Digestión humana

Digestión humana
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Diagrama del sistema digestivo humano que identifican varias partes del sistema. Las partes etiquetadas incluyen la boca, epiglotis, faringe, esófago, hígado, vesícula, estómago, páncreas, intestino delgado (duodeno, yeyuno, íleon), intestino grueso (ciego, colon y recto), apéndice y ano. Proporciona una visualización clara y detallada de las diferentes partes del sistema digestivo, lo cual es útil para el estudio de la anatomía y la fisiología de la digestión.
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Sistema digestivo en un niño, con etiquetas que identifican el esófago, estómago, hígado, vesícula biliar, intestino grueso, apéndice, páncreas e intestino delgado. El niño está sosteniendo un sándwich, simbolizando el proceso de digestión desde la ingesta hasta la eliminación de desechos.
LatínDigestio
GrayTema #11 205
Sinónimos
Procesamiento de alimentos
FunciónConvertir alimentos en nutrientes esenciales

Digestión humana. Proceso mediante el cual los alimentos son convertidos en nutrientes esenciales, es decir: proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales, los cuales a su vez son degradados a compuestos más simples: aminoácidos, Monosacáridos, glicerol. Esto ocurre por la acción de fenómenos mecánicos y químicos en el tubo digestivo.

La digestión se inicia en la boca y culmina con la absorción de las sustancias resultantes a nivel de los intestinos. Constituye la base de todos los procesos fisiológicos, de ahí la gran importancia de una digestión sana junto a una dieta adecuada.

Proceso anatómico

Los alimentos ingeridos son transformados en sustancias químicas que pueden ser absorbidas por la sangre y transportadas a todos los tejidos corporales. Entre ellos: el tejido muscular que utiliza el glucógeno de forma inmediata o lo almacena como reserva; el tejido adiposo, que deposita la grasa como reserva energética; y el hígado, que convierte estas sustancias en elementos más complejos.

La digestión es el acto de romper, agitar, diluir y disolver los alimentos hasta convertirlos en compuestos químicos simples. Los hidratos de carbono son degradados hasta monosacáridos (azúcares simples); las proteínas, en aminoácidos; y las grasas se degradan hasta ácidos grasos y glicerol (glicerina).

Este proceso tiene lugar en el tracto digestivo, también llamado canal alimentario o sistema digestivo. Las glándulas salivales, el hígado, la vesícula biliar y el páncreas están ubicados fuera del canal alimentario pero son órganos accesorios de la digestión, ya que sus secreciones proporcionan las enzimas esenciales para el proceso digestivo.

Esquema completo del sistema digestivo

La digestión se puede clasificar de diferentes maneras:

  • Salival: Digestión que se inicia en la boca por acción de las enzimas salivales, principalmente la amilasa, que descompone el almidón en maltosa.
  • Gástrica: Digestión que ocurre en el estómago por acción del jugo gástrico, que contiene ácido clorhídrico y enzimas como la pepsina, descomponiendo las proteínas en péptidos más pequeños.
  • Intestinal: Se realiza en el intestino delgado por la acción de enzimas intestinales que descomponen nutrientes más grandes en moléculas absorbibles.
  • Pancreática: Digestión mediada por las enzimas pancreáticas que se secretan en el intestino delgado, ayudando a descomponer carbohidratos, proteínas y grasas.
  • Hepática: Aunque no es una digestión en sí misma, el hígado produce bilis que emulsiona las grasas y facilita su digestión y absorción.
  • Mecánica: Implica la masticación, el movimiento peristáltico y la segmentación, que ayudan a descomponer físicamente los alimentos en partículas más pequeñas.
  • Química: Digestión que implica la acción de enzimas y otras sustancias químicas que descomponen los alimentos en sus componentes básicos.

Sistema digestivo

Órganos involucrados en el proceso de la digestión.

El sistema digestivo es un conjunto de órganos cuyo propósito principal es la ingestión, digestión y absorción de alimentos y nutrientes. Estos órganos incluyen la boca, donde se encuentran la lengua, los dientes y las glándulas salivales; la faringe, el esófago, el estómago y los intestinos.

  • Boca: Inicia la digestión mecánica y química con la masticación y la saliva.
  • Faringe y esófago: Canalizan los alimentos hacia el estómago.
  • Estómago: Descompone los alimentos con ácidos y enzimas gástricas.
  • Intestinos: Absorben nutrientes y agua, completando la digestión.

Los órganos accesorios de la digestión, que contribuyen con secreciones esenciales, incluyen las glándulas salivales, el páncreas, el hígado y la vesícula biliar.

Adicionalmente, a lo largo del tracto gastrointestinal existen glándulas secretoras de moco, glándulas en la mucosa gástrica que producen los componentes del jugo gástrico, y glándulas en la mucosa intestinal que secretan los componentes del jugo intestinal.

Boca

Cavidad bucal.

La entrada al canal alimentario es la boca, donde los dientes, la lengua y los maxilares comienzan el proceso de digestión por la masticación. La saliva es secretada en la boca por tres pares separados de glándulas salivales situadas debajo de la lengua, por dentro de la mandíbula y en las mejillas.

La saliva ablanda y lubrica el alimento, disuelve parte de él y comienza la conversión de los almidones en azúcar por acción de la ptialina, enzima de la saliva. Además, humedece el interior de la boca, la lengua y los dientes, limpiándolos después que el alimento ha partido hacia la siguiente etapa de su recorrido.

Detrás de las fauces se reúnen cuatro vías: la oral, la nasal, la laringe y el esófago. Durante la deglución, las entradas de la vía nasal y la laringe son cerradas momentáneamente por el paladar blando y la epiglotis, de modo que el alimento puede pasar al esófago sin desviarse al tracto respiratorio.

Faringe y esófago

Por ellas transita el bolo alimenticio hasta llegar al estómago, impulsado por el Peristaltismo.

Estómago

Impulsado por contracciones musculares rítmicas denominadas peristaltismo, el alimento se mueve rápidamente a través del esófago, pasa al cardias (orificio rodeado por músculo circular en la base del esófago) e ingresa en el estómago.

Aquí, los movimientos peristálticos son más fuertes y más frecuentes, produciéndose a razón de 3 por minuto, batiendo, licuando y mezclando los alimentos con el jugo gástrico, donde se encuentran las enzimas pepsina y lipasa, y en los lactantes, renina. Una secreción denominada mucina cubre y protege el revestimiento gástrico del ácido clorhídrico.

Estómago

La pepsina y el ácido clorhídrico juntos comienzan la degradación de las proteínas de los alimentos. La lipasa en el estómago es una enzima degradadora algo débil, que actúa sobre las grasas que han sido emulsionadas, como las de la crema de leche y la yema de huevo. En el intestino, donde se digiere la mayor parte de las grasas, existe una lipasa más potente.

El estómago adulto tiene una capacidad de 1,25 L. Alcanza su máximo de actividad digestiva casi 2 horas después de una comida y puede vaciarse en 3 a 4 horas y media. Una comida abundante puede tardar hasta 6 horas en pasar al intestino delgado.[1] [2] [3]  

Intestino delgado

Lugar donde se realiza la verdadera digestión. Dividido en tres segmentos, duodeno, yeyuno e íleon. El alimento abandona el estómago en forma de quimo, una mezcla espesa, atraviesa el píloro, un esfínter muscular que se abre desde la parte inferior del estómago al duodeno. Este esfínter está cerrado la mayor parte del tiempo y se abre cada vez que una onda peristáltica lo atraviesa. El estómago es mucho más ancho que el resto del canal y tiene una curva con forma de J en su parte inferior, por lo que el paso del alimento a través del píloro se enlentece hasta que el alimento tiene la consistencia adecuada para atravesar el orificio estrecho hacia el intestino delgado.

Estructuras del intestino delgado.

El intestino delgado mide aproximadamente 6 m. Está recubierto por pliegues profundos y estructuras denominadas vellosidades intestinales que le brindan una superficie de aproximadamente 900 m², a través de las cuales se produce la absorción. El duodeno es curvo en forma de C con una longitud de 25 cm aproximadamente, es la primera y más ancha parte del intestino delgado. En él se vierte el jugo pancreático, con enzimas que degradan el almidón, las proteínas y las grasas. El colédoco también desemboca en el duodeno. La bilis emulsifica las grasas en pequeñas partículas, lo que facilita la acción de las enzimas que las degradan.

Por debajo del duodeno se encuentra el yeyuno, la porción más larga del intestino delgado, y después el íleon, última porción del intestino delgado y la más estrecha. A lo largo de todo su recorrido, los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas se desdoblan en azúcares, aminoácidos, ácidos grasos y glicerina respectivamente. El revestimiento del intestino delgado absorbe estos compuestos nutrientes con la misma rapidez con que son producidos. Los compuestos inutilizables de la dieta pasan al intestino grueso.[4] [5]

Intestino grueso

En la unión del intestino delgado con el grueso se encuentra la válvula ileocecal, así denominada porque está en el extremo del íleon y al comienzo del ciego. Un pequeño tubo ciego denominado apéndice vermiforme está fijado a esta estructura.

Intestino grueso

La porción más larga del intestino grueso se denomina colon y está dividida en colon ascendente, colon transverso, colon descendente y colon sigmoideo, una curva con forma de S en su extremo distal. El colon sigmoideo se vacía en el recto y este termina en el esfínter anal.

El intestino grueso mide aproximadamente 1,65 m. El líquido de los desechos es reabsorbido gradualmente a través de las paredes intestinales. Así, los desechos forman heces bastante sólidas que son llevadas hacia el recto para su evacuación final. Este proceso tarda de diez a veinte horas. El contenido fecal consiste en bacterias, células desprendidas de los intestinos, moco y sustancias indigeribles como la celulosa. El color pardo oscuro normal de la materia fecal es producido por los pigmentos biliares.[6]

Glándulas anexas del sistema digestivo

Glándulas salivares

Sistema salivar

Las principales son tres pares de glándulas conocidas como parótidas, submaxilares y sublinguales. Existen otras de menor tamaño dentro de las mejillas y en la lengua.
En las glándulas salivares se produce la saliva en una cantidad diaria aproximada de entre 1 y 1,5 litros. La saliva puede ser de contenido seroso, mucoso o mixto. La secreción de las glándulas parótidas es serosa. La de las submaxilares es mixta y las sublinguales producen saliva de componente mucoso principalmente.[7]

Hígado

Glándula de gran tamaño de color rojo oscuro que se localiza en la porción superior derecha del abdomen, por debajo del diafragma.

Hígado - Almacén de energía corporal

Sus funciones son múltiples: almacenamiento y filtración de la sangre, conversión de azúcares en glucógeno, síntesis y degradación de las grasas, almacenamiento temporal de los ácidos grasos, síntesis de proteínas séricas y de factores esenciales para la coagulación. Su función en el aparato digestivo consiste en la secreción de bilis.[8]

Vesícula biliar

Órgano en forma de pera o saco, situado debajo del hígado donde se almacena la bilis, que a su vez es producida por el hígado e interviene en la digestión de las grasas.[9]

Ubicación anatómica

Páncreas

Glándula grande y alargada que se ubica transversalmente y por detrás del estómago, entre el bazo y el duodeno. Posee función mixta. La endocrina consiste en la elaboración de insulina y glucagón, hormonas que intervienen en la regulación metabólica de los glúcidos. La exocrina está dada por la elaboración del jugo pancreático, contenedor de enzimas que, vertidas al duodeno, actúan en la digestión química de proteínas, lípidos y glúcidos. Su función en el sistema digestivo consiste en la producción y secreción del jugo pancreático.[10]

Otras glándulas

Glándulas gástricas

Las glándulas gástricas son de tipo tubular simples o compuestas y se nombran según su localización en el estómago. Así tenemos:

  • Glándulas propias, localizadas en el cuerpo y fornix o cúpula gástrica. Son las más numerosas, aproximadamente 100 por cada mm cuadrado, formadas por varias células que segregan los elementos principales del jugo gástrico:
Glándulas gástricas.

El pepsinógeno es convertido en pepsina al ponerse en contacto con el ácido clorhídrico.
El factor intrínseco de Castle interviene en la absorción de cobalamina, también conocida como vitamina B12.

  • Glándulas cardiales, localizadas en el cardias, secretoras de moco.
  • Glándulas pilóricas, se encuentran en el píloro o cerca de él, segregan moco y sustancias hormonales como la gastrina.

Las secreciones de las glándulas gástricas conforman el jugo gástrico del que depende la digestión química en el estómago.[11]

Glándulas intestinales

Glándulas de Lieberkuhn, situadas a todo lo largo del intestino delgado

Situadas a todo lo largo del intestino delgado las glándulas de Lieberkuhn, segregan el jugo intestinal que complementa la digestión facilitando la absorción. Son de tipo tubular simple y se encuentran en la mucosa sin alcanzar la submucosa. [12]

Existen además las glándulas duodenales ubicadas en la submucosa, semejantes por su estructura a las glándulas pilóricas. En el intestino grueso se pueden observar también gran cantidad de criptas de Lieberkuhn, pero casi no contienen enzimas.

Glándulas secretoras de moco

Se localizan a todo lo largo del tubo o tracto digestivo. Producen y secretan moco en consistencia algo diferente según el lugar, pero con las mismas funciones: lubricante y protectora.

Neurofisiología de la digestión

El sistema nervioso controla y coordina las funciones digestivas del cuerpo. Este proceso involucra tanto el sistema nervioso central como el periférico, que trabajan juntos para regular la motilidad gastrointestinal, la secreción de enzimas digestivas y la absorción de nutrientes.

Sistema nervioso central (SNC)

El cerebro y la médula espinal juegan un papel crucial en la regulación de la digestión. El hipotálamo y el tronco encefálico, en particular, controlan la liberación de hormonas que afectan la digestión.

Sistema nervioso periférico (SNP)

Incluye nervios y ganglios que inervan el tracto digestivo. El sistema nervioso entérico, que es una extensión del SNP, controla directamente las funciones digestivas. Este sistema puede funcionar de manera autónoma, aunque también recibe señales del SNC.

Reflejos digestivos

Los reflejos como el reflejo gastrocólico y el reflejo intestino-gástrico regulan la velocidad de vaciado gástrico y la motilidad intestinal. Estos reflejos son mediados por nervios sensoriales y motores que responden a la presencia de alimentos en el estómago y el intestino.

Neurotransmisores y receptores

Diversos neurotransmisores como la acetilcolina, la serotonina y la dopamina juegan roles importantes en la regulación de la motilidad y la secreción gástrica. Los receptores en las células del tracto digestivo responden a estos neurotransmisores para iniciar o inhibir respuestas digestivas.

Mecanismos de retroalimentación

El sistema digestivo utiliza mecanismos de retroalimentación para ajustar su función. Por ejemplo, cuando los alimentos llegan al intestino delgado, se liberan hormonas que señalan al estómago para reducir su motilidad y vaciado.[13] [14] [15]

Cuidados para lograr una adecuada digestión

  • Sentarse correctamente a la mesa evitando la torsión del tronco facilita el paso de los alimentos a través del esófago.
  • Mantener una dentadura sana garantiza que los alimentos sean correctamente triturados antes de pasar al estómago.
  • Liberarse de las preocupaciones antes de sentarse a la mesa. Las vísceras son muy sensibles a la acción vagal producida por la tensión nerviosa.
  • Masticar y ensalivar adecuadamente los alimentos. Esto determina que el resto del proceso digestivo sea óptimo.
  • Beber solo el agua necesaria evita el desbalance del pH gástrico, lo que favorece una asimilación más efectiva de los nutrientes.
  • Mantener libre de presión la región abdominal favorece el libre movimiento peristáltico.
  • Se debe evitar el esfuerzo físico o mental después de las comidas.
  • Las comidas muy abundantes sobrecargan el sistema digestivo y cardiovascular, hacen más lento el metabolismo y con ello, la digestión.
  • Comer en un ambiente agradable y armonioso predispone a una buena digestión.
  • Una adecuada higiene y manipulación de los alimentos son importantes para evitar trastornos digestivos.
  • Las comidas bien presentadas suelen ser mejor digeridas.
  • Evitar tomar leche antes, durante o después de las comidas. La leche basifica el pH gástrico, entorpeciendo la digestión.
  • Ingerir fibra dietética mejora considerablemente la función digestiva. Debido a sus propiedades, aumenta la salivación, retrasa el vaciado gástrico, mejora la función de las vellosidades intestinales y acelera el tránsito en el intestino grueso, entre otras.

Sugerencias adicionales

  • Comer despacio y masticar bien cada bocado para facilitar la digestión.
  • Evitar el consumo excesivo de alimentos grasos y fritos, ya que pueden dificultar la digestión.
  • Incluir probióticos en la dieta, como yogur o kéfir, para mantener una flora intestinal saludable.
  • Realizar actividad física regularmente para estimular el movimiento intestinal.
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol y cafeína, ya que pueden irritar el tracto digestivo.

Enlaces externos

Referencias

Fuentes

  • 07. Fisiología humana autor Editorial Vicens Vive.pdf. (s. f.). Consultado 18 de Diciembre de 2024. [16]
  • Martini, F. H., Tallitsch, R. B., & Timmons, Mi. J. (2009). Anatomía humana (6th ed). Pearson. ISBN: 978-84-7829-099-4. Consultado 18 de Diciembre de 2024.
  • Tresguerres, J. A. F. (s. f.). Anatomía y fisiología del cuerpo humano. ISBN: 978-84-481-6890-2. Consultado 18 de Diciembre de 2024.
  • Hall, J. E., & Hall, M. E. (2021). Guyton and Hall textbook of medical physiology (14th edition). Elsevier.
  • ISBN: 978-0-323-59712-8 / 978-0-323-67280-1. Consultado 18 de Diciembre de 2024.