Esqueleto del Carnero

Esqueleto del Carnero

Esqueleto del Carnero. Es la armazón de consistencia dura que soporta y protege los tejidos blandos de los carneros, se aplica de una manera restrictiva a los huesos y cartílagos, aunque pudieran incluirse también los ligamentos que los unen entre sí.

Columna Vertebral de los Carneros

La fórmula vertebral en los carneros se considera como C7 T13 L6-7 S4 Co16-18, excepto en la región cervical, son frecuentes las variaciones de números. En los carneros se encuentran doce torácicas y siete lumbares o una vértebra intermedia de carácter ambiguo. Existen siete vértebras lumbares con reducción del número de las torácicas, en algunos casos hay catorce torácicas y cinco o seis lumbares, en algunas ocasiones la cuarta vértebra sacra se mantiene separada y en otros la primera coccígea se une con el sacro.

Sacro

El sacro consta ordinariamente de cuatro segmentos, la última vértebra puede permanecer separada o experimentar sólo una función parcial. Las espinas no están fusionadas, a excepción de la cuarta cuando existe es flotante. La cara externa es en general lisa y redondeada.

Vértebras Cervicales

Las vértebras cervicales en los carneros son relativamente más largas que las del buey, el atlas defiere principalmente en que la prominencia del arco dorsal es mucho menos acentuada. Las cavidades articulares están a menudo separadas por una cresta central, las alas presentan por detrás una punta roma y la apófisis espinosa del axis no esta ensanchada por detrás. Las espinas ventrales son rudimentarias y los arcos están separados dorsalmente por espacios interarcuales.

Vértebras torácicas

Son por lo general en número de trece, pero pueden existir catorce o raramente sólo doce. Sus cuerpos son relativamente más anchos y menos angostos en el centro que los del buey, y sus extremidades no están tan fuertemente encorvadas, sobre todo en las últimas vértebras de la serie. Los agujeros intervertebrales son mayores en correlación con la ausencia de agujeros que se nota regularmente en el buey en los arcos de estas vértebras.

Vértebras Lumbares

Son un número de seis o siete y solo por excepción su número es de cinco. En algunos casos existe una vértebra de carácter ambiguo en la unión de regiones torácica y lumbar. Los cuerpos están mas aplastados dorsoventralmente que en las del buey, teniendo sus extremidades anteriores algo cóncavas en sentido transversal y sus extremidades posteriores casi planas. Las apófisis transversas se encorvan hacia delante, ensacándose en sus extremidades.

Vértebras Coccígeas

El número de vértebras coccígeas varía desde tres (en los carneros de cola corta), hasta veinticuatro o más. Los cuerpos no presentan apófisis hemales en la cara ventral, y las apófisis son largas y delgadas y se proyectan hacia atrás.

Costillas de lo Carneros

El número de costillas es generalmente de trece pares, pero no es muy rara la presencia de catorce. La costilla decimotercera es flotante y posee un cartílago de unos 3 centímetros de longitud. La decimotercia costilla puede ser más o menos rudimentaria en uno o ambos lados y puede hallarse fusionada con la vértebra correspondiente.

Esternón de los Carnero

El esternón se asemeja en general al del buey, el número de segmentos puede hallarse reducido a seis, y la primitiva división en dos mitades laterales de la penúltima esternebra puede persistir mucho tiempo. El primer segmento es cilíndrico con extremidades ensanchadas, el segundo y tercero son anchos y planos, el último es largo y estrecho.

Cráneo de los Carneros

El cráneo presenta un contorno irregularmente hexagonal, su mayor anchura corresponde a la región frontal, entre las pociones posteriores de las orbitas. La bóveda del cráneo es fuertemente convexa, coincidiendo la porción más alta de la curva con la anchura mayor y presentando la porción posterior una inclinación aproximadamente de 45° en el plano basal. El occipital forma toda la cara nucal del cráneo, exceptuando una pequeña área lateral ocupada por la porción mastoidea temporal. La apófisis paramastoides presenta surcos en su cara externa, la porción basilar es ancha, los tubérculos existentes en su punto de unión con el esfenoides están colocados lateralmente y con anchos y cortos. La cavidad craneal corresponde a la forma externa del cráneo, más exactamente que en el buey, es ovoide y relativamente mucho más larga, pero su diámetro dorsoventral es mucho mas corto. La cavidad nasal es relativamente estrecha y no existe un hiato ancho en la lámina nasal del maxilar.

Huesos del miembro torácico

Los huesos del antebrazo son largos y el radio el algo curvo; su carga dorsal es regularmente redondeada. El cuerpo del cubito es delgado especialmente en su mitad distal, su fusión con el radio se produce tardíamente y por lo común es muy extensa. Los huesos del carpo son largos y tuberosos, el gran metacarpiano es largo y delgado; el pequeño metacarpiano lateral falta a menudo o está representado por una cresta sobre el gran metacarpiano. Las falanges de los dedos principales son relativamente largas y estrechas, la tercera falange en particular es más aplanada en su lado abaxil, de modo que forma un borde dorsal prominente. El abaxil esta comprimido transversalmente y el axil de delante atrás. La cara flexora de los sesamoideos dístales forma un surco poco profundo, que no se halla dividido por una cresta. El dedo accesorio no presenta generalmente falanges.

Huesos del miembro pelviano

La línea glútea aparece como una cresta que es paralela al borde externo, la tuberosidad coxal es ligeramente gruesa y la tuberosidad sacra es puntiaguda; la cresta es cóncava por dentro y convexa por fuera, el cuerpo es relativamente largo y aplanado por los lados y la espina isquiática superior es baja y está ranversada. El suelo de la cavidad pelviana es ancho y poco profundo, el eje de la pelvis se inclina por detrás hacia abajo. El cuerpo del fémur es ligeramente curvo, la tibia es larga y delgada.

Fuente

SB Septimus Sisson. Anatomía de los Animales Domésticos. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana. 1974