Canto de clave (género musical)

Canto de clave
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Concepto:Comparsa de carnaval en La Habana, como las que se veían en el siglo XIX.

Los "cantos de clave" eran grupos de cantadores que en el siglo XIX salían en La Habana en la época de carnaval y otras festividades religiosas donde cantaban canciones criollas.

Orígenes

De antiguo es conocido en Cuba otro ritmo muy popular que llama poderosamente la atención de los extranjeros que por vez primera lo escuchan y que se denomina la clave.
Realmente, su estructura presenta una originalidad tan especial que no puede confundirse con ninguna de las otras formas musicales que constituyen nuestro variado cancionero. Dentro del compás de seis por ocho, que a veces presenta un figurado de tres por cuatro, o una síncopa sui géneris, que no es la que determina el “cinquillo” del danzón,[1] ni la peculiar de la rumba, rímase su bajo invariablemente, con el primer tercio del tiempo fuerte y el segundo del débil de su compás, contentivo de seis corcheas, correspondientes a sus seis tercios.
Así se desenvuelve uniformemente sin modificaciones en su tiempo, este tipo de música criolla [...], un tanto embellecido [...] por la influencia de nuestros diversos cantos populares. Las [...] claves escritas dentro del género teatral, se cantan y bailan corrientemente, sin que la rijan números determinados de compases, enlaces o cadencias especiales, constando, por regla general, de dos o más partes, escritas indistintamente, ya en modo menor, ya en mayor. El tiempo que la caracteriza a todas es más movido que el de la criolla, con la cual pudiera decirse que guarda cierto parecido ya que ambas se escriben [...] en compás de seis por ocho.
Acaso la clave antigua, la que más cerca está de su raíz de origen, resulta un tanto monótona, más por su limitado desarrollo, que por la insistencia de sus peculiares acentos rítmicos, circunstancia que no alcanza a las modernas, que se han escrito con mayor amplitud, y dentro de sus singulares moldes, las combinaciones que han hecho en ella los compositores populares, le han dado un interés y colorido innegables. De ahí que la clave se haya cultivado con éxito por nuestro teatro cubano, ya escrita para dos voces, ya en forma coral.
En este caso suele haber una primera estrofa o manera de solo que luego se canta coreada. La clave, no obstante, sea o no teatral, se escribe sin ningún precepto fijo que regule su desarrollo, constando simplemente de un pequeña introducción y dos partes, siempre dentro de su invariable ritmo, que no debe alterarse por ninguna causa.
Eduardo Sánchez de Fuentes (1874-1944) en su libro El folk-lore. La Habana, 1923

También existen los coros de clave, la clave espirituana y otras variantes de estas agrupaciones musicales cubanas.

Véase también

Fuentes