Vaslav Nijinsky
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Vaslav Fomich Nijinsky. Bailarín y coreógrafo de ballet ruso, considerado una de las figuras más revolucionarias en el mundo de la danza y quizá, el mejor bailarín del siglo XX. Fue uno de los más dotados bailarines en la historia que se hizo célebre por su virtuosismo y por la profundidad e intensidad de sus caracterizaciones.
Sumario
Síntesis biográfica
Nació el 12 de marzo de 1890 en Kiev, Rusia. Su padre, Tomás Laurentiyevich Nijinsky, pertenecía a la cuarta generación de una familia de bailarines polacos y había conocido cierta fama en su juventud gracias a su virtuosismo y a sus enormes saltos; su madre, Eleanora Bereda, era hija de un acaudalado terrateniente que se suicidó de un tiro al perder su fortuna en el juego. Ambos eran propietarios de una compañía de danza con la que habían recorrido toda Rusia en sus giras.
Infancia y juventud
Su niñez transcurrió en su mayor parte en el Cáucaso, bailando junto a sus hermanos Stanislav y Bronislava en la compañía familiar. Su madre inscribió a los tres hermanos en la Escuela Imperial de San Petersburgo con el fin de que pudieran salir de la miseria a la que la situación familiar les había abocado. Allí estudiaron bajo la dirección de Nicolai Legat.
Con sólo nueve años Vaslav ya estaba considerado un niño superdotado para la danza. Sus progresos fueron asombrosos, al extremo de que cuando tenía dieciséis años, sus maestros le instaron a graduarse en ese momento, ofrecimiento que él declinó al preferir completar el período normal de aprendizaje.
Trayectoria profesional
El 14 de julio de 1907 debutó en el Teatro Mariinsky, con el ballet La Source, junto a la bailarina rusa Julia Sedova. En mayo de 1908 bailó un pas de deux con la célebre Liudmila Scholar, lo que indujo a la bailarina Kchessinskaia, favorita del zar, a elegirlo como pareja especial. Su carrera en el Teatro Imperial fue meteórica, con interpretaciones memorables en los ballets Eunice (1907), Le Pavillon d'Armide (1907) y Noches Egipcias (1908), todos con coreografías de Mikhail Fokine.
En 1909 fue contratado en calidad de bailarín principal y coreógrafo para la presentación de la nueva compañía, bajo la dirección de su productor Serguéi Diáguilev. Fue el primero en representar los papeles principales en El espectro de la rosa, en 1911, Petrushka, Schéhérezade y Las sílfides. Hizo la coreografía de La siesta de un fauno (1912), una de las pocas coreografías creada por él, con música de Debussy.
En 1911 llegaron Narciso, El lago de los cisnes y el estreno mundial del ballet Petrouchka, con música de Stravinsky. Nijinsky, junto a Tamara Karsavina y Anna Pavlova, protagonizó la mayor parte de estos montajes.
Comenzada ya su carrera como coreógrafo, en (1913) preparó La consagración de la Primavera, en la que estuvo asistido por Marie Rambert y que supuso una revolución en la utilización del complejo mundo sonoro y rítmico de Igor Stravinsky, suscitó comentarios y protestas en contra de la supuesta obscenidad del primero y la áspera temática del segundo, en el que una doncella debe sacrificarse bailando hasta morir de extenuación.
Para el Ballet ruso de Serguéi Diáguilev creó también Jeux (1913) y Till Eulenspiegel (1917), otra original y de atrevida composición, con música de Richard Strauss, que fue estrenada en el Manhattan Opera House de Nueva York el 23 de octubre de 1916. Los problemas que surgieron entre ellos, fruto de la estrecha relación personal y sexual que mantenían y que había derivado en continuos enfrentamientos, provocó el rompimiento con Diáguilev.
Volvió a Londres y montó una pequeña compañía con la que bailó en el Palace Theater. Aunque trabajó sin descanso dando clases de danza en su propia escuela, no hizo fortuna.
Poco después se dirigió a Austria, donde les sorprendió la Primera Guerra Mundial. Por su condición de ruso, fue recluido en Budapest y luego en Viena hasta que, finalmente, se le canjeó por el notable crítico de arte Julius Meier-Graefe, que había sido internado en Rusia.
En 1916 se incorporó de nuevo a la compañía de Diághilev, que se disponía a emprender una gira por Estados Unidos y Sudamérica.
Nijinsky creó movimientos revolucionarios en sus espectáculos, alejándose de los movimientos fluidos tradicionales del ballet entonces dominante.
Últimos años de su vida
En enero de 1919 fue su última actuación la realizó en un hotel de St. Moritz, ante antiguos compañeros y admiradores, el éxito de sus actuaciones fue de nuevo impresionante, el régimen de confinamiento sufrido durante la guerra había agudizado los trastornos mentales de Nijinsky, a los que presentó una danza trágica que mostraba los horrores y sufrimientos de la guerra. Abandonó su carrera en 1918, al ser atrapado por la esquizofrenia, de la que nunca se llegó a recuperar completamente. Pasó el resto de su vida en hospitales psiquiátricos y asilos.
Muerte
Muere el 8 de abril de 1950 y fue enterrado en Londres hasta que en 1953 su cuerpo fue trasladado al Cementerio de Montmartre, París, Francia al lado de las tumbas de Gaetano Vestris, Théophile Gautier y Emma Livry.