Historia del municipio Güira de Melena (provincia Artemisa)


Historia del municipio Güira de Melena (provincia Artemisa)
Información sobre la plantilla
Cronología
Período aborigen
Período colonial
Principales transformaciones
Surgimiento del municipio Güira de Melena
Conspiraciones y actividades económicas
Participación en la Guerra de 1895
Período neocolonial
Ocupación Norteamericana
Situación en el territorio entre 1925 y 1958
Revolución en el poder
Medidas revolucionarias
Transformaciones políticas
Tareas en defensa de la Revolución

Historia del municipio Güira de Melena (provincia Artemisa). El territorio que ocupa el municipio Güira de Melena, posee una amplia historia que comienza con el período aborigen, continúa con el período colonial, el período neocolonial y llega hasta la actualidad, con la Revolución en el poder.

Los estudios realizados y el material lítico encontrado muestran la posible existencia de aborígenes en la zona.

Güira de Melena fue fundada en el 1779. El 23 de septiembre de 1878, se le otorga la condición de municipio y se crea el primer ayuntamiento el 1 de enero de 1879. Durante Guerra de 1895 se desarrollaron varias acciones en el territorio.

En el periodo neocolonial se destaca el papel jugado por el movimiento revolucionario y la participación del territorio en la lucha insurreccional hasta alcanzar la victoria.

A partir del 1 de enero de 1959, con la Revolución en el poder, comenzó una nueva etapa, que trajo consigo cambios radicales en la vida económica, política y social del territorio.

Ubicación geográfica

Ubicación del municipio Güira de Melena

El municipio Güira de Melena perteneciente a la provincia de Artemisa se encuentra ubicado geográficamente al Suroeste de la misma, a los 22º 48’ latitud Norte y los 82º 30’ longitud Oeste.

Sus límites son: Al Norte, el municipio de San Antonio de los Baños; al Este, con el municipio de Quivicán, provincia de Mayabeque; al Sur, con el golfo de Batabanó; y al Oeste, con el municipio de Alquízar.

Período aborigen

Atendiendo a la suma de diferentes elementos, hallazgos y características comunes existentes en la región, se pudo determinar que en este municipio existieron condiciones naturales propicias, para que cualquier grupo desarrollara su cultura hábitat en esta zona, pues hay extensas zonas boscosas, ríos, costas y un sin números de cuevas diseminadas a todo lo ancho del territorio de Este a Oeste.

Producto de hallazgos casuales, excursiones arqueológicas programadas y donaciones voluntarias, se han recolectado algunas piezas, que según las fuentes consultadas, se enmarcan entre los grupos étnicos que presumiblemente pudieron habitar esta zona: siboneyes y taínos. El material lítico encontrado (hachas petaloides, percutores, majadores, strombasgigás), se localizó diseminado en el terreno y en cuevas, lo que no constituye un sitio arqueológico, pero sí muestra la posible existencia de aborígenes en la zona.

Existen fuentes en el museo de Güira de Melena de la existencia de un indio llamado Cajío, aborigen que habitó por estas tierras, el cual mantuvo celosamente su libertad a pesar de los conquistadores; algunos plantean que mantuvo amores con una india de las cercanías nombrada Guanímar y de esos nombres genéricos, sale la denominación de esta playa, al sur de la provincia de Artemisa.

Período colonial

Principales transformaciones

A la conquista de la isla de Cuba por los colonizadores españoles, siguió un proceso de poblamiento desproporcionado, sujeto siempre a los intereses y ambiciones económicas de los nuevos amos.

En lo que es hoy el territorio que comprende Güira de Melena, se ha demostrado que:

“El 22 de noviembre de 1560 en este Cabildo pidió por petición de Cristóbal Sánchez, vecino de esta villa le hagan merced de un sitio de puercos para poblarlos y criar ganado en el que se dice Cajío que está a once leguas de esta villa C.J.” [1]

Esta es la información que nos muestra con mayor precisión, con fecha y lugar cual fue el primer corral otorgado en la región. Otros corrales otorgados fueron: Haiwan, a Alonso Vives Saavedra, el 22 de marzo de 1573; Turibacoa, a Juan Alonso, en 1576; Sibanacan, en fecha no precisada; Lagunas de Marimelena, a Alonso de Aranda, en 1577; y La Güira, a Juana Maldonado, en 1571.

Las tierras se distribuían en forma circular, observándose en su representación gráfica que en muchas ocasiones unos círculos penetraban dentro de otros debido, sin dudas, a la imprecisión y poco cuidado al medir las tierras, lo que provocaba pleitos y riñas entre los vecinos. Los espacios de tierra comprendidos entre círculos eran llamados realengos, tierras del Rey, que constituían con el tiempo, asentamientos de familias de pocos recurso económicos.

A pesar de la investigación minuciosa realizada con el objetivo de conocer con profundidad y exactitud la actividad económica en el territorio, no se han encontrado informaciones precisas que permitan ofrecer con detalles, el desarrollo de la incipiente economía de estas formas de distribución de las tierras colonizadas por España. No obstante, es evidente que el territorio no podía estar ajeno al objetivo fundamental para el cual se creaba el otorgamiento de tierras, que era el incremento de la producción de cueros y carnes, con el fin de exportarlos a la metrópolis. Es por ello que ese tipo de actividad tuvo que haber tenido incidencia directa en los corrales que se fomentaron progresivamente en las áreas que actualmente ocupa esta demarcación.

Además, se hacía necesaria la práctica de la agricultura, en menor grado, destinada fundamentalmente para la subsistencia de los pobladores, destacándose el cultivo del maíz, el boniato y la yuca, de forma primitiva y rudimentaria.

La demostración más palpable de lo antes expuesto, lo constituye el acta de petición de un sitio por Alonso de Aranda ante el cabildo de La Habana, donde se dice que:

“El mencionado sitio pide para poblar de ganado menor para el sustento de la villa y de las armadas y flotas de su Majestad que a ella viene”.

Este sitio solicitado, ubicado en la demarcación de Güira de Melena, reafirma con mayor nitidez la idea del comercio desarrollado en este territorio y por consiguiente su evolución económica enmarcada en la circunstancia ante expuesta. Es significativo que la concepción de esta merced, así como otras otorgadas, probablemente hayan utilizado para las transportaciones de sus productos el conocido camino Habana-Batabanó a través del mar del sur, que baña la costa de Cajío.

El elemento fundamental de esta hipótesis parte de la relativa cercanía que existe entre ambas localidades de la costa sur.

Probablemente por la ubicación geográfica, por la cercanía a Batabanó, el comercio haya adquirido como en otras partes de Cuba, la forma de contrabando por las posibilidades que para ello ofrecía la costa sur. Pocas veces las personas que solicitaban una merced iban vivir en las mismas, sino que se quedaban residiendo en La Habana y sus propiedades eran atendidas por los mayorales y contramayorales. La fuerza de trabajo fundamental la constituía el esclavo.

Entre 1700-1790, se producen acontecimientos internacionales, algunos de los cuales atañen directamente a la metrópolis, siendo sus efectos significativos en las diferentes colonias.

A comienzo del siglo, producto de la muerte del Rey Carlos II de España, surgieron luchas enconadas en las potencias europeas, ante los posibles candidatos para ocupar el trono.

A raíz de este proceso se produce una fuerte especulación mercantil, producto de la entrada en La Habana de la flota francesa, que compraban y vendían productos sin ningún tipo de restricción.

Unido al cambio de dinastía y la guerra que dicho cambio provocó, se observó en las colonias, cierta apertura comercial, y por ende en Cuba también. En la agricultura se observó un considerable incremento.

Las reformas económicas producidas en la segunda mitad del siglo XVIII, también posibilitó el incremento del comercio, y los puertos del interior, como el de Batabanó, fueron autorizados a comerciar con el exterior.

Con el desarrollo ascendente de la agricultura, la estructura de los corrales comenzó a constituir un freno para el desarrollo porque no respondían a las demandas, cada vez más exigentes del comercio en aquel momento. Es por ello, que a finales del siglo, la desintegración de los corrales comenzó a producirse debido a que nuevos productos como la caña y el tabaco, tenían mayor demanda en el mercado internacional y requerían una atención diferenciada que no respondía a la división vigente de la tierra.

Los campesinos de estos lugares, en su mayoría procedentes de Islas Canarias, se veían afectados por estas medidas y buscaban otros lugares donde tuvieran mayores posibilidades. Así llegaron a este territorio, encontrando tierras vírgenes y fértiles que obtenían mediante el arrendamiento o la compra. Muchos de ellos ni compraban ni arrendaban, sino que entraban a los realengos y se asentaban en ellos sin ningún otro medio legal.

La tala de los bosques en el corral de Melena, para la construcción de navíos, en la segunda mitad del siglo XVIII, aceleró el proceso de destrucción de los corrales, pasando sus terrenos a desarrollar la agricultura, que después se trasladó a la hacienda “La Güira “ y el corral Sibanacan. Tal fue el desarrollo alcanzado en el corral Melena, que en 1776 era considerado como partido rural.

En la hacienda la Güira en 1779, se realizaron ventas y arrendamientos de tierras. Esto trajo como consecuencia que grandes extensiones de tierras, que poseían un solo dueño, se dividieran y subdividieran en fincas medianas y pequeñas.

Con esta división territorial, se construyeron nuevos caminos hacia San Antonio de los Baños y Santiago de las Vegas, que sustituyeron el antiguo camino Habana- Batabanó.

Los continuos traslados en busca de mejores tierras hacia este territorio en 1779, permitieron que se asentaran núcleos demográficos formados por esclavos y libertos. De igual forma, poblaron también este lugar los mayorales y campesinos medios que componían la raza blanca de este territorio.

La fuerza de trabajo fundamental la constituían los esclavos, atendiendo al desarrollo alcanzado en la agricultura en estos momentos, aunque no todos los campesinos tenían esta posibilidad, debido a que el precio de esta mano de obra era cada vez más elevado. Además, el valor de las tierras aumentaba y unido a ello, las contribuciones al fisco español hacía que estos labradores fueran pobres, en contraposición con otros, que sí se iban enriqueciendo paulatinamente.

Producto del desarrollo alcanzado en la agricultura y al incremento de la mano de obra esclava en 1789, se conoce de la existencia de un ingenio azucarero conocido con el nombre de Gavilán, en la costa sur de la actual Güira de Melena. No obstante conocer su existencia y ubicación, no se han encontrado datos que indiquen los mecanismos y vías para el procesamiento de la caña de azúcar, ni qué área abarcaba.

Una prueba fehaciente del desarrollo logrado en este territorio lo constituye la construcción de la primera iglesia en 1779, la cual fue hecha de madera y techo de guano, con el esfuerzo de los vecinos de Güira. Se supone que la misma se encontraba en el centro del caserío, no muy distante del parque municipal.

Esta iglesia rústica evidencia claramente que aparte de los avances logrados en la explotación de la tierra, también en el plano religioso existen condiciones propicias para una institución de esta naturaleza, debido a la existencia de grupos poblacionales, que permiten el auge de la religión como base para el sometimiento y mantenimiento de la colonia. La satisfacción de esta necesidad marca un hito en la historia del territorio porque va conformando paulatinamente lo que posteriormente sería el actual municipio de Güira de Melena.

Es importante significar que la mayor cantidad de núcleos demográficos se asentaran en los antiguos corrales Melena, Sibanacan y la hacienda la Güira. Los nombre de todos esos lugares siguieron conservándolos después de su desintegración e incluso, la totalidad de ellos existen en la actualidad, identificando las diferentes zonas del municipio.

El corral Melena posiblemente fue el primero en demolerse, repartiéndose sus tierras entre los herederos de su dueña: María Candelaria Pineda. Similar destino tuvieron la hacienda Güira y el corral Sibanacan, con la venta de sus tierras por el Márquez de Cárdenas de Monte Hermoso.

En 1797 fueron comisionados dos vecinos de la jurisdicción para solicitar al obispo Felipe José de Tres Palacios, una licencia para fundar un pueblo. En 1799 la iglesia de Güira pasó a ser capilla auxiliar de la de Quivicán, lo que indica que la fundación del pueblo solicitado pudo estar comprendida entre 1797 y 1799.

No existen hasta el momento evidencias que reflejen una fecha exacta de este importante acontecimiento, sin embargo los hechos que lo rodean hacen pensar que haya sido en la fecha ante señalada.

Se tiene conocimiento de que en 1797, hubo un pleito judicial que el gobierno colonial llevó a efecto contra las personas que habían vendido partes de sus tierras en solares, con el objetivo de edificar un pueblo, reclamando de las autoridades a los vendedores la parte que les correspondía. Los campesinos que intervinieron en el negocio de la venta de los solares le habían comprado las tierras que poseía el Segundo Márquez Cárdenas de Monte Hermoso, que era dueño de la Güira y Sibanacan.

Las tierras vendidas tenían frontera y todo parece indicar que este lugar estaba situado en lo que es hoy el centro del pueblo y que cuando se procedió a vender esos terrenos ya existían algunas viviendas y establecimientos a lo largo de la calle Real (camino real utilizando por los vecinos de Melena, La Güira y Sibanacan).

Francisco Pérez

En apuntes históricos el investigador Dr. Francisco Pérez Guzmán, plantea:

“Si tenemos presente que el pueblo se desarrolló de sur a norte y de este a oeste, es posible pensar que las ventas de esos solares no fue con la idea de fomentar un pueblo, si no que ese pueblo ya estaba estructurado y lo que faltaba era el reconocimiento de explotar esas tierras que circundaban el caserío en solares y que le rendían grandes ganancias”.

Surgimiento del municipio Güira de Melena

Unas de las cuestiones que más ha llamado la atención es el origen del nombre del pueblo, existiendo múltiples versiones. Hasta nuestros días la que más objetividad ofrece es la relacionada con la unión de la hacienda “La Güira” con el corral “Melena”, de esta fusión de territorios y siendo ambos ampliamente conocidos a fuerza de irse repitiendo, se fue quedando en la memoria de los vecinos el nombre que tiene en la actualidad: Güira de Melena.

La delimitación del territorio en diferentes partidos pedáneos, que habían surgido en la región en la segunda mitad del siglo XVIII, se consideraba independiente, aun cuando todos estuvieron en la demarcación del actual municipio. Sin embargo la iglesia del territorio de Güira de Melena, comprendía también todos los partidos pedáneos limítrofes con el pueblo, como eran Cajío, Turibacoa,Haiwan y un Girón de Gabriel. Después de 1846, el gobierno español decidió unir estos partidos bajo el control de Güira.

En el censo de 1817, realizado por orden del Sr. Teniente Coronel Don José de Cienfuegos, se da una visión clara de la composición social de aquella época en Güira de Melena. Ese censo reafirmó que el municipio constaba en ese entonces con 1928 hombres blancos, 89 mulatos libres, 151 negros libres, 34 mulatos esclavos y 3 700 negros esclavos.

En 1827 se realizó otro censo, pero solo en la zona urbana, lo que imposibilita establecer datos comparativos del crecimiento de la población y el comportamiento de las distintas clases sociales en el período intercensal. No es posible de igual forma valorar desde el punto de vista económico y político la relación directa que tiene con la vida de la localidad las fluctuaciones que tiene en general el crecimiento de la población y en particular la observación del descenso o aumento de la cantidad de esclavos. No obstante a ellos los datos del censo de 1827 reflejaron la existencia de 242 blancos, 126 libertos, y 53 esclavos para un total de 421personas.

Conspiraciones y actividades económicas

En 1823, el retorno al absolutismo en España y la implantación de los regímenes de facultades omnímodas en Cuba, engendró un fuerte movimiento de repulsa en las clases medias del país, organizándose una serie de conspiraciones a lo largo de la isla, siendo la más conocida la conspiración de Soles y Rayos de Bolívar. El movimiento tenía ramificaciones en varios puntos de las actuales provincias de La Habana, Pinar del Río y Matanzas.

En Güira de Melena este movimiento estaba integrado principalmente por personas humildes, entre ellos Félix Barcañela, Ramón Valbery, Ramón Rodríguez, Miguel Rodríguez, José de la Luz Duarte y Pablo de Borges, pardo libre. Llama la atención que en la medida que el proceso de investigación contra los encartados iba avanzando, fueron apareciendo otros nombres que incrementaban la lista. La mayoría de estos procesados eran tabaqueros, y relativamente jóvenes.

Producto del desarrollo alcanzado en la agricultura, en Güira de Melena se observa un avance paulatino que a su vez tiene mayor incidencia en la economía, debido a que en esta fecha existe una mayor experiencia de trabajo agrícola y las técnicas, aunque rudimentarias aun, dejan saldos positivos en general.

La industria azucarera crecía a un ritmo relativamente acelerado, el tabaco se siguió sembrando en menor cuantía. Producto de la crisis comercial, algunas de las tierras ocupadas en el cultivo del café, pasaron a la ganadería y otros renglones agrícolas.

El auge de la industria azucarera trae aparejado un mayor número de ingenios y de esclavos en la región. Baste señalar que en 1840 existían 19 ingenios, de los cuales, 16 correspondían a Güira y 3 a Gabriel, embarcando el azúcar producido hacia San Antonio de los Baños y Bejucal, por medio de tracción animal.

Es innegable que la mano de obra esclava desde los inicios de la colonización española, cargó sobre sus espaldas todo el peso de la economía, enriqueciendo cada vez más el poderío español.

Está demostrado que con el exterminio de los aborígenes, los esclavos constituyeron la fuerza de trabajo idóneo para el desarrollo de la actividad azucarera, la cual no se hubiera mantenido ni incrementada sin la presencia de los mismos. Las plantaciones cañeras eran las que alcanzaban el mayor número de esclavos por la complejidad del cultivo primero y el proceso industrial (ingenios) después.

En nuestro territorio se produjeron hechos de rebeldía contra los mayorales, pero eran casos aislados e individuales que no formaban parte de un grupo por lo cual no pueden considerarse como rebeliones, sino como actividades específicas que descargaban su furia contra aquellos que los maltrataban.

Participación en la Guerra de 1895

El 24 de febrero de 1895, los cubanos se levantan nuevamente en armas, en esta ocasión la lucha se había preparado políticamente durante largos años, bajo la dirección de José Martí, cuyo genio político ha rebasado nuestras fronteras.

Esta guerra continuadora de la iniciada en Yara, tuvo muy en cuenta las causas que dieron al traste con la de 1868–1878, por eso desde los inicios de la contienda se plantea el plan de la invasión que se concibió en la Guerra del 68 y que fracasó por diversas causas. La invasión a las provincias occidentales tenía como objetivo fundamental incorporar a toda la isla a la lucha insurreccional, evitando la concentración de las fuerzas españolas en la región oriental, como había ocurrido en el 1868.

El 1 de enero de 1896, llegó la invasión a La Habana por la zona de Nueva Paz. El día 4, la tropa invasora llegó al poblado de Güira de Melena, donde fue recibida por el fuego de los fusiles españoles. Esta era una localidad muy reaccionaria y prorrealista, integrada por numerosos y ricos comerciantes hispanos. Luego de un cruento enfrentamiento, la victoria sonrío a los mambises, que lograron hacerse de un importante botín de armas, cartuchos, ropas, medicinas, etc.[2]

Máximo Gómez

El 4 de enero de 1896, la Columna Invasora, bajo el mando de Generalísimo Máximo Gómez y el Lugarteniente General Antonio Maceo, a la 1 pm, en el lugar conocido como bodega “Pedro Díaz”, divisan el pueblo de Güira de Melena.

Tras una entrevista entre Máximo Gómez y Antonio Maceo, este tomó la responsabilidad del ataque al pueblo, después de conocer que el jefe de los voluntarios no estaba dispuesto a rendirse y presentaría a los insurrectos una fuerte resistencia. En esta defensa se reflejaban dos puntos, uno proteger sus bienes materiales y el otro, cuidar su fama conocida en toda la jurisdicción como fieles defensores del sistema colonial español.

Al conocer Maceo la decisión del capitán Cesáreo Gutiérrez, mandó primero a algunos hombres a recoger información de los participantes del pueblo, así como las características del mismo, en lo que respecta a edificios, cantidad de hombres que defendían la Plaza de Armas, etc.

Después de obtener las informaciones necesarias para el ataque, una Columna se dirigió al poblado del Gabriel con el objetivo de tomarlo, mientras el grueso de la Columna se lanzaba al asalto del pueblo. Aproximadamente a los 2:15 pm, sonaron los primeros disparos, estableciéndose inmediatamente un fuerte combate por ambas partes.

El General Juan Bruno Zayas entraba por la parte norte del pueblo sin muchas dificultades, pues todo el fuego del combate estaba concentrado en la parte sur.

Después de pasar Zayas por la estación del ferrocarril, se dirigió al cuartel de la Guardia Civil, que estaba situado cerca del paradero de trenes en la calle 86 (Cuba), prendiéndole fuego y continuando el avance por las calles 86 y 84, y 88, con dirección hacia la Plaza de Armas.

Mientras tanto, el capitán Manuel Arango, penetraba por la parte sur, desalojando a los voluntarios que estaban atrincherados en el almacén de víveres, situado en la calle 82 (Real) y 97 (Pepe Antonio).

El fuerte fuego de la fusilaría insurrecta obligó a los voluntarios a retroceder hacia la Plaza de Armas refugiándose en el Ayuntamiento (97 y 86). También la Iglesia y otros edificios fueron cogidos por estos como trinchera.

Esta retirada por una parte, le daba cierto cambio al combate, favoreciéndoles superficialmente a los voluntarios en la defensa del pueblo. El volumen del fuego concentrado era mayor y desde edificios altos podían dominar todo el pueblo.

Aquí donde comenzó a funcionar la segunda parte del plan de los mambises, que resultaría demoledor: se le da fuego a los edificios y casa de La Plaza de Armas. El fuego, al extenderse, formaba un horrible incendio, decenas de casas y establecimientos ardiendo por todas partes, el pueblo corría espantado de un lugar a otro; la gritería de los invasores era ensordecedora; los voluntarios se decidieron a rendirse para no morirse y morían a balazos por parte de las tropas que tenía rodeada al pueblo, y a mano de los civiles que se unieron a los insurrectos. El cura del pueblo y algunos vecinos, se entrevistaron con Maceo para que cesara el ataque rindiéndose los voluntarios al capitán Manuel Arango.

Los prisioneros fueron conducidos a la finca Pita, situada en la parte noreste de la población. Fue en este lugar donde el Generalísimo Gómez les dirigió la palabra:

“Españoles se invirtieron los papeles y si ustedes fueran los vencedores ni uno solo de nosotros quedaría con vida para contar el suceso; pero como nosotros los cubanos fuimos los que triunfamos y ni Antonio Maceo ni yo, sabemos matar prisioneros de guerra ambos respetamos como se debe al enemigo y esto es siempre más digno de consideración, cuando con ustedes se es valiente”.

Después de culminada la batalla, acampan en el ingenio La Luz, donde permanece Máximo Gómez con su tropa por espacio de 40 horas. El 9 de enero de 1896 pasan la noche en la finca La Luisa de Bacallao, el día 10 parten de la finca La Luisa y pasan por la finca de Mercedes Amat, donde saludan a la familia. El 12 Pasan por la finca de Luis Marquetti, donde se incorpora su hijo médico. Siguen a Gabriel y de allí al ingenio Fajardo propiedad de Ramón Pelayo. De aquí siguen a La Salud.

El 4 de marzo de 1896, la tropa de Maceo levanta un campamento en lo que fuera el ingenio Peñalver, al sur del municipio. El 15 de marzo, muy temprano en la mañana, levantan las tiendas de campaña y parten de nuevo hacia Pinar del Río.

Los pobladores de Güira de Melena no permanecieron ajenos al curso de la contienda bélica y desde el mismo día 4 de enero muchos guaireños se incorporan a la lucha.

Después de la toma de Güira de Melena el 4 de enero de 1896, las fuerzas insurrectas que se organizaron y operaron por esta zona y tuvieron en jaque al ejército español.

El 8 de mayo de 1896, se produce un encuentro en la finca La Cunda con los guerrilleros que fueron a este lugar para proteger un cargamento de tabacos. En ese combate los cubanos tuvieron 5 muertos y 2 heridos, las bajas españolas no se conocen exactamente, pero por los diferentes relatos que se han hecho del combate se impone que fueron numerosas. Otros combates se sucedieron posteriormente como los de Falcón, el 31 de abril de 1896; entre los días 7 y 20 de julio ocurrieron nuevos combates en los territorios de Reunión, El Guayabo y Pedro Díaz, este último con el coronel español que tenía a su mando 500 hombres.

También en 1897, pero sin conocer la fecha exacta, tuvo lugar un encuentro en la playa Cajío, donde los españoles penetraron hacia el campamento cubano, por el puente de la llamada zanja Cajío, hasta enfrentarse a pecho descubierto con una trinchera cubana de unos 50 metros, en cuyos planos estaba la ciénaga cubierta de hierbas, cuyas plantas quitaban la visibilidad a la trinchera, produciéndoles a ellos la sorpresa de recibir fuego de los cubanos sin que se pudieran localizar su procedencia y mucho menos maniobrar, tal situación les hizo retroceder y quedarse expectantes. Al día siguiente los españoles prepararon un nuevo avance, destruyendo la cabeza de la zanja, pero la resistencia ofrecida por los cubanos a 2 km de la entrada de Cajío logró rechazarlo.

Un nuevo avance español le permitió llegar al mar y establecer un cerco de dos días a los cubanos, quienes de allí salieron por la playa de Cajío.

Al finalizar la Guerra del 95, casi 500 hijos de Güira de Melena habían luchado por la libertad de Cuba, destacándose entre ellos la figura de Juan Manuel Sánchez Amat, quien llegó a alcanzar el grado de coronel del Ejército Mambí.

Período Neocolonial

Ocupación Norteamericana

Después de culminada la guerra el cuadro que presenta Güira de Melena es verdaderamente desolador. Desde el punto de vista social y político el panorama no puede ser más dramático debido a que, por un lado están las fuerzas de ocupación norteamericana tratando por todos los medios de ejercer el dominio de la isla y por el otro, los verdaderos representantes del pueblo.

En medio de esta realidad lacerante las fuerzas de ocupación deciden hacer el censo que se ha dado en llamar el censo de la primera intervención norteamericana en Cuba en 1899. Este censo sirvió, entre otras cosas, para que los Estados Unidos pudieran saber en qué condiciones se encontraba Cuba, para de ahí establecer los planes futuros. En ese censo Güira constaba con 11 548 habitantes.

Aunque el hambre, la ruina y la desolación pululan por todas partes del municipio, la idea de rebasar esa barrera por las condiciones agrícolas de Güira es lo único que puede explicar que su población, en vez de disminuir como en el resto del país, se haya incrementado, habiendo recibido los embates de la guerra con más rigor que en otros pueblos limítrofes.

Con el cambio de amo, las estructuras organizativas, políticas y militares también van sufriendo cambios vertiginosos, nacimos y crecimos con las costumbres españolas por ser la metrópolis que nos colonizó, pero ahora de repente se produce un cambio de dueño y tiene a las claras las intenciones de imponer sus patrones de conductas y mucho más aún.

El 1 de julio de 1900, se constituyó el primer ayuntamiento por elección popular fuera de la dominación española. Los nuevos mandatarios se eligieron el 16 de julio del propio año que cumplimentaba al efecto la orden del Cuartel General de la intervención de los Estados Unidos de fecha 16 de abril con carácter provisional.

El 1 de julio de 1901, justamente al año de haberse constituido el primer ayuntamiento, el gobierno interventor emite otra orden para que el mismo fuera sustituido con carácter provisional y es elegido como alcalde el Dr. Erardo Bacallao, coronel de la Guerra de Independencia.

En esta época, producto de la situación que sufría el país, el robo y el desorden era cotidiano, esto trajo como consecuencia que se creara la policía Municipal, cuyo pueblo armado respondía a las medidas que estaba tomando el gobierno para asegurar su presencia en la isla, al frente de este cuerpo de policía estaba el comandante Félix Bacallao Amil, hombre de prestigio que procedía de las filas mambisas.

En Güira de Melena, al igual que el resto de país, Estados Unidos preparó las condiciones para la intervención armada. Toda la estructura organizativa del municipio estaba en función de asimilar tanto la primera intervención como la segunda, cuando el pueblo se opuso a la reelección de Tomás Estrada Palma. Esta segunda intervención fue apoyada por el alcalde municipal, así como por los distintos concejales que conformaban la estructura de la alcaldía en aquella época, para que la intervención fuera vista como una necesidad y no como un afán por las riquezas de la nación cubana.

Situación en el territorio entre 1925 y 1958

La etapa que transcurre en 1925 y 1958 está cuajada de acontecimientos que estremecieron al país por su repercusión, en uno casos a favor del pueblo y en otras en contra. Se destaca la constitución del Partido Comunista de Cuba (PCC); el ascenso al poder de Gerardo Machado, con su ola de represión; las grandes huelgas de los años 30 y la Revolución del 33 que se fue a bolina; los gobiernos auténticos; el surgimiento del Partido Ortodoxo; el Golpe de estado del 10 de marzo, etc.

Dentro de ese contexto, Güira de Melena siente sus efectos en mayor o menor grado. Uno de los hechos más relevantes es la constitución del PCC en el municipio, el día 29 de noviembre de 1933, en la casa situada en la calle Maceo, entre Cuba y Montofro.

Otro momento culminante en la historia del municipio fue la matanza que se llevó a cabo por el sanguinario Machado contra los alzados de la finca el Corojal. El 10 de agosto un grupo de cubanos se alzó en armas junto al coronel Celestino Baizán. De este hecho fueron asesinados un grupo de jóvenes alzados y otros cumplieron largas prisiones.

Después del golpe de estado del 10 de marzo de 1952, la vida política en Güira se fue convirtiendo en una especie de círculo amenazante cada vez más estrecho, para todos los que todavía tenían alguna esperanza en el porvenir. Los partidos políticos que siempre apoyaron a Fulgencio Batista en la totalidad se sintieron de pláceme y otros, que eran de la oposición burguesa, se plegaron inmediatamente, en pos de sumarse también a las grandes ganancias que proporcionaba estar bajo la tutela del tirano de turno. En el municipio, los partidos que inmediatamente comienzan a servirle de base al tirano eran: Partido Democrático, Unión Radical, Acción Progresista y el Partido Liberal.

Durante esta etapa las acciones revolucionarias en el municipio no le dan tregua a la tiranía. Desde el propio 10 de marzo del 52, se viene gestando una ola de repulsa, que poco a poco va pasando de la palabra a los hechos, manifestándose en los cortes del fluido eléctrico, quema de cañaverales, riego de grampas en las carreteras y otras acciones que los combatientes clandestinos ejecutaban con ejemplar valentía.

El proceso de desarrollo de la situación revolucionaria comienza en el municipio desde el momento mismo en que el pueblo conoce que se ha cometido un crimen contra la patria, amparado en la fuerza de las armas para que Batista vuelva a vestir de luto nuevamente al país.

Un día antes del golpe, el día 9 de marzo, Conchita Fernández, Juan Manuel Márquez y Fidel Castro, habían visitado el municipio y esperaban, igual que gran parte del pueblo cubano, el triunfo de la Ortodoxia en las elecciones. Ese día Conchita visitó la casa de Gregorio Pérez; Juan Manuel Márquez, la de los Farrada; y Fidel Castro, con su esposa y su pequeño hijo, visitó la finca de Eladio Oliva (Yayo), en la carretera Güira-Alquizar, en la curva de Loredo. Testigos presenciales plantean que Fidel hablaba con mucha seguridad y que a la hija de Yayo (Omaida Oliva), la llamó “la guerrillera”, por la cantidad de gente que había citado para la reunión.

Con este trabajo de persecución política, realizado por estos dirigentes, es de suponer que la noticia del cuartelazo tiene que haber sido un jarro de agua fría. Los ánimos se caldearon enseguida. El mismo día 10, los hombres honrados y humildes, de cualquier tendencia política, andaban por el pueblo buscando orientación en medio de la situación tan confusa que se había creado. Un grupo de miembros del Partido Ortodoxo, se dirigieron hacia la calle República #1, donde radicaba el local del Partido, dispuesto a continuar la lucha. La escuela primaria superior, con una representación de alumnos, se dirigió hacia el busto de José Martí en el parque y se efectuó un acto donde hizo huso de la palabra Nazario Pérez.

Las despalilladoras del taller de los Hospicios también hacen un intento de huelga por mejoras de salario, pero la presencia del teniente de la Policía lo impidió, debido a que era el mismo día del cuartelazo y las medidas de seguridad eran extremas.

El 16 de agosto de 1952, primer aniversario de la muerte de Eduardo Chivás, un grupo de güireños hace acto de presencia en el Cementerio Colón, para sumarse al acto que se había convocado para recordar al compañero caído y condenar a los buitres que habían tomado el poder por asalto. Entre otros revolucionaros del municipio estaban Manuel Rodríguez Coll y Pedro Leal Herrera.

El 4 de septiembre de 1952, Pedro Alberto Maristany realiza lo que pudiera llamarse la primera acción de mayor riesgo, que fue lanzar un pomo de tinta contra la bandera el 4 de Septiembre que se encontraba puesta en la casa del teniente José Royo, en la esquina de las calles Amistad y Rosa.

La ola de repulsa hacia el régimen aumentaba cada día y los combatientes del municipio también incrementan sus actividades. El 1 de noviembre de 1952, se llevó a efecto una reunión clandestina en la finca “Las Mercedes”, propiedad de Ruperto Pacheco, en el barrio el Tumbadero. Asistieron compañeros de la Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario: Fidel Castro, Abel Santamaría, Ñico López, Calixto García, Jesús Montané y Pedro Miret Prieto.

A esta reunión asistieron combatientes de los municipios colindantes y la representación de Güira fue: Pedro Leal Herrera, Clemente Pazos, Manolo Rodríguez Coll y Pedro Maristany, entre otros.

Las prácticas con armas de fuego no se hacen esperar. Los combatientes clandestinos del municipio realizan sus prácticas en la Universidad y en otros lugares, cerca de Columbia. Esta insistencia de que se conocieran y dominaran distintos tipos de armas, se debía a la estrategia que ya el Movimiento tenía tazada de ejecutar una acción grande con hombres de las capas más humildes del pueblo. También en Alquízar se realizaron prácticas con un fusil que Ubaldo Días Fuentes había entregado a David Trineado, combatiente de aquella localidad.

La media exacta del grado de conciencia que va tomando la lucha revolucionaria en el municipio, lo constituye el hecho de efectuar un acto la noche del 24 de febrero de 1953, en el antiguo teatro Apolo, con el pretexto de dar un acto cívico para recordar la fecha, con la representación de jóvenes de la Generación del Centenario y un grupo de abnegados combatientes de otros municipios. Asistieron al acto por la Dirección del Movimiento: Fidel Castro, Ñico López, Abel Santamaría y Boris Luis Santa Coloma. Por el municipio, participaron entre otros: Manuel Rodríguez Coll, Gregrorlo Pérez, Juan Martínez, Pedro Alberto Maristany, Clementino Pazos y Pedro Leal Herrera, que fue quien trajo a Fidel en esa ocasión.

Las fiestas de viernes Santo de 1953, fueron saboteados por la cantidad de grampas que se regaron en la mayoría de las carreteras, pero principalmente en la de Güira-Cajío, que era donde más cantidad de tráfico había hacia la playa en esos días.

A raíz del ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, fueron múltiples las detenciones de los combatientes guaireños del Partido Ortodoxo, entre ellos: José María Denis, Francisco Valle, Lorenzo Padrón, Juan Martínez, Sifredo Rodríguez y Lázaro Ramírez.

M-26-7

El Movimiento 26 de Julio (M-26-7) fue constituido oficialmente en la clandestinidad, en el municipio, el 25 de agosto de 1955, en la calle Cuba #25. En este lugar vivía Juan Martínez, combatiente clandestino y miembro del movimiento, que facilitó su casa para que este trascendental acontecimiento se realizara en ella. En la constitución estuvieron: Armando Hart Dávalos, Filiberto Zamora y Filiberto Pérez Chávez, por las instancias superiores del movimiento; y por el municipio: Álvaro Leal, Pedro Leal Herrera, Pedro Leal Padrón, Manuel Rodríguez Coll, Sotero Pérez, Juan Martínez, José Díaz Saavedra, José M. Pérez González, Félix Rodríguez, Nicolás Fiallo (traidor) y Pedro Alberto Maristany.

Las acciones desarrolladas en el municipio en apoyo al desembarco del yate Granma en la noche del 30 de noviembre de 1956, se basaron fundamentalmente en la quema de cañaverales, se regaron alcayatas en la carretera de Cajío y en la del Guayabo. Coincidiendo con estos hechos también se cortó el fluido eléctrico y otro grupo regó alcayatas desde el barrio Los Borrego hasta el Mallorquín. Hasta el día 2 de diciembre, que es cuando se produjo el desembarco, se estuvieron haciendo estas acciones.

Ubaldo Díaz

En el asalto al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957, aunque en Güira de Melena no existían centros de enseñanza del nivel superior que era donde radicaba la FEU, los guaireños procedentes de la Triple A, se enrolan con el Movimiento Estudiantil en La Habana y participan en los hechos donde Ubaldo Díaz Fuentes, cayó en el ataque.

Revolución en el poder

Medidas revolucionarias

A partir del 1 de enero de 1959 comenzó para toda Cuba una nueva etapa, la revolucionaria, que trajo consigo cambios radicales en la vida económica, política y social del país. Para el territorio que conforma el municipio no fue menos impactante la llegada de la Revolución.

En Güira de Melena, el M-26-7, junto con otras organizaciones, empieza a tomar medidas que van encaminadas a organizar la vida de la ciudad en medio del caos emocional que está viviendo el pueblo.

El pueblo se dirigió en masa hacia la estación de policía y hacia el cuartel de la guardia rural, los cuales fueron tomados por el M-26-7 sin disparar un tiro.

A pocas horas de conocerse el triunfo, las organizaciones que habían protagonizado la lucha contra Batista encabezadas por el M-26-7, fueron reuniéndose para trazar las estrategias que habrían de seguirse en aquellas semanas iniciales. Surgieron así los comisionados que integraron los primeros gobiernos municipales provisionales.

Fue nombrado Gregorio Pérez, como el primer comisionado que tuvo el municipio después del 1 de Enero de 1959. Días después, Juan Martín lo sustituye, siendo su secretario en esta actividad el compañero Justo Comas.

Una de las primeras medidas tomadas por aquellos gobiernos locales fue la detención de los colaboradores con los órganos represivos: esbirros, delatores y los que habían cometido actos abusivos contra la población, que fueron puestos a disposición de los tribunales revolucionarios que se crearon.

Se comenzó la distribución, entre los más necesitados, de casas abandonadas por las familias que se fueron el país, así como de las propiedades que en ellas existían, a través de las Comisiones de Recuperación de Bienes Malversados.

Con el transcurso de los meses las estructuras de gobierno fueron modificándose y a finales de 1961, se establecieron las Juntas de Coordinación, Ejecución e Inspección (JUCEI).

Las primeras medidas económicas aplicadas por el poder revolucionario tuvieron sus manifestaciones en el municipio de forma inmediata.

La Ley de Reforma Agraria fue un punto de giro definitivo en la vida de esta parte del país, porque cambió radicalmente la forma de tenencia de la tierra, aunque la existencia de los cultivos continuara marcada por las calidades y tipos de terrenos. Con la promulgación de esta Primera Ley, surgió el Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA).

El día 17 de mayo de 1959 se firmó la Ley en la Sierra Maestra, y fue entonces que comenzó el trabajo de una magnitud incalculable para poder actuar con toda la justeza posible y entregar la tierra al que realmente le correspondía.

El Comandante Juan Almeida, el día 21 de junio de 1959, habló en el cementerio municipal después de haber depositado ofrendas florales en la tumba de Ubaldo Díaz Fuentes y José Manuel Seguí. La visita al territorio estuvo dirigida a profundizar en la importancia de la Ley de Reforma Agraria.

En agosto de 1960 ya estaban entregados los títulos de propiedad tal como estipulaba la Ley.

Con la Segunda Ley de Reforma Agraria, promulgada el 3 de octubre de 1963, se perfiló con mayor profundidad el programa agrario de la naciente Revolución.

Con las nacionalizaciones pasaron muchos objetivos económicos, nacionales y extranjeros a manos del estado cubano. Cumpliendo con la línea trazada por la Revolución, en Güira quedó intervenido el Banco, como un paso importante, por lo tanto el estado asumía una responsabilidad que estaba en concordancia directa con el resto de las medidas de carácter social y político que se venían tomando.

Otras de las medidas adoptadas por la Revolución fue el canje de la moneda, que neutralizó en la esfera de las finanzas los planes de la contrarrevolución.

Las intervenciones en Güira de Melena tienen el mismo carácter popular que en el resto del país. Este municipio por ser predominantemente agrícola, las intervenciones en ese sector fueron grandes.

En agosto de 1960, habían sido intervenidos los establecimientos, tiendas, talleres textiles, fábricas, farmacias, etc.

El 14 de octubre de 1960, se dictó la Ley de Reforma Urbana. Se nacionalizaron las viviendas a los que poseían más de una casa y de inmediato se rebajaron los alquileres de estas.

Una de las tareas que mayor acogida tuvo en la población fue la Campaña de Alfabetización, por lo noble del empeño y por el calor que toda la ciudadanía le ofreció desde la primera tarea hasta que el municipio se declaró libre de analfabetismo.

Alrededor de 200 jóvenes integraron las Brigadas Conrado Benítez, muchos de los cuales fueron para Oriente y otros se quedaron alfabetizando en otras provincias y en el propio municipio.

Alfabetizados en el municipio: áreas urbanas 1519; rural 742, para un total de 2261.

Transformaciones políticas

A partir del mismo año 1959, la dirección de la Revolución y de manera especial el propio Fidel, iniciaron un proceso de constitución de organismos políticos y de masas, que ejecutaran y apoyaran el conjunto de medidas y leyes revolucionarias que se iban adoptando.

En el mes de abril, se convoca a una reunión para la formación de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), en la que participaron representantes del Movimiento 26 de Julio, del Partido Socialista Popular (PSP) y el Directorio Revolucionario (DR).

Una de las primeras labores llevadas a cabo fue el proceso de formación de las ORI en los centros de trabajo y para ello se tuvo en cuenta que fueran combatientes dispuestos a defender la Revolución. Con ello se unió a todas las fuerzas revolucionarias y las consolidó.

Como consecuencia del sectarismo, Fidel hizo un análisis público el 16 de marzo de 1962, donde criticó esta situación. Surgió el Partido Unido de la Revolución Socialista (PURSC).

Se realizó un proceso que culminó el día 3 de febrero de 1963 en la finca La Pepilla, donde quedó constituido el PURSC en el municipio, siendo Antonio Hernández (Papi) el que ocupa la responsabilidad de ser su Primer Secretario, conjuntamente con su equipo de trabajo. La denominación del PURSC, existió hasta el 3 de octubre de 1965, donde se acordó cambiarle el nombre por el de Partido Comunista de Cuba (PCC).

En el año 1960, se crea la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), institución que unió a todas las organizaciones juveniles existentes. Esta organización se dio a la tarea de crear asociaciones de bases en centros de trabajo, estudio y zonas campesinas, realizando un trabajo político ideológico de apoyo a todas las leyes revolucionarias.

La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), fue creada el 4 de abril de 1962, se nutrió de las organizaciones de base de la AJR.

El 4 de abril de 1961, se constituyó la Unión de Pioneros de Cuba (UPC) en la enseñanza primaria. En 1977, el Tercer Congreso de la UJC determinó convertir la UPC en Organización de Pioneros José Martí (OPJM); así devinieron grandes cambios en su estructura y funcionamiento y, principalmente, la extensión de los pioneros hasta el noveno grado.

La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) se fundó el 23 de agosto de 1960 a iniciativa de nuestro comandante en jefe y fue elegida como presidenta nacional la compañera Vilma Espín.

Los antecedentes más directos de esta decisión de las mujeres para organizarse, están dados en el grupo de compañeras que integraban o apoyaban las tareas dadas al M-26-7, y en la Unidad Femenina Revolucionaria, que en los primeros meses del triunfo trató de agrupar a la mayor cantidad posible de mujeres.

La FMC en Güira de Melena fue creada el día 24 de noviembre de 1960. La dirección quedó de la siguiente forma: Andrea Cárdenas, Secretaria General; Dulce María Alfonso, Secretaria Organización; Caridad Leonard, Secretaria Finanzas e Isabel Luciano, Secretaria Propaganda.

En la concentración del 28 de septiembre de 1960, Fidel decide crear una organización a nivel de cuadra con un carácter verdaderamente popular, para defender la Revolución y surgen de esta manera los Comité de Defensa de la Revolución (CDR). Su fundación en Güira de Melena ocurrió exactamente igual que en el resto del país.

Los primeros compañeros que ocuparon responsabilidad con esta organización a nivel municipal fueron los siguientes: Ángel Núñez, Lorenzo Padrón, Margarito González, Fernando Chirino y Cirino Artilde.

El 17 de mayo de 1961, surge la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), como organización del campesinado. El primer presidente que tuvo la organización en el municipio fue el campesino Manuel Menéndez.

Entre las más importantes tareas políticas emprendidas en estos años se encuentra el profundo trabajo realizado con los campesinos para su incorporación a la ANAP. Posteriormente se crean las cooperativas de crédito y servicio (CCS) y luego las cooperativas de producción agropecuaria (CPA). Estas cooperativas se rigen por el reglamento general de la ANAP.

También se organizó el movimiento sindical y se creó la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en 1962. De inmediato se trabajó en la organización del movimiento obrero en la base, para incorporar a los trabajadores a las diversas enseñanzas, se instituyeron plenarias para el análisis de los planes de producción y servicios, la higiene y protección del trabajo, la incorporación a las tareas de la defensa, el trabajo voluntario y otras.

Tareas en defensa de la Revolución

Las misiones del Ejército Rebelde en el municipio, en estos primeros meses estaban encaminadas a consolidar el poder revolucionario y a la protección de los principales objetivos económicos. Trabajaron además en la preparación y organización de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR).

En enero de 1960 se recibió la orientación de organizar las milicias y en diciembre de 1960 se produce el primer acuartelamiento.

En horas del mediodía del 16 de abril 1961 partió el Batallón 180 hacia la capital para participar en el entierro de los combatientes caídos en los bombardeos de la aviación enemiga, donde haría uso de la palabra el Comandante en Jefe Fidel. En la madrugada del 17 de abril se le dio la orden al Batallón de movilizarse y partir rumbo al escenario del desembarco en Playa Girón donde cumplió las misiones planteadas.

Güira de Melena también ha sido pródiga en ofrecer su generosa ayuda a otros pueblos a través de sus hijos más queridos.

En fecha tan lejana como 1936, Alberto Sánchez Méndez, natural del Gabriel, murió combatiendo por la República Española, a la edad de 22 años, con el grado de Comandante, incorporado al quinto regimiento.

En 1964 dos güireños (hermanos gimaguas) Osvaldo Ortiz (fallecido) y Bárbaro Ortiz, combaten con el Che en las lejanas tierras del Congo, siendo después del triunfo de la Revolución los primeros güireños en alcanzar tan alto honor.

Hijos de esta tierra cumplieron misiones en Siria, República Popular de Angola, Etiopía y otros países. También han participado en varios países, como colaboradores, trabajadores de la salud, educación, deporte, construcción, etc.

El incremento del carácter agresivo del gobierno de los Estado Unidos a principios de la década de los 80 del pasado siglo, creó una situación muy compleja.

Con la llegada al poder de la Administración Reagan, se incrementó notablemente el peligro de una invasión a nuestro país, por tales razones, la dirección de la Revolución, tomando como guía el pensamiento militar y político del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, realizó cambios en nuestra concepción defensiva y se conformó la concepción estratégica Guerra de Todo el Pueblo y se comenzó a instrumentar su aplicación en la práctica.

En correspondencia con nuestra concepción defensiva, a partir de 1985, se crearon en el municipio las zonas de defensa, dirigidas por el Consejo de Defensa Municipal.

Las zonas de defensa, una vez organizadas, continuaron su preparación durante los días de la defensa y otras actividades, como su participación en los Ejercicios Estratégicos “Bastión”.

A principios de los años 90, el derrumbe de la URSS, la desaparición del campo socialista europeo y el paso al período especial en tiempo de paz, trajo consigo un nuevo escenario.

La agricultura fue afectada grandemente. La empresa de Cultivos Varios al carecer de combustible para roturar tierras y regadíos, descendió sus niveles de producción.

El 3 de julio de 1976, el Consejo de Ministros aprobó la Ley 1304 sobre la nueva División Político Administrativa del país, con 14 provincias y el Municipio Especial Isla de la Juventud.

En 1976, tras la realización del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, se instauró la nueva división político-administrativa según la cual los municipios que hoy forman parte de la provincia de Artemisa se integraron a las de La Habana (Artemisa, Guanajay, Mariel, Caimito, Bauta, San Antonio de los Baños, Alquízar y Güira de Melena) y a Pinar del Río, Bahía Honda, Candelaria y San Cristóbal).

Guira 2.jpg

En 1 de agosto del año 2010, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó las modificaciones a la Ley de la División Político-Administrativa, vigente desde julio de 1976, entre las cuales se incluye la creación de las provincias de Mayabeque y Artemisa, asentadas fundamentalmente en el territorio que ocupaba La Habana.

Artemisa comenzó a funcionar como provincia a partir del 9 de enero de 2011 y Güira de Melena, constituye uno de sus municipios.

Referencias

Fuentes

  • Actas capitulares del Ayuntamiento de La Habana. Tomo III página 160.
  • Anuario azucarero. 1956-1958, página 224. Biblioteca Nacional.
  • Avance (periódico). Marzo 18, 1958 página 16. Columna I.
  • Atlas de Cuba. Instituto de geografía. Academia de Ciencias. Instituto Cubano de Geodecia y Cartografía 1988.
  • Biografía Coronel Juan Manuel Sánchez Amat (María Josefa Sánchez).
  • Boletas de elecciones electorales 1954 (Museo Municipal).
  • Carvajal Rodríguez, Ana Martha: Las Berbenas en Güira de Melena. Museo Municpal.
  • Colectivos de autores (Maricela Pérez Idalmis Coto) Los veteranos Güireños.
  • Colectivos de autores. Historia de Cuba. Tomo 6 páginas 23 y 25.
  • Censo de población y vivienda 1943-1953. Página 189. Tabla 49, 35. Página 100. Tomo I Volumen II.
  • Censo agrícola. 1946 página 71 y página 461. Tabla 17.
  • Cronología de la lucha insurreccional de Güira de Melena. Museo Municipal.
  • Carta semanal. Página 4, diciembre de 1958. Museo Municipal Güira de Melena.
  • Carvajal, Galo. “El cadáver no. 17”. Testimonio.
  • Carvajal, Galo. “La huelga desconocida”. Testimonio.
  • Ciencia y Técnica. Revista (caso de la Estigmatizada).
  • Castro Ruz, Fidel. La revolución Cubana. 1953-1980. Selección de lecturas. 2da parte. Página 126.
  • Dacal Moure, Ramón, Rivero de la Calle, Manuel. Arqueología. Aborigen de Cuba 1986. Editotrial Gente Nueva.
  • Estudio terapéutico de las aguas costeras de Cajío, Guanímar y Rosario. Instituto de Oceanología. Academia de Ciencias de Cuba. Hospital Carlos J. Finaly y Julito Díaz 1991.
  • Historia del centro textil. Julio Antonio Mella
  • Historia del centro Fábrica de Carretas Ubaldo Díaz Fuentes.
  • Informe del grupo de arqueología. Tranquilino Sandalio de Nova. Güira de Melena 1990.
  • Lazo Díaz, Raúl. Estudio de una comunidad urbana. Tesis de grado 1949.
  • Memoria del BANFAIC. 1953-1954, página 45, Biblioteca nacional.
  • Memoria del CNPAH (1956-1958) página 224, Biblioteca nacional.
  • Montané Oropeza, Jesús. “La Revolución cubana 1953-1958”, selección de lectura. 2da parte, página 95.
  • Pérez Guzmán, Francisco. Apuntes históricos de Güira (inéditos)
  • Rodríguez Alfaro, Natividad. Historia de Güira (apuntes biográficos)
  • Registro de actas de la junta electoral municipal de güira de Melena. Tomo 15 año 1954. Acta no. 191 Museo Municipal.
  • Sánchez, Enrique. Fondo bibliográfico de la notaria legado no. 5. Escritura no. 55 Año 1958. Museo Municipal.
  • Seco Amat, René. Salud Pública Güira de Melena. Museo Municipal.
  • Sánchez, Oscar. Bosquejo para la historia insurreccional. Museo Municpal
  • Varona Guerrero, Miguel. La Guerra de la Independencia de Cuba. Tomo II.
  • Vera, Fidel. Informe. Resumen histórico de Clima. Güira de Melena 1967-1987 Año 1987.
  • Archivos consultados: Juzgado Municipal San Antonio de los Baños, Museo Municipal Güira de Melena, Casa del combatiente.
  • Expedientes personales de: Pedro Alberto Maristany, Grepogio Pérez y Manolo Rodríguez Cool.
  • Personas que ofrecieron testimonios: Joaquín Fuentes López, Rosendo Carvajal Valdés, Elpidio Duque, Adolfo Collado Alonso, Bienvenido Capote, Nicolás López, Zenén Glez, Fernando Glez de la Torre, Luis González, Maria Luisa Barrios, Fidelina Martínez, Pablo Borrego, Mario Fernández, Arturo Coto, Rigoberto Castañeda Díaz, José Maria Denis, Agapito Ramírez, Maria Caridad Trujillo, Jorgelina Trujillo, Lorenzo Padrón, Omaida Oliva, Lázaro Ramírez, Pedro Alberto Maristany, Gisela Rodríguez, Juan Martínez, Ada Pérez Vera y Ana Martha Carbajal.