Colegio Adventista de Las Antillas

Colegio Adventista de Las Antillas
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Institución con sede en CubaBandera de Cuba Cuba
Colegio Adventista de Las Antillas.jpg
Primer colegio adventista de Cuba
Fundación:noviembre de 1922
Tipo de unidad:Escuela Eclesiástica
País:CubaBandera de Cuba Cuba
Dirección:Bartle, Las Tunas

Colegio Adventista de Las Antillas : Institución de Enseñanza eclesiástica y privada, fundada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día a finales del año 1922, en el poblado de Bartle, entonces perteneciente a la provincia de Oriente, hoy parte del municipio cabecera de Las Tunas, Cuba.

En la institución matricularon niños y jóvenes sin hacer excepción por creencias, aunque debido a la exigencia de que los alumnos debían tener los grados primarios cumplidos y a la contribución monetaria que se les exigía tenía un carácter elitista. Se nutría además, con hijos de las familias de colonos norteamericanos y canadienses residentes en Bartle, Omaja y otras localidades de la Isla.

Tuvo su comienzo en la finca San Claudio, cerca del pueblo Cabañas en Pinar del Rio donde impartía los niveles primarios. En 1922 es trasladado a Bartle, donde se estableció hasta el nivel secundario.

Fundación del colegio

El adventismo se inicia en el actual territorio Las Tunas, con la fundación de una iglesia en Omaja en el año 1907 que ofrecía servicios en inglés a una parte de la comunidad anglosajona establecida en esa localidad. Pocos años después con el apoyo de la Buenavista Fruti Company, el movimiento adventista del territorio decide crear una escuela y recibe la donación de un terreno de 16 hectáreas de tierra por un adventista de Texas, radicado en la zona de Bartle.

Contando con el apoyo y gestiones de una las tantas Juntas Misioneras de los Estados Unidos que en aquella época trataban de afianzar el credo cristiano en Cuba, se establece a finales de 1922, el Colegio Adventista de Las Antillas, en especial tuvo un destacado esfuerzo el estadounidense Charles J. Foster quien fuera el primer director del centro.

Fueron también directores del colegio: G. T. Vore, C. L. Pohle y J. D. Levingston, J. S. Marshall, F. G. Drachenberg, R. L. Jacobs, y Walton J. Brown.

Charles J. Foster, primer director del Colegio Adventista de Las Antillas, y I. M. Angell, director del curso primario y de la revista “Heraldo Antillano”

Inicialmente se llamó Colegio Adventista de Cuba pero dado que el colegio, era único en su tipo en ese momento en las Antillas menores y mayores, en 1937 comienza a recibir estudiantes de países de la Unión Antillana, por lo que se le cambió el nombre a Colegio de las Antillas.

El colegio, además de la formación espiritual que ofrecía a sus alumnos, atendía su educación física, intelectual y moral, así como la formación de hábitos y habilidades que contribuyeran al éxito en sus vidas y en el servicio a sus semejantes.

En 1940 se movió a Santa Clara para una ubicación geográfica más céntrica, recibiendo en 1947 el permiso para ofrecer dos años de post-secundaria en el área de teología y educación primaria.

Características del claustro y funcionamiento

El profesorado, estaba compuesto por norteamericanos y cubanos que impartían cursos de primera y segunda enseñanzas de acuerdo con lo dispuesto por la Secretaría de Educación de la República; también el ministerial, normal y comercial, en los que se desarrollaba la educación mental, física y moral, además del curso literario que involucraba a los estudiantes en la poesía y la representación dramática.

En el curso normal se impartía las asignaturas: Aritmética, Lenguaje, Estudio de la naturaleza, Educación para la salud, Moral y Cívica, Agricultura, Historia y Geografía de Cuba; en el nivel medio: Música, Inglés, Castellano, Gramática Latina, Historia Sagrada, Historia Universal y Matemática. Estas favorecían la formación básica elemental.

Los alumnos recibían la influencia de algunas de las costumbres y comportamiento del modo de vida norteamericano, tales como las celebraciones: 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos; Thanksgiving Day (Día de Acción de Gracias) y la fiesta de Santa Claus o en su similar Father Christmas (Papá Noel), expresión del folclor y la memoria histórica de esos grupos, de sus tradiciones, mitos y creencias que durante un tiempo activaron el imaginario infantil.

Se enfatizaba el amor a la nacionalidad cubana, a través del desarrollo de las actividades culturales y patrióticas relacionadas con fechas conmemorativas nacionales como: 20 de mayo, inauguración de la República cubana, 28 de enero, natalicio de José Martí y 10 de octubre, inicio de la lucha por la independencia.

Mediante la articulación del estudio con el trabajo agrícola, se formaba la cultura laboral que los proveía de frutos del agro, incorporándolos a la práctica dietética, que a su vez transfirieron a sus familiares y demás habitantes de sus respectivos lugares de procedencia. Asimismo, adquieren hábitos de higiene personal, normas morales y de convivencia pública que comparten en espacios comunitarios.

Muestra del alcance y organización de este colegio fueron las instalaciones complementarias como: lechería, fábrica de productos en conservas, finca agrícola y tejar para fabricar ladrillos en la que laboraban los estudiantes. Se establece una imprenta, editan la revista mensual nombrada Heraldo Antillano e imprimen materiales de divulgación con un marcado sello cultural norteamericano.

Establecimiento del Seminario

En la misma infraestructura de este colegio se funda en la segunda mitad de la década del veinte un seminario, por los misioneros evangélicos de esta denominación. Tenía por objetivo la formación de jóvenes en el desempeño de pastor de acuerdo con la doctrina y normas establecidas por dicha iglesia.

Los alumnos, una vez recibido entrenamiento para ejercerse como pastor, y sin haber sido ordenados, eran asignados a ejercer trabajo misionero en diversas regiones del país, mientras continuaba su formación en dicho seminario. A partir de 1933 comienzan a graduarse los primeros.

Influencia cultural

Esta institución fortalece la identidad de los diversos grupos étnicos anglosajones, a través de sus símbolos, costumbres y ceremonias, a la vez influye en la jerarquización social de algunas familias de la clase media cubana. Al mismo tiempo, propicia un acercamiento al conocimiento de la Biblia en una parte de esta población, reafirmando así la doctrina protestante; de manera que la educación cívica, expresada en las diversas formas de la educación escolar y familiar, conjuga la cultura religiosa y la identificación con atributos de la cultura nacional y local.

El carácter elitista del colegio, provocó cierto malestar público en una parte de la población cubana cuyos hijos, por razones de marginalidad, no reunían los requisitos exigidos para su ingreso: grado escolar previo y contribución monetaria para su manutención.

Traslado para Santa Clara

En 1940 se movió a Santa Clara, recibiendo en 1947 permiso para ofrecer dos años de post-secundaria o bachillerato en el área de teología y educación primaria .

La demanda de obreros con mejor preparación creó la necesidad de aumentar la educación y ofrecer el grado de Bachiller en Artes por lo que en 1955 los dirigentes de la Unión Antillana hicieron la solicitud a la División Interamericana, quienes solicitaron la autorización a la Asociación General en 1955 para extender los estudios hasta los 16 grados.

A principios de 1956 se comenzó a ofrecer el Curso Ministerial completo de cuatro años. De esta forma Colegio Adventista de las Antillas se convirtió en la primera institución de la División Interamericana en ofrecer este grado, así como el primer colegio adventista de habla hispana en ofrecer los cuatro años completos a nivel universitario.

Las instituciones educativas hispanas de esta división que ofrecía 14 grados, comenzaron a estimular a sus estudiantes a venir a Cuba para completar los dos restantes. El 25 de mayo de 1958 se celebró la primera graduación de 16 grados en el Colegio de las Antillas y en la División Interamericana. En dicha ocasión se graduaron Dionisio C. Christian, Humberto Sánchez, Arturo Broche, Ángel Gómez, Dulce Gómez, Joel Gómez y Augusto Molina.

La matrícula del Colegio de las Antillas para el año escolar 1959-1960, incluía 59 alumnos extranjeros, entre ellos, 21 de Puerto Rico y 14 de República Dominicana.

En marzo de 1962, el Colegio Adventista de las Antillas es trasladado a Puerto Rico donde recibe el nombre de “Antillian College”, el mismo nombre que se aplicaba en inglés al Colegio de las Antillas, en Santa Clara.

El nombre del colegio en Cuba fue cambiado a Seminario Adventista Cubano, el cual siguió operando hasta 1967.

Fuentes

  • Montero Quesada, José Guillermo. (2013). El Colegio Adventista de Las Antillas. Su impronta en el territorio tunero. Quehacer. Revista Cultural Las Tunas. Enero-julio de 2013. ISSN 16819837.
  • . (2011). La colonización anglosajona en la franja central de Las Tunas 1902 a 1935. (Tesis doctoral en Ciencias Históricas). Publicada en sección de tesis de la Biblioteca virtual de EcuRed “Enciclopedia Cubana”. Depósito legal: 71205015310 y en https://www.bdigital.reduniv.edu.cu/fetch.php?data=585&type=pdf&id=585&db=2
  • . (2010). Presencia anglosajona en la franja central de Las Tunas 1902 – 1935”, con prólogo de Jesús Guanche. Las Tunas: Editorial Sanlope. ISBN: 978-959-251-332-7