Fray Francisco de Andújar
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Francisco Ravé Berdura (Fray Francisco de Andújar), religioso franciscano capuchino de elevada erudición, misionero en tierras americanas e instructor de Simón Bolívar en su niñez.
Síntesis biográfica
Nació en Andújar en el mes de octubre de 1760 en el seno de una familia de hijosdalgos. Sus padres, de origen cordobés fueron don Miguel Alonso Ravé y doña Mª. José de la Concepción Berdura (su madre aparece en algunas biografías como andujareña). En 1777 ingresó en la orden franciscana, profesando al año siguiente. Tras un periodo de formación en la península, fue enviado, en el que sería el último contingente de capuchinos a las colonias de la hoy Venezuela, a la misión de Los Llanos de la provincia de Caracas. Los documentos expedidos entonces por sus superiores nos informan que se le encomendó, nada más llegar, el puesto de procurador de la orden en la provincia. Durante su estancia en Caracas (1795-1799) rigió, además, el hospicio de San Juan Bautista y abrió una academia de matemáticas y dibujo que pasaría a ser luego cátedra de la floreciente universidad caraqueña.
El gusto y aptitudes de nuestro capuchino para las ciencias llegaron a oídos del sabio alemán Alexander von Humboldt quien, en su visita a tierras venezolanas (1799-1800) requirió la compañía de Andújar en la expedicion a la Silla de Ávila y el río Apure. Son varios los testimonios de admiración de Humboldt hacia el misionero; quizás el más interesante sea el que ofrece Bolívar en un carta escrita en 1825: “Me buscaron maestros de primer orden en mi país... se puso una Academia de matemáticas sólo para mí por el Padre Andújar, que estimó mucho el barón de Humboldt”.
Todas las biografías de Bolívar comentan el magisterio de fray Francisco, destacando algunas su importancia en la formación del espíritu humanístico e ilustrado del Libertador, como afirmaba el padre Gregorio Adam a principios del siglo XX: “La formación literaria del niño Bolívar, su ilustración cívica, parece deberse en buena parte al inédito capuchino, tan distinguido por los hombres del saber caraqueño. Buen filósofo el fraile, rebosaba de conocimientos matemáticos como rama adhesiva, para entonces, a los estudios filosóficos”. Ni Bolívar ni los restantes caudillos independentistas olvidarían la labor de Andújar; y así, poco antes de su muerte, fray Francisco recibió el homenaje del general insurgente Piar. Poco después de fallecer el capuchino, las tropas españolas arrasaron su casa y destruyeron sus pertenencias como castigo a la aceptada veneración del ejército rebelde.
Otro alumno de Andújar, José de la Cruz Limardo, dejó escrito un interesante testimonio sobre la personalidad educativa de nuestro biografiado: “El método razonado de este hábil religioso y la abolición de las penas infamantes de azotes, hizo ver bien pronto, que sólo se necesita orden y método para enseñar con celeridad. En efecto, año y medio bastó para verme yo ducho y versado en lectura, declamación, escritura y aritmética”.
En 1799 fue trasladado, también como procurador, a la recién creada provincia de Barinas; y en 1810 se vería obligado a pasar a la Guayana española al sobrevenir el estallido revolucionario, capitaneado por el que fuera su pupilo en Caracas.
Durante 1814-1815 se encargó de la parroquia de la catedral, en Guayana, hasta que se retiró al poblado y misión de Panapana. Fue allí donde sucedieron los hechos ya narrados y donde reposaban sus restos aún en 1930, fecha en la que se pretendió hacerle un homenaje que hubiera culminado con el traslado de sus cenizas al Panteón nacional venezolano, pero que, al parecer, nunca se realizó.
Sobre su muerte
Aunque se ha escrito que murió violentamente a manos de los indios, una carta del padre José Francisco de Lar, en 1820, asegura que su muerte fue natural y que había tenido lugar alrededor de 1817.
Al menos, dos centros docentes venezolanos llevan el nombre del ilustre paisano: la Unidad Educativa “Fray Francisco de Andújar”, en Catia, y la U.E.N. de Cagua, “Padre Francisco Andújar”.