Cáncer
|
Cáncer. Término que se usa para enfermedades en las que células anormales se dividen sin control y pueden invadir otros tejidos. Las células cancerosas pueden diseminarse a otras partes del cuerpo por el sistema sanguíneo y por el sistema linfático. El cáncer no es solo una enfermedad sino muchas enfermedades. Hay más de 100 diferentes tipos de cáncer.
Cuanto más agresivo y maligno es un cáncer, menos recuerda a la estructura del tejido del que procede, pero la tasa de crecimiento del cáncer depende no sólo del tipo celular y grado de diferenciación, sino también de factores dependientes del huésped.
Sumario
Orígenes
Todos los cánceres empiezan en las células, unidades básicas de vida del cuerpo. El cuerpo está formado de muchos tipos de células. Estas células crecen y se dividen en una forma controlada para producir más células según sean necesarias para mantener sano el cuerpo. Cuando las células envejecen o se dañan, mueren y son reemplazadas por células nuevas.
Sin embargo, algunas veces este proceso ordenado se descontrola. El material genético (ADN) de una célula puede dañarse o alterarse, lo cual produce mutaciones (cambios) que afectan el crecimiento y la división normales de las células. Cuando esto sucede, las células no mueren cuando deberían morir y células nuevas se forman cuando el cuerpo no las necesita. Las células que sobran forman una masa de tejido que es lo que se llama tumor.
Ciertos factores son capaces de originar cáncer en un porcentaje de los individuos expuestos a ellos. Entre éstos se encuentran la herencia, los productos químicos, las radiaciones ionizantes, las infecciones o virus y traumas. Los investigadores estudian como estos diferentes factores pueden interactuar de una manera multifactorial y secuencial para producir tumores malignos. El cáncer es, en esencia, un proceso genético. Las alteraciones genéticas pueden ser heredadas, o producidas en alguna célula por un virus o por una lesión provocada de manera externa.
No todos los tumores son cancerosos; puede haber tumores benignos y tumores malignos.
Los tumores benignos no son cancerosos. Pueden extirparse y, en la mayoría de los casos, no vuelven a aparecer. Las células de los tumores benignos no se diseminan a otras partes del cuerpo.
Los tumores malignos son cancerosos. Las células de estos tumores pueden invadir tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina de una parte del cuerpo a otra, esto se llama metástasis.
Algunos cánceres no forman tumores. Por ejemplo, la leucemia es un cáncer de la médula ósea y de la sangre.
Síntomas
Los síntomas del cáncer dependen del tipo y localización de tumor. Por ejemplo, el cáncer de pulmón puede provocar tos, dificultad respiratoria o dolor torácico; mientras que el cáncer de colon frecuentemente ocasiona diarrea, estreñimiento y sangre en las heces fecales.
Algunos cánceres pueden ser totalmente asintomáticos. En ciertos cánceres, como el pancreático, los síntomas a menudo no se presentan hasta que la enfermedad alcanza un estadio avanzado.
Los siguientes síntomas pueden ocurrir con la mayoría de los cánceres:
- Escalofríos
- Fatiga
- Fiebre
- Inapetencia
- Malestar general
- Sudores fríos
- Pérdida de peso
Categorización ampliada del cáncer
Los tipos de cáncer se pueden agrupar en categorías más amplias. Las categorías principales de cáncer son:
- Carcinoma: cáncer que empieza en la piel o en tejidos que revisten o cubren los órganos internos.
- Sarcoma: cáncer que empieza en hueso, en cartílago, grasa, músculo, vasos sanguíneos u otro tejido conjuntivo o de sostén.
- Leucemia: cáncer que empieza en el tejido en el que se forma la sangre, como la médula ósea, y causa que se produzcan grandes cantidades de células sanguíneas anormales y que entren en la sangre.
- Linfoma y mieloma: cánceres que empiezan en las células del sistema inmunitario.
- Cánceres del sistema nervioso central: cánceres que empiezan en los tejidos del cerebro y de la médula espinal.
Tipología del cáncer
Estadificación
Las clases de pruebas usadas para estadificación dependen del tipo de cáncer. Las pruebas son las siguientes:
Los exámenes físicos se utilizan para reunir información sobre el cáncer. El doctor examina el cuerpo con la vista, con el tacto y con el oído para buscar cualquier cosa que sea irregular. El examen físico puede mostrar el sitio y tamaño de los tumores y la diseminación del cáncer a los ganglios linfáticos o a otros órganos.
Los estudios de imágenes producen imágenes de áreas internas del cuerpo. Estos estudios son instrumentos importantes para determinar la etapa o el estadio. Los procedimientos como los rayos X, la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM) y la tomografía por emisión de positrones (TEP) pueden mostrar el sitio del cáncer, el tamaño del tumor y si hay diseminación del cáncer.
Las pruebas de laboratorio son análisis de sangre, de orina, o de otros fluidos y tejidos que se extraen del cuerpo. Por ejemplo, los análisis de las funciones del hígado y marcadores de tumores (sustancias que se encuentran algunas veces en cantidades mayores si hay cáncer presente) pueden proporcionar información sobre el cáncer.
Los informes de patología pueden incluir información sobre el tamaño del tumor, el crecimiento del tumor dentro de otros tejidos u órganos, el tipo de células cancerosas y el grado del tumor. Una biopsia puede efectuarse para proporcionar información para el reporte de patología. Igualmente, los informes de citología describen los resultados del examen de células en los fluidos del cuerpo.
Los informes de cirugía reportan lo que se encontró durante la cirugía. Estos informes describen el tamaño y la apariencia del tumor e incluyen con frecuencia observaciones sobre ganglios linfáticos y órganos vecinos.
La estadificación TNM o sistema TNM para el cáncer, una de sus herramientas de clasificación más útil, se elaboró entre 1943 y 1952 por el francés Pierre Denoix.
Signos y exámenes
Al igual que sucede con los síntomas, los signos del cáncer varían dependiendo del tipo de tumor y de su ubicación. Algunos de los exámenes comunes son:
- Biopsia del tumor
- Exámenes de sangre (los cuales buscan químicos como marcadores de tumores)
- Biopsia de médula ósea (para linfoma o leucemia)
- Radiografía de tórax
- Conteo sanguíneo completo (CSC)
- Tomografía computarizada
- Resonancia magnética
La mayoría de los cánceres se diagnostican por medio de una biopsia y, dependiendo de la ubicación del tumor, ésta puede ser un procedimiento sencillo o una operación delicada. A la mayoría de las personas afectadas por un cáncer se las somete a tomografía computarizada para determinar la ubicación exacta del tumor o tumores.
Tratamiento del cáncer
Las medidas terapéuticas tradicionales incluyen la cirugía, la radiación y la quimioterapia. En la actualidad se estudia la utilidad de la inmunoterapia y la modulación de la respuesta biológica.
Cirugía: la principal estrategia para el tratamiento curativo del cáncer es la escisión de todas las células malignas mediante una intervención quirúrgica. En el pasado, esto implicaba la escisión de todo el tejido afectado y de la mayor cantidad posible de tejido potencialmente afectado, incluidos los tejidos vecinos y los ganglios linfáticos. Para algunos tumores, y en especial el cáncer de mama, no es precisa una cirugía tan ablativa (mastectomía) en la mayor parte de los casos.
Las mejoras en las técnicas quirúrgicas, los conocimientos en fisiología, en anestesia y la disponibilidad de potentes antibióticos y hemoderivados, han permitido realizar cirugías más limitadas, con menos secuelas y más pronta recuperación. Sin embargo, muchos cánceres están demasiado extendidos en el momento del diagnóstico para que la cirugía curativa sea posible.
Si la extensión local del tumor afecta a tejidos vecinos que no pueden ser resecados, o si existen metástasis a distancia, la cirugía no será un tratamiento curativo. Sin embargo, puede ser beneficiosa para el alivio sintomático de ciertas situaciones como la obstrucción, o puede tener el objetivo de disminuir la masa tumoral para permitir una mejor respuesta al tratamiento quimioterapéutico o radioterapéutico sucesivo.
Radioterapia: las radiaciones ionizantes pueden ser electromagnéticas o por partículas y producen una destrucción tisular. La radiación electromagnética incluye los rayos gamma, una forma de emisión radiactiva, y los rayos X, que se producen cuando un haz de electrones impacta en un metal pesado. La radiación de partículas incluye haces de electrones, protones, neutrones, partículas alfa (núcleos de helio) y piones.
La sensibilidad de los tumores a las radiaciones es muy variable. Son tumores sensibles aquellos cuya sensibilidad es superior a la de los tejidos vecinos normales. Cuando tales tumores son además accesibles, los tumores superficiales o los tumores en órganos como el útero en el que se puede introducir una fuente de radiación, pueden ser curados mediante radioterapia.
La propiedad de la radiación de respetar hasta cierto punto los tejidos normales permite el tratamiento de tumores en localizaciones donde no es posible la cirugía por la proximidad de tejidos vitales o porque el tumor ha empezado a infiltrar estructuras adyacentes que no pueden ser sacrificadas. La radioterapia también se emplea con frecuencia como tratamiento paliativo, sobre todo en las metástasis.
La radioterapia puede ser útil como coadyuvante a la cirugía. La radiación pre operatoria puede esterilizar las células tumorales con rapidez, impidiendo su diseminación en el acto quirúrgico. También puede disminuir la masa tumoral facilitando la cirugía, o transformando un tumor inoperable en otro operable. En otros casos la radioterapia se emplea en el postoperatorio.
Quimioterapia: consiste en la utilización de fármacos para el tratamiento del cáncer. Puesto que los fármacos se distribuyen en el organismo a través del sistema circulatorio, la quimioterapia es útil para aquellos tumores cuya diseminación los hace inaccesibles a la cirugía o a la radioterapia. Existen multitud de fármacos anticancerosos, la mayor parte de los cuales actúan interfiriendo la síntesis o función del ADN. Por tanto las células en división son más sensibles a la quimioterapia.
La sensibilidad de ciertos tumores a la quimioterapia es tal que es posible la curación en un alto porcentaje: esto sucede en el cáncer uterino; las leucemias agudas (sobre todo en los niños); la enfermedad de Hodgkin y los linfomas difusos de células grandes, el carcinoma de testículo, el carcinoma de ovario, los carcinomas de células pequeñas del pulmón, y gran parte de los cánceres infantiles. Muchas veces estos procesos cancerosos se han diseminado en el momento del diagnóstico y no existe otra opción terapéutica.
Otros cánceres avanzados tienen buena respuesta a la quimioterapia y pueden ser controlados durante periodos prolongados, por lo que se utiliza con frecuencia como tratamiento paliativo.
Los dos principales problemas que limitan la utilización de la quimioterapia son la toxicidad y la resistencia. Las técnicas que evitan o controlan la toxicidad y disminuyen el riesgo de resistencias se han ido perfeccionando. Es importante la instauración precoz del tratamiento, la utilización de dosis óptimas del fármaco, la repetición de los ciclos con intervalos cortos si es posible, siempre que se permita la recuperación del paciente de los efectos tóxicos.
Terapia hormonal: muchos cánceres procedentes de tejidos que son sensibles a la acción hormonal, como la mama, la próstata, el endometrio y el tiroides, responden al tratamiento hormonal. Consiste en la administración de diferentes hormonas o antihormonas o en la anulación de la hormona estimulante correspondiente.
Prevención del cáncer
Es muy importante el hecho de que muchos de los agentes que se consideran cancerígenos son manejables por el hombre. En este sentido, al conocerse la relación entre un tipo de cáncer y un factor determinado, se puede dirigir la acción hacia la eliminación del agente.
Con este fin se deben tomar medidas como las siguientes:
- No fumar.
- Evitar exponerse al sol por tiempo prolongado (especialmente personas de piel blanca o sensible).
- Mantener una adecuada higiene genital.
- Controlar el consumo de bebidas alcohólicas. Evitar los excesos de bebidas.
- Una dieta adecuada, rica en fibras vegetales, frutas y baja en grasas.
- En los grupos de alto riesgo como lo son los trabajadores de ciertas industrias, se deben tomar las precauciones adecuadas para protegerlos y mantener un control médico periódico.
- Evitar la exposición a radiaciones (rayos X, etc.) pues a la larga pueden causar trastornos.
Descubrimientos
A inicios de junio de 2023 se dio a conocer que un grupo de científicos de México y España ha logrado identificar y crear artificialmente un componente que podría ser utilizado en nuevos tratamientos para el cáncer. El líder de la investigación, Martín Samuel Hernández Zazueta, que realiza un doctorado en la Universidad Miguel Hernández, en España, en colaboración con la Universidad de Sonora, en México, señaló que encontraron un componente en la tinta de los pulpos, llamado Ozopromida, que inhibe el desarrollo de células cancerígenas...Sin embargo, aún se necesitan más estudios para garantizar sus efectos en modelos más específicos y seguros para los humanos[1]
Referencias
- ↑ Descubren componente en tinta de pulpo que podría ser utilizado en nuevos tratamientos para el cáncer. Consultado el 6 de junio de 2023.
Fuentes
- American Cancer Society: Cancer Facts and Figures for Hispanics/Latinos 2006-2008. Atlanta, Ga: American Cancer Society, 2006.
- Lipworth L, Tarone RE, McLaughlin JK: The epidemiology of renal cell carcinoma. Journal of Urology 176(6 pt 1):2353-2358, 2006.
- Portal Planeta Sedna
- nlm.nih.gov