Generación del 25
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Generación del 25. En 1961, el arquitecto Carlos Flores Pazos utilizó por primera vez con gran acierto la expresión Generación del 25 para designar a los jóvenes arquitectos vanguardistas, titulados entre 1918 y 1925 en la Escuela de Arquitectura de Madrid.
Generación de arquitectos
Se refería al grupo formado por Bergamín, García Mercadal, Fernández Shaw, Blanco Soler, Anasagasti, De los Santos, Aguirre, Sánchez Arcas,Lacasa, Arniches, Domínguez, Gutiérrez Soto, Borobio, Aspiroz, Muñoz Casayús y Durán Reynals, los cuales –decía Carlos Flores en su artículo–“por sí solos evocan el clima de rebeldía que se inicia en nuestra arquitectura hacia 1925”.
Aunque las obras clave de esta Generación habían empezado a aparecer en Madrid en 1927, lo cual habría justificado que se la denominase Generación del 27, como pedía Oriol Bohigas, para relacionarla con la literaria, la razón del cambio de fecha fue la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales de París, de 1925, que causó un gran impacto en los jóvenes arquitectos madrileños.
Obras esenciales de 1927 y 1928
Como consecuencia de aquella impresión surgieron tres obras esenciales entre 1927 y 1928, que marcaron aquel periodo y definieron a esta Generación: el Rincón de Goya, de Fernando García Mercadal, la gasolinera de Petróleos Porto Pi, de Casto Fernández Shaw y la Casa del Marqués de Villora, de Rafael Bergamín. Son lo que Flores denominó “primeras obras afines al movimiento centroeuropeo renovador de la arquitectura, esto es, vinculadas a lo que ha sido llamado posteriormente Movimiento Moderno”. Además, no hay que olvidar que los Albergues de carretera de Carlos Arniches Moltó y Martín Domínguez, otra gran obra del momento, empezaron a construirse también en 1928.
Bibliografía
(Extracto de C. Diez-Pastor, Carlos Arniches y Martín Domínguez, arquitectos de la Generación del 25, v. bibliografía).