Linfedema
|
El linfedema es una enfermedad crónica del sistema linfático que afecta la transportación de líquidos a través de los vasos linfáticos provocando un edema. Afecta tanto la salud física como psicológica de los pacientes.
Sumario
Linfedema
Es una condición crónica debilitante con un impacto negativo sobre la salud física y psíquica. De difícil reconocimiento y difícil de manejar también. Es la acumulación de líquidos en el cuerpo. Puede hacer que un brazo o pierna se hinche y presente dolor. Es un trastorno de por vida.
El linfedema es un edema crónico, de más de tres meses de duración, debido a la acumulación de líquido intersticial causada por un mal drenaje linfático. Es consecuencia, fundamentalmente, del disbalance entre la producción de linfa y su remoción a través del sistema linfático. Esta producción de linfa aumentas es consecuencia de un incremento de la permeabilidad capilar, hipertensión venosa o disminución de la presión oncótica capilar.
El linfedema más frecuente es aquel que se origina cuando los vasos linfáticos no drenan bien su contenido rico en proteínas plasmáticas procedentes del espacio intersticial al que llegaron por los capilares sanguíneos. Como consecuencia de ello, se produce un edema que favorece la proliferación fibroblástica, la cual dificulta la circulación linfática, cerrando un círculo vicioso que puede conducir a la elefantiasis más monstruosa.
El linfedema puede afectar las actividades diarias, la capacidad de trabajar y disfrutar de las aficiones. Estos síntomas se pueden presentar de forma rápida o lenta si hay una infección o una lesión en el brazo o la pierna.
El linfedema se presenta a menudo en los pacientes de cáncer de mama a los que se le extirpó toda la mama o parte de ella, y se les extirpó los ganglios linfáticos de una axila. El linfedema en las piernas se suele presentar después de la cirugía por cáncer uterinocáncer de próstata, linfoma o melanoma. También se puede presentar con cáncer de vulva o cáncer de ovario.
Tipos de linfedema
Existen dos tipos de linfedema: el linfedema primario y el linfedema secundario.
Linfedema Primario:
Trastorno poco frecuente y natural del sistema linfático. Se debe a trastornos del sistema linfático desde el nacimiento pero que generalmente se manifiestan tardíamente en la vida adulta. Se trata de desordenes poco frecuentes, la mayoría asociados a síndromes de herencia autonómica, con prevalencia en el género femenino.
Linfedema primario o hereditario, no tiene causa evidente, no funcionando o faltando vasos linfáticos que conlleva un drenaje linfático deficiente. En algunos casos el linfedema hereditario se hereda como un rasgo genético dominante. Afecta fundamentalmente a miembros inferiores, es mas frecuente en mujeres y puede aparecer en cualquier etapa de la vida. Enfermedad rara o poco frecuente La Enfermedad de Linfedema Primario está catalogada dentro de las llamadas enfermedades raras o poco frecuentes y se diferencia del tipo más frecuente, linfedema secundario, porque ésta se contrae debido a una lesión en el sistema linfático.
Se estima que una de cada 6.000 personas nacen con linfedema primario y que se trata de una enfermedad que afecta dos veces más a mujeres que a hombres, y aparece en las piernas cuatro veces más que en los brazos. En un 70 por ciento de los casos afecta solamente a una pierna, empezando primero por el pié. No obstante, también puede afectar a ambas piernas, incluyendo muslos, torso, genitales, brazos y cara. Se distinguen tres formas clínicas: Linfedema congénito o enfermedad de MILROY, que se manifiesta desde el nacimiento. Linfedema precoz o enfermedad de MEIGE, que se da entre los 10 y los 35 años. Linfedema tardío, que aparece después de los 35 años.
Linfedema secundario:
Generalmente es desarrollado por personas que sufren de cáncer y surge como consecuencia del tratamiento quirúrgico aplicado. Se debe a obstrucción o infiltración de los linfáticos por tumores, infecciones, obesidad, sobrecarga y saturación del sistema venoso. El linfedema secundario puede empezar de 6 a 8 semanas después de una cirugía o después de un tratamiento de radioterapia para el cáncer.
También puede empezar muy lentamente después de que el tratamiento para el cáncer haya terminado. Es posible que los síntomas no se noten hasta 18 a 24 meses después del tratamiento, y algunas veces pueden tardar años en desarrollarse. Incluso una infección o lesión pequeña puede desencadenar linfedema. El linfedema secundario es producido por un daño u obstrucción de los vasos linfáticos debido a una causa externa. Sus principales causas son: Intervenciones quirúrgicas, por extirpación o sección de ganglios,frecuentemente en brazos después de un cáncer de mama. Después de cirugía en región pélvica, génico lógica, próstata etc. Puede aparecer un linfedema en miembros inferiores. Cirugía de melanoma puede aparecer el linfedema en brazo o pierna . Radioterapia, destruye el tumor pero también los ganglios y vasos linfáticos. Parálisis, la parálisis de un miembro entorpece el bombeo del sistema linfático. Insuficiencia Venosa crónica, implicando a menudo los vasos linfáticos Lipedema, no es un linfedema en si, pero puede evolucionar hacia un linfedema secundario. Parásitos, las larvas filariales, producidos por picaduras de insecto, que bloquean el drenaje linfático. Traumatismos (fracturas, heridas amplias etc.)
Causas del linfedema
Linfedema Primario:
Enfermedad de Milroy Síndrome de linfedema distinquiasis Enfermedad de Meige Otros síndromes con linfedema: Turner (45 XO), Noonan Proteus, Aagenaes, Hennekam, Síndrome hipotricosis-linfedema-telangiectasia, Klippel Trenaunay.
Linfedema Secundario:
Infeccioso: Filariasis, celulitis, linfangitis. Neoplásico Obesidad Inflamatorio: Artritis rematoidea, Psoriasis, Sarcoidosis, Rosacea, Acné Traumático: Radioterapia, Resección quirúrgica, cirugía de várices. Enfermedad venosa: Linfedema relativo por exceso de filtración de capilares venosos, inmovilidad. Falla cardiaca congestiva Hipertensión portal.
Diagnóstico
La radiografía con contraste (linfografía) es la técnica recomendada para observar los colectores y los ganglios linfáticos. Pero al ser una técnica invasiva está prácticamente en desuso.
La linfografía radioisotopica permite un análisis cuanti cualitativo de la función linfática y puede discriminar el linfedema del limpedema y de otros edemas. La ecografía evalúa linfáticos y venas, es útil para establecer diagnóstico diferencial de la trombosis venosa. También se emplean el TAC y la RNM para diagnosticar la causa de la obstrucción de los vasos linfáticos.
También se usa un sistema de grados para diagnosticar y describir el linfedema. Los grados 1, 2, 3 y 4 se basan en el tamaño del miembro afectado y en la gravedad de los signos y síntomas. Para describir el linfedema, se pueden usar estadios. Estadio I: el miembro (brazo o pierna) se hincha y se siente pesadez. La presión en el área hinchada deja una marca sobre la piel(hendidura). En este estadío, el linfedema puede desaparecer sin tratamiento.
Estadio II: el miembro está hinchado y se siente como una esponja. Se puede presentar una afección que se llama fibrosis tisular que hace que el miembro se sienta duro. La presión en el área hinchada no deja una marca en la piel.
Estadio III: es el estadio más avanzado. El miembro hinchado puede ser muy grande. El linfedema en estadio III se presenta con poca frecuencia en los pacientes de cáncer de mama. El estadio III también se llama elefantiasis linfostática.
Tratamiento
Al ser el linfedema una enfermedad crónica e irreversible el tratamiento es paliativo, pero diagnosticados en estadío temprano el 90% de los casos responden a tratamiento médico conservador con mejoría de la calidad de vida.
Los objetivos del tratamiento son la reducción del volumen, la recuperación funcional, la desaparición del dolor, la mejoría de las condiciones de la piel, la reducción de la fibrosis, la prevención y tratamiento oportuno de procesos infecciosos, la reintegración de los pacientes a la vida social y laboral.
Entre los tratamientos se encuentra el fisioterapéutico que a largo plazo mejora la condición de vida del paciente. Es necesario concienciar tanto a los pacientes como a sus familiares de que solo con el tiempo se obtendrán resultados positivos con este tipo de tratamiento. La fisioterapia descongestiva es esencial para reducir el volumen, este abarca el drenaje linfático manual, la compresión externa y los ejercicios recomendados por el especialista. Se recomienda además la mantención del peso corporal y mantener una adecuada higiene en la zona afectada para evitar infecciones y complicaciones posteriores.
El uso de diuréticos mejora levemente el linfedema ya que solo reducen la filtración capilar indirectamente a través de la disminución del flujo sanguíneo. Resultan muy útiles en el linfedema asociando al aumento de presión hidrostática.
El empleo de fármacos ha sido cuestionado en el mundo, sin embrago estudios recientes han demostrado que el empleo de benzopironas aumenta la actividad de bombeo de los grande linfático superficiales, reduce la permeabilidad capilar, y aumenta la actividad de los macrófagos reduciendo la cantidad de proteínas en el edema. La diosmina micrinizasa para ser la más efectiva en estos casos. El empleo de las benzopironas a largo plazo mejora los síntomas. Otros medicamentos como los retinoides, el albendazol, la somatostanina son también empleados para el tratamiento paliativo de la enfermedad. Además se realizan estudios con el empleo del Láser en mujeres operadas de cáncer de mama que sufren la enfermedad como consecuencia de esta intervención, observándose una reducción del volumen del brazo afectado.
El tratamiento quirúrgico es otra técnica paliativa que generalmente se deja reservada para pacientes con linfedema muy avanzado en miembros inferiores, genitales, o de párpado incipiente. Mantener el miembro afectado elevado por encima del nivel del corazón ayuda a mejorar la inflamación y mejora el drenaje del sistema linfático.
Cuidados y medidas preventivas
En caso del edema en los miembros superiores, use el brazo con linfedema para las actividades cotidianas, tales como peinarse el cabello, bañarse, vestirse y comer, pero tenga cuidado de no sobrecargar el brazo o la pierna. Descanse el brazo por encima del nivel del corazón 2 o 3 veces por día mientras esté acostado. Quédese acostado durante 45 minutos. Apoye el brazo sobre almohadas para mantenerlo elevado. Abra y cierre la mano de 15 a 25 veces mientras está acostado.
Cuídese muy bien la piel
Limpie la piel del brazo o de la pierna todos los días. Use loción para mantenerla humectada y revísela todos los días para ver si hay algún cambio. Protéjase la piel de lesiones, incluso pequeñas: Use sólo una máquina de afeitar eléctrica para rasurarse las axilas o las piernas. Use guantes para las tareas de jardinería y de cocina u otras tareas en el hogar. Use un dedal cuando esté cosiendo. Tenga cuidado con el sol. Use un protector solar con un FPS de 30 o superior. Utilice repelente de insectos. Evite cosas muy calientes o frías, tales como compresas de hielo o almohadillas térmicas. Aléjese de tinas calientes o saunas. Si tienen que sacarle sangre, practicarle terapia intravenosa (IV) o aplicarle inyecciones, procure que lo hagan en el otro brazo o en otra parte del cuerpo. No lleve puesta ropa muy ceñida ni se envuelva con nada que le quede apretado en los brazos o en las piernas que tengan linfedema.
Cuídese los pies:
Córtese las uñas de los pies en forma recta y, de ser necesario, acuda a un podólogo para prevenir uñas encarnadas e infecciones. Mantenga los pies cubiertos cuando esté al aire libre. No camine descalzo. Mantenga los pies limpios y secos. Use calcetines de algodón. No ejerza demasiada presión sobre el brazo o la pierna. No se cruce de piernas mientras esté sentado. Use joyas que no le ajusten y prendas de vestir que no tengan cinturones ni puños apretados. Use un sostén que no le quede apretado. Si lleva un maletín, hágalo con el brazo que no está afectado. No use vendajes de soporte elásticos ni medias con bandas apretadas. No se siente en la misma posición por más de 30 minutos.
Cuidado de las cortaduras y raspaduras:
Lave la herida suavemente con agua y jabón. Aplique una crema o ungüento antibiótico en el área. Cubra la herida con gasa o un vendaje seco, pero no la envuelva muy apretada. Llame de inmediato al médico si tiene una infección. Los signos de infección son salpullido, manchas rojas, hinchazón, calor, dolor o fiebre.
Cuidado de las quemaduras:
Use una compresa fría o agua fría sobre la quemadura durante 15 minutos, luego lave suavemente con agua y jabón. Coloque un vendaje limpio y seco sobre la quemadura. Llame de inmediato al médico si tiene una infección. Vivir con linfedema puede ser muy difícil. Pregúntele al médico por un fisioterapeuta especializado que le pueda indicar acerca de:
Formas de prevenir el linfedema.
Cómo la dieta y el ejercicio afectan el linfedema. Cómo usar el masaje para disminuir el linfedema. Use una manga de compresión durante el día, pero puede retirarla por la noche. Asegúrese siempre de conseguirla del tamaño correcto. Lleve puesta una manga de compresión cuando viaje por aire si usted vuela mucho en avión o para los vuelos largos. De ser posible, mantenga el brazo por encima del nivel del corazón durante los vuelos prolongados.
Cuándo llamar al médico
Llame al médico si tiene cualquiera de estos síntomas: Nuevos salpullidos o rupturas en la piel que no sanan Sensación de opresión en el brazo o la pierna Anillos o zapatos que se tornan más apretados Debilidad en el brazo o la pierna Dolor, pesadez o dolor sordo en el brazo o la pierna Hinchazón que dura más de 1 a 2 semanas Enrojecimiento, hinchazón u otros signos de infección Fiebre por encima de 100.5 ºF (38 ºC)
Conclusión
El linfedema es una condición crónica e irreversible, con morbilidad física y psíquica importante, de manejo difícil, con la cual el paciente y sus familiares tienen que aprender a convivir.
Referencias ==
Towers A. Lymphedema. In: Walsh D, Caraceni AT, Fainsinger R, et al, eds. Palliative Medicine. 1st ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2008: chap 87. Gamble GL. Lymphedema: Nonoperative treatment. In: Cronenwett JL and Johnston W., eds. Rutherford's Vascular Surgery. 7th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2010: chap 66. Davidson N. Breast cancer and benign breast disorders. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier;2011: chap 204.