Langosta del Caribe
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Langosta espinosa (Panulirus argus). Especie que se distribuye desde Carolina del Norte, en Estados Unidos, hasta Brasil, incluyendo el Mar Caribe e Islas Antillanas, Bahamas y Bermudas. Representa en todos los países del área, un recurso de gran importancia comercial y pesquera.
Sumario
Biología
Su nombre hace referencia a las espinas que cubren su cuerpo, a diferencia de las langostas de Maine, no tiene pinzas grandes.
Langosta espinosa, crustáceo marino que se caracteriza por tener un exoesqueleto calcáreo espinoso muy robusto que protege a los órganos internos de la cabeza, tórax y branquias en la base de las patas. En su cabeza lleva un saliente espinoso denominado rostrum que utiliza para su defensa; tiene un par de antenas bien desarrolladas, las cuales en muchas oportunidades, superan el tamaño de su cuerpo.
Posee par de ojos compuestos sobre apéndices móviles, seis pares de pequeños miembros alrededor de la boca y cinco pares de patas (decapodo) que utiliza para caminar. El abdomen es fuerte, muscular con un duro exoesqueleto segmentado en la espalda y, en la parte inferior, numerosos apéndices natatorios. Al final del abdomen posee una cola bien desarrollada que utiliza para nadar.
Se reproducen entre los meses de marzo y agosto. Las hembras cargan sus huevos anaranjados en su abdomen, el cual tuercen para formar una cuna. Las larvas pueden ser transportadas cientos de millas por las corrientes marinas, se alimentan de caracoles, erizos de mar, almejas y cangrejos durante las noches. Pueden pesar hasta 15 libras.
Hábitat
Se encuentran a profundidades de hasta 90 m desde Brasil a Carolina del Norte, incluyendo todo el Golfo de México y el Mar Caribe, las Bahamas, las Islas Bermudas, el este de Sudamérica, con hallazgos ocasionales enÁfrica Occidental.
Habita en zonas de manglares, arrecifes coralinos y en cualquier plataforma submarina rocosa, desde zonas casi superficiales hasta los 90 metros de profundidad. Prefieren el hábitat con una cierta clase de cubierta y pueden generalmente ser encontrados alrededor filones coralinos, filones artificiales, esponjas, y bajo raíces de los mangles. Son nocturnos, llevando la cubierta durante el día.
Alimentación natural
Durante las fases bentónicas de su ciclo de vida, la langosta común del Caribe Panulirus argus presenta hábitos de alimentación nocturna y se considera que es oportunista y omnívora, aunque discrimina entre los diferentes tipos de alimento y tiende al consumo de organismos del reino animal, fundamentalmente de moluscos y crustáceos. Con el desarrollo y el crecimiento de los individuos desde el puérulo (5-6 mm de largo de cefalotórax) hasta la adultez (más de 80 mm de largo de cefalotórax), la dieta cambia fundamentalmente en lo que se refiere al tamaño de los organismos consumidos, el cual aumenta gradualmente conforme al desarrollo del aparato digestivo de las langostas.
Como constituyentes de la dieta natural, dentro del grupo de los moluscos se encuentran frecuentemente varias especies de gastrópodos (caracoles marinos), bivalvos (almejas y mejillones) y poliplacóforos (quitones). Como crustáceos más frecuentes se encuentran en los tractos digestivos de las langostas: anomuros (cangrejos ermitaños), braquiuros, copépodos, anfípodos e isópodos. Además se han encontrado en los estómagos equinodermos, erizos y estrellas frágiles, esponjas, foraminíferos, anélidos (poliquetos) y escamas de peces.
Debe mencionarse que los estudios encaminados a identificar los componentes de la dieta natural de la langosta, se dificultan debido a la existencia de una doble trituración del alimento ingerido, el cual es macerado primero por las piezas bucales y luego por los dientes del molino gástrico. Además, los ejemplares para análisis de contenido estomacal deben capturarse preferiblemente de noche, lo cual implica una compleja logística con la que no siempre se cuenta.
Las larvas de P. argus, conocidas como filosomas, constituyen 11 estadíos planctónicos que ocupan los primeros 6-8 meses del ciclo de vida de este crustáceo. Son oceánicas y se alimentan de pequeños crustáceos y otros elementos del microplancton. El último estadío larval (12-puérulo) posee capacidades natatorias e interconecta las fases oceánicas con los estadíos bentónicos, ya que nada hacia la costa y se asienta definitivamente en zonas costeras de poca profundidad, usualmente entre las raíces de los mangles y/o macroalgas que por su complejidad estructural constituyan refugios exitosos.
Condición Nutricional
El estado o condición nutricional de las langostas es una medida del grado en que éstas han acumulado las reservas energéticas necesarias para la adecuada realización de las funciones vitales, el crecimiento y la reproducción (Moore et al. 2000). Esta condición depende fundamentalmente de la disponibilidad de alimento y de la calidad del mismo (Lozano-Álvarez & Aramoni-Serrano 1996). Además de esto, la disponibilidad de refugios y la ocurrencia de enfermedades pueden también influir en el estado nutricional (Pollock et al. 1997, McGarvey et al. 1999, Behringer & Butler 2006), sin embargo, los cambios más evidentes en dicho estado son causados por períodos de hambruna relativamente prolongados. Por esta razón, la condición nutricional de las langostas puede ser el resultado de la influencia de cualquier factor (o factores) que directa o indirectamente introduzca variaciones significativas en las comunidades bentónicas. Según Oliver & MacDiarmid (2001), en especies que viven en hábitats de vegetación variada, y/o en las que los individuos cambian de hábitat en función de la fase del desarrollo ontogenético, como es el caso de P. argus, la condición nutricional de los organismos puede ser afectada por variaciones en el estado de la vegetación y los flujos de energía en el ecosistema.
El estado nutricional de las langostas puede estimarse mediante varios métodos uno de los cuales se basa en la relación entre el peso y el largo total de los individuos (Robertson et al. 2000, Briones-Fourzán et al. 2009). Aunque varios autores plantean que el índice basado en la relación peso/largo no responde tan rápidamente como otros a los cambios en las condiciones ambientales y los períodos de hambruna (Dall 1974, Behringer & Butler 2006), esta metodología presenta la ventaja de ser rápida, no destructiva, y de no requerir un elevado desarrollo tecnológico para su aplicación. Además, se ha planteado que en estadíos juveniles de especies de langosta como Jasus edwarsii, la relación peso/largo no es afectada por las variaciones fisiológicas que ocurren durante el proceso de muda (Oliver & MacDiarmid 2001). Independientemente de la vía que se utilice para su cálculo, el estado nutricional de un grupo o población de langostas es consecuencia de la interacción de varios de los factores que condicionan su hábitat, por lo que las variaciones en dicho estado pueden ser indicativas de variaciones en la calidad del hábitat, las que pudieran implicar afectaciones a otros organismos del área.
La deficiencia nutricional de un individuo dentro de una población puede deberse a razones particulares que pueden no tener relación con el ambiente, sin embargo, un estado nutricional no satisfactorio como condición media en una población, está muy probablemente ligado a causas ambientales generalizadas (Oliver & MacDiarmid (2001). Así, tal como el estado de las comunidades bentónicas se considera exponente del potencial biótico y la calidad de los fondos en un sitio determinado, la abundancia y distribución de langostas, unido a la condición nutricional de las mismas, podría considerarse reflejo de las condiciones generales del hábitat en que se encuentren. En el caso particular de la especie P. argus, recientes investigaciones realizadas en la región este del Golfo de Batabanó, Cuba, sugieren la existencia de una relación cualitativa directa entre el deterioro de los fondos (pérdida de vegetación submarina y fauna asociada), y la disminución de la abundancia y condición nutricional de las langostas.
Depredación
La depredación sobre las langostas cambia según la fase del ciclo de vida que se analice, y como es de esperar, no en todas estas fases actúan los mismos depredadores o la depredación tiene la misma importancia como relación inter-específica que causa el decrecimiento de la población natural. Los estadíos larvales son depredados en grandes cantidades por peces oceánicos como los bonitos, las albacoras, los atunes y otros. En este punto, un elevado grado de depredación sobre las larvas afecta la dinámica poblacional del recurso pues se afecta la abundancia de los estadíos bentónicos y consecuentemente el reclutamiento de juveniles a la población explotable. No obstante, la producción de grandes cantidades de larvas, gracias a la existencia de un stock desovador abundante, puede compensar estas pérdidas y lograr mantener una abundancia poblacional satisfactoria.
Con el comienzo de la vida bentónica, los depredadores comienzan a ser fundamentalmente peces de plataforma e invertebrados que viven asociados a los fondos marinos. En las primeras fases bentónicas las langostas no son aún gregarias y son por tanto más vulnerables a la acción de los depredadores. Algunos peces de las familias Holocentridae, Priacanthidae, Apogonidae, Pempheridae, Clupeiidae, Harengulidae y Hemiramphidae; se reportan como los más frecuentes en toda la región del Caribe. En estas primeras fases post-larvales de las langostas, también aparecen reportados como depredadores de importancia: el pulpo y algunos crustáceos como la jaiba azul. Sin tener en cuenta las fases larvales, es en esta etapa del ciclo de vida de las langostas que la depredación tiene un efecto mayor sobre la abundancia posterior del recurso.
A medida que las langostas van aumentando de tamaño los depredadores igual deben ser más grandes y aparecen entonces otras especies como el tiburón gata, la morena y los grandes meros como la cherna criolla y la guasa. Como otros depredadores importantes se encuentran reportados además el mero americano, el aguají, el pargo criollo, el pargo perro o pargo jocú, el sobaco, el tiburón cabeza de martillo y varias especies de rayas. La lista de depredadores incluye además a los delfines, la caguama, un pequeño gastrópodo horadador que fue reportado por matar las langostas en las trampas, el abadejo o mero gato, el cangrejo moro, el pejepuerco o cochino; y la rabirrubia.
No obstante la inmensa lista de depredadores, además de la conducta gregaria las langostas cuentan con otros mecanismos de defensa. Un exoesqueleto rígido y espinoso, ornamentado con una par de cuernos (una al lado de cada ojo) y dos antenas igualmente espinosas, constituyen defensas eficientes ante los depredadores. La estridulación (sonido que producen las langostas también ante la presencia de depredadores) es otro mecanismo de defensa. Aunque durante el período de muda las langostas son muy vulnerables dado que su exoesqueleto no está totalmente endurecido, el hecho de permanecer durante el día en los refugios bien agrupadas y ocultas de los depredadores, es una conducta que protege incluso también a los individuos en inter-muda.
Amenazas
La sobrepesca y falta de manejo por mucho tiempo ha causado una disminución significativa en el número de individuos reproductivos. Más de 6 millones de libras son pescadas anualmente en aguas territoriales de los Estados Unidos.
Según los datos obtenidos de la FAO, el mayor productor de langostas es el continente Americano ya que representa el 51.8% de la producción mundial, en orden de volúmenes de producción se encuentran: Canadá, Estados Unidos, Bahamas,Brasil, Cuba,Nicaragua y México, representando estos 7 países el 94% de la producción de langosta en todo el continente americano.
Aunque es ilegal, en algunas partes se utilizan venenos y explosivos para su pesca, los cuales no discriminan por tamaño o especie.
Esfuerzos de Conservación
La langosta espinosa es uno de los recursos pesqueros de mayor interés económico para los países donde habita, por su alto valor y demanda comercial.
Esta especie ha sido explotada sin mucho control durante años, lo que ha traído como consecuencia una disminución importante del recurso. Hoy en día las leyes comprenden la veda (prohibición de pesca) en diferentes meses del año con el fin de que las mismas se puedan reproducir sin perturbación.
Durante la época permitida, se estableció un límite en el tamaño mínimo de los individuos que pueden ser capturados. El tamaño mínimo del caparazón es de 3.5 pulgadas y cualquier individuo menor de este largo debe ser devuelto al mar con vida. Las hembras grávidas (con huevos) deben ser devueltas al mar o mantenidas en jaulas en el mar hasta que suelten sus larvas.
Fuentes
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- langosta_espinosa
- Costa de Venezuela
- Presentacion
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