Sierra del Rosario
Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario | |
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de Cuba | |
• Fundación | 15 de febrero de 1985 |
Localidad Sierra del Rosario |
Sierra del Rosario se muestran algunas de las principales interrelaciones que han tenido lugar durante el proceso de rehabilitación de un Ecosistema sensiblemente degradado por múltiples presiones históricas, donde la adopción paulatina de medidas integrales basadas en la evaluación sistémica de los problemas ambientales, permitió la restauración y mejoramiento de los servicios de este ecosistema y con ello influir de forma positiva sobre los componentes del bienestar humano.
Sumario
Antecedentes históricos
Esta región fue ocupada en la prehistoria por grupos mesolíticos, siboneyes pre agroalfareras, aprovechando sus cavernas y abrigos rocosos. Los trabajos arqueológicos han hecho posible el hallazgo de varios sitios interesantes. En los siglos XVII y XVIII se produjo la entrada masiva de colonos franceses caficultores desde Santo Domingo y Louisiana (E.U) y de otras colonias Galas del Caribe. En la primera mitad del siglo XIX la Sierra del Rosario se convirtió en una de las zonas cafetaleras más florecientes del país, con una consecuente civilización agroindustrial que, entre otros aportes, marco la arquitectura colonial cubana con estilos franceses de verdadero gusto. Después del triunfo de la Revolución se originaron cambios económico y sociales en beneficio de sus pobladores, creándose la comunidad Las Terrazas, que cuenta hoy con su Plan de Manejo y Plan Operativo; tiene además una Junta Coordinadora donde están representados todos los actores que intervienen de alguna manera en la vida de esta región, en cuyo seno se tratan los asuntos de interés colectivo. En 1984 se declara la Sierra del Rosario como la primera Reserva de la Biosfera en Cuba establecida por la UNESCO, la misma se encuentra en la categoría de las Áreas Protegidas del país por su importancia medioambiental, las zonas núcleos se ubican en las alturas del Salón y las Peladas, estas se denominan RESERVA ECOLÓGICA Y NATURAL respectivamente, según las categorías de manejo de Áreas Protegidas en Cuba.
Breve caracterización geográfica
Extensión
Esta Reserva, primera en Cuba, condición que alcanzó el 15 de febrero de 1985, está ubicada en la parte más oriental de la Cordillera de Guaniguanico, en la Sierra del Rosario, con 250 km2 de extensión, perteneciente, según la actual división político administrativa a la provincia de La Habana y en una proporción mayor a la de Pinar del Río. En ella están representados en su mayor porción los municipios de Candelaria, Artemisa; y Bahía Honda y Mariel, en menor extensión. La entrada Este de la Reserva se localiza a 51 km de Ciudad de la Habana viajando por la Autopista Nacional, geográficamente está situada al Sur de la Bahía de Cabañas entre los 22 grados 45 minutos y los 23 grados 00 minutos de Latitud Norte y los 82 grados 50 minutos y 83 grados 10 minutos de Longitud Oeste.
Geografía
En la Geografía de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, existe la presencia de fósiles comprendidos entre los períodos Jurásico Superior y la parte media del Cretácico Inferior contenido en las rocas calizas, en estas podemos encontrar macrofósiles del grupo de los ammonites y microfósiles entre los que se desatacan los radiolarios, La fauna y flora está caracterizada en primer lugar por vertebrados como en el resto del país, la escasez de mamíferos y una mayor abundancia de aves, reptiles y anfibios e invertebrados, así como su flora posee varias formaciones vegetales y existencia de mogotes. Posee un clima tropical con las características propias de la reserva.
Clima
Dada su posición geográfica es de las áreas mas afectadas por huracanes, ciclones y frentes fríos. En la región los meses más calientes son julio y agosto con media de 27 grados Celsius y el más frío diciembre con media de 21,3 grados Celsius, la temperatura media anual es de 24,4 grados Celsius. El promedio anual de precipitaciones 2013,9 mm. El mes más lluvioso es Junio y el más seco Diciembre, la humedad relativa promedio es de 95%.
En los meses de sequía existe probable aporte de agua en forma de nubes bajas o niebla para la subsistencia de los organismos vivos durante esta etapa de menos lluvia. Los Vientos Alisios ejercen su influencia predominante E-NE. Además podemos agregar que el tipo bioclimático puede clasificarse en Euthermaxérico del tipo seis.
Geología
El área de la RBSR comprende parte de la zona facial llamada Depresión o Cuenca de San Diego de los Baños o de Los Palacios, cubierta por sedimentos jóvenes del Cenozoico, separada de la zona facial Sierra del Rosario por la falla profunda de Pinar del Río y que separa ambas estructuras. Por el Norte, la Sierra del Rosario está separada mediante la falla Consolación de la zona facial Bahía Honda, predominan secuencias vulcanógenas y vulcanógenas-sedimentarias del Mesozoico. Por lo que se ha podido conocer todas las formaciones geológicas Mesozoicas y parte de las del Paleógeno Inferior presentes en esta región y situadas al Norte de la falla Pinar tienen una posición alóctona. Las rocas autóctonas son las del intervalo Eoceno Medio o Cuaternario, depositadas de forma transgresiva, sobre las zonas falladas y plegadas más antiguas. Las formaciones presentes en Sierra del Rosario corresponden a facies miogeosinclinales, predominan los carbonatos y en menor cantidad los silicatos y los sedimentos clásicos terrígenos de grano fino. Por su edad, abarca desde el Mesozoico hasta la base del Cenozoico. Se pueden encontrar rocas del Jurásico Superior representadas por calizas en capas medias con intercalaciones de argilitas y pueden presentar manchas de petróleo, afloran en las elevaciones a menudo fuertemente plegadas y falladas en elevaciones calcáreas un carso bien desarrollado con presencia de diente de perro. Las rocas que datan del Cretácico inferior, son calizas de granos finos bien estratificados color gris con finas intercalaciones de areniscas y cuarcíferas y areniscas, argilitas y lentes de silicitas, también se pueden encontrar lavas de constitución básica, basaltos, rocas tobáceas, pedernales, pequeñas intercalaciones de argilitas y calizas. En la rocas del Cretácico Superior predominan las brechas de calizas de diversa composición y estructura, pueden aparecer calcarenitas de grano fino a medio, también se pueden encontrar areniscas de granos finos con argilitas y arcillas que se alternan con limonitas, margas y calizas. Se localizan rocas de secuencia caótica del tipo olistrostoma y melange, las primeras incluyen fragmentos muy variables de rocas sedimentarias vulcanógenas y silicitas, en bloques que pueden alcanzar decenas de metros. La secuencia de melange se asocia a grandes fallas de composición serpentinítico (ofiolítico), ambas aparecen en bandas alargadas. Se pueden encontrar rocas del Neógeno- Cuaternario que incluyen calizas y margas del Mioceno y depósitos aluviales mixtos del Plioceno Cuaternario.
Hidrografía
La región se caracteriza por presentar una red de drenaje superficial bastante densa determinada por las condiciones del relieve y la composición del sustrato geológico, favoreciendo los cursos fluviales de escurrimiento permanentes y estacionales.
Entre los cursos fluviales más importantes se encuentra los ríos San Juan y Bayate donde se ubican manantiales de aguas minero-medicinales sulfurosas, piscinas natural y uno de los saltos de agua más notables de Cuba con 22 metros de altura, todos ellos de gran atractivo turístico.
La Reserva esta compuesta por un partidor central, formado por las elevaciones del Mulo, Las Peladas, entre otras, quienes dividen las aguas hacia la vertiente Norte y la Sur; formada la primera por las cuencas de los ríos San Claudio; San Francisco y Santiago; y la segunda por las cuencas de los ríos Bayate, San Juan y La Pastora afluente del río Pedernales, en el extremo suroriental. Estas cuencas se ramifican en toda la Reserva, destacándose entre sus principales características la presencia de pequeños saltos o cascada de agua en aquellos sitios donde existen fallas o fracturas de la estructura geológica, destacándose por su belleza, el Salto de Soroa de unos 22 metros de altura; los Baños del San Juan, La Joven Niagara; entre otros que se distribuyen en toda el área. Otra de las características, es la baja contaminación de las aguas fluviales, debido a la casi inexistencia de fuentes contaminantes, esto proporciona la existencia de hermosas piscinas naturales de limpias y transparentes aguas. Como una asociación a los saltos de agua, -relacionados con las fallas-, aparecen algunos manantiales de aguas sulfurosas, destacándose los situados en Soroa; San Juan y Bayate. La ampliar ramificación de la red fluvial, propicia una rápida evacuación de las aguas, los ríos tienen un régimen permanente, con un aporte importante de las aguas subterráneas dadas las características del substrato geológico. En periodos extensos de sequía los ríos disminuyen su caudal drásticamente. Influyen en ello las características de las cuencas hídricas, lo que motiva un rápido drenaje de las aguas. En el área se pueden encontrar varios lagos artificiales entre las que se destacan Lago el Palmar, Lago San Juan y San Francisco.
Geomorfología
La llanuras en la zona corresponden al Neógeno- Cuaternario, coinciden con la estructura geológica de cobertura sedimentaria son las estructuras mas jóvenes del relieve se encuentran comprendidas en la posición N-E-S. La menor altura en la zona se encuentra al NE con un valor de 19 m.s.n.m. Las alturas colindan con las llanuras estas no sobrepasan los 300 m.s.n.m y son denominadas alturas de pre-montaña por ser la antesala de la montaña, estas también se pueden encontrar en el centro de la Reserva. Las montañas corresponden a edades entre Jurásico y Cretácico coincidiendo con la estructura de basamento, y a su vez con las formas de relieve más antiguas, su altitud está por encima de los 300 m.s.n.m. Esta forma de relieve se encuentran bien localizadas al centro de la Reserva, destacándosela Sierra Borrego con 408m, Las Peladas con 420m, El Taburete con 432m, El Mulo con 482m, La Caoba con 534m y la mayor elevación se encuentra en El Salón con 565m. Prevalecen en el área las pendientes medianamente inclinadas entre 20 y 30 grados; próximo a las cimas las pendientes llegan a ser fuertemente inclinadas con hasta 45 grados; por su parte en los valles las pendientes son ligeramente inclinadas, fundamentalmente entre 0 y 10 grados; predominando en general los procesos denudativo - erosivo gravitacionales. Las cimas aparecen con una forma plana en casi todo el área, en ocasiones llegan a tener una ligera inclinación entre los 5 y 10 grados. Los valles y cañadas en general son abiertos en forma de V, en algunos casos existen cauces encajados y cerrados; en ambos tipos de valles prevalecen los procesos de erosión y acumulación. Hacia el centro de la Reserva se extiende de Este a Oeste una depresión conocida como el valle central, compuesto por formas onduladas, con ligeras inclinaciones que van desde 0 hasta 20 grados.
Suelos
En el área de la Reserva se puede encontrar gran variedad de suelos asociados a la compleja geología y el melange de rocas; de acuerdo con la clasificación nacional aplicable a los tipos de suelos se han reportado cuatro, de los once agrupamientos. Los suelos Ferralíticos evolucionan a partir de rocas calcáreas duras y esquistos en menor grado pueden formarse de rocas ígneas son suelos de PH ligeramente ácido y ácido con contenido de materia orgánica de 2 a 5 % son suelos zonales se pueden encontrar los suelos del tipo Ferralítico Amarillento Lixiviado y Ferralítico Cuarcítico Amarillo-Rojizo Lixiviado los mismos se pueden encontrar en pequeños parches al S y SE de la reserva zonas llanas o de poca pendiente. Los suelos fersialíticos estos evolucionan a partir de los eluvios de arenisca sílicas, calizas duras, serpentinitas y de materiales redepositados, PH entre 7 y 7.5, dentro de la reserva podemos ver los suelos del tipo Rojo-Parduzco Ferromagnesial, Fersialítico Pardo-Rojizo, Fersialítico Pardo-Amarillento y Fersialítico Rojo-Amarillento Lixiviado ocupan gran parte del territorio concentrados a gran escala al centro de la reserva ocupando las áreas de montaña y en pequeños parches muy dispersos al noroeste este sur del área que ocupa la reserva. Los Pardos son originados por una evolución sialítica de una edad relativamente joven, la diferenciación entre los tipos solo se pude ver a partir de los procesos de sialitización, el PH oscila de ácido a ligeramente alcalino, se pueden encontrar los pardos con carbonatos y los pardos sin carbonatos, se localizan al S y en mayor extensión en una alargada franja que va del NE y E de la reserva. Los húmicos predomina el proceso de humificación, acumulación de humus favorecidos por altos contenidos de calcio activo y de arcillas, confieren generalmente colores oscuros son suelos saturados de calcio en un 90% se puede encontrar en el sureste de la reserva.
Flora
Entre las formaciones vegetales se destacan los bosques siempreverdes, semideciduos, pinares, cuabales, complejo de mogotes y vegetación secundaria, siendo la más extendida es el Bosque tropical siempre verde, con árboles de hasta 40 m de altura y coincidencias afines con las Selvas neotropicales.
La flora posee un total de 889 organismos vegetales, agrupados en 608 plantas superiores y 281 plantas inferiores con un 11 endemismo, aunque hay áreas que alcanzan hasta un 34. Existe un género endémico y monotípico pinareño: Phyllomelia (Rubiacea), solo documentado mundialmente para Cajálbana y Sierra del Rosario.
La diversidad de formaciones vegetales y la riqueza florística del territorio, favorece la abundancia y variedad de la fauna: las aves con 117 especies de 30 familias de estas 12 endémicas, los reptiles con 33 especies y un 81,8 de endemismo, 16 especies de anfibios con un 81,7 de endemismo.
Fauna
En la reserva la fauna de vertebrados está caracterizada, como en el resto del país, por la escasez de mamíferos y una mayor abundancia de aves, reptiles, anfibios e invertebrados. La cobertura vegetal permite el desarrollo y conservación de una fauna variada sin necesidad de migrar, hay escasez de mamíferos y una mayor abundancia de aves, reptiles y anfibios e invertebrados. La fauna en el área presenta buen estado de conservación, los grupos más estudiados son: aves, reptiles, anfibios y mamíferos. Vertebrados:
Aves: Se reportan 117 especies de aves, en 17 órdenes y 30 familias de ellas 12 endémicas. Se observan muchas especies de aves migratorias, una de las aves que predomina es la chillona (Teretritis Fernandinaes), se encuentra también en abundancia el Tocororo (Priotelus temnuris).
Reptiles: En investigaciones recién concluidas se obtuvo como resultados que existen 33 especies de reptiles, de los cuales 27 son endémicos con un 81,8 % de endemismo, agrupadas en 2 ordenes, un suborden, todos ellos pertenecientes a 10 familias. Los saurios están bien representados por los generos Anolis y Chamaleolis y entre los ofidios se encuentra el Majá de Santa María (Epicrates Angulifer).
Anfibios: En general existen 16 especies con 81,7 % de endemismo agrupados en un orden y 4 familias. Entre los anfibios los de esta región se encuentra una de las ramas más pequeñas del mundo: (Eleutherodactylus Limbatus).
Mamíferos: Los mamíferos están representados por la familia Capromydae: Jutia Conga (Capronys Pilirides) y la Jutia Carabalí (Capronys Prehensiles), tambien se han introducido ratas (Rattus Rattus) y (Rattus Novergicus) y el Hurón o Mangosta (Herpester aureopuntactus), se reportan 11 especies de murciélagos en la reserva, y dos representantes del género Capromys entre otros.
Invertebrados: Los moluscos, los diplópodos y las hormigas han merecido especial atención. Jaume (1972), reportó 90 especies de moluscos pertenecientes a 26 Familias en diferentes localidades de dos ecosistemas forestales Con respecto a Oligochaeta, se reportaron tres especies de Megadrili, una especie no identificada de la familia Ocnerodrilidae, mostró una distribución horizontal menor aunque es la única posiblemente autóctona.
Población
La mayor parte de la población de la Reserva se concentra en las comunidades las Terrazas y Soroa, basado en el desarrollo del ecoturismo.
El área que ocupa hoy esta Reserva ha sido a través de los siglos un espacio geográfico donde han confluido diferentes formas de uso y tenencia del suelo: la actividad cafetalera; la industria azucarera en su periferia; la extracción de madera y de otras especies con fines comerciales y lucrativos; la cría de ganado vacuno y porcino; la tumba y quema con carácter migratorio, y los hornos de carbón, las cuales han contribuido notablemente a la degradación de los suelos con la aparición de cárcavas, deslizamientos y pérdida de nutrientes en un 15% del área; la afectación de la cobertura forestal, quedando sólo un 17% de territorio en 1959 y la pérdida de la diversidad biológica, caracterizada por una contracción del 40% de especies de aves y poblaciones muy bajas. (IES, 1998).
Evaluación de las interrelaciones
Una evaluación integrada de la situación ambiental y sus causas múltiples, conllevó al establecimiento de una política de ordenamiento territorial, dirigida a mejorar la cobertura vegetal, los suelos y la infraestructura socio económica del territorio y a potenciar el desarrollo endógeno.
La expresión más significativa resultó el Plan de Desarrollo Socio-Económico Sierra del Rosario puesto en marcha en 1968 y que contempló: la reforestación de 5 000 ha con especies autóctonas, la creación de un sistema de terrazas de plataforma constante para el control de la erosión de los suelos y facilitando la utilización de medios mecanizados; la construcción de viales para proporcionar el acceso; y la creación de una comunidad partir de concentrar los pobladores aislados del área y poder garantizar los servicios básicos (educacionales, culturales, salud, deporte, recreación) y puestos de trabajos en las acciones de rehabilitación. (Ramírez y Paredes, 2004).
Con el objetivo de monitorear las acciones emprendidas y fundamentar las futuras, se estableció un sistema de investigación de los componentes naturales y socio económico, con la participación de diversas instituciones científicas y productivas.
Entre las principales acciones cabe destacar, los estudios sobre estructura, funcionamiento, composición, regeneración de los bosques siempreverde; la creación de la Estación Ecológica de la Reserva en 1985 que, junto a otras instituciones del país, garantiza los trabajos científicos, y asiente a la introducción y generalización de las buenas prácticas y coordina las actividades de educación ambiental. (IES, 1998).
Como consecuencia de este grupo de acciones se logró reunir los ciento veinte núcleos familiares que se encontraban dispersos por la región, construir más de veinte kilómetros de carreteras asfaltadas; ciento setenta kilómetros de caminos principales y secundarios; mil trescientos sesenta kilómetros de terrazas y plantar más seis millones de árboles de maderas preciosas. Este progreso indiscutible de la situación ambiental se refleja también, en una disminución en un 10% la degradación de los suelos, en un 50% la afectación de la cobertura forestal y en un 40% la pérdida de la biodiversidad. (Ramírez y Paredes, 2004)
Gracias al mejoramiento de la calidad ambiental y belleza paisajística, al incremento del patrimonio forestal y a la existencia de una adecuada infraestructura vial y comunitaria, en 1991 se inicia un Proyecto Turístico basado en una relación armónica turismo – comunidad - medio ambiente, que junto al fortalecimiento del Programa de aprovechamiento forestal sostenible, marcan el comienzo de una nueva etapa en el desarrollo económico social de la Reserva.
Estas dos actividades económicas fundamentales del territorio, las cuales están interrelacionadas, han repercutido significativamente en el bienestar humano mediante el incremento de puestos de trabajo, de ingresos en la economía individual, local y nacional, en el enriquecimiento de los valores culturales y espirituales de sus pobladores. Solamente en el Complejo Las Terrazas se ha logrado obtener 1.8 millones de CUC en el 2006, que representa un incremento de un 6% con relación al 2004. (Ramírez y Paredes, 2004).
A finales del 2006 se pudo apreciar el siguiente comportamiento de un conjunto de indicadores socio-económicos para la comunidad Las Terrazas, centro poblacional fundamental dentro del área de la Reserva, con una población total de 976 habitantes y 230 viviendas.
La actividad turística, con el arribo de más de sesenta mil visitantes anualmente, ha generado la contaminación de algunos sectores por el incremento de los desechos, la generación de ruidos y la presencia humana. Igualmente ha traído afectaciones en la cobertura forestal con la expansión hacia nuevas áreas, la degradación de los suelos en zonas de recreación, y perturbaciones a la biodiversidad por la extracción de especies de valor comercial. Estos cambios de estado se han visto reforzados con el incremento tanto en número, como en fuerza de los huracanes por la región occidental del país.
Medidas adoptadas y planes de acción
Para atenuar el efecto de las presiones señaladas y mitigar los impactos sobre los ecosistemas, así como continuar perfeccionando la gestión integrada del territorio, se ejecutan medidas sucesivas expresadas en programas, proyectos, planes y acciones específicas, que cuentan con todo el respaldo institucional, técnico y jurídico.
Los planes quinquenales de manejo (implementados al 100% del área), los planes anuales operativos del área protegida y el funcionamiento estable de un cuerpo de seguridad de guardabosques, constituyen instrumentos indispensables para la gestión eficiente de la reserva.
El trabajo de la Junta Coordinadora de la Reserva, integrada por organismos e instituciones claves para el desarrollo del área, permite organizar y regular las acciones productivas, económicas, sociales y científicas que allí se ejecutan, y trazar estrategias para asegurar el desarrollo sostenible.
El manejo de los desechos sólidos generados por la comunidad y la actividad turísticas, mediante la recogida sistemática hasta el colector comunal, que para el complejo “Las Terrazas” el 80% se colectan para su reciclaje.
El establecimiento de un sistema de abasto de agua procedente de pozo profundo y tratamiento por cloración controlada. El 100% de los establecimientos poseen tratamiento de los residuales líquidos.Desarrollo de proyectos de investigación, de innovación y desarrollo local en temas relacionados con: la conservación in situ de la agrodiversidad, el rescate y conservación de los recursos fitogenéticos para contribuir a la seguridad alimentaria, el desarrollo endógeno y sostenible de las comunidades.
El Programa de Educación Ambiental de la Reserva, involucrando a las escuelas y comunidades, con la capacitación de profesores, estudiantes, líderes comunitarios y tomadores de decisiones, intercambios de experiencias a nivel científico y comunitario y la divulgación por la prensa local y nacional.
Los resultados alcanzados en la conservación y manejo de los recursos de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, la hicieron merecedora del Premio Nacional de Medio Ambiente el 5 de junio de 2001.
La evaluación y adopción oportuna de medidas integrales y sistémicas en el territorio con la aplicación de conocimientos y tecnologías, permite la transformación de un entorno degradado en un ecosistema restaurado con un valor agregado expresado en el aprovechamiento forestal sostenible, el desarrollo del ecoturismo y la mejora del bienestar humano.
La Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario en un ejemplo positivo de manejo integral sostenible donde convergen armónicamente las actividades de conservación, mejoramiento y uso racional de los valores ambientales. (Estación Ecológica, 2006).
Referencias bibliográficas
- Instituto de Ecología y Sistemática. (1988). Ecología de los Bosques Siempre verdes de la Sierra del Rosario, Cuba. Montevideo, Uruguay: Oficina Regional de Ciencia y Tecnología y Sistemática de la UNESCO.
- Ramírez, J. F., & Paredes, F. (2004). Francia en Cuba. Los cafetales Franceses de la Sierra del Rosario. La Habana: Editorial Unión.
- Estación Ecológica, 2006: Plan de Manejo. Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario. Pinar del Río. 40 pp. (Inédito)
Fuente
- Garea, B. (2009). Evaluación de interrelaciones. Importancia para la toma de decisiones. In A. Fernández , R. Pérez (Eds.). Evaluación del medio ambiente cubano. GEO Cuba 2007 (pp. 179-209). La Habana: CITMA, PNUMA, AMA.