Batalla de Quifangondo
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Batalla de Quifangondo. Librada en las cercanías de Quifangondo en la carretera al norte de Luanda entre las tropas del FNLA y sus aliados, y las fuerzas del MPLA y los asesores cubanos, que se inició el 23 de octubre de 1975 y concluyó el 10 de noviembre de 1975. Esta batalla se decidió a favor del MPLA y posibilitó a este movimiento mantener en su poder la capital y proclamar la independencia de Angola el 11 de noviembre de 1975.
Vísperas de la batalla
Holden Roberto había proclamado que sus fuerzas tomarían Luanda el 10 de noviembre en vísperas de la independencia.
Roberto contaba con sus seguidores de la tribu bankongo pobremente entrenados, 120 mercenarios portugueses, un contingente de soldados regulares zairenses y dos grupos de asesores, uno sudafricano y otro de la CIA. Los sudafricanos y los portugueses estaban a cargo de los tanques y la artillería.
Entre las tropas de Roberto y Luanda estaba Quifangondo, una aldea en el centro de una amplia llanura pantanosa, atravesada por un camino estrecho. En vano los oficiales portugueses propusieron un ataque de flanco por los pantanos, mientras los sudafricanos aconsejaban un largo rodeo por el este. Pero Holden Roberto, ansioso de tomar Luanda antes de que Portugal entregara el control político del país al MPLA desechó todos los consejos y ordenó un ataque directo por lo que después se conocería como “camino de la muerte”
La batalla de Quifangondo
El 7 de noviembre el buque La Plata llevó a Luanda seis BM – 21 soviéticos que se llevaron de inmediato a Quifangondo, donde los manejaron 20 especialistas cubanos.
Al amanecer del 10 de noviembre, tres bombarderos sudafricanos volaron sobre las posiciones de las FAPLA. Por primera vez desde comenzada la guerra civil se usaban aviones para atacar al enemigo. Los sudafricanos volaron demasiado alto, lanzaron algunas bombas y se alejaron, ninguna dio en el blanco. Roberto dio entonces la orden de atacar.
Quifangondo era defendido por 850 hombres de las FAPLA, 200 katanguenses, 88 cubanos y un asesor soviético. Detrás de la primera línea había 120 cubanos más de las tropas especiales. Los cubanos estaban a cargo de las armas pesadas: los BM – 21 y los morteros de 120 mm.
El fuego de los BM – 21 trastocó la moral de los soldados del FNLA, cuya preparación combativa era muy baja. El fuego de la artillería los diezmaba según se acercaban al río Bengo, y uno tras otro los vehículos blindados quedaban destruidos al borde del camino.
Pronto los soldados del FNLA comenzaron a replegarse incluidos los que estaban encargados de auxiliar a los artilleros sudafricanos. Cuando la retirada se convirtió en desbandada los sudafricanos también se retiraron.
Fuentes
- Gleijeses, Piero (2004): Misiones en conflicto: La Habana, Washington y África (1959-1976). La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2004.
