Reino Medio (Egipto)

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Reino Medio (Egipto)
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Concepto:Etapa floreciente de la cultura egipcia.

El Reino Medio, también llamado Imperio Medio (c. 2040 - 1780 a.n.e.) se inicia con la reunificación de Egipto bajo Mentuhotep II, a mediados de la dinastía XI, dando fin al denominado Primer Período Intermedio de Egipto.

La geografía egipcia

En el extremo sur, a lo largo de la frontera con Sudán, se encuentra el desierto de Nubia,una extensa región de dunas y planicies arenosas. La península del Sinaí consta de un desierto arenoso en el norte y de montañas escarpadas en el sur, con cumbres que se perfilan a más de 2.135 m por encima del mar Rojo. La elevación más alta del país es el monte Santa Catalina Jabal Katrinah o Yabal Katerina con 2.637 m, ubicado en la península del Sinaí; al igual que el monte Sinaí, donde, según el Antiguo Testamento, Moisés recibió las tablas con los Diez Mandamientos. El Nilo entra en Egipto desde Sudán y discurre hacia el norte a lo largo de 1.545 km hasta desembocar en el mar Mediterráneo.

Durante su recorrido, desde la frontera meridional hasta El Cairo, fluye a través de un valle estrecho bordeado por escarpes rocosos. El lago Nasser, un enorme embalse formado por la presa de Asuán, se extiende hacia el sur a través de la frontera con Sudán. Tiene una longitud de 480 km y una anchura máxima de 16 km.

La escultura en Egipto

Hace unos 60.000 años, el río Nilo comenzó las inundaciones anuales de los terrenos de su cuenca, dejando tras de sí un fértil suelo aluvial. Las áreas cercanas a la llanura de inundación permitieron garantizar los recursos alimentarios y el agua.

Con el tiempo, los cambios climáticos, que comprendían periodos de aridez, permitieron afianzar el asentamiento humano en el valle del Nilo. Desde el periodo calcolítico (edad del cobre, que comienza hacia el 4000 a.n.e.), hasta comienzos del Reino Antiguo, la población se extendió por una gran área. En el VII milenio a.n.e., Egipto contaba con unas condiciones medioambientales apropiadas para la ocupación humana. Se han encontrado evidencias de asentamientos desde ese tiempo en las áreas del sur o Alto Egipto; restos de ocupación similares se han descubierto en los emplazamientos nubios (actualmente Sudán).

Se han encontrado bastantes fragmentos de cerámica en las tumbas del Alto Egipto desde el IV milenio a.n.e. (en el Período Predinástico) que permiten establecer una secuencia de datación relativa.

El Egipto faraónico

El periodo predinástico, que finaliza con la unificación de Egipto en un único reino, se subdivide por lo general en tres fases, cada una de ellas se refiere a los yacimientos en los cuales se encontraron sus materiales arqueológicos: badariense, amratiense (Nagada I) y geerziense (Nagada II y III). Los yacimientos del norte (desde el 5500 a.n.e.) han proporcionado material para establecer una datación arqueológica de cierta continuidad pero no ofrece una cronología larga como las encontradas en el sur.

El Imperio Medio

Sin un gobierno centralizado, la burocracia no era efectiva, ya que se impuso la atomización del poder. El arte egipcio se hizo más local, y no se construyó ningún complejo funerario destacado. La religión también se democratizó cuando las clases inferiores reclamaron privilegios que previamente estaban reservados sólo a la realeza. Por ejemplo, podían usar fragmentos extraídos de los Textos de las Pirámides en las paredes de sus ataúdes o tumbas.

Aunque el Imperio Medio (2134-1570 a.n.e.) se data englobando la XI Dinastía, comienza propiamente con la reunificación del territorio por Mentuhotep II (reinó en 2061-2010 a.n.e.). Los primeros soberanos de la dinastía intentaron extender su control desde Tebas hacia el norte y el sur a la vez, iniciando un proceso de reunificación que Mentuhotep completó, después del 2047 a.n.e.

Mentuhotep gobernó durante más de 50 años, y a pesar de rebeliones esporádicas, mantuvo la estabilidad y el control en todo el reino. Reemplazó algunos nomarcas y limitó el poder de los nomos, que todavía era considerable. Tebas fue su capital, y su templo funerario en Dayr al-Bahari incorporó elementos tradicionales y religiosos; la tumba se separó del templo y no hubo pirámide.

La reunificación

El reinado del primer faraón de la XII Dinastía, Amenemes I,fue pacífico. Estableció una capital cerca de Menfis y, al igual que Mentuhotep, frenó las pretensiones tebanas y favoreció la unidad nacional. Sin embargo, al importante dios Tebano Amón se le otorgó más importancia que a otras divinidades. Amenemes exigió la lealtad de los nomarcas, reorganizó la burocracia y formó un cuerpo de escribas y administradores.

La literatura fue predominantemente propagandística y estaba diseñada para fortalecer la imagen del faraón como ‘buen pastor’ más que como un dios inaccesible. Durante los últimos diez años de su reinado, Amenemes reinó con su hijo como co-regente. La historia de Sinuhé, una obra literaria escrita en el Imperio Nuevo, da a entender que el rey fue asesinado.

Los sucesores de Amenemes continuaron su programa. Su hijo, Sesostris I (reinó entre 1962-1928 a.n.e.) erigió fortalezas por toda Nubia y estableció relaciones comerciales con el extranjero. Envió gobernadores a Palestina y Siria, y luchó contra los libios en el oeste. Sesostris II, (reinó en 1895-1878 a.n.e.), comenzó el saneamiento de la región de Fayum.Su sucesor, Sesostris III (reinó entre 1878-1843 a.n.e.), construyó un canal en la primera catarata del Nilo, formó un ejército permanente (que utilizó en su campaña contra los nubios) y edificó nuevas fortalezas en la frontera meridional.

Dividió administrativamente Egipto en tres unidades geográficas, cada una controlada por un oficial bajo la supervisión de un visir y no reconoció a ninguno de los nobles provinciales. Amenemes III continuó la política de sus predecesores y amplió la reforma sobre la propiedad de la tierra. Los reyes tebanos iniciaron un enérgico renacimiento de la cultura. La arquitectura, el arte y joyería del periodo revelan una extraordinaria delicadeza de diseño, y la época se considera la edad de oro de la literatura egipcia.

Segundo período intermedio

Los soberanos de la XIII Dinastía, aproximadamente unos 50 en 120 años, fueron más débiles que sus predecesores, aunque todavía mantuvieron el control de Nubia y la administración del gobierno central. Sin embargo, durante la última parte de su reinado, su poder fue puesto a prueba no sólo por la rival XIV Dinastía, que no obtuvo el control sobre el delta, sino también por los hicsos, que invadieron Egipto desde Asia occidental, instalándose en el norte de Egipto.

Como el gobierno central entró en un periodo de declive, su presencia hizo posible una entrada masiva de población desde la costa fenicia y Palestina, y el establecimiento de la dinastía hicsa, comenzando el segundo periodo intermedio, una época de confusión que duró unos 214 años. Los hicsos de la XV Dinastía reinaron desde su capital, situada en Avaris, en la parte este del delta, lo que les permitía mantener el control sobre las zonas media y alta del país. Contemporánea a la dinastía hicsa, existió una XVI Dinastía, que reinó en la zona central de Egipto.

Un tercer poder coetáneo a los otros dos ejerció la autoridad de forma más independiente sobre el sur, la XVII Dinastía tebana, que dominó el territorio entre Elefantina y Abidos. El soberano tebano Kames (reinó en 1576-1570 a.n.e.) luchó con éxito contra los hicsos, pero fue su hermano Amosis I quien los derrotó finalmente, reunificando de nuevo Egipto

Cronología

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Período precedente Período Período siguiente
Primer Período Intermedio Reino Medio
Dinastías: XI - XII
Segundo Período Intermedio

Fuentes

  • Gardiner, Alan. El Egipto de los Faraones, 1994. Ed. Laertes
  • Trigger, B.G.; Kemp, B.J.; O’Connor, D.; Lloyd, A.B. Historia del Egipto Antiguo Ed. Critica