Dolores Massieu Verdugo
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Dolores Massieu Verdugo. Artista de especial sensibilidad y gran personalidad, una destacada pintora.
Sumario
Síntesis biográfica
Nacimiento y Ámbito familiar
Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1921. Era sobrina de dos relevantes figuras de la pintura canaria del cambio de siglo, Nicolás Massieu y Falcón y Nicolás (Colacho) Massieu y Matos, no hubo de ir muy lejos para recibir sus primeras lecciones.
Trayectoria profesional
En 1935 comienza su aprendizaje con su tío, el pintor Nicolás Massieu, pintando paisajes de fuerte concepción impresionista. En torno a 1950 realiza una serie de obras de factura expresionista, principalmente bodegones y retratos, donde demuestra su dominio de la técnica. Durante unos años, se aísla de los circuitos artísticos, centrándose en el estudio analítico del natural con fuertes empastes y violentos colores que muestran la rigidez estructural del objeto.
En 1958 realiza su primera exposición en El Museo Canario de Las Palmas, presentando una serie de obras en las que las referencias figurativas casi han desaparecido y dominan los raspados y las veladuras a base de alquitrán. Un año más tarde entra en contacto con la Escuela Luján Pérez lo que quizá le ayuda a romper definitivamente con la figuración adscribiéndose, en la década de los sesenta, a la abstracción expresionista. Paulatinamente, y tras un período informalista, su obra va dando paso a una abstracción más suelta, en la que aparecen pequeños elementos formales, que culminan en la serie de retratos de [[1977]. En los últimos años reanuda su diálogo con el espacio y el color.
Lola Massieu, con el sino de convertirse en una de las mujeres que formaría parte de la primera generación femenina de la vanguardia en Canarias, junto a Pino Ojeda, Maribel Nazco, María Belén Morales, Maud Bonneaud y Eva Fernández.
A lo largo de casi dos décadas, escondida a los ojos del público y de la crítica, Lola Massieu fue desarrollando, con un tesón solo posible desde un especial apasionamiento, las claves de su pintura. Bebiendo en los pozos del postimpresionismo, volcó en bodegones, retratos y paisajes las muestras de su experimentación. La síntesis de la figura, con soluciones cercanas a Cézanne en ocasiones y a Van Gogh en otras, la llevaron en los años 1950 a los lindes de la abstracción por caminos diferentes a los que proponía Felo Monzón por entonces, a través del Surrealismo. El acento en la estructura de la obra por un lado y la expresividad alcanzada por el color y su materialidad determinarán su particular avance hacia una abstracción, que ya en la década siguiente sería descrito por Westerdahl como la frescura directa de un temperamento a través del canon.
A mediados de los años 1950 Lola Massieu comienza a frecuentar el entorno de la Escuela de Luján Pérez, iniciando una amistad con Felo Monzón que supondrá el impulso definitivo para la hasta entonces postergada salida de su obra de la intimidad del estudio. Junto a este artista, y a Pino Ojeda, Rafaely y Francisco Lezcano, funda en 1961 el Grupo Espacio. En el seno de este grupo Lola constata la incapacidad de la mímesis en el arte para reflejar un mundo en descomposición, centrando su atención en la indagación de los valores intrínsecos de la propia pintura. La experimentación con diferentes materiales como el óleo, el alquitrán y el betún, y la convivencia del gesto expresivo y la estructura, determinarán los resultados pictóricos de Lola en esta década.
Su discurso, sin embargo, lejos de dogmatizarse en una defensa a ultranza de los valores plásticos, recupera en las décadas siguientes su referencialidad, no solo reintroduciendo la figuración, sino también a través de la sugerencias narrativa de sus títulos o del uso de materiales como el pan de oro, de una ineludible significación espiritual. Según el artista Pedro González, los elementos y las formas naturales que comienzan a visualizarse de nuevo son el deseo de alcanzar nuevos horizontes de comunicación, lo que era de gran importancia para una artista con una vital necesidad de expresarse.
La obra de Lola Massieu, imbuida de un fuerte espíritu romántico, asume la pintura como el juego supremo de la libertad autogestionada, en la que el sujeto creador, comprometido solo con sus propias reglas, filtra la realidad a través de sus creencias, intuiciones y deseos, para comunicarla, para expresarla a los demás a través del gesto artístico, defendiendo desde el plano de lo simbólico una determinada concepción del mundo
Muerte
Muere el 22 de noviembre de 2007 en Las Palmas de Gran Canaria.