Luz de Yara

Luz de Yara
Información sobre la plantilla
Luz Yara.jpeg
Una esfera luminosa, de tamaño variable, que puede aparecerse de noche a quienes transiten por los alrededores del poblado de Yara.
NombreLuz de Yara
Otros nombresLuz de Miedo
OrigenMito
LugarYara


Luz de Yara. Una esfera luminosa, de tamaño variable, que puede aparecerse de noche a quienes transiten por los alrededores del poblado de Yara, aunque el área donde cuentan que se ha aparecido la luz abarca los alrededores de las ciudades de Manzanillo, Bayamo y el poblado Bartolomé Masó; o sea, casi toda la provincia.

Surgimiento

  • Me contaba mi abuelo que esta luz es la ceniza de Hatuey que cuando lo quemaron, un viento enorme se llevó la ceniza de él y la dejó caer en la loma de Yara, y jamás ese viento ha dejado de acompañarla. Salen a pescar y la ceniza se convierte en luz, y el viento pasea la luz y a veces la convierte en dos, tres y hasta siete partes. Cuando la luz desaparece, se escucha un ruido enorme.
  • La narración se basa en la certeza de un hecho histórico que ocurrió en esa zona oriental, en el poblado de Yara, y que tuvo como antecedente inmediato la rebeldía de los indocubanos al ser ocupada la isla por los españoles, irrupción que, según la historiadora Hortensia Pichardo podría decirse que comenzó antes, cuando el almirante colón trató de desembarcar en el puerto que él llamó Puerto Santo Baracoa el día 27 de noviembre de 1492 y trataron de impedírselo los indígenas y de nuevo el día 3 de diciembre en forma más decidida y agresiva. Después fue más inevitable el comienzo de la conquista, primero de La Española Santo Domingo, donde sus habitantes sufrieron el primer impacto de la conquista.
  • Ante los acontecimientos de ese primer impacto de la conquista en La Española algunos de sus habitantes deciden salir fugitivos en busca de refugio y cruzan el peligroso estrecho que separa a esa isla de la de Cuba. Entre estos estaba el cacique, hombre prudente y bien esforzado, según lo calificara el Padre de Las Casas Por la llegada de Hatuey y los demás aborígenes a la isla de Cuba , supieron los aborígenes que los españoles no tardarían en ocupar su tierra.
  • Fue entonces que Hatuey se unió a los nativos y los convenció para ofrecer resistencia al desembarco inminente de los españoles. Como resultado de su lucha fue llevado a la hoguera, hecho que hirió en lo más profundo a la comunidad y fue motivo del mayor de los odios a los invasores que venían, no solo a ocupar tierra, sino a buscar riquezas, por lo cual terminaron avasallando a los indios casi hasta el exterminio.

Testimonios actuales

  • Se cuenta que algunas personas al ver la luz en movimiento, sin saber por qué, siguen tras ella, hasta que pasado un rato se percatan de que han perdido el camino y están extraviadas.
  • Es general el criterio de que la luz significa "el espíritu del indio Hatuey" que todavía deambula por las cercanías del lugar donde fue asesinado. Sin embargo, también está generalizada la interpretación de la luz como el espíritu de Yara, quien según cuentan fue la indígena compañera de Hatuey, que vaga por estos lugares sufriendo aún la pérdida de su compañero inolvidable.
  • Observamos que la anécdota de los indígenas tristes es común en la cuentística popular cubana. Ambas versiones parten de un mismo concepto: el espíritu de un muerto es una realidad tan tangible y cotidiana que cualquier persona puede topar con el mismo; lo cual consideramos como una marca del pensamiento aborigen en el pensar del criollo actual en esta región de Cuba.
  • En el testimonio del periodista Rafael Arias 47 años, Bartolomé Masó, provincia Granma aparecen algunos detalles sobre la leyenda que corroboran la riqueza vigente de la fabulación popular en ese lugar. Nos declaró: dicen los que la han visto que la luz tiene efectos de ebullición, y que dentro de su aro lumínico algunos han visto la cabeza de un indio. Aluden, por supuesto, al cacique Hatuey.
  • Fue en el área de Bartolomé Masó y sus barrios aledaños El Zarzal, La Joya, Los Pinalitos y otros, donde más escuchamos hablar sobre las apariciones de la luz de Yara. Nos cuenta Aristónico Suárez de 84 años de edad, quien vivía en ese lugar, que siendo él como de veintidós años pasaba de noche a caballo con un compañero por el barrio rural de Cayo Espino, cuando de pronto les salió la luz, y cuanto más la miraban más perdían el rumbo propio, yendo finalmente a parar lejos del lugar a donde se dirigían inicialmente. Recuerda que era una luz natural, como si fuera un candil, pero más grande, como si fuera una bola dando vueltas.
  • Ambos se persignaron sosteniendo en la mano un pequeño revolver que llevaban, y la luz desapareció. Un vecino que se hallaba presente por casualidad en la entrevista, añadió al relato que la leyenda viene de cuando los colonizadores quemaron al indio Hatuey en Yara. Cuentan que cuando el indio fue a ser ejecutado, salió la luz de la boca de él y a través de los años ha perdurado la luz de esa forma, haciéndose ver. Esta leyenda ha venido de generación en generación, aseguró.
  • Por su parte, Leonor Perdomo entonces con 55 años de edad, del barrio La Joya, declara que no ha tenido la dicha de verla, pero su hermana y el hijo de esta la vieron de noche estando en una tienda, cerca de su casa. La luz se desprende y corre por todo el arroyo del lugar, y después viene por la carretera. Su esposo también dice haberla visto en la madrugada cuando sale a cortar arroz: Es una luz chiquita que se va poniendo grande, azulosa, muy linda, que ilumina y va corriendo y corriendo… y te pierde si te quedas encantado mirándola". "Dicen unos que es de cuando quemaron al indio Hatuey en un árbol de tamarindo en Yara; que en ese momento la luz brotó…
  • En otro barrio llamado Los Pinalitos, Dulce María Bello 61 años de edad nos contó que el lugar donde ahora ella vive era antes un cementerio de aborígenes, según afirmaba un vecino que había fallecido allí a los cien años; por eso dicen que sale la luz de Yara… yo la he visto, y añade que se trata de una luz que a veces aparece con gran tamaño y otras veces pequeña, y que lo pierde a uno si se sigue su rumbo. A mi papá y a mí nos perdió en un pequeño tramo que nos acompañó una noche aquí en el vecindario, dicen que se debe a los indios que quemaron en Yara… esto también lo oí decir en las clases de Historia cuando yo estaba en la escuela…

Perdura la tradición

  • No pasamos por alto el curioso dato de que la leyenda fue al menos contada en las clases de Historia de algunas escuelas hace más de medio siglo, si consideramos la edad de la testimoniante. Desconocemos la veracidad histórica de la versión sobre los indios que quemaron en Yara; tal vez se trate de una derivación de la leyenda original sobre La quema del indio Hatuey. De cualquier forma, resulta verdaderamente interesante advertir cómo una tradición popular basada en un hecho, pudo haber generado una anécdota paralela que se transmite como la original de una generación a otra.
  • En nuestra opinión, el hecho hace evidente que en el seno de la población visitada existe un sustrato cultural formado por las creencias animistas y numerosas costumbres de raíz indígena que propician la fabulación sobre el tema de los antepasados aborígenes. Dicho tema es tomado no como un pasado mítico u oscuramente perdido en el tiempo, sino como algo recordable y cercano, de lo cual incluso quedan huellas materiales en este caso el cementerio de indios que se dice fue antes ese lugar.
  • Es impresionante comprobar cómo ha perdurado una tradición como la que nos ocupa, con casi quinientos años de antigüedad. Si de algo podemos estar seguros actualmente es de que fueron los indígenas, no los españoles quienes mantuvieron viva la narración del hecho histórico de donde nacería la leyenda después. Sabemos que el suceso histórico se conoce por la descripción que nos dejó Bartolomé de Las Casas en su Brevísima relación de la destrucción de las Indias escrito en 1542, pero la tradición oral de la luz de Yara a partir de la quema de Hatuey, no puede ser sino la forma popular en que los habitantes de la región continuaron dando vida a un relato iniciado por los aborígenes sobrevivientes y su descendencia hasta la actualidad. Sólo en un ambiente social donde exista una fuerte pervivencia indígena en la cultura espiritual, puede explicarse la permanencia oral de la tradición.

Apariciones en otros países

  • Esas luces misteriosas, por lo general expresiones de fuegos fatuos, según ha investigado la ciencia, son vistas en muchas partes del mundo, donde se reporta en la realidad de la vida diaria con varios nombres, de acuerdo con la región donde aparece.

Nombres en otros países

En España, se le conoce como luz de miedo, en las celbas de Filipina, Binangunam, los árabes las mencionaban como es-sari o ed-douli. En varios lugares de Latinoamérica las han nombrado de diversas formas: linterna del Diablo, La Lámpara, Candela de los muertos, actinios y waterduivel, o diablo del agua. En Brasil se le conoce como Boitatá y en el folclor argentino como El Farolito, La Luz Mala o la Umita.

Fuentes

  • Fernando Ortiz en la revista Archivos del Folklore Cubano, escrita por Ricardo V. Rousset, en su Historia de Cuba, en el tomo III, página 231.
  • Archivos del folclor cubano de Ricardo v.Rousset, en su Historia de cuba, tomo lll, página 231.
  • librinsula.bnjm.cu