Rudolf Christoph Eucken

Rudolf Christoph Eucken
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Nacimiento5 de enero de 1846
Aurich, Bandera del Reino de Hanóver Reino de Hanóver
Fallecimiento15 de septiembre de 1926
Jena, Bandera de Alemania Alemania
PremiosPremio NobelPremio Nobel de Literatura 1908

Rudolf Christoph Eucken (Aurich, 1846 - Jena, 1926). Filósofo alemán, Premio Nobel de Literatura en 1908. Perteneció a la corriente espiritualista alemana opuesta al positivismo.

Síntesis biográfica

Primeros años

Rudolf Eucken nació en Aurich, Reino de Hannover, el 5 de enero de 1846. Su padre murió cuando él era un niño y fue criado por su madre. Fue educado en Aurich, donde uno de sus maestros fue el filólogo clásico y filósofo Ludwig Wilhelm Maximiliano Reuter (1803-1881).

Estudios universitarios

Estudio en la Universidad de Göttingen donde analizo detalladamente la obra de Johann Gottlieb Fichte y Platón, a quienes consideran sus verdaderos maestros recibiendo de estos el carácter casi religioso de la Filosofía. También estudio en la Universidad de Berlín, en este último lugar fue alumno de Friedrich Adolf Trendelenburg, profesor del que fue seguidor por sus tendencias eticas y el tratamiento histórico de la filosofía.

Profesor

En 1871 fue nombrado profesor titular de Filosofía en la Universidad de Basilea, siendo compañeros suyos de caustro Burckhardt y Friedrich Nietzsche; pasó luego, en 1874, a Jena, donde persistía muy viva la influencia ejercida por el materialismo de Haeckel y resultaba, por tanto, una ardua empresa para el joven profesor la reducción de tal ascendiente.

Producción literaria

Los textos de Rudolf Eucken son muy numerosos. Inicialmente, el autor se ocupó de la historia de la Filosofía en una original Historia de la terminología filosófica (1879). Interesantes como introducción a su ideología son Las corrientes espirituales del presente (1878), La unidad de la vida del espíritu, la célebre Concepción de la vida en los grandes pensadores y La validez de la religión (1901); estos tres últimos textos manifiestan la orientación filosófica final de Eucken, hacia lo que él mismo denominó activismo. Su fecunda producción escrita y la elevada conciencia de la espiritualidad humana en ella expresada con acento casi profético le valieron en 1908 el premio Nobel de Literatura.

Fuente