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Reposo de las yemas

Reposo de las yemas
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Reposo de las yemas. Proceso que ocurre por efecto de las bajas temperaturas que inciden sobre la planta durante todo el invierno y nuevamente brotan sus yemas al inicio del verano.

Características

Antes de que las plantas caducifolias de las regiones templadas inicien el crecimiento vegetativo o reproductor, sus yemas atraviesan un período de reposo o letargo.

Regularmente las yemas de estas especies entran en estado de letargo al comenzar el invierno y abandonan de nuevo dicho estado en la primavera siguiente para dar nuevas hojas y flores.

Estas plantas se mantienen en normal crecimiento durante toda la primavera y el verano, pero al finalizar estas estaciones, sus hojas comienzan a amarillear y caen. Las plantas quedan totalmente desprovistas de hojas y así se mantienen durante todo el período invernal hasta que nuevamente brotan sus yemas al inicio del verano.

La interrupción del reposo de las yemas ocurre por efecto de las bajas temperaturas que inciden sobre la planta durante todo el invierno, y la prueba está en que plantas en estado gemular (letargo de yemas), que se mantienen en el ambiente cálido de un invernadero, permanecen con sus yemas en estado de letargo de forma indefinida.

Sin embargo, si estas plantas aletargadas son sometidas a bajas temperaturas durante un cierto período de tiempo y luego son devueltas a un ambiente cálido, se produce el brote de las yemas como consecuencias de haberse interrumpido el letargo. Los períodos de crecimiento y de letargo de las plantas están sujetos a las condiciones ambientales existentes, especialmente a las térmicas y fotoperiódicas.

Causas del reposo de las yemas

Las principales causas del reposo de las yemas son la fotoperiodicidad y la relación entre la giberalina y la abscisina II. La entrada en letargo de las yemas en muchas especies leñosas en un fenómeno fotoperiódico causado por los días cortos.

Con la proximidad progresiva del invierno se produce el acortamiento de la longitud del día (se reduce el número de horas luz), y es precisamente este el factor más importante para el letargo de las yemas. Se podría entender entonces que al someter las plantas latentes un régimen de días largos se interrumpirá el letargo de las yemas, sin necesidad de un tratamiento frío.

Esto no es posible en todas las especies, pues la percepción del estímulo fotoperiódico es solamente posible cuando están presentes las hojas (en la mayoría de las especies), y una planta en estado de letargo no tiene hojas. Ciertos tipos de plantas necesariamente tendrán que atravesar un período de bajas temperaturas para que sus yemas salieran del letargo.

Sin embargo, se ha comprobado que algunas especies leñosas, como la haya (Fagus sylvativa), pueden salir del letargo en condiciones de días largos, sin tener hojas ni tratamientos frío, lo que indica que las yemas de estas plantas son capaces de captar el estímulo fotoperíodico.

Métodos de interrupción de las yemas

La interrupción del letargo tiene para el hombre un interés teórico, práctico y económico, pues el uso de compuestos activos o cambios artificiales del medio pueden contribuir al esclarecimiento de los mecanismos que intervienen en el letargo.

Desde el punto de vista económico, la interrupción del letargo por medios artificiales permite al hombre la utilización de los tubérculos de papa recién cosechados para hacer una segunda plantación y, por ende, obtener dos cosechas, siempre que la duración de la temporada lo permita.

El acortamiento del período de letargo se ha logrado con la utilización de ciertas sustancias capaces de interrumpir este estado. Entre estas sustancias pueden señalarse la etilenclorhidrina, la tiourea y la giberalina.

La etilenclorhidrina ha resultado de gran efectividad para estimular la brotación de yemas de la papa en reposo y de algunos árboles frutales (aplicadas en forma de vapor), la aplicación de este compuesto a los tubérculos de papa en letargo aumenta la intensidad respiratoria, la actividad de la catalasa y de la peroxidasa, así como la concentración de sacarosa y glutation, y disminuye la concentración de hidrógeno.

La tiourea también puede interrumpir el reposo con cierta eficacia, aunque no en el mismo grado que la etilenclorhidrina, su inconveniente principal es que provoca el crecimiento de varios primordios foliares en cada yema, efecto este que no es normal y resulta perjudicial al ulterior desarrollo del plantón.

La giberalina tiene una marcada influencia en los brotes y semillas en letargo, pues permite el crecimiento de ambos, es incompuesto natural y se encuentra presente normalmente en los tubérculos de papa.

La concentración de giberalina endógena de los tubérculos de papa es mayor en el curso de formación de los brotes que en los tubérculos recién cosechados, lo que indica que la salida del letargo de las yemas tiene relación con el incremento del nivel de giberalina, y su estado de reposo está dado por un abaja concentración de esta hormona y un cierto nivel de inhibidor (abscisina).

Fuentes

-Amen, R, D..A model of seed Dormancy”, en Bot. Rev., 34:1 -31, 1968.

-Bastin, R.R. Tratado de fisología Vegetal, 1ra. Ed., Editorial Continental, S.A., Barceona, 1970.

-Bonner, J. y A.W.:Galston. Principios de la fisiología, 5ta. Ed. Editorial Aguilar, S.A., Madrid 1973.