Directorio Revolucionario

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Directorio Revolucionario 13 de Marzo
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Bandera del Directorio Revolucionario del 13 de marzo.png
Bandera del Directorio Revolucionario 13 de Marzo.
Presidente/aJosé Antonio Echeverría Bianchi (1955 - 1957)
Fructuoso Rodríguez Pérez (1957)
Faure Chomón Mediavilla (1957 - 1961)
Fundación1955
Disolución1961
Ideología políticaRevolucionaria - Nacionalista
PaísBandera de Cuba Cuba

Directorio Revolucionario, (después del Asalto al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957, Directorio Revolucionario 13 de Marzo). Organización revolucionaria de carácter insurreccional surgida en Cuba durante la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista. En 1961 dejó de existir al fusionarse con el Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular.

Historia

Durante la década de 1940, y debido a la permisibilidad de los gobiernos auténticos la Universidad de La Habana estuvo dominada por elementos gansteriles y pandilleros que fueron conocidos en los marcos estudiantiles con el nombre de bonchistas, y al fenómeno que esto generó como Bonchismo.

Fructuoso Rodríguez, Ñico Guevara, José Antonio Echeverria y otros compañero frente a la Escalinata Universitaria

La nueva generación estudiantil, que iba a ser liderada por José Antonio Echeverría tuvo que empezar por desplazar a los bonchistas del control que venían ejerciendo sobre la Universidad. Estos elementos claudicantes del estudiantado habían estado prestos a pactar con el gobierno de Fulgencio Batista, el cual había surgido del Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952.

La nueva generación sin embargo, comenzó su enfrentamiento con la dictadura desde el mismo mes de Marzo de 1952. El 2 de abril de 1952 la FEU comenzó La Jura de la Constitución, proceso simbólico que comenzó con el velatorio de la Constitución del 40 en la escalinata de la Universidad de la Habana, y que se extendería a otras regiones del país en las semanas siguientes. En provincias como Cienfuegos la Jura de la Constitución del 40 fue firmada además de por el pueblo, por el ex-alcalde Arturo Sueiras, quien había sido sustituido por negarse a firmar los Estatutos Constitucionales de Batista. El 15 de enero de 1953 se produjo una gigantesca marcha estudiantil como protesta por el ultraje al busto de Julio Antonio Mella, inaugurado hacía solo cinco días en la plaza frente a la Escalinata de la Universidad de La Habana. Ese día los jóvenes se enfrentaron a los cuerpos represivos del ejército, la Policía y la Marina de Guerra en San Lázaro y Prado. José Antonio había dirigido la vanguardia que a puñetazos se enfrentara a los disparos de las fuerzas del gobierno. Como resultado de la pelea numerosos estudiantes resultaron golpeados y heridos, entre ellos uno muy grave: Rubén Batista Rubio, que moriría el 13 de febrero.

En este período dos presidentes de la FEU renuncian, vencidos por las presiones, ante la situación de violencia de los elementos que querían reimplantar el bonchismo. Le correspondía la presidencia, por sustitución reglamentaria, a José Antonio y se da entonces un intento de elegir a alguien manipulable. Entonces Fructuoso Rodríguez lo proclama presidente en un acto estudiantil el 30 de septiembre de 1954, para salirles al paso a los bonchistas.

La FEU al frente de la cual se encontraban José Antonio y Fructuoso Fructuoso Rodríguez, tuvo gran importancia en la campaña por la liberación de Fidel Castro, los Moncadistas, y de todos los revolucionarios que guardaban prisión. Y cuando el gobierno habló de liberar solamente otros presos políticos, la FEU exigió la liberación de Fidel y los moncadistas. La prensa inevitablemente reflejaba lo que decía la FEU, lo que ayudaba a aumentar la presión sobre la dictadura.

José Antonio sabía que la FEU no era una organización adecuada por su estructura para la lucha armada, por eso comienza a pensar en la creación de un brazo armado para esta y a mediados de 1955 cita a Fructuoso Rodríguez y a Faure Chomón a una reunión en casa de René Anillo, en la calle L, y aprovecha que en La Habana están Jorge Ibarra Cuesta, de la FEU oriental, y José Luis Varona, del Instituto de Camagüey, para tratar el tema de la creación del Directorio Revolucionario, una organización similar al DEU de los años 30.

Dicha organización fue creada -según las memorias de Julio García Olivera, fundador del Directorio y participante en esa reunión- en una reunión efectuada en casa de un pariente de José Antonio, y en la cual participaron entre otros: José Antonio, Fructuoso Rodríguez, Faure Chomón, Julio García Olivera entre otros.

Durante esta etapa, el Directorio se amplió por toda Cuba. En la provincia de Pinar del Río, el coordinador fue primero Ormani Arenado, caído durante el ataque a Palacio, aunque inmediatamente después se quedó Carlos Lugo. Alberto García se desempeñó en la ciudad de Camagüey casi todo el tiempo. En el territorio de Las Villas, Chiqui Gómez Lubián; luego asumió Ramón Pando Ferrer, ambos muertos en la lucha contra la dictadura, y en Oriente, Félix Pena (quien falleció después del triunfo del 1 de enero de 1959. En el territorio de Las Villas, particularmente en la actual ciudad de Cienfuegos los primeros contactos efectivos fueron encabezados por Ángel Quevedo, quien contactó para ello a antiguos compañeros del Instituto de Segunda Enseñanza. Entre los compañeros que más se destacaron en la coordinación de las actividades del Directorio Revolucionario en la Ciudad de Cienfuegos se encuentran: Olite, José Monzón y Miguel Cañellas.

El 24 de febrero de 1956 en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, José Antonio Echeverría, presidente de la FEU y secretario general del Directorio, proclamó públicamente la existencia de la nueva organización insurreccional de los estudiantes cubanos.

El Pacto de México

José Antonio, Fidel y René Anillo tras firmar la Carta de México.

El Directorio se encontraba ya completamente radicalizado y dispuesto a la lucha armada contra Fulgencio Batista. El paso inmediato fue ir al encuentro de Fidel Castro, quien se encontraba en el exilio preparando una expedición armada.

José Antonio Echeverría firmó entonces en nombre del Directorio la llamada Carta de México el 30 de agosto de 1956 que representó la declaración de guerra de la juventud cubana contra la tiranía y la unión de fines entre el Directorio Revolucionario y el Movimiento 26 de Julio[1]. La concepción de la vía armada del Directorio era la lucha en la calle, que no era la que iba a desarrollar Fidel que se decantaba por la Guerra de guerrillas; pero José Antonio en todos los encuentros posteriores con los líderes de la organización que dirigía planteó que todas las tácticas eran necesarias e hizo hincapié en las coincidencias en las cuestiones estratégicas: lucha armada a muerte contra la tiranía, la denuncia al trujillismo, reconocimiento a los militares puros y la unidad de las dos organizaciones que representan a la nueva generación para llevar a cabo la Revolución Cubana.

Golpear arriba

José Antonio al regreso de México, de acuerdo con la decisión de Fidel de que cada organización, el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario, pusieran en ejecución sus propios planes, haciéndolos solamente coincidir en tiempo, ordenó ejecutar la primera parte del plan del Directorio que consistía en elevar el grado de las acciones armadas, ajusticiando al jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) que había torturado y asesinado al líder obrero Rubén Aldama Argüelles. Esto respondía a la estrategia del Directorio de Golpear Arriba para tratar de decapitar al régimen y precipitar su caída.

El plan de dinamitar el Cementerio de Colón para volar al tirano Batista y su gobierno, no pudo efectuarse por no disponerse de la dinamita. De todas formas no hubiese podido llevarse a cabo, pues la dictadura a última hora decidió realizar el funeral en el cementerio de La Lisa. El Directorio continuó su plan de agitación armada con otras acciones durante el final de 1956 y principios de 1957. Durante la clandestinidad José Antonio encontró y conoció a Eduardo García Lavandero y Evelio Prieto Guillama, quienes tenían a su cuidado el último arsenal que le quedaba en La Habana al expresidente Carlos Prío Socarrás, después que todos los anteriores habían caído en manos de la Policía.

Quedaba pendiente como continuación del plan del Directorio, la operación de emergencia que consistía en tomar las armerías de La Habana Vieja y tener organizado, previamente con las armas disponibles, emboscadas que darían cuenta de la policía cuando se movilizara para sofocar aquellas acciones. La estructura de este plan se concibió a partir de las reuniones de carácter militar sostenidas en México.

Dicha operación había quedado pendiente de que se consiguieran algunas armas más que consideraban necesarias. El problema quedaría resuelto con la incorporación al Directorio de los compañeros Eduardo García Lavandero y Evelio Prieto Guillama, quienes además, tomaron la decisión revolucionaria de entregarle a José Antonio el cuantioso arsenal que estaba en sus manos. Para que todo esto ocurriera hubo un diálogo entre ellos y José Antonio durante varios días, cuando compartían el mismo refugio, en que los argumentos en nombre de la Revolución terminaron por imponerse.

Esta decisión conllevó un nuevo plan con objetivos más altos al contar con un armamento superior en número y poder de fuego. Examinaron la posibilidad de atacar y tomar las distintas fortalezas militares de La Habana que desecharon por no ser viables, además de que podría dar la impresión de una asonada militar ajena al pueblo, por lo que se reeditó el proyecto del ataque y toma del Palacio Presidencial, que desde la época de Julio Antonio Mella y Rubén Martínez Villena eran parte del arsenal táctico de la Revolución. Allí estaba la sede de la tiranía y de allí partían todos los hilos de la conducción del poder dictatorial y era además una fortaleza militar por lo numeroso de su guarnición que proporcionaría una gran cantidad de armas, suficientes para continuar hacia otros objetivos que irían convirtiendo a la Habana en una gran sublevación popular

Las Acciones del 13 de Marzo

Plan de Acción

Los objetivos que se trazaron los miembros del Directorio Revolucionario el 13 de marzo de 1957 fueron tres: Asalto al Palacio Presidencial, toma de una emisora (que sería Radio Reloj) para difundir la voz del movimiento revolucionario y ocupación de la Universidad de La Habana, como sede de su Estado Mayor.

Los planes de José Antonio Echeverría, apoyado por la mayoría de los líderes del Directorio consistían en dar la batalla por la Revolución en La Habana y en caso de éxito tomar las medidas que garantizaran la toma del poder para el verdadero triunfo de la Revolución. No aceptarían bajo circunstancia algún golpe de Estado y el Ejército tendría que rendirse o incorporarse a los revolucionarios en la lucha de ciudad. Calcularon que seguramente contarían con las fuerzas revolucionarias que se incorporarían al levantamiento armado junto al Directorio Revolucionario, el Movimiento 26 de Julio en La Habana, y el Partido Socialista Popular, que aunque en ese momento no tenía como línea la lucha armada, seguramente se incorporaría ante la posibilidad de participar en las acciones armadas que podrían lograr el triunfo de la Revolución. Fidel Castro con las fuerzas revolucionarias del naciente Ejército Rebelde, tomaría la provincia de Oriente y marcharía sobre La Habana.

El Estado Mayor revolucionario radicaría en la Universidad de La Habana, símbolo de las luchas populares de la FEU. Allí se armarían a los estudiantes y los obreros para continuar las acciones y dominar totalmente la capital. También se instalaría un Tribunal Revolucionario para detener y juzgar a los que pusieran en peligro el triunfo de la Revolución. En la Universidad estaría como jefe José Antonio Echeverría hasta que llegara Fidel.

Toma de Radio Reloj

Impactos en la cabina de transmisiones de Radio Reloj.

Luego de que los comentaristas dieran a conocer las noticias del Asalto Palacio, José Antonio Echeverría leyó la siguiente alocución:

"¡Pueblo de Cuba! En estos momentos acaba de ser ajusticiado revolucionariamente el dictador Fulgencio Batista. En su propia madriguera del Palacio Presidencial, el pueblo de Cuba ha ido a ajustarle cuentas. Y somos nosotros, el Directorio Revolucionario, los que en nombre de la Revolución cubana, hemos dado el tiro de gracia a este régimen de oprobio. ¡Cubanos que me escuchan: Acaba de ser eliminado…!"

Al cortarse la transmisión el máximo líder del Directorio se dirigió a la Universidad de La Habana; pero producto de la congestión en el tráfico causada por la construcción del hotel Habana Hilton (hoy Habana Libre) los autos de la escolta se separan y el de José Antonio continúa solo, encontrándose de frente con un carro patrullero a un costado de la Universidad en la esquina de L y 27. en el intercambio de disparos que se produce cae abatido el jefe del Directorio Revolucionario.

El Asalto a Palacio

Los jefes del ataque a Palacio fueron Carlos Gutiérrez Menoyo (combatiente de la Guerra Civil Española), quien viajaba en el primer automóvil y es de los que logra entrar al edificio y Faure Chomón Mediavilla, que iba en el segundo y es herido gravemente en la misma puerta sur del Palacio.

Los cincuenta jóvenes que atacaron al antiguo Palacio Presidencial se desplazaron hacia el inmueble en dos automóviles y una furgoneta, donde iba el grueso de los combatientes. Sólo un pequeño grupo pudo penetrar al edificio, y de éste un grupo aún menor desplazarse por la segunda planta antes que los francotiradores de la guarnición del último piso dominaran con fuego cerrado los pasillos. Llegaron incluso hasta el despacho de Batista, pero el presidente ya había huido a la cuarta planta con la guarnición.

Blindado del Ejército Nacional toma posición en la puerta norte del Palacio Presidencial, después del ataque del Directorio

Los combates dentro del Palacio fueron violentos; al ver que era imposible seguir avanzando y percatarse de que el grupo de apoyo no estaba combatiendo se decide la retirada.

Balance de Operaciones

En la ejecución de las operaciones que estuvieron bajo la organización y control del Directorio, se mantuvo el secreto para la sorpresa y se realizaron exitosamente: el comando de asalto al Palacio Presidencial, tomó dos pisos: planta baja y primer piso, disponiéndose al asalto del tercer piso; la toma de Radio Reloj y la alocución al pueblo de José Antonio Echeverría fue interrumpida por un atemorizado empleado desde un lugar muy lejano, el centro de enlace de Televilla en las afueras de La Habana, pero después de darse las noticias necesarias sobre los hechos que estaban desarrollándose y la ocupación de la Universidad por un pequeño comando, con una baja de la Policía Universitaria.

Sólo quedó sin efectuarse la segunda operación de apoyo al comando de asalto, producto de la traición de Ignacio González complotado con la pandilla del jefe gansteril Eufemio Fernández, el mismo que anteriormente había entregado los arsenales auténticos a la policía diciendo: Yo prefiero un baño de mierda vivo, que un baño de rosas muerto. La magnitud material de la traición estaba representada por los recursos en armas y humanos que fueron sustraídos del combate: dos camiones con unas 25 armas pesadas entre ametralladoras cal.30, fusiles antitanques, fusiles ametralladoras, más los fusiles de apoyo que fueron abandonados próximo a Palacio y en Luyanó, una ametralladora cal.50 montada en una camioneta abandonada en Prado esquina a Virtudes, sin haber disparado un solo proyectil; mientras los hombres dispuestos para empuñarlas se movían por los alrededores sin saber dónde estaban.

Combatientes caídos en las acciones del 13 de Marzo

Reorganización del Directorio

Tras la muerte de José Antonio, Fructuoso Rodríguez asumió como Secretario General del Directorio y se reunió con los compañeros sobrevivientes para analizar los hechos y redactar un documento dirigido al pueblo y otro donde se registraran e hicieran públicas también, las medidas disciplinarias tomadas para sancionar a los traidores.

Proclaman la línea a seguir, que es la de ir de nuevo al ataque, prohibir el asilo, como única conducta posible de merecer el honor de seguir a José Antonio, contribuir a la guerra de guerrillas iniciada por Fidel y secundarla, abriendo un Frente guerrillero en las montañas de El Escambray.

Reorganizar la marcha leal al pensamiento único de unir, unir y unir, al costo que fuese necesario, para evitar grietas que pusieran en peligro la Revolución.

A partir de aquel día, al nombre del Directorio Revolucionario se le agregó la fecha del 13 de Marzo, en honor de los compañeros caídos en las acciones y como salvaguarda de que la fecha sagrada no fuese usurpada para fines innobles.

Los sucesos de Humboldt 7

El 20 de abril de 1957, Fructuoso Rodríguez, en unión de los miembros del Directorio Juan Pedro Carbó Serviá, José Machado Rodríguez y Joe Westbrook Rosales, totalmente desarmados, son asesinados por las fuerzas de la policía al mando de Esteban Ventura Novo.

Al ser sorprendidos por la policía Joe Westbrok se trasladó al apartamento de abajo y pidió a la inquilina que lo dejara estar en la sala como si fuera una visita. Poco después tocaron a la puerta y él abrió. Fue reconocido por los agentes y aunque la vecina suplicó por la vida del joven, este apenas caminó unos pasos y fue ametrallado por los agentes.

Aspecto del edificio de Humboldt 7 en la década de 1950.

Juan Pedro Carbó Serviá, se dirigió al elevador, pero fue interceptado poco antes de llegar y ametrallado a boca de jarro. Todo su rostro y su cuerpo quedaron acribillados a balazos.

Machado y Fructuoso se lanzaron por una ventana hacia la planta baja. Cayeron en un pasadizo tan largo y estrecho que pertenecía a una agencia de automóviles. Al final había una verja con un candado que les impedía la salida. Como el lugar desde el que cayeron era demasiado alto, Fructuoso yacía inconsciente en el suelo, mientras Machado hacia esfuerzos supremos por levantarse sin lograrlo, pues se había fracturado los dos tobillos. Los policías introdujeron una ametralladora entre los barrotes y ambos luchadores fueron rematados a balazos.

La balacera fue tan intensa que los vecinos de los edificios cercanos se asomaron a puertas y balcones. Eufórico, victorioso, el entonces capitán Esteban Ventura entraba y salía de Humboldt No. 7 dando órdenes y disponiéndolo todo. Los cadáveres fueron arrastrados tirándoles por el pelo hasta la acera. A la vista de todo el mundo. Y luego volvieron a arrastrarlos hasta la esquina siguiente.

El pueblo, desde los balcones, comenzó a pedir clemencia y dar gritos airados de protesta. Una ráfaga de ametralladora se encargó de ahuyentar a los curiosos vecinos. Las huellas de las balas aún quedan hoy marcando los edificios vecinos al de Humboldt No. 7.

Al encargado del edificio, uno de los policías le ordenó tras los 20 minutos que duró aproximadamente la matanza y el trasiego de los cadáveres hasta la calle:

"Sal y limpia toda esa sangre antes de que nos vayamos"

Había en ese momento unos 60 policías en el inmueble, todos con ametralladoras Thompson.

Continuación de la lucha armada

Acciones en La Habana

En La Habana, los grupos de acción continuaron las acciones, entre ellas se destacó el ataque a la 15ta. Estación de Policía, por parte de un comando encabezado por Gustavo Machín y Raúl Díaz Argüelles.

Después de la apertura oficial del frente guerrillero en las montañas, los primeros combates y la muerte de Pando Ferrer, viajan a La habana -Faure, Eduardo García Lavandero y otros miembros del Ejecutivo- en los primeros días de marzo, en donde ya se anuncia la Huelga General convocada por el Movimiento 26 de Julio y Faustino Pérez.

El ejecutivo del Directorio acuerda participar en la huelga a través de un llamamiento unitario conjunto de las dos organizaciones, aunque esto no es aceptado por el compañero Faustino. La ocupación por la policía batistiana de las armas del Directorio el 31 de marzo, debido a una delación, cancela la posibilidad de apoyar la huelga con el fuerte armamento reunido.

A los efectos generales se van a unir el fracaso de la Huelga del 9 de Abril y la contraofensiva de los cuerpos represivos de la dictadura. El 20 de abril muere en acción Mario Reguera, participante del 13 de marzo, el 23 de junio cae en enfrentamiento con el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) Eduardo García Lavandero, Jefe de Acción del Directorio y miembro del ejecutivo, que en los breves días de su regreso a La Habana había ya tendido una emboscada al esbirro Esteban Ventura Novo. El 10 de julio son sorprendidos y asesinados dos hombres de acción del Directorio, Tato Rodríguez Vedo y Pedro Martínez Brito, dirigente estudiantil, vicepresidente de la FEU por sustitución y veterano también del 13 de marzo. Raúl Díaz Argüelles, que sustituye a García Lavandero como jefe de acción, logra escapar ese día herido, después de batirse con la policía. Guillermo Jiménez, al ser sorprendido por la policía, y resultar herido, también tiene que salir nuevamente al exilio.

A pesar de la intensa persecución de los cuerpos represivos, el Directorio había podido realizar algunas acciones. Así, el 14 de junio un comando encabezado por Raúl Díaz Argüelles y Gustavo Machín realizan un atentado contra el ministro de gobernación de Batista, Santiago Rey Pernas, al que logran herir, en L y 25, en el Vedado. Las acciones del Directorio en La Habana continuarán hasta finales de 1958, pero la dirección principal de la organización se ha de concentrar en el Escambray y la lucha guerrillera.

Acciones en el resto del país

El Directorio organizó también un destacamento guerrillero en la Sierra de los Órganos en Pinar del Río. De esa provincia habían tomado parte en las acciones del 13 de marzo un número importante de militantes de la organización. Muchos murieron, pero de ese sector va a surgir la iniciativa de crear allí un frente guerrillero.

Este proyecto no es aprobado inicialmente por el Ejecutivo, que después de lo ocurrido en La Habana, ordena concentrar todos los recursos disponibles en el Escambray.El alzamiento organizado en esa región por el Movimiento 26 de Julio bajo el mando del comandante Dermidio Escalona, en el mes de julio de 1958, da nuevo impulso a los combatientes del Directorio, que plantean organizar acciones conjuntas. Es así por lo que el Directorio decide iniciar las acciones guerrilleras en el lugar conocido por Pica Pica, región de Sumidero, con un grupo bajo el mando del capitán Raúl Fornell, combatiente de Palacio, y Carlos Lugo, dirigente estudiantil.

Este destacamento llegaría a tomar el poblado de Sumidero en la carretera de Guane; asalta y destruye medios de transporte y corta el tráfico por carretera en los meses finales de 1958.

Iniciativas similares surgen de las células del Directorio en Camagüey y Holguín, que no son aprobadas, con el fin de consolidar el Escambray, que puede representar el objetivo estratégico de dividir la Isla. Sin embargo, según avanza 1958, se organiza en Camagüey el Comando Reinaldo León Yeras, que realizará importantes acciones en las regiones de Ciego de Ávila, Morón y Florencia bajo las órdenes de la Comandancia General en el Escambray.

Lucha armada en El Escambray

Expedición del Scapada

Faure Chomón marchó al extranjero, ya como Secretario General del Directorio después de la muerte de Fructuoso, y preparó una expedición con la que llegó a Cuba en Febrero de 1958 en la también conocida como Expedición a Nuevitas.

Faure Chomón

Las armas que trajo fueron usadas en la apertura de un frente insurreccional en la Cordillera del Escambray, estas armas vinieron además a reforzar la lucha en la ciudad de La Habana.

El 8 de febrero de 1958 se produce el desembarco, sin mayores contratiempos, sin lamentar una pérdida humana y sin afectar el valioso cargamento. En la expedición intervinieron tres embarcaciones que desde La Florida, Estados Unidos, trasladan a expedicionarios y armas. Estas embarcaciones fueron el Scapada, el San Rafael y el Yaloven.

El desembarco se produce definitivamente por Camagüey, en la playa conocida por el nombre de Santa Rita, un pequeño y humilde asentamiento, distante unos dos kilómetros aproximadamente de la ciudad de Nuevitas y dentro de la bahía de igual nombre.

Allí el alijo se llevó hasta un camión de recogida de leche que de inmediato inició viaje a la ciudad camagüeyana. Los hombres salieron poco después en automóviles.

Las armas destinadas a la ciudad de La Habana se trasladaron en el expreso del ferrocarril, por una tripulación integrada por trabajadores pertenecientes al Directorio, y aquellas que posibilitaron la apertura del frente del Escambray, fueron conducidas por la misma Carretera central, por un grupo al mando de Chomón, para lo cual se montó un sistema de seguridad que posibilitó el éxito de la operación.

Organización y acciones militares

Al regresar Faure a las montañas del centro del país se encontró con una grave situación creada por la actitud divisionista del autodenominado comandante Eloy Gutiérrez Menoyo. Tras agotar todos los recursos para resolver las diferencias se tomó la decisión de expulsar a Menoyo del Directorio. Este marchó entonces hacia el sur de las montañas en compañía de sus hombres, lugar donde permanecería inactivo hasta el fin de la guerra.

De las 90 armas que se habían reunido para abrir el frente, ahora quedaban aproximadamente la mitad. Faure, como secretario general, asumía la responsabilidad máxima, y Rolando Cubela quedaba como jefe militar de la guerrilla. A partir de esa fecha se establecieron los grados militares en la organización militar del Directorio.

En los primeros meses la guerrilla libró algunas acciones contra el Ejército batistiano en Presa del Hanabanilla, Charco Azul, Guaninical, Río Negro, Manantiales, Pico Tuerto, Chalet de Lora, Soledad y Mayer. La actividad guerrillera del Directorio obligó a las fuerzas de la tiranía a retirarse del macizo montañoso y concentrarse en las poblaciones principales.

En Dos Arroyos, zona de Guaninical, se estableció la Comandancia del Frente del Directorio en el Escambray. El domingo 10 de agosto de 1958 tuvo lugar la acción de mayor envergadura librada por la organización hasta ese momento: el ataque al cuartel de Guinía de Miranda. Los comandos o unidades guerrilleras del Directorio desde Palo Viejo cubrían la carretera de Iznaga a Trinidad; otra unidad en el Algarrobo actuaba sobre el camino de Guinía hasta la carretera de Trinidad.

Para esta fecha, ya el Directorio contaba con siete unidades o comandos guerrilleros, integrados por decenas de combatientes, aunque deficientemente armados. El avance hacia el llano se realizaba progresivamente.

El aparato clandestino en la provincia se consolidaba aceleradamente y apoyaba la acción guerrillera, además de prestar valiosos servicios de información, propaganda y sabotaje.

En los días en que el comandante Ernesto Guevara se acercaba al Escambray con la Columna 8 Ciro Redondo, el Directorio realiza acciones para atraer a las fuerzas de la tiranía. Así, el 13 de octubre se ejecuta una de las operaciones más audaces de los guerrilleros del Directorio. Esa noche, bajo la dirección de Faure Chomón, se efectúa un ataque sincronizado a las poblaciones de Fomento y Placetas, esta última ubicada en la Carretera Central. La operación logró un éxito total, permaneciendo ocupadas ambas localidades varias horas por las tropas del Directorio.

A partir de la Comandancia de Dos Arroyos se desplegó todo un sistema de escuelas, hospitales y talleres. Una primitiva red telefónica fue enlazando los puestos avanzados y las instalaciones. Se instalaron dos plantas transmisoras.

Al comienzo de la Ofensiva Final se preparó una planta móvil y con el avance rebelde se fue creando una cadena con otras estaciones de las poblaciones liberadas. El sector campesino fue también organizado, poniéndose al frente a Juan Miranda, dirigente de gran prestigio en la región montañosa.

La Ofensiva Final

Oficiales del Ejército Rebelde y el Directorio Revolucionario tras la firma del Pacto del Pedrero

Desde la llegada del Che y la Columna No. 8 se establecieron las más estrechas relaciones entre los veteranos de la Sierra Maestra y el Directorio. No sería igual con Eloy Gutiérrez Menoyo, que llegó a prohibir a los combatientes del 26 de Julio que se adentraran en el Escambray.

En noviembre fueron liberados definitivamente los poblados de Condado por las tropas del Directorio y Guinía de Miranda por la columna del Che. Las condiciones para la 'Ofensiva Final hacia'el llano quedaban establecidas.

Esto, unido a las operaciones de Camilo Cienfuegos y sus hombres en el frente norte de Las Villas, permitía iniciar la liberación total de la provincia y alcanzar el objetivo estratégico de dividir la Isla en dos.

Pacto del Pedrero

Después de varios contactos entre el Che y Chomón, el 1 de diciembre se firmaba el Pacto del Pedrero entre el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario.

El acuerdo daba continuidad a la Carta de México, firmada en agosto de 1956 entre Fidel y José Antonio.

El documento, que recogió un llamado a la unión de todas las fuerzas revolucionarias, serviría de base para establecer una perfecta coordinación en sus acciones militares.

El día 9, el Partido Socialista Popular, que ya venía colaborando con las fuerzas guerrilleras, hizo públicas unas declaraciones aceptando los acuerdos del Pacto del Pedrero y sus bases para incorporarse también a la campaña.

Revolución en el poder

Las tropas del Ejército Rebelde y del Directorio Revolucionario avanzaron por separado sobre La Habana, y ocuparon instalaciones diferentes. Las fuerzas del Ejército Rebelde, desplegadas y actuantes en la provincia de Las Villas, comandadas por Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos, tal y como ordenó desde Santiago de Cuba su Comandante en Jefe, se apoderaron del Cuartel General del Ejército en la Ciudad Militar de Columbia, y de la estratégica guarnición de la fortaleza de La Cabaña; y también de otras instalaciones militares menos importantes. Sus milicias urbanas y otras fuerzas guerrilleras del Movimiento 26 de Julio tomaron control de todo el sistema de instalaciones policíaco-represivas de la dictadura, además de vitales instalaciones públicas y medios de comunicación. De hecho, la mayor parte del orden y la seguridad en el país dependían de la articulada y desplegada capacidad militar y política del Ejército Rebelde y las milicias urbanas del Movimiento 26 de Julio.

Por su parte, el Directorio Revolucionario ocupó objetivos de mucha significación política: el Palacio Presidencial, sede del Poder Ejecutivo; el Capitolio, sede del Poder Legislativo;la Universidad de La Habana, símbolo de la lucha revolucionaria del país y la base aérea de San Antonio de los Baños[2].

El Directorio Revolucionario se incorporó a las tareas de la Revolución en el poder, bajo las órdenes de Fidel. El 12 de enero de 1959 anunció su decisión de dejar de existir como fuerza armada y mantenerse sólo como una organización política revolucionaria[2].

En 1961 se fusionó con el Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular en las Organizaciones Revolucionarias Integradas, antecesor del actual Partido Comunista de Cuba.

Referencias

Fuentes