Sauna
|
La Sauna es un baño de vapor o sudoración que se realiza en un recinto a muy alta temperatura. También es conocida como baño turco. La palabra puede ser utilizada tanto en femenino como en masculino. Dependiendo de la humedad relativa dentro del recinto la sauna puede ser húmeda o seca. La sauna húmeda, donde la temperatura no supera los 70 °C y la humedad relativa es muy alta.
La sauna seca, con temperaturas entre los 80º y 90 °C y una humedad mínima, nunca superior al 20%, se la conoce como "sauna finlandesa" o simplemente "sauna".
La sauna tiene efectos buenos sobre el organismo, al liberar, mediante sudoración, que suele ser abundante y rápida, toxinas y activar la circulación sanguínea. Siempre va acompañada con contrastes de temperatura, a la sesión de calor le sigue una de enfriamiento, que amplía los efectos de la sudoración. Se toma con fines higiénicos y terapéuticos.
Cuando se habla simplemente de "sauna" se hace referencia, normalmente, a la sauna seca.
Origen
El término “sauna” tiene su origen en la lengua finlandesa, aunque pronto este género de baño encontró acogida tanto en Alemania como en otros países. El ritual primitivo no se diferenciaba demasiado del practicado en la actualidad, ya que se realizaba en una habitación cerrada, sometida a un alto grado de temperatura (aproximadamente 90º), y con un grado de humedad relativa no superior al 20%. El aire además debía permanecer suficientemente seco para permitir evaporar continuamente el sudor abundante que se desprendía del cuerpo.
Descripción
Por lo general, cuando se realiza un baño de sauna se efectúa un primer calentamiento del cuerpo, al cual le sucede, en una segunda fase, un enfriamiento, deliberadamente provocado. Los pulmones se enfriarán más rápidamente en contacto con el aire libre (baño de aire), y la piel lo hará con un baño de agua fría. La sauna es, pues, un baño alternante: calentarse al aire seco de la cabina y enfriarse al aire libre o con agua fría.
La sauna es una práctica habitual para muchas personas que desean cuidar su salud y mantenerse en forma. Sus efectos positivos en el organismo (relajantes, hidratantes, etc.) la han convertido en un elemento imprescindible para la salud física y mental.
Beneficios
Mucho más allá del ocio y la belleza, la sauna mejora la circulación sanguínea, refuerza el sistema inmunológico, facilita la tonificación muscular o alivio de los trastornos del sueño.
Durante la sauna, el calor es un excelente anti-inflamatorio y, combinado con un aceite de acción terapéutica (mentol, eucalipto...) actuará con una función fludificante muy positiva para los bronquios y para el sistema respiratorio general.
Músculos tonificados: Las sesiones de sauna contribuyen a bajar la presencia de grasa, reducir la celulitis y aliviar el dolor y la fatiga articular. Pasar tiempo en ella también ayuda a perder peso al aumentar la intensidad y la frecuencia de las tasas metabólicas.
Circulación sanguínea mejorada: Las saunas calientes hacen que los vasos sanguíneos sean más flexibles, aumentando la circulación de la sangre y favoreciendo la desintoxicación y la oxigenación completas de los tejidos del cuerpo. De esta manera, también favorecen la distribución óptima de nutrientes, con efectos beneficiosos para el pelo, la piel o las uñas. También es una cura comprobada para varias dolencias respiratorias, incluyendo la congestión del pecho y la bronquitis, pues ayuda en el drenaje natural de los senos paranasales.
Salud óptima para tu corazón: Durante una sesión de sauna, los latidos cardíacos de la mayoría de las personas aumentan en más de un 50-75%, de forma parecida a un entrenamiento físico. En un informe publicado por el Colegio Americano de Cardiología, los investigadores revelaban que las saunas también ayudan en el tratamiento de las enfermedades coronarias.
Depuración a través de la sudoración: La sudoración es el mecanismo natural de la limpieza del cuerpo y las saunas ayudan a eliminar los productos de desecho mediante ella. Más del 30% de los desechos corporales totales son expulsados a través del sudor, por lo que la sudoración profusa de la sauna contribuye a a la desintoxicación del cuerpo. Además, el calor expande los vasos e incrementa el flujo sanguíneo.
Fortalecimiento del sistema inmunologico: La temperatura de la piel aumenta sube hasta más de 40 grados, mientras que la temperatura interna del cuerpo alcanza los 38. Esto desencadena un falso estado de fiebre, que estimula al sistema inmunitario a producir anticuerpos y glóbulos blancos que combaten enfermedades, haciéndote más resistente ante ellas.
Mejora de la calidad del sueño: Son muy recomendables para las personas que padecen insomnio. De hecho, se estima que una sesión de quince minutos equivale para mejorar la higiene del sueño a una hora de caminata o entrenamiento enérgico.
Evita infecciones: Las altas temperaturas experimentadas durante una sesión de sauna producen un aumento en la producción de energía celular interna, que a su vez garantiza una curación eficiente. Numerosos agentes patógenos que causan enfermedades, como virus y tumores, son destruidos por este calor, lo que evita las infecciones recurrentes.
Mejora la salud mental: Son fantásticas para reducir su estrés diario y experimentar mayores cuotas de relajación. Son recomendables para personas que padecen ansiedad o depresión.
Inconvenientes
También es importante recalcar que no es apta para todos los públicos, por ejemplo si se tiene la tensión baja. Ya que el calor produce una dilatación venosa y de arterias provocando una mayor reducción de tensión, tampoco lo es conveniente para embarazadas ni para las personas con problemas de circulatorios.
Recomendaciones
Antes de salir de la cabina, la persona debe sentarse en el banco dispuesto para ello, con el objetivo de que la circulación sanguínea se adapte de nuevo a la posición vertical del cuerpo (levantándose de forma súbita, desde una posición horizontal, se corre el riesgo de que la sangre se acumule y se produzca una especie de vértigo o síncope).
También se recomienda bajar del banco tranquilamente y tomar el camino más directo hacia el aire libre. Durante esta fase, el organismo efectivamente tiene una urgente necesidad de oxígeno, y lo recibirá rápidamente si las vías respiratorias se enfrían respirando en el exterior.
El iniciado repite una sola vez el ciclo de sauna y la alternancia calor/frío; los experimentados, dos veces. Más de tres ciclos de sauna no aportan beneficios complementarios para el organismo; lo más corriente es que resulte, por el contrario, un exceso inútil de fatiga. Un enfriamiento adecuado después de la última vez es muy importante y aconsejable para evitar sudar después de haberse vestido, lo cual podría producir un resfriado.
Fuentes
- trendencias.com Consultado el 15 de octubre de 2020.
- vitonica.com Consultado el 15 de octubre de 2020.
- ticbeat.com Consultado el 15 de octubre de 2020.