Religiosidad
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La Religiosidad: es el grado y modo con que las creencias y prácticas religiosas se presentan en la conciencia y conducta del creyente o grupo de creyentes. En este concepto se advierte un aspecto cuantitativo, la intensidad religiosa de la cual depende el nivel de regulación de la conciencia religiosa sobre la conducta del creyente según una posible gradación, y otro cualitativo, el tipo de religiosidad a partir del grado de elaboración del contenido de las ideas y prácticas religiosas.
Sumario
Origen y definiciones
En el diccionario Aristos de la RAE- Real Academia Española expresa que religión:
A partir del origen etimológico de esta palabra' es común establecer al menos, dos posibles explicaciones de Religioso:
- 1- de la palabra relegere, según Cicerón, famoso orador, político y filósofo romano del 106-43 a.n.e," (religio en latín) en la que hace referencia a los que se hacen diligentes (prestos) con el pensamiento, a los que repasan el culto a los dioses llamados religiosi legendo;
- 2- de la palabra religare, según Lactancia un apologista del s. IV, al considerar que nos hallamos unidos y vinculados (religati) a Dios por el vínculo de la piedad.
Puede observarse que si la tradición ciceroniana destacó el aspecto cultural de la religión, dado que refiere al hombre religioso como aquel que repasa atentamente sus deberes y realiza un conjunto de ritos que lleva a cabo para relacionarse con la divinidad; la versión de Lactancio, supuso una relación directa de orden moral, que une al hombre con Dios, lo que para algunos se ha interpretado como el descubrimiento de una dimensión trascendental del ser humano avalada por su íntima relación con un ente supranatural. Asumiremos una definición que permite incluir en su seno la amplia e infinita variabilidad manifiesta en los fenómenos religiosos, que deja claramente señalado que la esencia del fenómeno religioso se manifiesta ante todo en la fe en la existencia objetiva de lo supranatural (lo sobrenatural), concebido desde las más variadas formas. Que puede idearse como algo separado, alejado del hombre o sencillamente íntimo a su naturaleza. Definición en la que el uso del vocablo "sobrenatural" no porta ningún sentido peyorativo sino que solo hace referencia a la creencia en un ente, Dios, espíritu, que, desde nuestro punto de vista cosmovisivo marxista, no tiene un referente en la realidad objetiva sino en la realidad subjetiva y que, sin embargo, el religioso le asume en lo que conceptúa como expresión de la más rica existencia objetiva, independiente al devenir de todo objeto, proceso y fenómeno natural, Esta definición es la ofrecida por el estudioso cubano Jorge Ramírez Calzadilla:
La Religiosidad en Cuba
La experiencia investigativa en Cuba permite determinar tres niveles principales de elaboración de la religiosidad:
- 1- Nivel de más baja elaboración, que se expresa en ideas y actividades sistemáticas de contenido fundamentalmente mágico supersticioso;
- 2- Nivel intermedio en el que lo sobrenatural llega hasta la personificación en figuras fuera de sistemas doctrínales,
- 3- Nivel de más alta elaboración y sistematización, en el que las ideas y prácticas religiosas alcanzan sistemas enmarcables en expresiones religiosas específicas.
Los indicadores de religiosidad se mueven, por tanto, desde los contenidos más simples o elementales hasta las mayores abstracciones religiosas en una gradación en la que se observa que los niveles superiores contienen a los inferiores, expresión esta del movimiento religioso. Tales indicadores se deben establecer a partir de esos tres niveles en tanto modelo teórico por el que se categorizan los sujetos, los cuales pueden ser clasificados en general en grupos diferenciables por:
- La elaboración del contenido religioso.
- La vacilación ante la aceptación de lo sobrenatural.
- La no-creencia.
Las investigaciones realizadas arrojan las mayores proporciones de creyentes en el grupo caracterizado por un nivel intermedio de elaboración de la religiosidad y las menores en los de más alta estructuración. Ello revela las características predominantes de la religiosidad cubana y demuestra la relativamente reducida influencia de expresiones religiosas y de las respectivas agrupaciones.
Pueblo, lo popular, religiosidad popular
La religiosidad tiene una variable amplitud al referirse indistintamente al individuo, al grupo o a la sociedad en su conjunto, a la vez que se puede considerar la religiosidad de zonas, de expresiones religiosas determinadas o de sectores o grupos de sectores sociales. Así, por tanto, es posible distinguir la religiosidad popular. El concepto religiosidad popular, entonces, reflejaría un tipo de forma concreta de manifestarse la religión que tiene como uno de sus rasgos más importantes que sus principales portadores corresponden a la parte de la sociedad conformada por los sectores populares. Aceptar el concepto religiosidad popular comporta delimitar tres problemas:
- ¿Cuáles sectores se consideran como populares?
- ¿Qué criterios permiten determinar el carácter popular de un fenómeno'!
- ¿Cuáles serían las características fundamentales de esa religiosidad popular?
En cuanto al concepto pueblo, en su sentido socioclasista, no entendido en su significación etnocultural en tanto nacionalidad, los teóricos marxistas coinciden en identificarlo con masas populares, es decir, la parte de la población que por sus intereses y actividad es el sujeto del movimiento histórico. Es, por tanto, un concepto cambiante en la medida que la sociedad se transforma y varía su estructura socioclasista.
En la sociedad cubana prerrevolucionaria el concepto es aplicable a los sectores marginados, explotados, a la parte de la intelectualidad y de la pequeña burguesía más próxima a los intereses de esa mayoría. Para los marxistas cubanos la definición práctica la dio Fidel Castro en su alegato ("La historia me absolverá"), en el que relaciona el concepto con la lucha por transformar las condiciones de vida imperantes en la república neocolonial, las que gravitaban fundamentalmente sobre esos sectores populares que constituían la mayor parte de la población.
Sobre lo popular, los criterios son menos uniformes por la complejidad del concepto. A los efectos del aspecto que aquí abordamos, asumo como popular todo fenómeno o proceso que se relacione por su génesis o su extensión con las masas populares.
En el campo religioso, por tanto, son populares aquellas formas concretas de religiosidad que se originaron propiamente en los sectores populares o que sin surgir de los mismos alcanzaron amplia difusión en la parte más humilde de la sociedad cubana prerrevolucionaria y están extendidas en la población actual. Al popularizarse, el pueblo les imprime a esas formas que asimila rasgos peculiares propios del modo con que refleja y modifica la real idea según su cultura, hábitos e intereses.
En Cuba son expresiones religiosas propiamente populares las originadas en religiones africanas; las formas sincretizadas del espiritismo y la religiosidad más extendida que se manifiesta con relativa autonomía de organizaciones religiosas conformada principalmente con elementos del catolicismo, la santería, el palo monte y el espiritismo.
Conclusiones
La religiosidad típica en la sociedad cubana se corresponde con; la religiosidad más extendida en la población creyente, la que se expresa en un nivel intermedio de elaboración de las creencias y prácticas religiosas, alrededor principalmente de figuras que se consideran milagrosas, cuya devoción convoca espontáneamente a más creyentes que la cantidad de la membresía de cualquier organización religiosa o varias de ellas juntas con una tendencia creciente, y también se expresa en un nivel bajo de estructuración de la religiosidad, específicamente en ideas y prácticas de contenido más bien mágico-supersticioso. Esta religiosidad presenta una relativa autonomía de expresiones religiosas específicas organizadas y tiene un carácter predominantemente espontáneo, utilitario, independiente de teorías religiosas y político religiosas sistematizadas al nivel ideológico.
La religiosidad popular es una forma específica de manifestarse la religión que en Cuba se corresponde con la religiosidad más extendida. En ella se encuentran, como ya dije, elementos religiosos aportados por expresiones religiosas de origen africano, por el espiritismo y el catolicismo, pero se diferencia de las mismas por su mayor espontaneidad, y por su asistematicidad, irregularidad estructural y ausencia de normas grupa les. Es muy próxima por el contenido de las ideas religiosas, sus formas de exteriorización y el origen social de sus portadores a la santería, el palo monte y las vertientes sincretizadas del espiritismo. No se puede denominar catolicismo popular por la distancia que presenta con las formas [ortodoxa]]s del catolicismo. Aun cuando es un fenómeno particularmente heterogéneo, es cualitativamente distinguible de las formas religiosas organizadas, y en su diversidad presenta rasgos comunes que lo llegan a caracterizar.
Finalmente, como hipótesis, se puede afirmar que en el desarrollo del movimiento revolucionario en América Latina se produce una notable incidencia del curso político que siga la religiosidad popular, obstaculizando o facilitando la participación de las masas de creyentes en los procesos de transformación revolucionaria de la sociedad, por cuanto, por una parte, esta religiosidad es expresión del pueblo oprimido, pero por otra, tradicionalmente, los símbolos que la movilizan están manipulados por los sectores más conservadores y se le ha impuesto a esta fe una considerable carga alienante.
Enlaces externos
Fuentes
- Sabater Palenzuela, Vivian M. (2007), Sociedad y Religión (Selección de Lecturas), Tomo I, p. 2, 24, 125-130, Ed. Félix Varela, La Habana, Cuba.
- Ramírez Calzadilla, Jorge (1993), Religiosidad Popular en Cuba, p.1-23, Ed. Política, La Habana, Cuba.
- Ramírez Calzadilla, Jorge (2000), Religión y Relaciones Sociales, significación sociopolítica de la religión en Cuba. p.22, Ed. Academia, La Habana, Cuba.
- Sociedades Bíblicas Unidas (1987), La Santa Biblia, Ed. Centro Regional para las Américas, Mx. DF, edición impresa en Brasil. Consúltese (Hch. 17.22; 25.19, 26.5 y Stg. 1.26; 1.27).
- Marx, Carlos y Federico Engels (1976), Sobre la Religión, p.119, Ed. Dpto de Orientación Revolucionaria del Comité Central, La Habana, Cuba.
- Diccionario de la RAE Arístos y Cervantes.