Sestercio
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Sestercio Antigua moneda romana cuyo valor era de dos ases y medio. De plata, fué emitida durante la república, al comienzo del siglo II antes de Cristo.
Etimología de la palabra Sestercio
Esta palabra proviene del latín Sestertĭus. Sustantivo masculino. Su significado se relaciona y hace referencia en numimástica a una antigua moneda romana acuñada o elaborada a base de plata que correspondía aproximadamente de dos ases y medio o también a un cuarto de denario aproximadamente y a la centésima parte de un áureo, fue introducido en el año 212 A.C. y fue reemplazado a la moneda de cobre.
Historia del Sestercio
El sestercio había sido primitivamente una moneda de plata que valía 1/4 de denario, es decir, 2´5 ases, por lo que se representaba dos libras y medio as en el siglo III a.C. Cuando el denario pasó a valer 16 ases, el sestercio continuo conservando su proporción de 1/4 de denario, pero su valor pasó a ser 4 ases, aunque apenas circulaba más que como moneda de cómputo. En el año 19 a.C, Augusto Cesar creó un nuevo sestercio de latón con un valor de 4 ases. Pasado un tiempo el sesterció se acuñaría en una doble serie de bronce 54,5 grs y latón 27,2 grs. El sestercio se mantuvo en circulación hasta finales del siglo III. Los anversos muestran la efigie del emperador o de algún familiar, y los reversos, diversos motivos que recuerdan acontecimientos particulares de éste. El dupondio o doble as, era primitivamente una pieza de bronce fundido, emitida por la República a finales del siglo IV y principios del III a.C. En época imperial, fue una moneda acuñada de latón 13,6 grs o bronce 27, 2 grs. Resultado final del proceso de reducción de peso que había partido del as libral, fue el as semiuncial, que se mantuvo en circulación hasta la época del emperador Publio Licinio Egnacio Galieno. Esta moneda de bronce equivalía a 1/4 de sestercio. Series dobles de estas tres monedas, en latón y bronce, convivieron durante la época imperial; el valor del bronce era el doble del que tenía el latón. Era el Senado quien promulgaba la acuñación de estos tipos de moneda la de oro y plata quedaba bajo la potestad del emperador. También los gobernadores de las provincias senatoriales tenían potestad para acuñar moneda de bronce con la efigie del emperador.