Reflejo (fisiología)
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Reflejo. Es una respuesta involuntaria, obligada y estereotipada a un estímulo iniciado por los receptores nerviosos externos o por los internos, transmitidos a la médula espinal a través de vías centrípetas muy bien definidas. En biología, el reflejo es la respuesta involuntaria a un estímulo. En fisiología, se habla del «acto reflejo» que, provocado por la excitación de una neurona sensitiva, se explica con una acción de movimiento de una neurona motora conectada a la primera, produciéndose un movimiento autónomo e independiente de la voluntad.
Consideraciones
Cada parte del cuerpo es de interés reflexológico en cuanto el cuerpo está proyectado sobre cada una de sus zonas periféricas de tal forma que su situación general puede ser integrada y escuchada por parte del propio cuerpo. Así pues, podemos comprender fácilmente cómo la estimulación de zonas periféricas bien determinadas puede crear, en el cerebro, respuestas particularmente interesantes.
Zonas reflejas
Todo el cuerpo activa reflejos nerviosos, pero existen zonas en las que estos reflejos están más presentes y son más activos. Estas zonas están localizadas en la cabeza, en las manos y en los pies como aparece evidente a partir de la proyección del mapa cerebral del cuerpo humano. En este mapa, la superficie ocupada precisamente por las extremidades, recubre zonas mucho más grandes que las que ocupan otros órganos. Esto explica por qué precisamente se han concentrado las investigaciones de las primeras personas que estudiaron y pusieron a punto la técnica del masaje reflexológico en las manos y los pies.
Según todo lo que codificó el doctor W. FitzGerald, se puede dividir el cuerpo en diez líneas verticales que parten de la cabeza y llegan hasta las extremidades, relacionando distintas partes de nuestro organismo, que se concibe dividido en diez zonas: cinco relativas al lado derecho y cinco relativas al lado izquierdo. Esta primera subdivisión facilita y hace que sean más inteligibles las posiciones que, en el pie, ocupan las zonas reflejadas por los órganos simples. Posteriormente, para facilitar la localización de los puntos, se han trazado sobre el pie tres líneas imaginarias que crean otra subdivisión en sentido horizontal. La primera línea, llamada de la cintura escapular, se sitúa en la base de los dedos. La segunda, llamada del margen costal inferior, está situada entre los huesos largos y los huesos cortos del pie. La tercera, llamada de la cintura pélvica, delimita la zona del calcáneo. La correspondencia con los órganos relativos se halla exactamente del lado en el que se encuentran colocados los propios órganos.
Más exactamente, se encuentra los órganos de la derecha en el pie derecho y los órganos de la izquierda en el pie izquierdo. Los órganos centrales o bilaterales se encuentran sobre los dos pies. De hecho, es necesario tener presente que sobre los pies y las manos se proyectan la configuración anatómica del cuerpo reproducida a escala reducida y subdividida en dos. Por esta razón, las manos y. los pies tendrán que recibir masajes de forma alternada, siguiendo la situación exacta de los órganos según su esquema anatómico. Comprender que las distintas partes del cuerpo tienen su correspondiente en otras zonas del organismo, es la gran verdad que se encuentra en la base de toda la argumentación sobre la reflexología, cuya historia ha atravesado los tiempos para llegar hasta hoy de forma más científica y racional.
