Cleptomanía

Cleptomanía
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Concepto:La 'cleptomanía es un trastorno del control de los impulsos cuya característica esencial es la dificultad recurrente para controlar los impulsos de robar cualquier objeto, aun cuando no sea necesario para el uso personal o por su valor económico.

Cleptomanía. Se clasifica como un desorden de la voluntad, o bien como un descontrol de impulsos, lo que es fácil vincularla con otros males más frecuentes, como es el caso de la bulimia o la anorexia nerviosa.

Conceptualización

Es un problema en el control de los impulsos, es decir, que la persona se ve debilitada en el control que puede ejercer sobre sí mismo. Es entonces cuando la emergencia de un impulso, ya sea agresivo o sexual, genera tensión e incomodidad en la persona; esta tensión requiere ser descargada para disminuir el malestar.
Muchas personas tienden a hablar de la cleptomanía, aunque de alguna u otra forma se trata de una gran desconocida para la mayoría de ellas. Por tal motivo es frecuente escuchar bromas o historias relacionadas con este tema.
Pero lejos de lo que se pueda pensar, la cleptomanía es un problema sumamente serio que, para aquellos que lo padecen, poco tiene de gracioso.
Algunas de las más importantes interpretaciones psicoanáliticas de este problema asocian este trastorno con la necesidad, inconsciente, de recuperar unas pérdidas que se remontan a la infancia.
Y es que cada vez son más los especialistas que identifican este tipo de conductas con una adicción, que no se desea llevar a cabo racionalmente, pero que una vez se lleva a cabo, provoca un pequeño placer momentáneo que tiende a “enganchar”.

Características

Existen una serie de características propias que identifican a las personas cleptómanas. Entre las más destacadas, se encuentran:

  1. Realización de hurtos sin planificación previa.
  2. Robar de forma repetida objetos que no poseen valor ni utilidad para el sujeto.
  3. Sentimiento de presión que va en aumento mientras se hurta.
  4. Sentimiento de alivio o relajación después de realizar el hurto.
  5. Culpa o depresión ya que la persona es consciente de que su actividad es delictiva.

Manifestación

El individuo experimenta una sensación de tensión creciente antes del robo, seguida de bienestar, gratificación o liberación cuando lo lleva a cabo. El robo no se comete para expresar cólera o por venganza porque en ese caso sería otro trastorno. Los objetos son robados a pesar de que tengan poco valor para el individuo, que tendría medios para adquirirlos y que con frecuencia se desprende de ellos y no los usa. A veces, los acumula o los devuelve inesperadamente.
Aunque las personas con este trastorno evitarán robar cuando sea probable un arresto inmediato (por ejemplo, en presencia de un oficial de policía), no planifican los robos ni toman medidas adecuadas para evitar las posibilidades de arresto. El robo se comete sin la asistencia de otras personas.

Los sujetos

Estos sujetos reconocen que el deseo de robar sale de ellos mismos y son conscientes de que se trata de un acto equivocado y sin sentido. Con frecuencia temen ser arrestados y se sienten deprimidos o culpables. El trastorno suele crea problemas legales, familiares, profesionales y personales.

Persona cleptómana

La persona que presenta cleptomanía, en algún momento de su desarrollo infantil o adolescente “aprendió” o “encontró” una manera para descargar esa tensión por medio del robo. Dado que cada vez que roba se siente mejor, el acto de robar queda reforzado por el beneficio de una disminución del malestar, convirtiéndose en una especie de adicción, así como para el fumador un cigarro se vuelve necesario en momentos de estrés, por ejemplo.

Causas

Las compras compulsivas, trastornos del estado de ánimo como la depresión, los trastornos de ansiedad, de la conducta alimentaria como la bulimia nerviosa, los trastornos de la personalidad pueden estar asociados con la cleptomanía.

Detección de la cleptomanía

Para poder pensar que la acción de robar se trata de cleptomanía, los robos deben ser de objetos que a simple vista no cubren una necesidad inmediata, ni tampoco representan un gran valor económico (robar dinero, por ejemplo, en ningún caso es cleptomanía, pues indudablemente ese dinero será utilizado con un fin). Sin embargo un análisis detallado de cada caso particular, probablemente arrojaría la existencia de un significado simbólico en el tipo de objetos sustraídos.
Otro elemento importante para determinar un posible caso de cleptomanía es la ausencia absoluta de planeación en cuanto al robo. En otras palabras, el robo es un acto compulsivo, “espontáneo” ante la presencia de importantes cúmulos de tensión, angustia o ansiedad; no hay detrás del acto de sustracción una premeditación, aunque el cleptómano sí trata de que su acto no sea visto por otros al momento de ser cometido. Esto último nos habla de que la persona con cleptomanía está perfectamente consciente de su conducta y sabe que dicha conducta es mal vista por la sociedad, contrario a lo que generalmente se dice referente a que “no se dan cuenta de lo que hacen”. De lo que hacen sí se dan cuenta, de por qué lo hacen no, y es que la motivación es inconsciente, así como el proceso por el cual un mal manejo de la angustia (muchas veces provocada, originalmente por falta de afecto y atención) derivó en un comportamiento compulsivo de hurto.

Tratamiento de la cleptomanía

El tratamiento para una persona cleptómana, y que el psicoterapeuta brinda al paciente, depende del origen de dicha patología, y que ha provocado su aparición (las causas principales).
En cualquier caso, exisen una serie de terapias y de medicamentos que pueden ayudar a la persona a calmar la ansiedad que el sujeto pueda experimentar en dicho momento.

Véase también

Fuentes