Cohombro de mar negro
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Cohombro de mar de lunares. Conocidos vulgarmente como pepinos, cohombros o carajos de mar, son una clase del filo Equinodermos que incluye animales de cuerpo vermiforme alargado y blando que vive en los fondos de los mares de todo el mundo. .
Descripción
Cuerpo cilíndrico y alargado, piel gruesa y blanda, muchas especies rondan los 20 cm de longitud; las holoturias más pequeñas no exceden el centímetro, mientras que las de mayor tamaño alcanzan longitudes de 5 m presenta numerosos tubérculos cónicos con el ápice puntiagudo, parte ventral con abundantes podios. Presenta túbulos de Cuvier que proyecta al exterior si se le molesta o se ve amenazada. Su coloración es marrón oscura con un ósculo blanco bordeando cada tubérculo, superficie ventral más clara
Hábitat
Se encuentra en todos los fondos, aunque es más abundante en los formados por piedras. También se encuentra en grietas de paredes rocosas. Desde aguas superficiales hasta los 80 metros de profundidad. Es solitaria, aunque puede formar grupos de 4 a 5 ejemplares. Al ser agredida expulsa una parte de su aparato intestinal, los túbulos de Cuvier, que recupera en pocas semanas. Todo el litoral, sobre todo el Marina del Este y Cerro Gordo.
Alimentación
Se alimenta de materia orgánica disuelta en la arena, expulsando los restos en paquetes fecales muy característicos
Reproducción
La fecundación es externa, expulsando al agua circundante las células germinales.
Mecanismos defensivos
Cuando algún depredador intenta atacar a las holoturias, estos animales logran sobrevivir expulsando sus vísceras para que el depredador se distraiga comiendo tales órganos, los cuales después regeneran. También utilizan hilos mucosos pegajosos que proyectan sobre posibles agresores para irritarlos o inhabilitarlos; además, en algunos casos contienen toxinas (holoturinas). Como defensa contra los parásitos los pepinos de mar sintetizan una proteína, llamada lectina, la cual inhibe el desarrollo de posibles parásitos; es por este motivo que desde el 2007, por métodos transgénicos, se intenta que los mosquitos y otros huéspedes de parásitos que producen enfermedades peligrosas para el ser humano puedan producir lectina (obtenida por trasplantes de cromosomas del pepino de mar); ya está demostrado que la lectina destruye en las vísceras del posible huésped los oocinetos de parásitos microscópicos como los que provocan la malaria