Polo Científico del Oeste de La Habana

Polo Científico del Oeste de La Habana
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Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
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Creado en Cuba, con el objetivo de impulsar el desarrollo de la Biotecnología, la Industria Médico Farmacéutica y Tecnologías de Avanzada
Fundación:Febrero de 1991
País:Bandera de Cuba Cuba
Dirección:La Habana

Polo Científico del Oeste de La Habana. Es el primer polo científico creado en Cuba, con el objetivo de impulsar el desarrollo de la Biotecnología, la Industria Médico Farmacéutica y Tecnologías de Avanzada, para resolver problemas de salud, la alimentación y aportar divisas al país a través de productos competitivos.

Antecedentes

Desde la década de los 50' se presenta en el mundo una tendencia de favorecer la creación de Parques o Polos Científicos, con el propósito de gestionar el conocimiento en beneficio del desarrollo económico local. Los polos científicos son centros de investigaciones punteras que concentran científicos provenientes del ámbito universitario, del mundo empresarial y de organismos públicos, con el objetivo de transferir conocimientos y tecnologías a la sociedad e impulsar la innovación en el ámbito biomédico, tecnológico y de las tecnologías de la información y la comunicación.

Para la creación de los Polos se establecieron principios básicos, de manera que fueran capaces de satisfacer objetivos económicos y sociales de máxima prioridad que demanden un componente científico y tecnológico, la existencia de grupos, centros, instituciones capaces de generar e implementar los conocimientos científicos y tecnológicos necesarios a estos objetivos económicos y sociales, la existencia de una capacidad de transformación y asimilación de esos conocimientos para convertirlos en resultados de ciclos cerrados, es decir desde la idea hasta la comercialización (I+D+I).

Historia

A principios de la década de los 80', se aceleró en el país el desarrollo de la Biotecnología, lo que significó la definición de temáticas de trabajo, la formación de recursos humanos y la creación de infraestructura material y de información, que permitieron la incorporación de Cuba al desarrollo de productos de alto valor agregado.

El surgimiento de los Polos Científicos en Cuba en los inicios de la década de los años 90', constituyó una idea del Comandante en Jefe, Fidel Castro, hecho que marca en lo adelante numerosos avances en la economía nacional, con repercusión en diversas esferas del país, fundamentalmente el desarrollo de la Biotecnología cubana.

El primer polo científico fue creado en el Oeste de la capital, en febrero de 1991, con el objetivo de impulsar el desarrollo de la biotecnología y las tecnologías de avanzada para resolver problemas de la salud y la alimentación de la población, e incrementar las exportaciones cubanas con productos de alta tecnología.

Con posterioridad, se crearon los Polos temáticos Industrial y de Humanidades, radicados también en la capital del país. En el año 1992 se crean los dos primeros Polos Territoriales, uno en Villa Clara y el otro, en Santiago de Cuba.

Los resultados positivos obtenidos, estimularon la creación de los Polos Territoriales en el resto de las provincias del país. En la actualidad existen 12 Polos Científicos Productivos Territoriales en todo el país y tres temáticos: Polo del Oeste, Polo Industrial y el de Humanidades.

Entidades que lo conforman

El Polo está constituido por más de 30 entidades, entre centros de investigación y de servicios, empresas productoras, instituciones reguladoras y universidades, tanto de la provincia de La Habana, la capital, como de las provincias de Mayabeque y Artemisa. Participan en su actividad unos 15 000 trabajadores, entre ellos, alrededor de 2 000 investigadores y profesores, y unos 1 000 jóvenes egresados de la educación superior, que constituyen la reserva científica.

Programas

El Polo del Oeste de La Habana ha desarrollado importantes programas dentro de los cuales figura el desarrollo, producción y comercialización de vacunas. Este programa es la expresión actual de los esfuerzos realizados durante décadas por la ciencia cubana para desarrollar productos y tecnologías que ofrecieran una respuesta adecuada a las necesidades de salud del país.

Fue durante la década de los 90', cuando se realizó un verdadero esfuerzo programático en el campo de las vacunas, no solo con el objetivo de solucionar problemas de salud en Cuba, sino contribuir a la solución de problemas regionales y mundiales y, también, disponer de una “cartera de productos” para su comercialización.

Los principales productos de la Biotecnología cubana han estado representados en esta etapa por las vacunas. En primer lugar, la antimeningocóccica, y la vacuna anti-hepatitis B recombinante, la cual ha significado un importante aporte social, económico y estratégico, por cuanto Cuba es uno de los tres países del mundo con mayor potencial productivo para su fabricación y posee la capacidad de montar plantas productivas en otros países con todos las implicaciones de desarrollo ingenieril, regulatorio, legal y comercial que ello representa.

Otro resultado importante del Polo es el Sistema de Diagnóstico Ultra Micro Analítico (SUMA) y el equipamiento tecnológico correspondiente. Consta de 23 estuches de diagnóstico aplicables a 15 patologías. Más de 200 laboratorios de América Latina, Europa, Asia y África cuentan con equipos SUMA.

Impacto económico

Sus aportes financieros constituyen una vía de ingresos al país, que se revierten en el desarrollo continuo de importantes investigaciones, o en la adquisición de recursos y de equipamiento de última tecnología en el campo de la salud.

Fuentes