Iglesia Católica de Sagua la Grande
|
Iglesia de la Purísima Concepción de Sagua la Grande. Es un templo localizado en el centro de la ciudad villaclareña de Sagua la Grande que recoge una historia de humildad y entrega de sus vecinos en la época de la colonia, donde cada uno de sus fieles contribuyó a su construcción y conservación.
Sumario
Historia
Primera iglesia
Sagua la Grande en sus inicios estaba formada por un disperso grupo de familias, con casas de guano y embarrado. La primera misa se celebró en 1796 en la casa de Don Francisco Martín Rodríguez (el sordo) que más tarde fue casa de Borlando y hasta hoy se la ha llamado Isla Verde, junto al río al final de la calle Clara Barton. Aquí se construyó un pequeño altar donde se oía la misa anual auspiciada por el cura de San Narciso de Álvarez, Don Juan Mesa. Considerado como el primer sitio de oración y misa, esta humilde casita fue, por tanto, la primera iglesia. Posteriormente otras casas fueron usadas alternativamente como templo católico hasta 1812 que se construyó una capilla.
Segunda iglesia
La Segunda Iglesia fue una pequeña ermita que se construyó en el sitio que hoy ocupa el Anfiteatro de Sagua en el Parque de la Independencia cuando el 11 de junio de 1812. Don Juan Caballero obtuvo el permiso del Obispo de La Habana Don Juan José de Espada y Landa para que Sagua tuviera un templo real. La inauguración estuvo a cargo del Cura de San Narciso de Álvarez Don Francisco Macías a la cual dio su bendición.
Tercera iglesia
La población de Sagua continuaba creciendo y se hacía necesaria la construcción de una iglesia real, decían los sagueros, que pudiera alojar en su seno a toda la población creyente. De ahí que en 1825, con la amplia colaboración de los vecinos, se erigió un gran templo de tablas de cedro y hermoso tejado, dentro del mismo parque de la independencia, pero a lo largo de la calle Luz Caballero, que ocupaba el área de 25 varas de frente por 40 de fondos sus grandes portones abrían hacia afuera y las campanas se encontraban hacia la esquina oeste. La anterior había quedado muy dañada por un terrible huracán que arrasó con Sagua en este mismo año de 1825. El cura era aún el de Quemado, Don José Cirilo Nicado, que venía a Sagua para hacer los bautizos.
Cuarta iglesia
El 23 de marzo de 1856 se colocó la primera piedra de la iglesia del pueblo y se comienza su construcción, finalizando el 19 de febrero de 1860. Su construcción fue dirigida por el Ingeniero belga Jean Baptista Couspeire.
El pueblo de Sagua estaba muy feliz en tener uno de los templos más bellos de Cuba. Aquella mañana todo el pueblo se botó a las calles en gran fiesta y las enormes campanas no dejaban de repicar. Estaba entre los presentes Don José María de los Heros, que junto a otros ilustres vecinos de Sagua, empujaron la realización de esta majestuosa obra de arte arquitectónico, sin dejar atrás el toque de gracia dado por Don Joaquín Fernández Casariego, considerado como el gobernante más popular y progresista que tuvo la Villa del Undoso.
La Procesión partió por toda la calle de Padre Varela(antes Cruz) hasta la vieja Iglesia de la calle Luz Caballero (antes Esperanza),donde tomando en Custodia la Sagrada Forma, regresaron hacia la calle Céspedes(antes Tacón) para penetrar en el nuevo templo y colocarla en su nuevo Sagrario, iniciándose así por primera vez el Santo Sacrificio de la Misa en el que oficiaron como Preste Diácono el Sr. Canónigo y Secretario de visita Don Federico G. D’ Escoubet, Don Manuel Troya ,el cura párroco de Sagua, y el jóven orador Presbítero Don Luciano Santana. Debemos agregar que el altar de esta iglesia está considerado entre los mejores de américa y posee un cuadro millonario de famoso pintor holandés Correns (Correus en la Historia de Sagua de Alcover).
Inauguración
En la mañana del domingo 19 de febrero de 1860 tuvo efecto, del modo más imponente, la solemne y ansiada bendición del templo. Muy temprano, un vivo repique de campanas anunció a los fieles la llegada de tan hermoso y deseado día.
“Su elegante fachada, su espacioso pórtico, sus bellísimas puertas de hierro con preciosos relieves representando atributos religiosos, primeros y únicos en su clase, sus colosales columnas sosteniendo los vistosos arcos adornados de festones y sus inmensas bóvedas que inspiran respeto y admiración, su piso de rico mármol, sus pilas bautismal y de agua bendita, su imponente presbiterio con hermosísima escalinata y curiosa baranda de hierro dorado, y, por fin, su admirable, rico y preciosísimo altar que por sus formas, su exquisito trabajo, sus valiosos materiales no conozcan quizás rival en la Isla, todo, en fin, en raro y sorprendente conjunto contribuía a realizar esa grata sensación que nos causa la vista de un objeto sumamente hermoso, sumamente grande”.
Vino a coronar el ardiente deseo de la multitud, la llegada del Obispo Diocesano que acompañado de varios sacerdotes se presentó a las puertas del suntuoso templo. La presencia de las autoridades, corporaciones, empleados, personas ricas y un inmenso concurso de todas clases y posiciones, hacían aquel acto respetable y conmovedor.
La procesión salió dirigiéndose a la antigua y pobre iglesia con objeto de traer solemnemente la custodia y sagrada forma a su nuevo y más digno Sagrario. Colocada la majestad se celebró por primera vez el Santo Sacrificio de la Misa en que oficiaron como Diácono el señor Canónigo y Secretario de visita Federico G. D´Escoubet, Manuel Troya y nuestro apreciable cura párroco.
El hombre de quien hablan las crónicas en las narraciones de los párrocos, fue de Don José María Rodríguez de los Heros; concluida la misa y daba a los fieles la bendición episcopal.
Al día siguiente apareció publicada una convocatoria de licitadores para el remate de las maderas, tejas y demás materiales de la antigua iglesia, así acabó la iglesia reformada que levantara en 1812 el fundador Don Juan Caballero. Después de 146 años la iglesia fue reparada y hoy muestra una vista rejuvenecida gracias al esfuerzo del pueblo sagüero.
Características constructivas
En los interiores de la iglesia católica de Sagua la Grande está la efigie de la Purísima Concepción, escultura de mérito; fue confeccionada en Europa. La pila bautismal, de hermoso mármol blanco de Carrara, fue regalada por la señora Mercedes Ajuria de Moré. La corona de plata dorada para la imagen de la Purísima, fue elaborada por el platero Don Alejandro Martínez.
Las puertas de hierro que están colocadas en el baptisterio y entrada del coro, fueron obras del herrero Don Ramón Turro.
De Carrara se trajeron también el púlpito que es de mármol macizo, el sagrario con puerta de plata sobredorada, seis pilas para agua bendita, de mármol estatuario y de dibujos diferentes; un lavamanos.
La campana mayor, “La Serafina”, la regaló Doña Serafina Jenks de Torices, la segunda fue regalada por Doña Concepción Montero de Toneu, la tercera fue obsequio de un devoto que ocultó siempre su nombre y la cuarta de Don Ignacio Larrondo.
El altar mayor, de mármol blanco, fue construido en los Estados Unidos de donde vino expresamente a colocarlo uno de los escultores.
La elevada y esbelta torre, reclamaba de la colocación de un buen pararrayos que fue una donación del Teniente Coronel Don Joaquín Casariego. Otro vecino, que su nombre ocultó, encargó a Europa el precioso oleo del bautista que está colocado en el baptisterio.
La baranda que está colocada en el presbiterio, constituye un donativo de Isacc Adams, de los Estados Unidos , que no había estado nunca en Cuba.
Compuesta de una serie de columnitas del orden gótico, en cuyos arcos intermedios figura un hermoso florón calado, la puerta lleva en el centro la cifra de “María” con la media luna todo de relieve, concluyendo con un ornato del mismo estilo, y la cruz.
Los confesionarios, adquiridos en New York, fueron construidos en Bélgica. Don Manuel Yanis y Don Manuel Arceo regalaron el reloj que fue montado por el vecino B. Guinaud.
En el pórtico se lee, en una lápida de mármol, la inscripción siguiente: “Reinado Doña Isabel II y en el pontificado de Excmo. é Iltmo. Sr. Doctor D. Francisco Fleix y Solans, digno Obispo de esta Diócesis, se construyó este templo con los auxilios de S.E.I. y de los buenos patricios y extranjeros, que secundaron sus piadosos esfuerzos, y se dedicó al Señor bajo la advocación de María Santísima en el dogma de su inmaculada Concepción el día 19 de febrero de 1860, siendo vice-patrono de las Iglesias de Cuba el Excmo. Sr. Capitán General de los Ejércitos D. Francisco Serrano y Domínguez”
Fuentes
- Oficinas de Patrimonio de Sagua la Grande
- Oficina de Monumentos de Sagua la Grande
- Alcover y Beltrán, Antonio Miguel (1905). Historia de la Villa de Sagua la Grande y su Jurisdicción. Imprentas Unidas “La Historia” y “El Correo Español”, España.
- Ramos. Rosa M. (1960). Centenario de nuestra Iglesia Parroquial. Apuntes Históricos. Talleres de Impresos “Ideas”, Santa Clara.
- Parroquial de Sagua la Grande 150 años 2010, febrero
- La Villa del Undoso y su Jurisdicción Tintín Collection 1998