Coywolf
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Coywolf (C. latrans × C. lupus). También conocido como Coyolobo en su traducción al español, es una especie híbrida, lograda a través del cruce en ambiente natural, de coyotes, y lobo, y perros). Oriundo de Canadá.
Sumario
Distribución
En un intento de salvarse de la extinción, los lobos del sur de Ontorio, en Canadá, comenzaron a cruzarse con los coyotes, y perros domésticos de la zona, por lo que podemos decir que son nativos de este lugar.
Surgimiento
La acción del ser humano sobre espacios naturales puede afectar a muchas formas de vida. Algunas especies ven cómo sus hábitats son destruidos y quedan en serio peligro, otras han llegado a extinguirse. En ciertos casos, los animales tienen que abandonar su lugar de residencia y buscar un nuevo hogar, como aquellos osos polares que asediaron a un grupo de científicos en una isla del Ártico, desorientados por el cambio climático. Precisamente un cambio de hábitat es lo que ha originado una nueva especie depredadora en Norteamérica: El Coywolf'.
¿Cómo llegó a nacer esta especie híbrida? La destrucción de los bosques en los que solían vivir los lobos provocó que se desplazasen del territorio que tradicionalmente ocupaban. Ante la escasez de parejas en las nuevas áreas, optaron por reproducirse con perros domésticos y coyotes. Los científicos creen que el proceso comenzó hace aproximadamente un siglo.
Descripción
Contrario a lo que suele pasar en tales mestizajes, este ejemplar es vigoroso y un superviviente nato. Su nombre hace referencia a sus orígenes: tiene aproximadamente un 25% de lobo y un 66% de coyote. El resto de su ADN procede de perros domésticos, de razas como el pastor alemán o el dóberman. Como se puede ver, los genes dominantes son los del coyote. El resultado es un depredador y carroñero eficaz, muy astuto y capaz de prosperar en entornos urbanos, ya que la presencia humana no lo asusta lo suficiente para hacerle huir. El coywolf es tan inteligente como para mirar a los dos lados de la carretera antes de cruzar, mezcla las técnicas de caza de lobos y coyotes y tiene un tamaño respetable (pesa unos 25 kilos).
Status
El cruce entre especies suele dar lugar a crías más débiles que ambos progenitores, y la mayoría no llegan a la edad adulta. Sin embargo, los científicos creen que esta combinación genial de lobo, coyote, y perro, supone la excepción genética que confirma la regla.
La población de este peculiar animal está creciendo a pasos agigantados en el este de Norteamérica, donde se calcula que ya hay más de un millón de ejemplares repartidos por distintas zonas.
Morfología
Aunque lo híbridos no suelen tener éxito en la naturaleza salvaje, esta mezcla sí ha logrado sobrevivir, expandirse, e incluso colonizar una región en la que establecerse. La clave puede estar en las renovadas características del Coywolf. Son considerablemente más grandes y fuertes que los coyotes, lo que les convierte en depredadores más peligrosos. Del lobo han heredado su sociabilidad, de manera que han aprendido a cazar en grupo. Ya se les ha visto derrotar a adversarios imponentes, inalcanzables para los coyotes naturales, como los alces. Un solo coywolf' puede dar caza a un ciervo de pequeño tamaño sin demasiados apuros.
Comportamiento
El producto de este cruce no es más apto para el medio, sino que ha mejorado con creces sus habilidades cazadoras.
El cruce de especies ha derivado en un animal habilidoso en la caza, tanto en terreno despejado, como en zonas de vegetación muy densa. Los estudiosos de estos animales también han descubierto que sus crías mantienen rasgos de ambos ancestros.
Y las habilidades para la caza no son su única virtud. La mezcla añadida de ADN de perro ha provocado que el animal sea más tolerante a la gente y al ruido, algo de lo que lobos y coyotes están alejados. Esta fusión también ha ayudado a los "coywolves" a ampliar su dieta alimenticia.
Así que, a medida que estos híbridos son cada vez más comunes en Norteamérica, nosotros deseamos que puedan sobrevivir a un paisaje natural siempre cambiante y amenazado.
Amenazas
Pero la mescolanza de rasgos hace que este animal se adapte también a otro tipo de dieta. No dudan en aproximarse a zonas urbanas, donde se alimentan indistintamente de restos de comida y de todo aquello que encuentran en los huertos, como calabazas o sandías.
Lo preocupante para las personas que viven cerca de ellos es que las mascotas están igualmente entre sus objetivos. Apresan ardillas en los parques y no hacen ascos a los gatos, que llegan a devorar hasta los huesos.