El servicio veterinario en la apicultura
El servicio veterinario en la apicultura. La misión social asignada a las Ciencias Veterinarias es la de garantizar la producción de alimentos zoógenos de alto valor nutricional e inocuos.
Sumario
Introducción
La abeja melífera (Apis mellifera L.), llegó al continente americano, como una consecuencia más del impacto que las diversas colonizaciones europeas provocaron en la vida de los pueblos autóctonos, conocedores ya de la miel y la cera que obtenían de las abejas meliponas o nativas sin aguijón, con las que convivían.
El desarrollo tecnológico de la nueva apicultura (siglos XIX y XX), ocurrió a expensas de los avances que acaecían en la apicultura europea y que los propios colonizadores trasmitían o ponían en manos de aquellos que, con mayores recursos económicos podían comprarlo, predominando en estas tierras una apicultura familiar, rústica, de subsistencia o jobista, enfocada a cubrir los más urgentes reclamos de alimento energético, edulcorante o medicinal: la miel; y para el alumbrado o las prácticas religiosas: la cera; elementos indispensables de las culturas.
Por la abundancia de flores melíferas, las bondades climáticas de los diversos ecosistemas latinoamericanos; la rápida y eficaz adaptación del insecto a estos y el desarrollo de la agricultura la apicultura cobró auge, creándose un fuerte arraigo y sentido de pertenencia por una actividad además, económicamente redituable, dejando ganancias significativas a quienes la practican con acierto, aún cuando formen parte de los sectores sociales más desposeídos.
Resumen
La misión social asignada a las Ciencias Veterinarias es la de garantizar la producción de alimentos zoógenos de alto valor nutricional e inocuos, para cumplirla, el estado dispone de servicios veterinarios, los que se desempeñan e interaccionan con disciplinas que posibilitan la mejora genética, buenas prácticas de manejo, alimentación, la medicina asistencial, la transformación que sufren los alimentos durante el proceso industrial y las instituciones que actúan como organismos reguladores de los aspectos sanitarios, inherentes a cada uno de los puntos de la cadena productiva.
El servicio sanitario garantizará animales sanos y poblaciones sanitariamente protegidas, en sistemas equilibrados y sostenibles que permitan expresar su potencial productivo con producciones limpias y trazables. Este objetivo incluye a la apicultura, actividad que genera alimentos de origen animal para consumo directo o procesado.
Responsabilidad de servicio veterinario en la apicultura
- Resguardar de enfermedades exóticas para la especie del territorio nacional, con planes y programas de emergencia organizados y aplicados para estos fines.
- Realizar vigilancia epidemiológica.
- Determinar y establecer programas de prevención y control de las enfermedades endémicas.
- Realizar diagnóstico clínico sistemático y diferencial de las enfermedades que afectan las abejas.
- Trazar la política de uso de los medicamentos veterinarios.
- Realizar control higiénico sanitario del proceso productivo y los productos con destino al consumo humano o animal.
- Brindar servicio asistencial especializado, cubriendo la demanda a pequeños propietarios, cooperativas y empresas que practiquen la apicultura.
- Movilizar y organizar la fuerza laboral veterinaria u otra especializada y necesaria en contingencias o emergencias sanitarias, para asumir tareas específicas asignadas por el estado que permita cumplir los planes para recuperar la salud colectiva e individual de las familias de abejas.
- Realizar investigaciones sobre los agentes etiológicos o patemas que afectan a las abejas adultas y sus crías.
- Formar técnicos y productores en temas de buenas prácticas de producción y manufactura, prevención y el control de las enfermedades, higiene del proceso productivo, genética, inocuidad y trazabilidad de los productos de la colmena.
Salud de las abejas
De la relación armónica que se establezca entre las poblaciones de abejas y los ecosistemas donde estas se desarrollan, dependerá la salud de la colmena, como unidad básica funcional (individual) y la del apiario como unidad epizootiológica (colectiva) o de las poblaciones de abejas de una zona, de un territorio o del país. En tanto, el apicultor modula la relación entre ambos elementos y determina en sistemas productivos intensivos, los resultados económicos, apoyados por políticas agrarias que permitan un manejo integrado de los recursos ambientales, resultando de ello sistemas productivos sostenibles y producciones limpias e inocuas, tanto para las abejas como para el hombre.
Fuentes
- Cuba. Minag. Salud apícola, generalidades. (2012). Ciudad de La Habana : Instituto de Medicina Veterinaria, Ministerio de la Agricultura. ISBN: 978-959-7190-14-1. (Obra Completa).
- Artículo: Introducción. Disponible en: Veterinaria.