Carlos Mata y Trujillo
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Carlos Mata y Trujillo fue un hombre de carácter afable, desinteresado, desprendido y bondadoso. En muchas ocasiones firmó las recetas para que les dieran a los pacientes las medicinas gratuitas y en otras sacaba dinero de sus bolsillos y las pagaba el, nunca le interesó ser rico sino hacer el bien y sanar a los enfermos, ejemplo de altruismo que se ganó el cariño del pueblo de Mata.
Inicios
Carlos Mata y Trujillo nació en el pueblo de Güines, provincia de La Habana, el 17 de agosto de 1879. Hijo de Jacinto Mata y María del Pino y Trujillo. Su padre fue administrador de las tierras y bienes del Conde Moré quien era dueño de varios ingenios azucareros entre ellos el Indio ubicado en el término municipal de Cifuentes en la provincia de Las Villas es por esa razón que Carlos estuvo parte de su niñez en este central.
Carrera Estudiantil
A solo faltarle dos años de terminar su carrera de Cirujano y Médico en la Universidad de La Habana muere su padre con la terrible enfermedad de Glaucoma, ciego totalmente, Carlos sirvió de lazarillo a este hasta su muerte ya que sus once hermanos ya habían constituido sus familias, le toco a el tal responsabilidad. Su hermana mayor Luisa María se había casado con el Dr. Antonio Piña quien tenia una farmacia en el pueblo de Santo Domingo en la provincia de Las Villas, este señor y su hermana pagaron su matrícula en la universidad, el opto por un curso por la libre y saco dos años en uno, por lo que se gradúa a los 20 años de médico cirujano.
Llegada al pueblo de Mata
Contrae matrimonio con la señora Lorenza de Silva, natural de La Habana descendiente de una familia acomodada. De este matrimonio nacieron 7 hijos, Ada, Eugenio, Verónica, Lucina, Carlos, Lorenzo, Nieves. Decide ejercer su profesión en Cifuentes y se dirigió hacia el con su esposa en tren pero se quedaron dormidos, cuando el conductor los despierta se bajan en el apeadero del Mamoncillo, que mas tarde pasaría a ser el poblado de Mata, embarcadero de azúcar de de los centrales Macagua y Santa Lutgarda, esto ocurrió en 1901, en esos tiempos solo existía allí 12 viviendas de guano y piso de tierra que era propiedad de un señor español llamada Miguel Pastor que tenía una tienda mixta frente al apeadero de la mata. Carlos adquiere una de esas casas a este señor, es así como llega el médico mata a el poblado de Mata.
Vida
La población del lugar fue creciendo poco a poco y dejo de ser el apeadero de las 12 casas, en 1911 azotó al pueblo una epidemia del Cólera y Fiebre tifoidea, el médico amante de su profesión se personificó delante de los dueños de los dos centrales azucareros para que autorizaran al pueblo a cortar la caña y beber el guarapo para evitar así pérdidas lamentables y ambos accedieron a la petición del doctor. El paradero o poblado de Mata se encontraba dividido por la línea del ferrocarril, un lado del pueblo pertenecía a Calabazar de Sagua y el otro a Santa Clara, no obstante atendía a toda la comarca por igual. Era amante de los gallos, animales a los que dedicaba parte de su tiempo y amor. Así transcurrió la vida de este hombre de bien.
Muerte
Desgraciadamente se le declara un cáncer en el deudeno y fue trasladado a La Habana para su operación, después pidió que lo trasladaran para Mata a morir allí. El 11 de octubre de 1957 deja de existir quien fuera símbolo de bondad y cariño para toda la provincia y para su pedazo de tierra. Sus restos y los de su esposa se encuentran sepultados en el cementerio de Mata en una bóveda donada por el pueblo a la familia Mata, en la lápida se puede leer “Si la gratitud que un pueblo muestra a un hombre de bien es verdad, que no falten en esta tumba flores que la perfumen y lo recuerden” Unos meses mas tarde en colecta popular el poblado levantó un monumento en memoria al médico. En dicho monumento hay una frase que dice “Dr. Carlos Mata, La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.
Fuentes
- Casa de la Cultura de Mata
- Entrevistas personales