José María Silva
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José María Silva. Político y abogado salvadoreño. En dos períodos ejerció de forma temporal, el puesto de Jefe Supremo del Estado de El Salvador de 1834-1835 y 1840, cuando la nación constituía parte de la Federación Centroamericana.
Síntesis biográfica
Nació en San Miguel, aproximadamente en 1804 en el seno de una familia terrateniente.
Estudios realizados
En 1827 se doctoró en Derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala y que gozaba de prestigio por su capacidad e ilustración.
Cargos desempeñados
Llegó a diputado por el partido de San Miguel a la Legislatura del Estado de 1828, de la que fue secretario en 1829.
Pidió el juzgamiento militar de los cautivos recogidos como resultado de la Capitulación de mexicanos, en la Primera fase de la Guerra civil en Centroamérica en mayo de 1829.
Viajó a Guatemala en junio de 1829, como Comisionado del Poder Legislativo, encomendado con P. Colom de conferir en persona al General Francisco Morazán, comandante de los victoriosos ejércitos revolucionarios, el famoso decreto por el cual quedaba el caudillo en capacidad hasta de establecer nuevas autoridades federales.
Silva fue Diputado a la Legislatura Salvadoreña en 1834 y Presidente de la citada Legislatura en octubre de 1834.
Rigió como vicejefe por dimisión que realizara el Jefe Supremo elegido el hondureño don Dionisio Herrera, accedió al nombramiento que en él hizo la Asamblea desde el 14 de octubre de 1834 al 2 de marzo de 1835 y gobernó otra vez como vicejefe del 16 de febrero de 1840 al 5 de abril de ese mismo año de 1840. En ese segundo periodo tomó el cargo que le hiciera el Gral. Francisco Morazán, mientras invadía a Guatemala, pero el 5 de abril de 1840, dejó el Poder Supremo para seguir al Gral. Morazán, cuando este abandonó El Salvador, embarcándose en el Puerto de la Libertad en el Bergantín "Izalco" junto a muchos partidarios del Gral. Morazán.
Dirigió con honestidad su gobierno, prohibió la confiscación a los bienes de los vecinos rivales. Ejerció responsabilidades judiciales y fue Presidente de la Constituyente de 1839. Se quedó dos años en Costa Rica y Panamá, regresando al El Salvador en 1842. Retornó a la nación como un hombre calmado y vivió largos años dedicado a la profesión.
Fue electo delegado de El Salvador a la Convención Nacional el 9 de enero de 1850 con la intención de restablecer la Unión Centroamericana, a pesar de sus renuncias tuvo que asistir a León (Nicaragua), donde se estableció la Asamblea Centroamericana, también Honduras lo designó su Delegado a la misma Convención. El 9 de enero de 1851 fue necesaria su asistencia a Chinandega, donde se instaló la Convención, de la que fue nombrado secretario.
En 1853 fue designado Senador, teniéndose nombrado al Congreso Designado a la Presidencia el 16 de febrero de 1854.
Se consagró a la jurisprudencia, fue apreciado y reconocido como uno de los mejores jurisconsultores salvadoreños, fue electo por decreto de 22 de junio de 1854, integrante de la comisión encomendada de escribir el Código Mercantil, con su adecuada ley de enjuiciamiento.
José María Silva, fue ratificado Senador por San Miguel, fue nominado presidente de su cámara de 1857 a 1858. Por acuerdo Ejecutivo de 4 de febrero de 1858, se otorgó a Silva, junto con el Dr. Justo Abaunza formar la Comisión encargada de redactar el Código Civil y reformas al Penal. En 1862 volvió José María Silva a ser electo Senador y Designado Presidente de Alta de la Cámara. Al concluir este periodo se retiró a su vida privada alegando enfermedad.
Editó un opúsculo que tituló "Recuerdos al 15 de Septiembre", en 1872, calificado como su legado político.
Muerte
Murió en ciudad de San Miguel el 16 de octubre de 1876.