Francesco Primaticcio
Francesco Primaticcio | |
---|---|
Datos personales | |
Nacimiento | 30 de abril de 1504 Bolonia, Italia |
Fallecimiento | 1570 París, Francia |
Nacionalidad | italiano |
Seudónimo | il Bologna y il Primaticcio |
Ocupación | Pintor, escultor y arquitecto |
Datos artísticos | |
Área | Pintura, escultura y arquitectura |
Artistas relacionados | Giulio Romano |
Francesco Primaticcio. Pintor, escultor y arquitecto italiano. Discípulo de Giulio Romano. Pasó la mayor parte de su carrera en Francia. A partir de 1531 se convirtió en uno de los grandes maestros del manierismo.
Trayectoria profesional
Sobre su primera formación se tienen pocos datos, aunque debió producirse en Bolonia, donde se recibía la influencia de Rafael. Vasari apunta como era hijo de una familia noble que pensó dedicarlo al comercio, pero sus intereses se dirigieron, desde muy joven, hacia el arte.
Entre 1526 y 1532 se encontraba en Mantua, como colaborador de Giulio Romano, realizando la decoración de estucos de algunas salas del Palacio Ducal y del Palacio de Té.
De su trabajo con G. Romano recogió su personal interpretación manierista de la lección de Rafael, aunque rechazó la monumentalidad del mismo, sintiéndose más atraído por la refinada cultura parmesana de Correggio y por la artificiosidad de Parmigianino.
En 1532 fue llamado por Rosso Fiorentino para trabajar en la corte francesa, al servicio de Francisco I; trabajó en Fontainebleau como ayudante de éste realizando las decoraciones del Pabellón de Pomona, conocidas sólo mediante grabados, y bajo cuya influencia consolidó un gusto por una pintura culta, de ritmo lineal elegante. Ambos artistas consiguieron renovar completamente la decoración mural en Francia.
En 1540, cuando murió Rosso, se convirtió en el primer artista de la corte, haciéndose cargo de la supervisión de todas las obras de la corona. Ese mismo año fue enviado a Italia donde recogió numerosas estatuas y bustos clásicos que fueron enviados a París, así como vaciados de yeso de la Columna Trajana, Laocoonte y la Venus de Médicis.
A partir de 1552 tuvo junto a él, como colaborador, Niccoló dell'Abate, italiano del mismo origen que Primaticcio, que le sucedería en el cargo de pintor de corte. En 1559, el rey Francisco II lo nombró superintendente real, desde cuyo cargo pudo ejercer una dictadura artística, consiguiendo la formación de los mejores artesanos y artistas franceses dentro del manierismo imperante en su propio estilo, y dando a conocer su arte, mediante grabados, en toda Europa.
Muchas de las decoraciones que realizó en Fontainebleau desaparecieron en las reformas que se hicieron en el siglo XVIII, como las del Vestíbulo de la Puerta Dorada, el apartamento de los Baños, la Cámara de la duquesa D'Etampes o la Galería Ulises, en cambio la realizada en el Salón de Baile está bien conservada. De todas ellas se conservan los bellos dibujos preparatorios de nítido trazo, sutiles claroscuros y refinada elegancia. A través de ellos se han podido identificar sus escasos cuadros sobre tabla, entre los que destaca su Autorretrato, conservado en los Uffizi de Florencia, La danza de las horas de Frankfurt, La Sagrada Familia de Leningrado, y Ulises y Penélope de Ohio, pintado alrededor de 1540.
Desde Francia regresó a Italia en dos ocasiones, en 1540 a Roma, y luego en 1563 a Bolonia; en sus visitas conoció la obra de Perin del Vaga, y mantuvo contactos con la cultura culta y manierista de los seguidores de Rafael, de la que sin duda fue uno de sus mayores exponentes.
En los últimos años de su vida se dedicó más a la escultura y a la arquitectura, retirándose cada vez más de las obras reales. Su estilo representa una de las mayores culminaciones del arte manierista, cargado de una elegancia artificiosa y refinadísima, donde los cuerpos se alargan hasta la irrealidad en actitudes forzadas.
Tanto su arte como el de Rosso Fiorentino fueron decisivos para la evolución posterior del arte francés, de tal forma que se puede afirmar que la importancia de Primaticcio reside más que como artista creador, como jefe de la escuela de Fontainebleau imponiendo la estética manierista a pintores, arquitectos, escultores y decoradores, y dándola a conocer a toda Europa. La producción del arte realizado bajo su dirección fue impresionante, pese a que las obras ejecutadas por él son escasas.