dirección de su abad. Los monjes benedictinos de la antiquísima abadía, edificada junto a la tumba del Apóstol por el papa Gregorio II (715-731), favorecen el ministerio de la Reconciliación (o de la Penitencia) y la promoción de acontecimientos ecuménicos.
Aquí todos los años el 25 de enero, fiesta de la conversión de San Pablo, se clausura solemnemente la semana de oración por la unidad de los cristianos. El Papa ha privilegiado dos puntos para su Basílica: el ministerio de la Reconciliación (o de la Penitencia) y la promoción de acontecimientos ecuménicos.
En el interior
El interior de la Basílica de San Pablo es grandioso, con enormes columnas de alabastro y preciosos mosaicos dorados. Lamentablemente, debido al incendio producido en 1823, son pocas las partes que se conservan intactas de la basílica medieval, pero aún se pueden contemplar algunos mosaicos del siglo XIII, un gran candelabro del siglo XII, o el baldaquino de mármol de 1285 bajo el cual se encuentra la sepultura de San Pablo. Uno de los mayores tesoros que alberga la iglesia es el claustro construido entre 1208 y 1235, superviviente del gran incendio y que presenta un perfecto estado de conservación.
En la parte superior de las paredes se pueden observar los retratos de los diferentes papas que se han sucedido a lo largo de la historia, mientras una luz dorada ilumina al papa actual. Probablemente la parte más llamativa de la iglesia sea el grandioso atrio dotado de 150 columnas desde el que se puede contemplar el exterior de la iglesia recubierto por un enorme mosaico dorado realizado entre 1854 y 1874, que refleja los rayos del sol. El centro del gran patio ajardinado está dominado por una colosal estatua de San Pablo.
La capilla de la reliquias
La más valiosa de las reliquias y de los objetos expuestos son sin duda las cadenas que, según la tradición más antigua, ataron al Apóstol Pablo al soldado romano que lo custodiaba, durante el periodo de custodia militaris que pasó en Roma. En este tipo de prisión el prisionero podía escoger una residencia, y el militar que lo vigilaba debía acompañarlo a todas horas y tenerlo atado con una cadena al salir a la calle.
En la sacristía de la Basílica se adjunta una capilla que alberga las reliquias sagradas. Entre las reliquias son particularmente valiosos que la madera de S. Cruz, en plata dorada y cristal de roca ópera en 1598 por Diana Ancileo de Venecia, la plata cincelada medieval en la que se conserva parte del velo de la Virgen, de estilo renacentista, que incluye la parte del brazo de S. Anna. Un relicario de metal original y vidrio que representa la columna de Trajano contiene parte de una memoria antigua que se cree que perteneció a St. Paul.
La pinoteca
La actual Pinacoteca, que se encuentra en la sacristía y en dos locales adyacentes, conserva los tesoros pictóricos de la antigua basílica, unas cuarenta obras que van del siglo XIII al XIX, como la Virgen con el Niño de Antoniazzo Romano (siglo XV) y también la copia de diversos manuscritos conservados en la rica abadía Biublioteca, como la famosa Biblia de Carlos el Calvo (IX seg.), En letras minúsculas (período carolingio) y miniaturata. También están expuestos estampas y grabados del incendio de 1823. La habitación contiene obras sagradas, orfebrería, monedas encontradas en la tumba de St. Paul y de todo el mundo: para dar testimonio de dos mil años de devoción a la santa, la cruz procesional grande de plata dorada, de la escuela de Nicola da Guardiagrele(1390c.-1462c.).
La colección lapidaria
En el claustro pueden verse hoy una serie de fragmentos arquitectónicos de la antigua basílica y cerca de 2000 fragmentos de lápidas, algunas de éstas con leyendas en griego, latín, hebreo, procedentes de la necrópolis que vino a la luz durante las varias obras que se han ido realizando cerca de la Basílica. Se puede notar un sarcófago romano fino del siglo III., Reutilizado en el siglo XI. como tumba para Peter Leoni El sarcófago más hermoso, llamado “dogmático”, se conserva actualmente en el Museo Pío Cristiano del Vaticano. El “Praeceptum”, gran estela epigrafiada realizada en mármol del papa Gregorio el Grande (590-604), se refiere a una comunidad monástica femenina que existía junto a la Basílica.
Área Expositiva
El Área Expositiva de la Basílica Papal de San Pablo Extramuros se ha enriquecido con una preciosa colección de obras artísticas. Se trata de 27 objetos, la mayor parte en plata, que se pueden datar entre los siglos XVIII y XIX, provenientes de la Colección del Conde Giuseppe Maria Perrone di San Martino.
Las obras representadas, que constan de una cruz astil, 10 iconos, 6 cálices y 10 navicelle, han sido elegantemente colocadas en una espaciosa vitrina de cristal, en la Pinacoteca del Claustro.
Fuentes
- ArtículoBasílica de San Pablo extramuros Disponible en: "www.historiaclasica.com" Consultado: 8 de diciembre de 2012
- Artículo Basílica de San Pablo extramuros Disponible en: "www.disfrutaroma.com" Consultado: 8 de diciembre de 2012
- Artículo San Pablo extramuros Disponible en: "www.vatican.va" Consultado: 8 de diciembre de 2012