Urbano VIII
Urbano VIII | |
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Papa de la Iglesia católica | |
1623 - 1644 | |
Urbano VIII, papa n.º 235 de la Iglesia católica | |
Predecesor | Gregorio XV |
Sucesor | Inocencio X |
Información personal | |
Nombre secular | Maffeo Barberini |
Nacimiento | Abril de 1568 Florencia Italia |
Fallecimiento | 29 de julio de 1644 Estados Papales Véase Anexo:Tumbas papales |
100px Escudo de Urbano VIII |
Urbano VII. Maffeo Barberini (Florencia, 1568 – Roma, 1664) Papa (1623- 1644). Fue célebre por su actividad diplomática, sus reformas eclesiásticas, obras públicas y patronazgo artístico. Nació en el seno de una familia noble, se doctoró en Derecho y empezó a trabajar en la administración papal en 1589. Fue delegado del papa en Francia en 1601, en 1604 arzobispo titular de Nazaret además de nuncio en Francia, en 1606 cardenal y en 1608 arzobispo de Spoleto.
Sumario
Síntesis Biográfica
Maffeo Barberini, nació en Florencia en abril de 1568. Su padre, Antonio Barberini, un noble florentino, murió cuando Maffeo tenia solo tres años de edad. Su madre, Camilla Barbadoro, le trajo a Roma a edad temprana. Vivió con su tío, Francesco Barberini, quien entonces era protonotario Apostólico, y fue educado en el Colegio Romano bajo la dirección de los Jesuitas.
En 1589 se graduó en Pisa como Doctor en Leyes, y al regresar a Roma fue abreviador Apostólico y refrendador de la Segnatura di Giustizia. En 1592 Clemente VIII le nombro Gobernador de Fano, entonces protonotario Apostólico, y en 1601 legado papal a Francia para presentar sus felicitaciones al Rey Enrique IV por el nacimiento del Delfín, el futuro Rey Luis XIII.
En 1604 fue designado Arzobispo de Nazaret y enviado como nuncio a Paris, Pablo V le creo sacerdote-cardenal, el 11 de septiembre de 1606, con el titulo de la Iglesia de San Pedro en Montorio, el cual cambio por el de San Onofrio, el 5 de septiembre de 1610. El 17 de octubre de 1608, fue transferido a la Sede de Espoleto, donde fue convocado un sínodo, termina el seminario, y construyo otros dos seminarios diocesanos, en Spello y Visso.
En 1617 Pablo V le nombro legado de Bolonia y prefecto de la Segnatura di Giustizia. El 19 de julio de 1623, cincuenta y cinco cardenales iniciaron un conclave para elegir el sucesor de Gregorio XV; el 6 de agosto el Cardenal Maffeo Barberini recibió cincuenta votos. El nuevo Papa tomo el nombre de Urbano VIII. Al ser atacado por la fiebre que azotaba Roma, fue obligado a posponer su coronación hasta el 29 de septiembre. Antes de permitir ser investido en las túnicas papales, se postro ante el altar, rogando que Dios le permitiera morir si su pontificado no era para bien de la Iglesia.
Canonizados Por Urbano VIII
Inicio su reinado emitiendo el mismo día de su elección las Bulas de canonización de Felipe Neri, Ignacio Loyola y Francisco Xavier, quien había sido canonizado por Gregorio XV. Urbano mismo canonizo a Elizabeth de Portugal, el 25 de mayo de 1625; y a Andres Corsini, el 22 de abril de 1629.
Beatifico, a James of the Marches, un Minorita, el 12 de agosto de 1624; Francis Borgia, un Jesuita, el 23 de noviembre de 1624; Andres Avellino, el 10 de junio de 1625; Felix de Cantalicia, un Minorita, el 1 de octubre de 1625; Maria Magdalena de’ Pazzi, el 8 de mayo de 1626; Cayetano, el fundador de los Teatinos, el 8 de octubre de 1625; Juan de Dios, el 21 de septiembre de 1630; y Josafat Kuncevyc, el 16 de mayo de 1643.
Bulas de Urbano
Reservo la beatificación de los santos a la Santa Sede y en una Bula de fecha 30 de octubre de 1625, prohibió la representación con el halo de santidad a personas no beatificadas o canonizadas, la colocación de velas, retablos, etc., ante sus sepulcros, y la impresión de sus supuestos milagros o revelaciones.
En una Bula posterior, de fecha 13 de septiembre de 1642, redujo el número de días santos de precepto a treinta y cuatro, además de los domingos. Urbano introdujo muchos oficios nuevos en el Breviario. Compuso todo el Oficio propio de Santa Isabel y escribió los himnos, tal como están en el Breviario, para las fiestas de Santa Martina, Santa Hermenegilda, y Santa Isabel de Portugal. Un libro de poemas, escrito por el antes de ser Papa, fue publicado durante su pontificado bajo el titulo: “Maphei Cardenalis Barberini poemata” (Roma, 1637).
En 1629 designó un comité para la reforma del Breviario. Las correcciones incompletas y con frecuencia mal aconsejadas fueron aprobadas por Urbano el 19 de septiembre de 1631, y están incorporadas en la edición oficial del Breviario Romano que fue emitido el año siguiente (ver BREVIARIO –Reformas del Breviario).
En 1627 Urbano dio forma final a la célebre Bula “In Coena Domini.” En 1634 orden a todos los obispos reinantes, incluyendo a los cardenales, a que observaran la residencia episcopal como fue decretada en el Concilio de Trento. Durante el pontificado de Urbano ocurrió el segundo juicio y condenación de Galileo Galilei por la Inquisición Romana. El 6 de marzo de 1642, emitió la Bula, “In eminenti,” condenando el “Augustinus” de Jansenius.
En una Bula, de fecha 22 de abril de 1639, prohibió estrictamente la esclavitud de cualquier tipo entre los indígenas de Paraguay, Brasil y todas las Indias Occidentales. Urbano tuvo poco éxito en sus esfuerzos para restablecer el Catolicismo en Inglaterra. En 1624 envió a Richard Smith como vicario Apostólico a aquel país, pero la imprudente insistencia de éste en el ejercicio de su autoridad episcopal en Inglaterra y Escocia le puso en conflicto público con los Jesuitas y otros misioneros de órdenes religiosas.
El Gobierno emitió nuevas medidas hostiles contra los católicos, y en 1631 Smith se vio obligado a salir. Tres años después Urbano envió a Gregorio Panzani a Inglaterra. Habiendo logrado una mayor libertad para los católicos, fue sucedido en 1638 por George Conn, un inglés que previamente había sido secretario del Cardenal Francesco Barberini. Obligado a regresar a Roma en 1639, debido a problemas de salud, fue reemplazado por Rossetti. Urbano rechazo las repetidas solicitudes que recibió por medio de Rossetti para ayudar financieramente en la guerra entre el rey y el Parlamento, excepto a condición de la conversión del rey.
Nepotismo de Urbano
El gran error de Urbano fue su excesivo nepotismo. Tres días después de su coronación hizo cardenal a su sobrino Francesco Barberini; en 1627 le nombre bibliotecario del Vaticano; y en 1632 vicecanciller. Francesco no abuso de su poder. Construyó el gran Palacio Barberini y fundó la famosa Biblioteca Barberini que fue adquirida en 1902 por León XIII y paso a formar parte de la Biblioteca del Vaticano.
El sobrino de Urbano, Antonio Barberini, el Joven, fue nombrado cardenal en 1627, después fue nombrado camarlengo en 1638, y después comandante en jefe de las tropas papales. El hermano de Urbano, Antonio, quien era capuchino, recibió la Diócesis de Senigaglia en 1625, fue nombrado cardenal en 1628 y después designado gran penitenciario y bibliotecario del Vaticano.
Un tercer sobrino de Urbano, Tadeo Barberini, fue nombrado Príncipe de Palestina y Prefecto de Roma. Son casi increíbles las inmensas riquezas acumuladas en la familia Barberini a través del nepotismo de Urbano.
Finalmente, atormentado por los escrúpulos debido a su nepotismo, Urbano designó dos veces un comité especial de teólogos para que investigaran si era legal que sus sobrinos retuvieran sus posesiones, pero en ambas ocasiones el comité decidió a favor de sus sobrinos. Entre los miembros del segundo comité estaban el Cardenal Lugo y el Padre Lupis.
Urbano, al gobernar el territorio Papal, como regla seguía su propio juicio; aún sus sobrinos tenían poca influencia durante los primeros diez años de su pontificado. Honor a los cardenales ordenándoles dar precedencia a las cabezas coronadas, y en un Decreto de fecha 10 de junio de 1630, les confirió el título de “Eminencia”, siendo que su título anterior era “Ilustre y Reverendo”.
En 1626 extendió el territorio Papal induciendo al anciano Duque Francesco Maria della Rovere a ceder su Ducado de Urbino a la Iglesia. Hacia el final de su pontificado sus sobrinos le involucraron en una guerra inútil con Odoardo Farnese, el Duque deParma, con quien habían discutido en cuestiones de etiqueta en su visita a Roma en 1639.En venganza indujeron a Urbano a prohibir la exportación de grano de Castro hacia el territorio romano, privando así a Farnese de un ingreso sin el cual no podía pagar los intereses de sus monti, u obligaciones.
Los acreedores del duque se quejaron al Papa, quien tomó posesión a la fuerza de Castro el 13 de octubre de 1641, con el fin de asegurar el pago. Esto demostró no ser efectivo, y el 13 de enero de 1642, Urbano excomulgó a Farnese y le privo de todos sus feudos. Apoyado por Toscana, Modena y Venecia, el duque se lanzó hacia Roma a la cabeza de unos 3000 hombres a caballo, haciendo retroceder las tropas papales.Las negociaciones de paz concluyeron cerca de Orvieto, pero no fueron aceptadas por el Papa. En 1643 se renovaron las hostilidades y continuaron sin exito decisivo hasta que el Papa concluyó una paz vergonzosa el 31 de marzo de 1644. Fue obligado a liberar al duque de la prohibición y restaurarle todos los lugares tomados por las tropas papales.
Logros de su papado
Urbano fue un gran favorecedor de las misiones católicas en el extranjero. Erigió varias diócesis y vicariatos en países paganos y alentó a los misioneros de palabra y con ayuda financiera. Extendió la esfera de actividades de la Congregación de Propaganda, y en 1627 fundó el Colegio Urbanum, cuyo objetivo era entrenar misioneros para países en el extranjero. Ya había fundado un colegio para los maronitas (1625) en Monte Líbano.
Con el fin de incrementar el número de misioneros en China y en Japón, abrió estos dos países a todos los misioneros en 1633, aunque Gregorio XIII le había otorgado a los Jesuitas el derecho exclusivo a esas misiones en 1585.
En 1628 aprobó la Congregación de Nuestro Salvador, una rama reformada de cánones Agustinianos, fundada por Peter Fourier en 1609, y en 1632, a los Lazaristas o Sacerdotes de la Misión, una congregación secular fundada por Vicente de Pal. También aprobó las siguientes hermandades: Las Canónigas del Santo Sepulcro, en 1631; las Hermanas de la Encarnación en 1633; las Monjas de Nuestra Señora de Nancy, en 1634; y las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia, en 1642. Suprimio en 1609 por insubordinación a las Jesuitas, orden fundada por la inglesa Mary Ward.
Urbano gasto fuertes sumas en armamento, fortificaciones y estructuras de todo tipo. En Castelfranco construyó el costoso pero mal situado Fuerte Urbano, estableció una gran fábrica de armas en Tvoli, y transformo Civitavecchia en un puerto militar. Fortificó fuertemente el Castelo de San Angelo, Monte Caballo, y construyó varias fortificaciones en el lado derecho del Tiber en Roma.
Construyó la villa papal bellamente situada en Castel Gandolfo, fundó el Seminario del Vaticano, construyó varias iglesias y monasterios, embelleció calles, plazas y fuentes. Las tres abejas en su escudo atrajeron la atención de todo visitante a Roma.
En la Basílica de San Pedro construyó el baldaquín sobre el altar, la tumba de la Condesa Matilda, trasladando sus restos de Mantua, y su propia tumba, al frente de la de Pablo III. Para algunas de estas estructuras empleo bronce del techo del Panteón, con lo que surgió la bien conocida pero injustificada pasquinada: “Quod non fecerunt Barbari, fecerunt Barberini.”
La guerra de los 30 años
El pontificado de Urbano ocurrió en uno de los períodos más críticos en la historia de la Iglesia Católica, la Guerra de los Treinta Años. Ranke y Gregorovius atribuyeron a las acciones de Urbano en esta guerra a su intención de humillar las dos Casas de Habsburgo (Austria y España), cuyo gran poder fuera una constante amenaza para Italia y Roma; por ello, ellos afirman que el favoreció a Francia y no subsidio al Emperador Ferdinando II en su guerra contra Gustavus Adolphus y los protestantes.
Urbano no podía permanecer como un observador indiferente, ni como pontífice ni como gobernador temporal, y no tenía otro interés que el bienestar de la Iglesia Católica. Como el Padre común de la Cristiandad intervino en cuanto a Valtellina, un valle estratégicamente importante entre Venecia y los Grisons, el cual era muy codiciado tanto por Francia como por España. Se negó a participar en la liga que Francia había concluido con Venecia y Savoy al principio de la Guerra de la sucesión Mantuana en 1629.
Urbano no se unió a la Liga de Estados Católicos, que había sido planeada por el emperador, pues la Liga no sólo iba dirigida contra Gustavus Adolphus, sino también contra Francia; por ello no podía unirse el Papa como padre común de los católicos. Instó a Luis XIII y a Richelieu a desistir en los subsidios al Rey de Suecia, pero se negó a excomulgarles, pues temía la repetición de lo que había ocurrido en Inglaterra bajo Enrique VIII e Isabel. La mayor calumnia que ha sido diseminada sobre Urbano ha sido su supuesta simpatía por Gustavus Adolphus, cuya muerte se dice que lamentó y por cuya alma se dice que celebró una Misa de Réquiem.
Lo que Urbano pensaba acerca del rey sueco y como lamentó su muerte se manifiesta en un Breve, dirigido a Ferdinando el 14 de diciembre de 1632, cuando el Papa recibió la noticia de que Gustavus Adolphus había caído en batalla (16 de noviembre de 1632). El Informe se publicó en latín original por Ehses.
Mecenazgo
Durante su pontificado Urbano VIII patrocinó las artes y se convirtió en mecenas de varios artistas, entre los que destaca Bernini, al que le encargó el célebre baldaquino sobre el altar de la Basílica de San Pedro.
A su política de mecenazgo se debe también la construcción del Palacio Barberini en Roma, la iglesia de Santa Maria della Concezione dei Cappuccini y la villa de Castel Gandolfo, lugar de vacaciones de los papas.
Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Lilium et rosa (El lirio y la rosa), cita que al parecer hace referencia a su lugar de nacimiento, Florencia, cuyo símbolo es la flor de lis (lirio) y que comparte con Francia, país que durante su pontificado tuvo graves conflictos con Inglaterra, simbolizada por una rosa.
Sepulcro de Urbano VIII
El pontífice Urbano VIII, , inicia en 1639 la construcción de su propio mausoleo, concebido como un monumento de autoglorificación.
Este diseño data de 1628, situándose el sepulcro en un nicho de San Pedro. En él el pontífice se encuentra sédente en su cátedra y bendiciendo sobre su tumba, mientras que a sus lados se sitúan las alegorías de la Caridad y la Justicia. Aquí no se sigue el modelo habitual de sepulcro papal, consistente en un arco triunfal en cuya parte central se sitúa la figura arrodillada del pontífice. La composición es piramidal, dentro de la cual el único motivo de carácter funerario es el sarcófago.
Esta obra se halla inspirada en el Sepulcro de Paulo III Farnesio (1534-1549), realizado por Guglielmo della Porta entre 1549 y 1575. Este grupo se estructura en una composición piramidal acompañada de alegorías, utilizándose en ella diversos materiales de diferentes colores. Sin embargo aquí no aparece el sarcófago, motivo éste que se halla tomado del Sepulcro de Julio Medici de Miguel Ángel.
Bernini sigue estos modelos, utilizando en la realización del sepulcro mármol blanco y de colores, jaspes, bronce y bronce sobredorado... No obstante la figura del pontífice la realiza en bronce, del mismo modo que el sepulcro en pórfido oscuro, colores estos de luto y duelo. La figura de Urbano VIII se muestra al mundo orgulloso como un emperador, coronado por la tiara y con gesto arrogante. La composición es piramidal y espectacular.
El propio papa sugiere éste como un monumento a la fama póstuma, surgiendo del sarcófago la figura de la Muerte que escriben en la cartela el título, alegoría esta de la Fama. Las figuras de las virtudes muestran una gran perfección técnica, encontrándose llenas de verosimilitud y Estas representaciones corresponden a la cultura neohumanista dentro de la que se mueven tanto el papa como Bernini. Posadas dentro de la composición aparecen dos abejas en referencia al escudo de los Barberini.