Leopoldo Pérez Rodríguez
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Leopoldo Pérez Rodríguez. Comandante del Ejército Libertador. Patriota pinareño caído en combate en 1896 combatiendo bajo las órdenes de Antonio Maceo.
Sumario
Síntesis biográfica
Nacimiento
Nació en San Juan y Martínez, Pinar del Río el 23 de noviembre de 1861 y fueron sus padres: Tiburcio y Antonia.
Trayectoria revolucionaria
Dedicado al cultivo de las tierras de su familia acomodada, era un hombre serio y honesto y de un carácter fuerte e indoblegable. Contrajo matrimonio con Sabina Montes de Oca Porras, hija del distinguido patriota Felipe Montes de Oca. Sus inquietudes independentistas fueron estimuladas por los sucesos patrióticos que ya muchos cubanos habían protagonizado frente a los colonialistas españoles.
Desde muy joven supo valorar la importancia de ser libres de España y prefirió conspirar y renunciar a las ventajas de poseer tierras e ingenio y morir por la patria, como lo había hecho Carlos Manuel de Céspedes en la guerra grande.
En 1890 se entrevista con el general Antonio Maceo Grajales en La Habana, quien se encontraba hospedado en el Hotel Inglaterra, frente al parque central capitalino. En esta ocasión transmite al Titán de Bronce su decisión, como la de varios jóvenes sanjuaneros, de marchar a la manigua redentora y al regresar a Vueltabajo comienza a conspirar con otros patriotas coterráneos, efectuando reuniones y arengas independentistas en el majagual de la Finca Albóniga, situada en el barrio de Martínez.
Su valor e inteligencia se ponen a prueba cuando logra infiltrarse en el puesto de voluntarios (cubanos traidores al servicio de España) de la ciudad de Pinar del Río de donde arribaban constantemente las tropas españolas. En una ocasión, haciéndose pasar por traidor a la patria, clava las espuelas al caballo y parte a galope desenfrenado hacia Las Taironas, donde se encontraba el general Maceo, gritando “Viva mi patria libre”. De esta forma se presenta ante el general Roberto Bermúdez, con el que vuelve a entrar a San Juan y Martínez el 10 de enero de 1896.
El 11 de enero de 1896 es incorporado al estado Mayor del General Bermúdez y el 14 de ese mes tiene el bautizo de guerra y sangre en Bacunagua, donde combatió contra las tropas del general español Luque. Por la bravura y el arrojo que demuestra en esta acción bélica se le considera como uno de los héroes de la misma y el propio Titán de Bronce le confiere los grados de comandante del Ejército Libertador y le da la gloriosa orden de reunir y organizar a las fuerzas revolucionarias de esta zona occidental. El comandante Leopoldo cumple cabal y fielmente esta encomienda de Maceo, aglutinando a todos los mambises del territorio en el poblado de Guane.
Pasa a las órdenes del entonces coronel Varona, jefe del regimiento de tiradores de Maceo y al concluir la invasión a occidente por las tropas insurrectas queda al frente de toda esta zona de guerra. Se produce el desembarco de un regimiento español por Arroyos de Mantua (Mantua) y el comandante Leopoldo y su aguerrida tropa lo enfrentan, hostigando a los soldados colonialistas constantemente.
Caída en combate
El brazo valeroso del heroico mambí sanjuanero siembra el terror entre las tropas enemigas hasta que el 24 de marzo de 1896 en una fiera carga al machete llevada a cabo en el sangriento combate de Las Taironas de Guane, junto a su ayudante personal y ahijado Leopoldo Alonso, también sanjuanero,el cual cae mortalmente herido.
Reconocimiento
En el mismo lugar donde cayera se construyó un obelisco pasada la guerra y en San Juan y Martínez su nombre le fue impuesto a una de sus principales calles, reconociendosele de esta forma su trayectoria revolucionaria a lo largo de su vida.
En el año 1901 sus restos fueron trasladados hacia el cementerio municipal y desde entonces se le rinde merecido homenaje.
Fuentes
- Archivos de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC).
- Archivos de la Casa de Museo de San Juan y Martínez.