Central Cristino Naranjo
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Central Cristino Naranjo. Antiguo Central Cacocum ubicado en el Consejo Popular Cristino Naranjo en el municipio Cacocum, provincia Holguín.
Sumario
Historia
Su historia se inició en 1910 y partió de la iniciativa capitalista nacional, con una fase experimental entre 1910 – 1916 y de consolidación entre 1917 y 1958; fomentado en la finca San José, perteneciente a finales del siglo XIX a Santiago de la Cruz, y adquirida en 1905 por Juan Antonio Cardet, quien la dedicó al cultivo de caña.
Inicios
En 1917 Cardet vendió todas las propiedades a Montoto, quien aprovechando el alza de los precios del azúcar, producido por la destrucción de la economía europea y en particular la producción de azúcar de remolacha como consecuencia de La Primera Guerra Mundial, conocido en el país como período de las “vacas gordas” o “Danza de los Millones” y montó el ingenio casi en las mismas condiciones y lugar que está actualmente, marcando su verdadero nacimiento.
En 1919 el ingenio realiza la segunda zafra con una producción de 60 000 sacos de azúcar, pero también Montoto fracasó al tener que enfrentar la crisis económica de 1920 al 1921 y los posteriores efectos de la Primera Guerra Mundial, conocido como las “vacas flacas” continuando paralizado hasta 1932 , pues sus problemas técnicos no pudieron ser resueltos por la falta de capital financiero producto de la crisis económica que atravesaba el capitalismo que influyó mucho en Cuba, el precio del azúcar bajó hasta caer al abismal precio de medio centavo, trayendo como consecuencia los despidos masivos y salarios muy bajos.
Ese año lo compró la compañía Almeida, Artigas y González, también por breve tiempo, a pesar de unirse tres inversores el dinero solo le sirvió para la reparación que garantizó la zafra de 1933 en la que produjo 5 013 sacos e iniciaron la de 1934, pero al no pagarles a los trabajadores, el 18 de abril de este año los obreros realizaron una huelga que paró el ingenio toda esa zafra.
La época de Palomo
El emprendedor Melchor Palomo Beceña, representante de la burguesía nacional lo adquiere en 1935 y le introdujo nuevas técnicas, lo que elevó su capacidad inicial de molida de 120 000 a 550 000 arrobas de caña molidas diaria y logró hacer la zafra de 1936. Este capitalista era ejemplo de los esfuerzos del capital nacional para sobrevivir frente a la competencia de los centrales norteamericanos, hombre abierto a otras inversiones, hábil en la búsqueda de soluciones locales que redujeran sus gastos y favorecieron sus ingresos.
Le pagó a los obreros en vales con los que solo podían comprar en El Departamento Comercial que era de su propiedad, fue promotor del “minifundio”, entregándole pequeñas parcelas a los campesinos y exigiéndoles que sembraran caña, les entregaba las semillas y le ayudaba en la preparación del terreno, cobrándoles luego un interés de hasta un 4 % de gastos incurridos, descontados al comenzar a producir la tierra.
Palomo lideraba una compañía diseñada para su beneficio, era propietario de la industria, cañas, ganado y algo más de 200 caballerías de tierra, entre otros renglones, auxiliándose para sus operaciones de las compañías “Comercial Palomo S. A” y La Agrícola Holguín S.A. Poseían las fincas “El Trébol”, “La Pericota”, Olasagasti y “San Diego”. Estas riquezas permitieron a este empresario y su familia, ocupar un lugar destacado en la vida social y política holguinera de la época. Entre 1936 y 1952, el Central aumentó su producción de 34 216 a 288 065 sacos de azúcar, manteniendo este ritmo hasta 1959 cuando también le cambiaron el nombre.
Nacionalización y cambio de nombre
El central Cacocum fue nacionalizado el 27 de octubre 1960, su primer administrador fue Roberto Quezada González. A finales de ese año se le cambió el nombre de Central Cacocum por el de Cristino Naranjo. En 1959 esta fábrica contaba con 71,27 caballerías de caña y 107 caballerías ocupadas en potreros, frutos menores y bateyes. Con 211 obreros, 3 tractores, de ellos 2 de esteras y 1 de gomas, 3 camiones, 6 carretas con ruedas de goma tiradas por tractores y 5 cartapilas tiradas por bueyes. La primera zafra del pueblo empezó el 8 de enero de 1961, duró 5 meses, y terminó el 26 de mayo de ese mismo año.
Se hicieron 285 000 sacos de 250 libras cada uno. Se molieron alrededor de 27 millones de arrobas de caña. La contrarrevolución trató de evitar esta zafra con sabotajes, quemando campos de caña. Con la acción de las milicias y el pueblo fueron capturados los autores e incorporados a un proceso de rehabilitación.
Fuentes
- Edith Santos Montejo. Historiadora Municipal Cacocum