Historia del municipio Santa Cruz del Norte (Provincia de Mayabeque)


Historia del municipio Santa Cruz del Norte (Provincia de Mayabeque)
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Escudo de Santa Cruz del Norte (Mayabeque).jpg
Escudo del municipio Santa Cruz del Norte
Cronología
Época precolombina
Etapa colonial
Conquista y colonización 1514-1555
Etapa de estructuración de la sociedad criolla inicial 1555-1700
Fundación del municipio
Toma de La Habana por los ingleses y su repercusión en el municipio
Etapa de decadencia del sistema esclavista 1840-1868. Caracterización económica del territorio
Etapa de crisis del esclavismo y Ejército Libertador 1868-1880
Guerra de independencia 1895-1898
Etapa neocolonial
Penetración del capital norteamericano
Refundación del municipio
Golpe de Estado de Batista. Lucha clandestina e insurreccional
Últimas acciones armadas en la región
Revolución en el poder
Periodo de la Revolución (1959-1961). Primera Etapa Democrático Popular Agraria y Antiimperialista de la Revolución
Oposición a la Revolución. Política agresiva de los Estados Unidos. Sus manifestaciones en la región
Principales cambios ocurridos en el territorio después del triunfo de la Revolución. La creación de las organizaciones sociales y políticas
Defensa de la Patria. Creación de la PNR. Batallones para Playa Girón. Crisis de Octubre y otras respuestas revolucionarias


Historia del municipio Santa Cruz del Norte (Provincia de Mayabeque) . La historia del municipio Santa Cruz del Norte comienza con los asentamientos aborígenes establecidos en el territorio, el periodo colonial español, las luchas por la independencia, la etapa republicana o seudorrepública hasta llegar a la etapa revolucionaria con los logros sociales y económicos alcanzados en el territorio. Este es un municipio costero con gran desarrollo industrial y turístico.

Sumario

Ubicación geográfica y Datos generales

El municipio de Santa Cruz del Norte se encuentra ubicado en la costa norte de Cuba, es uno de los 11 municipios que conforman la nueva provincia de Mayabeque. Hasta 2010 perteneció a la provincia de La Habana. Limita al este con la provincia de Matanzas, al oeste con el municipio de Habana del Este de La Habana, norte con el estrecho de la Florida y al sur con los municipios de Jaruco y Madruga. Su territorio cubre una superficie de 376 Km2.

Este municipio se divide en seis consejos populares: Santa Cruz del Norte, cabecera municipal, Camilo Cienfuegos (antiguo Central Hershey) Canasí, Boca de Jaruco, Jibacoa y Bacunayagua, los que a su vez poseen numerosos poblados y barrios que los integra.

El municipio posee otros asentamientos poblacionales y lugares como son El Concuni, Loma del Tanque, El Comino, La Sierra, Puerto Escondido, San Juan, San Adrian, Paula, Camarones, La Botina, Armona, Comunidad El Rubio, Armenteros, San Ignacio, Machao, Calderón y San Lorenzo. En total existen 26 asentamientos poblacionales, siendo los principales las cabeceras de los consejos populares.

Época precolombina

El territorio que ocupa hoy el municipio estaba cubierto de frondosos bosques, poblados de árboles de maderas preciosas, donde abundaban el ocuje, el ácana y la majagua, entre otras especies.

Los ríos actuales, junto a otros que probablemente existían en Rotilla, la zona conocida por Chipiona y otros lugares, eran de una belleza natural extraordinaria, y desembocaban en ensenadas, formando estuarios en sus desembocaduras, con una mezcla menos salobre de agua de mar y de río. Esos lugares fueron siempre grandes criaderos de ostiones, cangrejos, jaibas, camarones y peces.

Obsérvese en el mapa, señalado en un rectángulo verde, el puerto Jaruco y el río Chipiona

En el territorio, ubicado sobre una rica cuenca subterránea de agua dulce, existen más de 60 cuevas o cavernas y numerosas solapas costeras que se utilizaban como refugio natural, el territorio contaba con todos los elementos para la presencia de un asentamiento aborigen. Las manifestaciones y restos de la presencia de los primeros pobladores se ubican a menos de doscientos metros de la costa, próximos casi siempre a las márgenes de las corrientes fluviales presentes y pasadas del territorio.

Histórica, material y cuantitativamente, esta es una de las zonas arqueológicas más importantes de la provincia, con cincuenta sitios reportados. La primera pieza aborigen fue hallada en la Cueva de la Tomasa en 1895. Esta cueva se ubica en el Sitio Natural Rincón de Guanabo en la Ensenada de Sibarimar (en esa fecha pertenecía a la Jurisdicción de Jaruco). [1]

Se han hallado huellas de la presencia de esta región de prácticamente todas las culturas aborígenes que habitaron en el archipiélago cubano, desde la historia macrolítica del Arcaico hasta las manifestaciones cerámicas de los grupos de mayor desarrollo, pasando por vastos residuos y sitios funerarios de las comunidades pescadoras, recolectoras y cazadoras que la poblaron, desde hace más de 3000 años.

Entre los monumentos locales de la provincia descuella el sitio ceremonial funerario de la Caverna de las Cinco Cuevas, ubicada en la margen oeste del río Jaruco, donde se han hallado sistemas pictográficos de gran interés. Esta caverna posee cinco bocas de cuevas comunicadas interiormente con varias galerías. En una de las galerías, la de los Dibujos presenta numerosas pictografías de color negro con diversas temáticas las que fueron bautizadas por Antonio Núñez Jiménez con el nombre de Nivelitas, por haber sido originadas en el nivel fluctuante de las aguas subterráneas. [2]

Junto a las pictografías se descubrieron, sin excavar, manifestaciones culturales de los primitivos ocupantes de la cueva: una gubia, un plato y un pico, construidos del Strombus, así como conchas marinas usadas como raspadores y restos de comida. Tales restos arqueológicos son semejantes a los de las cuevas de Punta del Este en la Isla de la Juventud [3] y sus constructores pueden adscribirse a una cultura mesoindia, preagroalfarera, de costumbres fundamentalmente recolectora. Las principales comunidades aborígenes asentadas en el territorio santacruceño se han identificado, a partir de sus restos, con la etnia Arwaca o Aruaca, procedente de América del Sur.

De su lenguaje se han conservado en el área una serie de topónimos: Jaruco, (derivado del término aborigen “Axaruco”), Jiquiabo, (lugar donde abunda el árbol jiquí), Jibacoa, (de la voz Arwaca “Xiba” o “Ciba”, que significa "Piedra" que abundan en el área, se trata de una piedra blanca y diminuta que los indios empleaban para cuentas y collares de adorno (voz Caribe, según Zayas), Canasí, (“Canasigua”), Bacunayagua, (combinación de dos voces arwacas el árbol conocido por “Baconá” [4] y la utilización de un sufijo indígena muy conocido: “GUA”, presente en nombres y toponímicos como Guamá, Guanabo, Guanabacoa, etc.).

Etapa colonial

Conquista y colonización 1514-1555

Estuvo esta área, también entre las primeras en ser ocupadas por el europeo. A principios del siglo XVI. Una de las vías de acceso a los cacicazgos de La Habana (y, un poco después, uno de los embarcaderos empleados por las expediciones enviadas a la conquista de México) fueron las ensenadas de Chipiona, Santa Cruz del Norte y Boca de Jaruco.

A mediados de 1506 recorre esta zona el gallego con rango de hidalgo, Sebastián de Ocampo, cuya expedición tocó en un punto de la costa noroccidental correspondiente al área actual de Santa Cruz del Norte. El propósito de este viaje fue realizar un reconocimiento armado, paso previo para la incursión armada que se estaba preparando y que era el mismo iniciar de la colonización. Se cree que fue el primer navegante en circunnavegar la isla de Cuba.

Ocampo navegó con dos barcos a lo largo de la costa del norte de la isla, por los canales de las islas Bahamas, dejando constancia de la existencia de los principales hitos geográficos de la costa (península de hicacos, puertos naturales de Matanzas y La Habana). Regresando por la costa del sur de Cuba tras girar alrededor del punto más occidental de la isla, Cabo de San Antonio. El viaje duró ocho meses, ya que se realizó en contra de la corriente del Golfo. [5]

Los conquistadores, en su búsqueda inicial de metales preciosos, hicieron diversas prospecciones en las manifestaciones mineras de la región. Allí, en Chipiona, [6] estuvo enclavada también una de las encomiendas del primer Gobernador de Cuba, Don Diego Velásquez de Cuellar.

El primer astillero o grada

El primer dato sobre el uso del río Jaruco como punto de navegación en la época colonial lo aporta el cronista Bernal Díaz del Castillo, en su libro “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”. En la obra citada se cuenta que Francisco Hernández de Córdova, asociado al gobernador Diego Velázquez, armó tres buques a sus expensas y reunió ciento veinte hombres bajo su mando, con los cuales partió el 8 de febrero de 1517 desde el puerto Axaruco (Boca de Jaruco), al descubrimiento y conquista de Yucatán.

Sin embargo, precisa el investigador Roger Arrazcaeta Delgado, jefe del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad, la evidencia más importante de la probable presencia de un astillero en la zona se la dio el reporte de una antigua estructura muy similar a una grada de construcción de barcos, encontrada en la margen oriental del río Jaruco, a pocos metros del mar.

Esquema del astillero según la época

Tras realizarse dos exploraciones en el lugar, caracterizarlo y consultarse numerosa bibliografía especializada, se llegó al consenso de que se trataba, sin duda, de un sitio concebido para fabricar embarcaciones, cuyos restos podían ser los más antiguos y complejos existentes en el país, y probablemente, de toda el área de Las Antillas.

La exploración de la grada (mide 28, 88 metros de longitud y 11,16 de ancho), comprendió la determinación visual de todos sus rasgos arqueológicos, consistentes en un grupo de canales paralelos entre sí y cavados en la roca caliza de la margen del río.

Restos de la Grada en la bahía de Boca de Jaruco

De acuerdo con el equipo de autores, el astillero de Boca de Jaruco es análogo en su tipología a la grada o varadero descubierta en la antigua casa de Don Pablo Pedroso, sita en la calle Baratillo número 101, esquina a Obrapía, que data de una fecha anterior a 1603. Por tanto, podría estar relacionado con las primeras incursiones en el campo de la construcción naval en los siglos XVI y XVII, que hicieron de La Habana el punto de salida al mar de algunos de los buques más grandes de aquellos lejanos tiempos. Actualmente este lugar es Monumento Nacional.

En la foto, la grada. Al fondo se observa el Fuerte de San Dionisio en la bahía de Boca de Jaruco

Corso y piratería

En 1555, tras el ataque a La Habana por el corsario Jacques de Sores, el gobernador Gonzalo Pérez de Angulo [7] atravesó con sus servidores el área, en su huida hacia Bainoa, a donde huyó de la venganza del corsario, a quien trató de sorprender. Ante la cobardía de Ángulo, el pirata penetró y saqueó la ciudad de La Habana para luego incendiarla. [8]

La primera mención documental del territorio es una carta en 1586, sobre la amenaza a la capital de la flota de Sir Francis Drake, donde se menciona la captura por esta de dos embarcaciones frente a "Santa Cruz". Las fuentes abundan en descripciones de incursiones y saqueos en este sector de la costa, completamente indefenso, a la sazón.

Etapa de estructuración de la sociedad criolla inicial 1555-1700

Fundación del municipio

En los siglos XVI y XVII los colonizadores fueron apropiándose de estas tierras, tras exterminar o expulsar a sus primitivos habitantes, en las formas clásicas de Hatos y corrales. La merced más antigua que se conoce en Cuba es el Hato de Bainoa, otorgado por el cabildo de San Cristóbal de La Habana hacia 1524.

Otras mercedes, origen de topónimos del área (basadas en voces indígenas o en términos españoles) fueron los corrales de Jiquiabo (1570), Jibacoa (o Gibacoa) y Puerto Escondido (1573), Santa Cruz (1578). El 5 de octubre de 1588 se concede una merced del sitio Canasí a Bartolomé López. En el siglo siguiente, Río Blanco (1623) y Cuanabaco-Montes de Oro (1631). Se orientaron estas haciendas sobre todo a la explotación ganadera mayor y menor. En estas tierras realengas fueron apareciendo cultivos apareciendo cultivos como el tabaco, el cacao y el añil.

El elemento disgregador de la estructura agraria tradicional fue, no obstante, la industria azucarera, surgida a fines de esta etapa, de la cual surgieron unidades como los ingenios Peñas Altas, Jiquiabo, Río Blanco, Purísima Concepción (A), Echevarría, Sacramento, El Desquite, San Lorenzo de Gibacoa y otros. Entre Santa Cruz del Norte, Guanabo y Matanzas hubo más de 70 ingenios.

El centro de los corrales de Canasí y Puerto Escondido (entonces pertenecientes a Matanzas), por ejemplo, lo constituyeron sendas cochiqueras. Junto a los cerdos se crían también ovejas y carneros, lo mismo que vacas, caballos, mulos y otras variantes de ganado mayor, más en esta etapa el ganado porcino constituye el grueso del total.

Según el Prontuario de Mercedes de Rodrigo de Bernardo el 3 de noviembre de 1568. Se concedió una merced a Alonso Suarez, llamada Puerto Escondido a 9 leguas y media a barlovento. En 1572 se concedieron dos sitios nombrados Puerto Escondido a barlovento a Martín Recio y en 1573 se concede otro sitio en esta misma zona, a barlovento, en nombre de Doña Inés, 2 leguas de unos corrales junto a Matanzas. En una ocasión el obispo Don Pedro Agustín Morell de Santa Cruz [9] recorrió el litoral santacruceño, procedente de Baracoa,) que da del mismo la siguiente descripción:

"A distancia de cuatro leguas de Matanzas, está Puerto Escondido. Pueden entrar en él barcos pequeños, estando abierta la boca y entonces tendrá de cinco a seis palmos de agua. A dos leguas de este está el río de Arcos de Canasí (…), el de Santa Cruz. De aquí sigue el río de Jaruco que está dos leguas distantes de los antedichos. Pueden entrar en él los barcos de la costa y tendrá ocho palmos de agua en la boca…"

Cuando se asientan definitivamente en la zona de Chipiona cuatro familias de pescadores procedentes de Islas Canarias, para crear el poblado de Santa Cruz del Norte, existían en la zona dos poblados de mucha mayor importancia: San Lorenzo de Jibacoa del Norte, que llegó a ser un condado y San Matías del Río Blanco, sede de las autoridades militares y eclesiásticas del territorio. Tanto es así que las iglesias de ambos lugares se crearon mucho antes que la de Santa Cruz, fundada casi mitad del siglo XX.

El 19 de marzo de 1622 se concedió una merced para crianza de animales del sitio llamado Chipiona junto al corral Santa Cruz a doña Catalina de Soto (Santo Domingo de Chipiona cerca de Jaruco). [10]

A partir del asentamiento de cuatro familias procedentes de Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, el 3 de mayo de 1714, en la zona de la playa de Chipiona, situada al este del lugar que ocupa hoy la cabecera municipal de Santa Cruz del Norte, se celebró la primera misa, y se tomó aquella tradición de celebrar las fiestas de la Cruz de mayo como fiestas populares del naciente poblado conocidas por "Día de la Elevación de la Santa Cruz"

Esta zona era conocida con este nombre desde la segunda mitad del siglo XVI, por lo que no debe atribuirse su topónimo actual a esta circunstancia, ni mucho menos a la afirmación caprichosa de la Condesa de Merlín que atribuyó su fundación a uno de sus antecesores, basándose únicamente en este apelativo.

También apareció un modesto caserío en el potrero conocido por La Sierra o Las Cañas, adscrito al igual que Santa Cruz del Norte y que el resto de las tierras del corral Jibacoa o Jibacoa al mayorazgo que mandó fundar en 1783 el canónigo Don Miguel Espinoza de Contreras y Jústiz. Existió asimismo otro pequeño poblado costero, llamado Santa Cruz, ubicado en la boca del río que nace en las elevaciones de Bainoa.

En esta zona otro ejemplo conocido es el poblado Arcos de Canasí, situado en la fecha de su creación a 4 Km. de la desembocadura del río de su nombre, fue fundado en 1738, fecha en que Don Patricio de Horta (o de Orta) donó solares a los vecinos, comenzando de inmediato la población.

En 1756 Don Gonzalo de Herrera y Berrio, marqués de Villalta funda también, el poblado de Jibacoa del Norte, conocido en esta época por el nombre de San Lorenzo de Jibacoa.

Jibacoa o Gibacoa fue declarada condado en 1764, al concederse este título a Don Jerónimo Espinoza de Contreras y Jústiz, natural de La Habana, primer Conde de Jibacoa, Coronel de Milicias de Infantería de Matanzas, Alcalde ordinario de la Habana.

Toma de La Habana por los ingleses y su repercusión en el municipio

Durante la invasión inglesa a la capital, en 1762, las naves británicas fueron rechazadas a tiros en las Bocas de Jibacoa y de Jaruco por los vecinos y, por este último punto, se recibió un cargamento de armas destinadas a la reconquista armada de la capital. Santa Cruz se encontraba dentro de la jurisdicción que se atribuían los invasores, mas no llegaron a tomar posesión, como hicieran en el Mariel, ya que en la zona había un núcleo de resistencia armada.

El 13 de agosto de 1782 algunos de los navíos que componían la escuadra del almirante inglés Jorge Rodney [11], que estaba desplegada frente a La Habana, llegaron hasta la boca del río Jaruco y en lanchas desembarcó un fuerte contingente de marinos que marchó hasta el ingenio de Juan Santa Cruz, al que en varias horas lo saquearon.

Antes nuevos ataques, en 1797, se decidió por los vecinos del lugar ensayar la defensa del litoral, estableciéndose torreones artillados con éxito en Boca de Jaruco (1797) y Santa Cruz (1800). Para la construcción de la batería y torreón de boca de Jaruco facilitaron los vecinos 27.579 pesos. [12]

Etapa de decadencia del sistema esclavista 1840-1868. Caracterización económica del territorio

La demolición de la estructura agraria tradicional, es ya un hecho consumado. Solo sobrevive, aproximadamente con su dimensión original el corral-condado de San Lorenzo de Jibacoa, que se mantiene como mayorazgo de la familia Espinoza-Herrera. Otras como "Figueras" de Don Manuel Figueras, cerca de Puerto Escondido, “Senmanat", cerca de Canasí, "Carmen", de la Condesa de Bainoa, en Río Blanco, "Echevarría" o "Hechevarría", en Santa Cruz, de Manuel Pedroso, "San Lorenzo de Jibacoa", en el corral Jibacoa, del conde de Campo Alegre y "San Joaquín", de Don José Arango.

Como el suministro de esclavos estaba prohibido formalmente, los hacendados ensayaron nuevas soluciones. Los primeros "culíes" chinos fueron introducidos, bajo contrato, en 1847; y en 1849 llegó el primer cargamento de yucatecos. Como ejemplo de ello en 1877 en el ingenio San Lorenzo de Jibacoa existían 30 chinos contratados para trabajar en los campos de caña. [13]

La explotación desmedida del trabajo esclavo dio lugar a la aparición de palenques en las cuevas y lugares intrincados del lomerío de Jaruco, la Sierra de Camarones, los Arcos y particularmente, a la del reducto cimarrón de "El Cenizo", en Canasí.

En Santa Cruz del Norte, el lomerío de Jaruco, el valle del Espinal y la Sierra de Camarones fueron convirtiéndose en refugio de aborígenes y esclavos prófugos. Una elevación que marca el límite entre los municipios de Santa Cruz y Madruga recibe el nombre característico de "Los Palenques" y en sus grutas se codeaban el aborigen y el esclavo prófugos.

En 1812 ocurrió aquí también la insurrección esclava más importante del occidente cubano, en el ingenio Nuestra Señora del Carmen y San José en Peñas Altas. En el ingenio Peñas Altas de esta comarca ocurrió el 15 de marzo de 1812 (otras fuentes dicen que ocurrió en febrero) la sublevación del negro libre José Antonio Aponte. El hecho ocurrió en el ingenio de Don Antonio Ponce de León, situado en el corral de Santa Cruz, diez leguas al S. E. de la Habana, ocurrió otra rebelión que cesó gracias a la represión de los dueños de dicha finca. [14]

Pero el año de 1812, al terminarse el gobierno del Marqués de Someruelos, fue descubierta la más vasta y peligrosa conspiración de negros que hasta entonces existiera en la Isla, la que aparentemente dirigía el negro José Antonio Aponte, que en realidad era un instrumento de los blancos que en ella estaban comprometidos. Román de la Luz y Luis Francisco Bassave, de la más distinguida sociedad habanera, fueron remitidos por Someruelos al presidio de Ceuta por creerlos complicados en la causa que se instruyó. [15]

Según Fernando Ortiz en su libro “Los negros esclavos” (pág. 430 y 431) en febrero del año 1812 estallaron levantamientos en los ingenios de Puerto Príncipe, Holguín, Bayamo, Trinidad y hasta en la misma Habana, revelando la insurrección capitaneada por el negro libre José Antonio Aponte, que tendía a conseguir en Cuba lo que Toussaint L'Ouverture en la Isla de la Española. "No era un levantamiento general ni combinado con acierto, echábase de ver que carecía de mano directiva; pero hubo asesinato de mayorales y dependientes blancos, incendios de fábricas y otros excesos deplorables. Sublevóse buena parte de las dotaciones de los ingenios de la Trinidad y Peñas Altas, poco distantes de la Habana. De que el proyecto de insurrección se extendió a muchas fincas explotando el natural deseo de sus braceros de ser libres, no hubo duda" (Jacobo de la Pezuela, 1865).

Aponte y ocho de sus cómplices principales fueron condenados a la última pena, ahorcados, descuartizados y expuestos en el puente de Chávez para escarmiento de los esclavos. [16] Aponte dio nombre a la calle de La Habana llamada de Jesús Peregrino, donde aquél vivía, por un cuadro de Jesús peregrino que tenía el caudillo negro en su casa. [17]

En 1835 hubo los levantamientos de Jaruco y de Matanzas (17 y 29 de junio en el ingenio "Carolina", cafetal "Burato" y otros de Macurijes) y el de La Habana (25 de julio) en cuyo barrio extramuros del Horcón se amotinaron numerosos negros en el mismo puente de Chávez, donde precisamente fueron descuartizados Aponte y sus cómplices. Más de cincuenta negros, intentaron penetrar en la ciudad amurallada, matando e hiriendo varios blancos, pero el General Tacón, reprimió enérgicamente la revuelta enviando un escuadrón de lanceros que desbarató a los revoltosos. Después una comisión militar los juzgó y condenó a ser fusilados seis de los principales y a cadena los demás; dos cabezas de amotinados fueron puestas en el puente de Cristina.

En 1844 en un periódico de Nueva York se publicó el jueves 23 de mayo de 1844 lo siguiente: “Conspiración de la Gente de color descubierta en la Isla de Cuba, 1844.- se dice que el cabecilla principal en Güines es un mulato sastre conocido por Pepe. En Aguacate y La Mocha un negro anciano albañil apellidado Avalos. En Jaruco un negro capataz apellidado Quinteros. En el puerto de Santa Cruz otro negro llamado Maestro Luis N., muñidor y calambuco de la Iglesia de Bejucal. Todos libres y presos por el celo de los oficiales fiscales.”

Etapa de crisis del esclavismo y Ejército Libertador 1868-1880

En el territorio santacruceño no se realizaron confiscaciones, hasta donde se conoce. Tampoco, es cierto, que ocurrieran movimientos conspirativos ni alzamientos en el período de la Guerra Chiquita.

Santa Cruz iba definiéndose como una región ganadera y azucarera, basada en la gran propiedad terrateniente y el precio de las tierras en esta zona (incluso los arrendamientos) oscilaba entre 300 y 750 pesos fuertes la caballería y un 5% anual, respectivamente. Si bien, como se ha señalado, no hubo acciones bélicas en el territorio, el pueblo supo manifestar de diversos modos su simpatía con los ideales de la Revolución de Yara.

Uno de los servicios básicos del Estado Colonial era la línea telegráfica. Con los equipos de la época bastaba cortar una línea para interrumpir la comunicación en todo el sistema. Eso fue‚ lo que sucedió el 21 de diciembre de 1868 entre los kilómetros 41 y 42 del "Ferrocarril de la Bahía"; así como entre los pueblos de Bainoa y Jaruco y las autoridades solo pudieron descubrir que las huellas llevaban a Jibacoa (Archivo Nacional de Cuba (ANC), Fondo COMISION MILITAR, Leg.128, # 18).

En enero de 1869 una goleta, de las que realizaban el cabotaje, fue arrojada a la costa de Cojímar por un tornado. Uno de los empleados del Servicio de Costas, al visitarla, descubrió un recipiente de lata, conteniendo ejemplares del tabloide independentista "El Cubano Libre", impreso en Bayamo. La investigación subsiguiente reveló que el bulto solo podía haber sido embarcado en Rutinel de Jibacoa o en Santa Cruz del Norte. (A.N.C. Fondo COMISION MILITAR, Leg. 128, # 23).

Si bien la guerra no llegó a esta región las autoridades y los cuerpos paramilitares no dejaron de realizar ejecuciones y "desapariciones" de prisioneros (el termino no existía aún, pero en la práctica sí) en distintos barrios de ella. En el "Libro de Sangre" publicado en 1873 en Nueva York y basado en fuentes oficiales españolas se reportan los siguientes hechos:

Barrio Fecha Hecho
Santa Cruz del Norte 20-02-1870)
03-05-1870
Ejecutados dos Prisioneros
Ejecutado Francisco Martínez
San Lorenzo de Gibacoa 26-05-1870 Ejecutado Francisco Cartaya
Jibacoa 22-09-1870 Ejecutados Cipriano Estrada y Luz Medina
Arcos de Canasí 13-11-1870 Ejecutado José Lechuga


Un médico romancista de Jibacoa, Francisco Monjiotti fue acusado de ser un "agente de la insurrección" fue procesado, repetidamente, entre 1868 y 1871. Pese a no hallarse contra él más pruebas que las afirmaciones sin fundamento de algunos delatores, por lo que estuvo a punto de ser deportado a la colonia penitenciaria de la isla de Fernando Poo, en la costa de África. Logró ser absuelto, no obstante y, aprovechando sus recorridos entre los ingenios de la zona, mantuvo viva la propaganda de la insurrección.

Distribución administrativa del territorio de Santa Cruz

Por Real Decreto del 21 de junio de 1878 se instaura en Cuba la "Ley Orgánica Municipal Española" del 2 de octubre de 1877. Si bien se retrasó algo por la Guerra Chiquita su establecimiento fue general y efectivo en menos de un lustro. El área actual de Santa Cruz del Norte dependía de 2 provincias: La Habana (Santa Cruz del Norte y Jibacoa) dependían administrativamente del Partido Judicial de San Juan de Jaruco y Matanzas (Arcos de Canasí), de la Ciudad de Matanzas.

Se crearon además los términos municipales de San Lorenzo de Gibacoa, o Jibacoa, de Santa Cruz del Norte y de Canasí, todos ellos el 1 de enero de 1879. El gobierno de estos se componía del alcalde, un número variable de tenientes alcaldes, los Regidores y la Junta Municipal de Educación, estos últimos solamente con carácter consultivo. Esta estructura ya funcionaba en 1879 y en 1887 publicó el Ayuntamiento de Gibacoa, o Jibacoa, un "Proyecto de ordenanzas municipales y rurales para el régimen de dicho término" de la Librería de Valdepares, en la ciudad de La Habana, citado por Carlos M. Trelles en el tomo VII de su "Bibliografía Cubana del Siglo XIX".

Con todos sus defectos, el sistema municipal facilitó el florecimiento de la cultura local. Se crearon escuelas elementales en los poblados cabecera e incluso, en Jibacoa, una Academia de Música donde estudio Antonio María Romeu. [18]

La orquesta de este destacado músico, especializada en la interpretación del danzón, lideró el género de la charanga por más de treinta años. Su obra más famosa fue “Tres lindas cubanas”, arreglo de una antigua canción. Otros famosos danzones lo son “Siglo XX”, “La danza de los millones”, “El mago de las teclas” y uno dedicado a su pueblo natal titulado “Jibacoa y “La flauta mágica” (en colaboración con Julio Brito)

Guerra de independencia 1895-1898

Entre los antecedentes de la contienda estuvo el desembarco de Manuel García por Puerto Escondido, en 1886. Algunos santacruceños, como el capitán-prefecto Natalio Sanabria estaban alzados antes del 24 de febrero de 1895.

Iniciada la contienda, el fuerte español de Santa Cruz fue tomado por las fuerzas del Lugarteniente General Antonio Maceo el 29 de febrero de 1896. Se establecieron en la zona las prefecturas mambisas de Loma Blanca, Monte Machado y Cubilingaga, que mantuvieron la lucha.

La Invasión a Occidente, al mando de Antonio Maceo, pasó por la parte sur de la provincia, sin influir en la zona más que indirectamente. No obstante, el 27 de febrero de 1896, el territorio fue escenario del inicio de la II Campaña de La Habana. Ese día, la columna libertadora, tras atravesar la línea divisoria Habana-Matanzas, pasó revista a las fuerzas del General Aguirre en el Ingenio Cayajabo.

La columna de Aguirre tomó en la tarde del día 28 el camino de Canasí, haciendo noche en la Finca Semanat de Jibacoa, de Don Manuel Figueras, ubicada cerca de Puerto Escondido. En reunión sostenida con Maceo, Aguirre, que comandaba la vanguardia, recibe la orden de avanzar sobre Santa Cruz del Norte.

El 29 de febrero, en horas de la mañana, avanzaron sobre el poblado (que estaba situado donde hoy está la fábrica de ron de Santa Cruz, “Havana Club”), y se dispusieron a atacar el fortín. En el año 1896 había en el fuerte una fuerza "española", (al menos de nombre), integrada por 30 voluntarios de la 5ta Compañía de Jibacoa y un Guardia Civil de la 3ra Compañía de La Habana, Pedro Díaz Ruiz. Tenía el mando el Sargento Ciriaco Escajadilla Humara, con los cabos Sabas Artiles Hernández y Jacinto Sáenz Díaz.

En el fuerte se tuvo noticia del avance de los cubanos desde temprano. Nada se hizo, sin embargo, rodeado el recinto, el sargento consultó al Cabo. Este, sin comprometerse, afirmó que: "Por lo que él sabía, en la Guerra se palamentaba”. Sin rendirse, por tanto, el sargento salió a "parlamentar". Al ver esto, las fuerzas mambisas se fueron aproximando al reducto, la mayor parte a caballo, saltaron al interior del fuerte y desarmaron en un instante a la guarnición. Tras recoger armas, caballos y, en general, todo lo aprovechable, partieron los libertadores hacia el ingenio Jiquiabo. La Segunda Campaña de La Habana se inició, por lo tanto, con un triunfo incruento, alcanzado sin disparar un tiro.

El viernes 27 de noviembre de 1896 José Elías Entralgo y Moran (poeta, orador, patriota, soldado libertador) embarcó en el vapor “Jorge Juan”, acompañado del práctico Olimpio Travieso. Tras penoso viaje pudieron bajar en Santa Cruz del Norte, y al siguiente día se incorporó a las fuerzas del general José María Aguirre, en el regimiento Habana. Entre los combatientes del Ejército Libertador en el municipio se encuentran:

  • Natalio Sanabria Hernández, natural de San Matías, primer prefecto del municipio. *Dionisio Campoalegre.
  • José Remigio González Abreu.
  • Toribio Amores.
  • José Miranda Claudio Amores, conocido por Cayito.
  • Toribio Amores.
  • Gertrudis Acuña.
  • Julio Carmenatti Nieves, de Boca de Jaruco.
  • Elías Pérez y Marcos Falcón, de Arcos de Canasí.
  • Clemente Bacallao, Juan Ramírez, Pablo Ramírez "Tata" Rivero, Aurelio Velázquez, José Rivera, Antonio y Francisco Jiménez, de San Lorenzo de Jibacoa.

Al acabarse la guerra en 1898, Santa Cruz del Norte pertenecía al ayuntamiento de Bainoa, Distrito Judicial de Jaruco. [19]

Veteranos de la Guerra de Independencia

Varios combatientes del Ejército Libertador sobrevivieron la contienda y entre ellos se destacan Andrés Leicea y Bencolmo, posiblemente el veterano que falleció a más edad de la región, muere el 9 de abril de 1960 a la edad de 98 años; Gerardo Rodríguez (1870-1952);José María Villena (1874-1953); Juan Villena; Vicente Hernández Campoalegre (Vicente Maní) (1875-1981); Víctor Ruiz (Vitorui) (1880-1954); Ricardo Alfonso (Gavilán) (1872-1946) y Eduardo García Armenteros (El Centinela)

Etapa neocolonial

Concluida la Guerra de Independencia en 1898 el cuadro que presentaba Santa Cruz del Norte no podía ser más desolador: de Guanabo a Jibacoa no había quedado un solo ingenio funcionando, la ganadería había sido desbastada, no existían vías de acceso hacia la capital u hacia otros territorios a no ser por trillos y caminos vecinales con una población reducida a 2695 habitantes, y sin otro sustento que la pesca y la agricultura. El hambre y la miseria se apoderaban de Santa Cruz, independientemente a sus bellas costas, el puerto, su flora, fauna y el lugar privilegiado que el territorio ocupaba entre dos provincias.

En 1899, durante la Primera Intervención Militar norteamericana, de conformidad con la orden 120 del Gobernador Militar de la isla, publicada en la Gaceta de La Habana el día 28 de julio, el Gobernador Civil de la provincia de La Habana, dispuso la desaparición de los ayuntamientos de Jibacoa y San Antonio del Río Blanco del Norte, cuyos documentos, archivos, bienes y demás pertenencias deben fueron entregadas al municipio de Santa Cruz del Norte, de nueva creación

Sin embargo, la existencia de ese municipio creado en 1899 resultó efímera, porque apenas se prolongó por tres años. En 1902, el municipio de Santa Cruz del Norte que incluía a San Antonio del Río Blanco y a Jibacoa, cesó de funcionar, para integrarse al municipio de Jaruco.

Penetración del capital norteamericano

Después de la intervención norteamericana, las inversiones de Cuba de empresarios y negociantes norteamericanos no se hicieron esperar. Santa Cruz del Norte, no fue la excepción. Desde las primeras décadas del siglo veinte, una sociedad norteamericana estaba interesada en construir una destilería en los terrenos situados al este del río Santa Cruz. En esa época el territorio que hoy ocupa Santa Cruz del Norte formaba parte del municipio de Jaruco, y sistemáticamente la alcaldía negaba la autorización para establecer la nueva industria.

El 4 de abril de 1905 el Havana Central Railroad se incorporó, bajo las leyes del Estado de New Jersey, Estados Unidos ha construido líneas eléctricas entre La Habana, Güines y Guanajay. Tiene unos muelles de madera en Paula y vapores "ferries" en la Bahía de La Habana para Casa Blanca y Regla, además de tranvías eléctricos entre Regla y Guanabacoa. De 1908 a 1909 el ramal de Güinesse extendió hasta el Central Providencia, y en 1918, se construyeron 11 kilómetros en la línea de San José de las Lajas a Santa Cruz del Norte. [20] El 1 de marzo de 1928, se fusionó con los Ferrocarriles Unidos.

Desarrollo económico-social

En abril de 1911 según censo realizado y reflejado en el volumen IV de la obra Cuba Descriptiva en Santa Cruz del Norte existían 1239 habitantes, de ellos 817 eran varones y 422 hembras y el territorio pertenecía al municipio de Jaruco.

La infraestructura y el desarrollo social se concretaban en que en el caserío tenía alumbrado público de carburo y luz brillante solo con 30 faroles. El abastecimiento de agua era del manantial y del rio, por medio de latas y pipas que distribuían el agua de los ríos y arroyos como los ríos “Santa Cruz”, “La Bomba”y “San Juan”y sus aguas se utilizaban como potable.

Tres escuelas públicas, una para varones, otra para hembras y otra mixta era lo que existía para la educación de sus menores. No había escuelas o colegios particulares de primera y segunda enseñanza.

La salud pública y la higiene se garantizaba por medio de un médico nombrado Dr. Juan Bruno Zayas Baquero, médico municipal que tenía residencia en Santa Cruz del Norte. Este médico atendía también a la población de Jibacoa. Existía además una farmacia de barrio (Botiquín o Farmacia auxiliar). No existía ni un hospital ni casa de socorros, asilo o casa de salud.

Por otra parte y para la limpieza del poblado existía una cuadrilla compuesta de un capataz y 4 obreros para esta limpieza que costea el Estado y pertenece a la Jefatura de Jaruco.

Un cementerio público propiedad municipal era el único camposanto para la última morada de aquellos infelices pobladores santacruceños.

Con solo una Sociedad de Instrucción y Recreo nombrada “El Liceo” contaba Santa Cruz en esa época. La otra recreación era una playa que funciona como balneario de servicio público en temporada para familias. No existía iglesia católica, solo un Culto Protestante.

No existían ni bancos, teatros, hoteles, bibliotecas, museos, ni publicación periódica. Solo existían 10 comercios y 3 pequeñas industrias.

Las comunicaciones y el transporte se manifestaban por la existencia de dos líneas telefónicas propiedad municipal, una de Santa Cruz a Jibacoa recorriendo 2 km y otra a Boca de Jaruco, que recorría otros 2 km dentro del barrio. Una administración de correos que despachaba giros postales y una estación telegráfica que solo enviaba mensajes de Santa Cruz a Jaruco. No existía líneas férreas ni ferrocarril o tranvía, la estación más próxima se encontraba en Jaruco a 20 km aproximadamente. Se construía una carretera desde Santa Cruz a Caraballo que recorría unos 4 km dentro del barrio.

El orden público se garantizaba a través de un puesto de la Guardia Rural y un policía municipal con un Juzgado municipal de Jibacoa con residencia en Santa Cruz. El alcalde de Barrio era Eladio Diez y Díaz, recaudador por fincas rústicas, urbanas, tarifas, etc., con fianza de $1000.00 por póliza de la “Fidelity”. Su suplente era Jacinto Hernández.

Existían además tres embarcaderos que eran “Puente” “Almacenes” y “Almacén de Antonio Díaz” este último está habilitado para el cabotaje y pertenece a la Aduana de la Habana.

Producción agropecuaria: En ese entonces no existían centrales o ingenios de azúcar, solo se cultivaban 82 caballerías en 2 colonias de caña. Existían además otras áreas dedicadas a cultivos menores y potreros para un total general de 308 caballerías de tierra en producción. Un colmenar con 10 cajas a la americana. La crianza de animales ascendía a 4111, fundamentalmente vacuno (3625) y equino con 486 animales de ambos sexos, incluyendo 6 mulos.

La ruina económica dejada por la Guerra dio paso casi tres lustros después a una relativa prosperidad, hacia 1919 materializada en empresas como el Central y Ferrocarril Cubano de Hershey, (creadas por la corporación norteamericana "Hershey Chocolate Co.") y la destilería "Santa Cruz del Norte", donde nacieron las marcas de Rones Santa Cruz y Legendario.

Destilería Santa Cruz

Aprovechando un período en que el concejal más viejo, cubre por sustitución la alcaldía de Jaruco, tramitó la autorización para instalar la destilería de alcohol y aguardiente que había sido negada reiteradas veces por el gobierno municipal. Esa instalación, también norteamericana, aprovecharía las mieles y el servicio ferroviario del Central americano que se construía en la zona. De esa forma, en el año 1919 los terrenos al este del río Santa Cruz fueron adquiridos por la sociedad norteamericana “Cuban Alcohol Refining Company”, y el 30 de septiembre de ese mismo año se inauguró la Destilería Santa Cruz, con el objetivo principal de establecer una fábrica de alcohol, aguardiente y whisky. La producción de este último nunca fue autorizada por las autoridades del municipio de Jaruco. Esta industria fue inaugurada el 30 de septiembre de 1919.

El producto terminado, fuera alcohol o aguardiente, se envasaba en pipas de roble, fabricadas en la carpintería de la propia fábrica. Las mieles utilizadas como materia prima eran suministradas por los centrales Hershey y Preston, mediante barcos que descargaban desde el muelle ubicado a un costado de la destilería.

Penetración de Hershey Corporation en Santa Cruz

La Hershey Corporation era una firma de capital independiente que radicaba en el Valle de Levanong, Pensilvania, Estados Unidos, cuya especialidad es la fabricación de chocolates, confituras, gomas de mascar, azucares para sus golosinas y otras ofertas para diferentes mercados.

En 1912 Mr. Hershey visitó por primera vez la isla. Ya traía en su mente el objetivo de construir una fábrica de azúcar y decidió recorrer la costa norte desde la ciudad de La Habana hasta Santa Cruz del Norte, donde lo esperaba el concejal Ángel Ortiz.

La visita concluyo con la adquisición por parte de Mr. Hershey, de un lote de tierras en $578.00 USD y el encargo para la compra de las tierras de un acaudalado de apellido Muñiz. En 1914 regresó nuevamente a la zona y ante la negativa del terrateniente Muñiz a la venta de sus tierras, recorrió junto a Ángel Ortiz los antiguos feudos del desaparecido ingenio La Carolina (la zona donde hoy se encuentra el centro recreativo “Jardines de Hershey”), lugar en el que elogió la calidad del agua de sus manantiales.

El 30 de mayo de 1916 la Hershey Corporation nombraba al santacruceño Ángel Ortiz administrador de sus bienes en Cuba y comenzaba aceleradamente la construcción del central, devenido en colono azucarero, dotado de referencia propia e instalaciones de último modelo. Asimismo compró el Central San Juan Bautista en el mismo año para asegurar la producción de azúcar crudo.

Construcción del central Hershey fotografía realizada en mayo de 1918

Hershey continuó adquiriendo nuevos centrales e ingenios, como el "Rosario", de Madruga en 1920, "Nuestra Señora del Carmen" (de Jaruco) y el "San Antonio” también de Madruga en 1925, y el Jesús María en 1927. De esa forma asegura el azúcar crudo para su futura refinería la que debía laborar de 5 a 6 meses una vez concluida la zafra.

Todo parece indicar que Hershey, además de surtir a sus empresas, pretendía absorber a todos los ingenios de la región noreste de La Habana. La caída vertical de los precios del azúcar, en 1920-1921, no afectó grandemente a la empresa, que tenía asegurada la compra de toda su producción en Estados Unidos.

El central Hershey ya construido

Hasta 1924 el central trabajó como productor de azúcar crudo. En ese año se comienzan las obras de ampliación para incrementar la capacidad de molida y de producción de crudos y paralelamente se acometió la construcción de la refinería de azúcar.

La obra principal en el montaje de la refinería fue una planta de filtración y decoloración que utilizaba y utilizó siempre carbón de hueso animal, y esa tecnología produjo siempre el mejor azúcar del mundo. Ya que el sistema no permitía la presencia de cenizas en el azúcar refino, y por lo tanto garantizaba esa calidad óptima. Esa planta de decoloración fue conocida, y se conoce aún como la “Casa de carbón” y hasta su última zafra funcionó con el equipamiento original que la hizo única en Cuba. El ferrocarril y la planta eléctrica funcionaban con una relativa independencia, vendiendo sus servicios al central.

Hacia sus empresas llegaban en busca de empleo jamaicanos, barbadenses, trinitarios, españoles, americanos y como es lógico: vecinos de Santa Cruz, Jaruco, San Antonio de Rio Blanco, Canasí, Matanzas incluida la capital. La mayoría se asentaba en poblados cercanos a la industria, en la que convertidos en obreros asalariados ganaban el sustento para su familia y disponían de un transporte por ferrocarril que aseguraba la llegada y cumplimiento de la jornada laboral.

La creación de la fábrica de aceites y vegetales en 1932 y la puesta en marcha de los cortes de henequén con su desfibradora y la fábrica de jarcias en 1940, posibilito que la corporación tuviera fuente de empleo para la mayoría de sus trabajadores en tiempo muerto, aunque con un menor salario fue en la gran industria.

El 13 de octubre de 1945 falleció Milton Snavely Hershey en Estados Unidos creador de un imperio con una economía cerrada. Sus empresas y sistemas de trabajo fueron a parar a las manos de la Empresa Atlántico del Golfo y en una hábil maniobra la adquirió Julio Lobo Olabarría, el llamado “Zar del Azúcar”, quien llego a ser el productor más importante del país.

Ferrocarriles de Hershey

Paralelamente a la construcción del central se extendieron por los campos las líneas del llamado "Ferrocarril Cubano de Hershey”, que aunque al principio funcionaba con la energía del vapor, no tardó en establecer la primera línea entre Matanzas y la Ciudad de La Habana, con carros eléctricos, para conducir a los muelles de Regla y el azúcar refino. En marzo de 1916 fue presentado el proyecto los ferrocarriles y aprobado en el propio año, a pesar de las protestas del monopolio inglés Ferrocarriles Unidos de La Habana. Las primeras paralelas fueron trazadas hacia el embarcadero de Santa Cruz, y también hacia el sur, para garantizar la conexión con las líneas del ferrocarril inglés, en Bainoa.

El pequeño puerto santacruceño se utilizó para el atraque de una chalana con remolcador, mediante la cual se introdujeron al país los equipos y materiales necesarios para la construcción del ferrocarril, del central azucarero y del pueblo modelo de Hershey.

Locomotora de Vapor, de las primeras en los ferrocarriles de Hershey

A partir del primer viaje de la chalana se comenzó la construcción de la vía férrea, desbrozando montes. Una vez ensamblada la primera locomotora, en el embarcadero de Santa Cruz, el obrero, Perico Bermúdez, se convirtió en el primer maquinista y fogonero del nuevo ferrocarril. Así entró en servicio, la locomotora número 1, en febrero de 1917. Ya en 1918, quedaron abiertos al servicio público 43 kilómetros de líneas.

En la inauguración, se contaba con 19 locomotoras a vapor, aunque las ventajas de la electricidad estaban incluidas en el proyecto, debido a que el combustible para las locomotoras tenía que ser importado, y se corría además el peligro de que las chispas incendiaran los campos de caña.

El proceso de electrificación del ferrocarril ocurrió entre 1919 y 1920, fundamentalmente, con una participación multinacional. Un ingeniero belga, un contratista inglés, la compañía norteamericana y fuerza de trabajo española y jamaicana fueron los autores y se incluía entre otros proyectos, la construcción y montaje de una planta eléctrica de 6000 kilowatts, cuyo vapor de extracción sería utilizado en la fabricación de azúcar. La primera etapa fue el tramo electrificado Casablanca Matanzas.

Tren eléctrico de Hershey

El ferrocarril de Hershey, se extendió a lo largo de unos 85 Km., desde las orillas de la bahía de La Habana hasta las inmediaciones de la de Matanzas, pasando por el central. Seguramente fue el primero del mundo en que se usó la tracción eléctrica tanto para trasladar caña hasta la fábrica, como para transportar hasta los puertos de embarque el azúcar producido. En 1921, su planta eléctrica brindaba servicio a la ciudad de Matanzas, así como a 9 ciudades y pueblos cercanos a la línea del ferrocarril. Indiscutiblemente, su papel de pionero en la generación de energía eléctrica, y en el uso de la tracción, para el ferrocarril de Hershey el cual brindo servicio de carga y pasajeros, contribuyo a la ampliación del servicio eléctrico en Cuba.

Refundación del municipio

Este desarrollo condicionó la creación del término municipal de Santa Cruz del Norte por el efímero Gobierno Revolucionario de 1933, mediante el Decreto 3300 el 13 de diciembre de 1933.

En los decretos emitidos a través de la gaceta oficial desde el 31 de octubre hasta el 29 de diciembre de 1933, puede observarse sólo la creación de un municipio en todo el país en este período que es el de Santa Cruz del Norte. Todos los demás son nombramientos y sustituciones de alcaldes de los municipios que ya existían. Santa Cruz del Norte fue el primer y el único municipio creado por Antonio Guiteras.

Al ser segregado del municipio de Jaruco, en el periodo de 1931 a 1943 los barrios de Boca de Jaruco, Jibacoa y Santa Cruz del Norte, se logra constituir el municipio de Santa Cruz del Norte con los mismos.

Evidentemente Guiteras tuvo en cuenta que se trataba de una solicitud bien fundamentada, de un territorio con un considerable aporte fiscal, donde los partidos políticos tradicionales no tenían fuerza y existía un movimiento feminista. Robustece la solicitud el hecho de que el emisario es Ángel Ortiz, un veterano del ejército mambí, que argumenta con fuerza y firmeza, y que estaba respaldado por una trayectoria de honestidad y prestigio en su pueblo.

El pueblo santacruceño sintió y siente admiración y respeto por Antonio Guiteras Holmes. Ese sentimiento que se manifestó cuando, en la década de 1950 el tirano Batista ordenó la destrucción de todo monumento a Guiteras que existiera en el país. Los hombres y mujeres del poblado rodearon el busto del prócer, para evitar que fuera destruido por las hordas de militares batistianos. Ese gesto posibilitó que el busto que se encuentra en el Malecón de Santa Cruz del Norte sea el único busto que existe de Guiteras en el país esculpido antes de 1950.

Busto de Antonio Guiteras en Santa Cruz del Norte

De 1941 a 1948 Santa Cruz continuaba careciendo de Ayuntamiento, Casa de Socorro, Acueducto, escuela de Segunda Enseñanza y muchas otras necesarias instituciones e incluso de personal adecuado en la Jefatura de Sanidad. En 1948 hubo peligro de epidemia.

Golpe de Estado de Batista. Lucha clandestina e insurreccional

Después de producirse el golpe de estado de Fulgencio Batista en 1952, la juventud patriótica y revolucionaria de Santa Cruz del Norte, respondió al llamado de los dirigentes partidistas de tendencia izquierdista y se organizaron en células clandestinas y realizaron actividades en contra del Gobierno desde 1952 hasta diciembre de 1958. El Movimiento 26 de Julio fue de los más destacados en la lucha contra el régimen batistiano.

Como ejemplo de esta actividad clandestina se inició la Causa 60/57 del 28 de enero de 1957 debido a que se encontraron 3 paquetes de dinamita en el fondo de la Destilería No.18 de la Ronera Santa Cruz. [21]

En el Central Hershey y en sus colonias como la llamada “El Conde” se acusaron en el año 1957 por el delito contra el ejercicio del trabajo (huelga) a varios trabajadores como Luis Sardiñas Domínguez, Aquilino Pérez, Alejandro Brito Fernández, Juan Marrero Sosa y otros. En este mismo lugar se encontró el 16 de marzo de 1957 una propaganda comunista siendo acusado Herminio González Bernal.

El 3 de mayo de 1957 se produjo un apagón provocado por un alambre que tiraron en la Loma del Tanque y el 27 de julio otro apagón por sabotaje contra tendido electrico en la playa Jibacoa.

El 15 de junio de 1957 es acusado Hipólito Rodríguez Perdomo por el delito de incendio en caña en la colonia Carmona del central Hershey. En el mes julio de 1957 los días 13 y 22 fueron halladas sendas banderas del Movimiento 26 de Julio en una loma en la finca Las Piedras y en el muelle Sierra a la entrada del río, respectivamente.

Últimas acciones armadas en la región

En diciembre de 1958 el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) de la provincia de La Habana preparó el paso de la Columna Invasora No. 2 "Antonio Maceo" al mando del Comandante Camilo Cienfuegos.

Con este fin se inició la organización del Frente Guerrillero, así como la Columna de apoyo "Ángel Amejeiras" que mantenía su zona de operaciones en las alturas de Madruga y la Sierra de Canasí. Se realizaron además desembarcos de armas por Puerto Escondido y Santa Cruz del Norte el 2 de noviembre de 1958 y en fecha no determinada aún de octubre de dicho año.

A fines de diciembre de 1958 las tropas rebeldes operaban casi a las puertas de la capital. En respuesta la tiranía decidió emprender una ofensiva con los medios a su disposición empleando los puestos de Guardia Rural de Santa Cruz del Norte, Jibacoa y Arcos de Canasí, así como los apostaderos de la llamada Marina de Guerra Nacional ubicados en Chipiona y Rutinel de Jibacoa. El puesto de Canasí emprendió una operación de registro en combinación con el Regimiento "Placido" de la Compañía de Fusileros. El peine de la Sierra de Canasí lo dirigió el Capitán del Ejército batistiano Prudencio Sosa Blanco.

Ante la ofensiva de la tiranía, uno de los pelotones de la columna "Ángel Amejeiras" partió hacia la Sierra de Canasí en dirección opuesta a la Loma del Pan y del Palenque, logrando burlar el cerco que por tierra mar y aire había emprendido el Ejército.

Las operaciones de la columna "Ángel Amejeiras", a pocos kilómetros de la capital, tuvo una fuerte connotación en la crisis interna del régimen, acelerando su descomposición interna y preparando las condiciones para su caída, particular importancia tuvo la labor de los combatientes de la zona en la preparación de puntos de recepción de abastecimientos y casas de contacto entre la guerrilla, el aparato clandestino de Resistencia Cívica y de las secciones de organización, acción y sabotaje del M-26-7 en los poblados de: Canasí, El Fraile, La Sierra, Jibacoa Playa y Pueblo, Santa Cruz del Norte y el batey de Hershey.

En la zona de Madruga y Ceiba Mocha, se encontraban alzados los rebeldes, zona factible por sus montes y difícil acceso.

En la zona de Camarones varios alzados estuvieron mucho tiempo asediados por el Ejército, muchas personas fueron golpeadas y entre la zona de Vía Blanca y Matanzas, cerca de Santa Cruz y Jibacoa, aparecieron los cadáveres de William Darias Hurtado, José Luis Arruñada, José Mendoza García “Pepito” y otros.

El 31 de diciembre de 1958 el Jefe de Acción de Hershey, Adalberto "Yiyo" Montenegro Cantón recibió a las 2 de la mañana una llamada telefónica de María Luisa Lobo, avisándole de la fuga de Batista. Antes de las 7 de la mañana fueron desarmados los puestos de la Guardia Rural de Santa Cruz del Norte y Jibacoa y poco más tarde fue ocupados el cuartel y desarmada la guarnición en Canasí.

Revolución en el poder

Tras el Triunfo de la Revolución Cubana en 1959 el pueblo estaba orientado por el movimiento clandestino y en una atmósfera festiva se lanzó a las calles, fueron a las iglesias a tocar las campanas. El momento más destacado fue la quema de la bandera batistiana en el parque de Jibacoa. Grupos de revolucionarios fueron a buscar a los batistianos y mujalistas y se organizó la toma de los cuarteles de Santa Cruz y Jibacoa; apenas hubo reacción por parte del Ejército de la tiranía.

En Arcos de Canasí el día 1º se tomó el cuartel de la Guardia Rural por un grupo de compañeros, entre los que estaban Fernando Acuña, Antonio Rodríguez, Israel Sánchez, Troadio Sánchez, Isidro Agredo. Fue detenido Marcelino León, jefe del cuartel de la Guardia Rural, que más tarde fue juzgado por los Tribunales Revolucionarios y condenado a muerte por haber asesinado al revolucionario Carlos General.

Periodo de la Revolución (1959-1961). Primera Etapa Democrático Popular Agraria y Antiimperialista de la Revolución

Cuando la primera Ley de Reforma Agraria vino una brigada del Plan de la Provincia de Matanzas y se hicieron cargo de organizar a los pequeños agricultores para darles el título de propiedad, entre ellos Falcón, Valiente y Oswaldo Alum, de Canasí.

En Canasí se hizo un acto en el central “Puerto Libre” y se entregó el título de propiedad a los campesinos.

Las intervenciones y nacionalizaciones se orientaron al pequeño comercio, la gastronomía y algunas pequeñas industrias artesanales la Destilería Santa Cruz del Norte fue nacionalizada el 8 de agosto de 1960 y el Central Hershey fue nacionalizado a las 10:15 a.m. del 17 de octubre de 1960. La planta de aceites vegetales fue intervenida el 12 de noviembre de 1960 tras un escándalo relacionado con el sabotaje que intentó hacer el administrador Ismael Sanabé a los equipos. En un primer momento no hubo oposición, dado el amplio margen otorgado y las compensaciones.

Entre las primeras medidas de apoyo a la población más necesitada en el año 1960 el primer ministro, Fidel Castro Ruz, hizo un llamado para contribuir a erradicar el analfabetismo, el lema de la campaña fue “Si no sabes leer aprende, y si sabes enseña”. En tal sentido por iniciativa de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) se hizo un censo para saber el nivel de escolaridad real de la población y como resultado se determinó la existencia de 1779 analfabetos, de ellos 891 en la zona urbana y 888 en la zona rural.

Llegaron alfabetizadores de otras regiones del país como Carmen Herrera Scull, de Ciudad de La Habana. Para facilitar el aprendizaje a los débiles visuales se enviaron optometristas a los municipios y se regalaron espejuelos. El municipio se declaró “Territorio Libre de Analfabetismo” el 10 de diciembre de 1962. Participaron en la campaña 932 alfabetizadores, 707 en la zona urbana y 225 en la rural. Hubo 1585 alfabetizados y 196 no alfabetizados por incapacidad.

En los inicios de la Revolución se nacionalizó la clínica existente en el antiguo Central Hershey. Luego se ampliaron los servicios médicos, creándose policlínicos y postas en diferentes asentamientos. Se crearon los Consultorios Médicos de la Familia en la década de los 80. Existen en la actualidad 8 Policlínicos y además el Hospital “Alberto Fernández”, creado en 1987, con 84 camas, ubicado en la cabecera municipal. También existe un policlínico de especialidades y una Farmacia de Medicina Verde.

Hospital Alberto Fernández

Por otra parte en las décadas del 60 al 70 se planteó por el Gobierno desarrollar planes tanto de cultivos varios como de zonas cañeras comenzándose la edificación de bateyes y de comunidades campesinas modelos, de las cuales la primera en crearse en el país fue la de "El Rubio" o Nueva Jibacoa.

Comunidad de El Rubio o Nueva Jibacoa

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Oposición a la Revolución. Política agresiva de los Estados Unidos. Sus manifestaciones en la región

Por estar el municipio en la costa norte, la cercanía a la capital y las condiciones del terreno, ocurrieron numerosas infiltraciones al territorio nacional por esta vía, así como la ocurrencia de otras actividades subversivas. Entre las agresiones del Gobierno Norteamericano y sus agentes cabe destacar las siguientes:

En enero de 1960 ocurrió un ataque aéreo por una avioneta que quema 500,000 a de caña en las inmediaciones del Central Hershey, lo cual se repitió en marzo de 1961 en este lugar y en Rio Blanco. En este propio año fueron heridos los milicianos Raúl Vega y Juan Trujillo por elementos contrarrevolucionarios en el poblado de Boca de Jaruco y el 16 de junio es asesinado, en el lugar conocido por Piedra Alta, el combatiente Manuel López de la Portilla al impedir una salida ilegal del país. [22]

Varias bandas de alzados operaron en la zona como la de Venancio Pérez desde finales de 1960 hasta abril de 1961 que operaban en la zona de Aguacate, Madruga, Jaruco y Santa Cruz. Otras como la de Luis Fernández con 18 alzados que operó en abril de 1961 en la zona de Canasí y la de Sergio Sosa alias “Chino Sosa” o “Sosita” con 4 alzados a partir del segundo semestre de 1961 hasta marzo de 1963 que operaba en la zona San José, San Antonio, Jaruco y Santa Cruz. [23]

Otros como uno conocido por Juan Carlos con dos miembros en su banda que se desalzó en Canasí a mediados de 1962 y la banda de Bernardo Tápanes alias “Pachanga” y Víctor Sosa que operaban en 1962 en Canasí [24] Todas estas bandas fueron desarticuladas y sus integrantes fueron muertos o cumplieron largas condenas.

El 9 de agosto de 1961 ocurrió un desembarco por Piedra Alta de 42 toneladas de armas para grupos contrarrevolucionarios. En septiembre de 1961 se produce un atentado al dirigente Carlos Rafael Rodríguez, en un lugar conocido por finca Machado.

En 1962 ocurrieron varias infiltraciones por el litoral santacruzeño con ataques con muertos, infiltración con introducción de armas para alzados en la zona de Canasí. [25]

Entre 1963 y 1964 ocurrieron otras acciones de espionaje, sabotaje, varias infiltraciones por el Frayle, Santa Cruz y Piedra Alta, lo que se repitió en este mismo lugar en abril de 1965. En la Finca La Galera, frente a la Piedra Alta, los compañeros que fueron a aplicar la Segunda Ley de Reforma Agraria encontraron el 3 de octubre de 1963 un pozo lleno de armas y, más tarde, encontraron a dos ciudadanos que venían del mar, mojados todavía y los detuvieron, reconocieron más tarde que eran infiltrados.

Como hecho más significativo está el asesinato en la zona conocida por el Ñanglar en el litoral de Santa Cruz, cerca de donde hoy existe la Termoeléctrica del Este de La Habana, del oficial de la Seguridad del Estado Carlos Enrique Díaz Camacho [26] “Trillo”, el 15 de septiembre de 1964, durante una operación relacionada con una salida ilegal del país.

La actividad contrarrevolucionaria no se detuvo. En 1968 ocurrió otro ataque aéreo así como una infiltración contrarrevolucionaria. En el 1969 se trabajó un hecho de espionaje. La guerra biológica también tuvo sus manifestaciones en el territorio con la aparición de la enfermedad de la Roya de la caña de azúcar en 1970 con una pérdida aproximada de $85000.00 y en 1971 ocurrió un brote de la fiebre porcina africana con pérdidas totales de $149284.00.

En 1980 se investigó un hecho de espionaje en Santa Cruz y en 1981 ocurrió una infiltración por Playa Jibacoa con agentes del grupo terrorista “Alpha 66” por la zona de Los Júcaros para atentados y terrorismo, los cuales fueron detenidos posteriormente y juzgados por los Tribunales Revolucionarios.

Principales cambios ocurridos en el territorio después del triunfo de la Revolución. La creación de las organizaciones sociales y políticas

La ANAP fue la primera organización que se creó en el Municipio Santa Cruz del Norte. En 1960 se organizó la ANAP y se repartieron las primeras parcelas dándose los pasos iniciales para la constitución de las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) en el territorio. Entre sus fundadores estuvieron los compañeros Julio León (que fue el primer presidente), Juan Flores, Ismael González, Claudio Hoyos, Miguel G. Bolaños, Raúl Lorenzo González, entre otros.

Se crearon las cooperativas: “Julio Antonio Mella”, la “Antonio Guiteras” en La Sierra, la “Camilo Cienfuegos” en la Finca El Pino, la “Conrado Benítez” en Peñas Altas, la “Menelao Mora” en Concuní, la “José A. Echevarría” en Senmanat, la “Jesús Menéndez” en la finca El Rubio, la “Oraldo León” en Paula, la “Niceto Pérez” en El Pan, la “Victoria de Girón” en Santa Cruz. A la hora de incorporar al campesinado al plan había entre Canasí y Santa Cruz 1600 dueños de tierra, siendo muy difícil desarrollar este proceso. La primera cooperativa que se creó fue la “Patricio Lumumba”, en Jibacoa.

En 1960 se crea la Asociación de Jóvenes Rebeldes y en el municipio de Santa Cruz se constituyó una sección, muchos de cuyos integrantes eran miembros de la Patrulla Juvenil. La tarea fundamental de la AJR estuvo dirigida a la organización de los Jóvenes para participar en las diferentes tareas de la defensa, la producción y el estudio.

Las organizaciones sindicales más importantes eran las del Central Hershey, el Ferrocarril del mismo, el Central Puerto Libre, entre otras.

Tras el discurso de Fidel, el 28 de septiembre de 1960, comienzan a organizarse los CDR. Entre sus fundadores en Santa Cruz del Norte está José Escajadillo. Se crearon primero los CDR de cuadra en Jibacoa, Boca de Jaruco y el Central Hershey (convertido posteriormente en el CAI Camilo Cienfuegos). Más tarde se crearon en las zonas costeras los destacamentos “Mirando al Mar” en apoyo al trabajo de las unidades de Tropas Guardafronteras.

Defensa de la Patria. Creación de la PNR. Batallones para Playa Girón. Crisis de Octubre y otras respuestas revolucionarias

Al triunfar la Revolución en 1959 la Unidad de la Policía ocupaba el antiguo local de la Comandancia española, ubicada en la calle Antonio Guiteras, entre Ángel Ortiz y Alfredo Lima. El 1 de enero de 1959 Raúl Pérez Pérez, acompañado de Rolando Hernández, Orlando Llerena y José M. Carrillo ocuparon el lugar para efectuar la vigilancia revolucionaria.

El 5 de febrero de 1959 se integra el cuerpo como Policía Nacional Revolucionaria (PNR) constituyéndose en este municipio la unidad de la PNR y designándose como jefe al sargento Leonides Juan Sainz Hernández, miembro del M-26-7. En junio de 1961, por orientación de la ORI, pasa la estación para la calle Alfredo Lima entre Menocal y Valencia, designándose como jefe a Víctor Fuentes.

En abril de 1961 la Policía Nacional Revolucionaria tenía el control de aquellos elementos desafectos al proceso revolucionario y detuvo a 300 personas que estaban de acuerdo con el ataque mercenario, fueron trasladados a La Habana. En ese propio año combatientes de la Policía capturaron a varios elementos desafectos y antisociales que por la zona del Ñanglar intentaban salir del país con la suma de 40.000 pesos en oro.

Se organizaron además las primeras escuadras de las Milicias Obreras en el Central Camilo Cienfuegos y de las Milicias Campesinas en Valle Elena. En Canasí se formó el Batallón 251, Unidad 2725, prácticamente desde 1959. Patrullaban de noche el pueblo y los campos.

En el año 1961 se creó la Escuela Básica de Instrucción Revolucionaria en el municipio, dirigida por el compañero Serafín Rodríguez. Un grupo de milicianos del Central contribuyó a la creación del Batallón 162, de Guanabacoa. Entre los primeros mártires de este cuerpo cabe mencionar a Venancio Lorenzana López, miliciano del Batallón 253, destacado en Santa Cruz del Norte, muerto en un accidente el 9 de enero de 1961.

En el año 1962, ante las crecientes amenazas de invasión por parte del Gobierno de los Estados Unidos, la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) comenzó a enviar equipos y personal para la defensa del territorio nacional.

Figuraron entre estos los dispositivos coheteriles “SOPKA” (traducción al español: Colina) que comenzaron a instalarse en distintas áreas del país. En octubre de 1962, cuando comienza la así llamada “Crisis del Caribe” o “De los Misiles” estaban en La Siguanea, Santa Cruz del Norte y en otros lugares del país. El Grupo Coheteril de Costa “Sopka”, emplazado en Santa Cruz, tenía posiciones de fuego en la Loma de las Coloradas, en el emplazamiento actual del Combinado Avícola. Lo integraban dos rampas de lanzamiento, 3 radares ("Muiz", "Buron" y S-1), un complejo SPU-12, 4 cohetes de combate y 2 de estudio.

Período Revolucionario 1976-1990

Entre 1976-1977 en función de la Nueva División Político Administrativa, se incorporaron al municipio las tierras y el poblado de Arcos de Canasí, adquiriendo el territorio su conformación actual.

En la etapa de edificación socialista las antiguas empresas del área se multiplicaron y diversificaron, entre las más destacadas figuran: el CAI “Comandante Camilo Cienfuegos”, el Combinado de Bebidas “Havana Club” (con la fábrica de refrescos BECASA) y la fábrica de levadura LEFERSA.

El 27 de febrero de 1971 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz realizó una visita a la Ronera Santa Cruz, y en sus palabras a los trabajadores afirmó: “Levantaremos aquí la fábrica de rones más grande de Cuba”.

También se construyó en la década de los 80 del siglo pasado la Central Termoeléctrica del Este (CTE) de La Habana y desde finales de los 90 la Empresa de Extracción de Petrolera (ENERGAS) entre otros. La mayor parte de las tierras se dedican a la ganadería vacuna.

Combinado de Bebidas Havana Club
Un pozo de petróleo y al fondo la CTE

En los últimos años dos aspectos económicos tradicionales han alcanzado nuevo relieve: la exploración de gas natural y petróleo en el litoral (donde se han efectuado importantes hallazgos) y la explotación turística, materializada en la red de Bases de Campismo y los complejos hoteleros Trópico y Breezes de Jibacoa Playa.

Campismo Playa Amarilla, litoral norte de la Habana

El municipio de Santa Cruz del Norte posee la televisora local Telemar que solo trasmite los viernes, sábados y domingos. Además de la radio local La Voz del Litoral que transmite por los 102.5 FM todos los días desde las 7:00am hasta la 1:00pm.

Este desarrollo ha estado sujeto a agresiones por parte de los antiguos explotadores, como atentados a líderes de la Revolución, ataques navales y bombardeos, con la debida respuesta del pueblo armado. Económicamente, pese a su limitada extensión, es Santa Cruz uno de los polos agroindustriales más importantes de la provincia y el país, siendo objeto de atención, visitas y estímulos por parte del Partido y el Gobierno de la provincia y la nación.

Zona de desarrollo urbano de Santa Cruz del Norte

Mártires de esta etapa histórica:

  • Enrique E. García Hernández, Mártir de la MGR.
  • Reynaldo Díaz, Mártir de la MGR.
  • José López, Mártir de la MGR.
  • Carlos Enrique Díaz Camacho, Mártir del DSE.
  • Jorge Campoalegre Romero, Mártir internacionalista.

Referencias

Fuentes

  • Archivo Nacional de Cuba (ANC), Fondo COMISION MILITAR, Leg.128, # 18.
  • Castellanos G., Gerardo. Panorama histórico. Ensayo de la cronología cubana 1492-1933. Tomos-I y III. Editorial UCAR, GARCÍA y CIA, Teniente Rey 9 La Habana, 1934, pág 237.
  • Colectivo de autores (liderados por el historiador del municipio) Síntesis histórica del municipio Santa Cruz del Norte. 2017. Inédito.
  • De Bernardo y Estrada, D. Rodrigo. 1857. Prontuario de Mercedes, o sea índice por orden alfabético de las mercedes concedidas por el Ayuntamiento de la Habana en cuanto a las haciendas de crianza de animales. Establecimiento tipográfico La Cubana, Mercaderes, número 8, 1857.
  • Dirección General de Hacienda de la Isla de Cuba (sección cuarta). Ingenios y Fincas Azucareras. Imprenta del Gobierno y Capitanía General por S.M. 1877.
  • Etcheverry, Pedro. Bandidismo derrota de la CIA en Cuba. Editorial Capitán San Luis 2008.
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