María Graciela Amaya Barrientos
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María Graciela Amaya Barrientos. Conocida como María García. Maestra y dirigente salvadoreña de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Síntesis biográfica
Nació en San Salvador el 2 de enero de 1895. A los dos años quedó huérfana de madre. En marzo de 1915 llega a Tegucigalpa junto con su padre José Bernardino Amaya y su hermano mayor Felipe Armando Amaya. Su abuelo materno, general y abogado Felipe Barrientos, fue un luchador por la libertad y autonomía de Centroamérica. Su primo José Luis Barrientos fue dirigente estudiantil y otro, Fernando Barrientos, dirigente obrero en El Salvador. En 1916 contrajo matrimonio con José García Larrazábal.
Trayectoria
Se une al Sindicato de Oficios Varios “Redención” en 1920, formado por ebanistas, mecánicos, maestros, etc., del que es parte su hermano Felipe Armando, que muere en 1935 y el profesor salvadoreño Víctor Manuel Angulo, fundador luego del PCS en marzo de 1930 y miembro de su primer comité central.
Esta afiliación contribuye a la creación en 1921 de la combativa Federación Obrera Hondureña, primera central obrera de ese país. El 1 de mayo de 1922, en San Pedro Sula, forma parte del congreso de fundación del Partido Comunista de Honduras, PCH, junto con Juan Pablo Wainwright y Manuel Calix Herrera.
Toma parte en la fundación de la Sociedad de Cultura Femenina (SCF), el 24 de octubre de 1926, promoviendo jornadas antiimperialistas, así como “actividades orientadas a erradicar de Honduras la violencia caudillista”. A través de esta sociedad se erige la Universidad Popular Marco Aurelio Soto.
En el congreso de la FSH muestra un proyecto de “organización sindical de la mujer proletaria.” En 1931 el arzobispo de Tegucigalpa pide que se le expulse del país por ser “hija legítima del bolchevismo y comunista hasta la médula”.
Se destaca en las movilizaciones frente a Casa Presidencial del 29 de mayo y 4 de julio de 1944, que pedían la dimisión del tirano Tiburcio Carías y la libertad de los presos políticos. Como resultado de esto, es encarcelada y el 20 de julio deportada a El Salvador y se incorpora a las labores de la UNT, crea la Sociedad Antorcha Femenina e impulsa el Comité Femenino pro Candidatura del Dr. Arturo Romero.
Después del golpe de estado de noviembre de 1944, va hacia Guatemala. Su hijo, Tomás García Amaya participa en diciembre en la toma de Ahuachapán, es herido y fallece en los Llanos del Espino. El 1 de octubre de 1945, junto con Miguel Mármol, participa en la fundación de la Confederación General de Trabajadores Guatemaltecos (CGTG).
En Guatemala dirige la Escuela Claridad hasta su clausura el 25 de enero de 1946. Finalizando el mes, el presidente Arévalo llama a los exiliados salvadoreños y les pide “abandonar el país.”
En febrero de 1946 viaja a la ciudad de México, donde se establece y continúa su militancia política y social, que incluye la colaboración con el dirigente sindical Vicente Lombardo Toledano y la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL).
Durante 33 años laboró en la Secretaría de Educación pública. Se involucró en las luchas reivindicativas, organizó grupos culturales, fue militante de varios partidos de izquierda.
En 1975 pública su libro En las trincheras de la lucha por el socialismo.